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Andalucía :: 24/08/2007

Ante el despido de los ex-mineros de Boliden.

La Haine - Sevilla
Critican la solución de recolocación en Mina Las Cruces y advierten de los riesgos ambientales que conllevan los despidos.

La rotura de la balsa de lodos tóxicos de la mina de Aznalcóllar producida en 1998 sigue coleando. La Consejería de Medio Ambiente, en vez de terminar de solucionar el desastre ambiental que hace 9 años puso en serio peligro al Parque Nacional de Doñana (y que Ecologistas en Acción venía advirtiendo desde varios años antes), ahora dice que no hacen falta tantos trabajadores para seguir limpiando lo que Boliden contaminó.

Sin embargo los ex-mineros que desde entonces trabajan en tareas de limpieza y restauración ambiental nos vuelven a recordar que todavía falta mucho por descontaminar, limpiar y restaurar en todo el entorno de la mina.

Ecologistas en Acción apoya las reivindicaciones de estos trabajadores de la empresa pública EGMASA para que sigan realizando esas labores de descontaminación, o en cualquier caso, otras labores de restauración ambiental igualmente necesarias en la zona cercana afectada por el incendió que ahora hace 3 años arrasó 35.000 has repartidas entre 6 localidades de la provincia de Huelva (EL Berrocal, Escacena del Campo, Minas de Riotinto, Nerva, Paterna del Campo y Zalamea La Real) y otras cinco (Aznalcóllar, El Castillo de los Guardas, El Garrobo, Gerena y El Madroño) en la provincia de Sevilla.

Ecologistas en Acción muestra su indignación ante la propuesta del Sr. Juan Espadas, (viceconsejero de Medio Ambiente y Presidente del Consejo de Administración de EGMASA), de recolocar ahora a los ex–mineros en la "más contaminante todavía" Mina de Las Cruces. En vez de luchar por conseguir mantener y aumentar recursos económicos y humanos dedicados a la empresa pública que dirige, en vez de luchar por que haya más trabajadores públicos descontaminando, limpiando y restaurando el Medio Ambiente, en vez de eso, la única solución que aporta es la recolocación de trabajadores públicos en subcontratas privadas de la multinacional canadiense Inmet Minning que va explotar la empresa privada más contaminante en Andalucía, la Mina de Las Cruces. A pesar que desde hace más de 5 años estamos advirtiendo desde Ecologistas en Acción que esta mina provocará un desastre ambiental de similares características al que provocó la multinacional sueca Boliden.

Ecologistas en Acción recuerda que simplemente con una de las subvenciones públicas con que la Junta de Andalucía ha favorecido a Mina Las Cruces (10,55 millones de euros aprobados por el Consejo de Gobierno de 3 de febrero de 2004) habría para mantener el sueldo esos 22 trabajadores durante más de 20 años.

Esta propuesta de la Consejería de Medio Ambiente muestra nítidamente el pésimo lugar que la política social y ambiental ocupa dentro de las prioridades de la Junta, que una vez agotado el escaparate público del Corredor Verde del Guadiamar, prefiere incentivar y subvencionar a multinacionales contaminantes antes que apostar por la continuidad de unos trabajadores con una labor ambiental todavía imprescindible.

Ecologistas en Acción hace expresamente responsable desde este momento a la Consejería de Medio Ambiente, por dejación de funciones, de los posibles daños ambientales que el despido de estos 22 trabajadores pueda provocar en el río Guadiamar o en el acuífero Niebla-Posadas, debido a las filtraciones que todavía se puedan producir desde la balsa de lodos que produjo la rotura en 1998 o desde cualquiera de las escombreras repletas de cenizas de metales tóxicos que todavía no han sido debidamente inertizadas. Critica la solución de recolocación en Mina Las Cruces y advierte de los riesgos ambientales que conllevan los despidos.

La rotura de la balsa de lodos tóxicos de la mina de Aznalcóllar producida en 1998 sigue coleando. La Consejería de Medio Ambiente, en vez de terminar de solucionar el desastre ambiental que hace 9 años puso en serio peligro al Parque Nacional de Doñana (y que Ecologistas en Acción venía advirtiendo desde varios años antes), ahora dice que no hacen falta tantos trabajadores para seguir limpiando lo que Boliden contaminó.

Sin embargo los ex-mineros que desde entonces trabajan en tareas de limpieza y restauración ambiental nos vuelven a recordar que todavía falta mucho por descontaminar, limpiar y restaurar en todo el entorno de la mina.

Ecologistas en Acción apoya las reivindicaciones de estos trabajadores de la empresa pública EGMASA para que sigan realizando esas labores de descontaminación, o en cualquier caso, otras labores de restauración ambiental igualmente necesarias en la zona cercana afectada por el incendió que ahora hace 3 años arrasó 35.000 has repartidas entre 6 localidades de la provincia de Huelva (EL Berrocal, Escacena del Campo, Minas de Riotinto, Nerva, Paterna del Campo y Zalamea La Real) y otras cinco (Aznalcóllar, El Castillo de los Guardas, El Garrobo, Gerena y El Madroño) en la provincia de Sevilla.

Ecologistas en Acción muestra su indignación ante la propuesta del Sr. Juan Espadas, (viceconsejero de Medio Ambiente y Presidente del Consejo de Administración de EGMASA), de recolocar ahora a los ex–mineros en la "más contaminante todavía" Mina de Las Cruces. En vez de luchar por conseguir mantener y aumentar recursos económicos y humanos dedicados a la empresa pública que dirige, en vez de luchar por que haya más trabajadores públicos descontaminando, limpiando y restaurando el Medio Ambiente, en vez de eso, la única solución que aporta es la recolocación de trabajadores públicos en subcontratas privadas de la multinacional canadiense Inmet Minning que va explotar la empresa privada más contaminante en Andalucía, la Mina de Las Cruces. A pesar que desde hace más de 5 años estamos advirtiendo desde Ecologistas en Acción que esta mina provocará un desastre ambiental de similares características al que provocó la multinacional sueca Boliden.

Ecologistas en Acción recuerda que simplemente con una de las subvenciones públicas con que la Junta de Andalucía ha favorecido a Mina Las Cruces (10,55 millones de euros aprobados por el Consejo de Gobierno de 3 de febrero de 2004) habría para mantener el sueldo esos 22 trabajadores durante más de 20 años.

Esta propuesta de la Consejería de Medio Ambiente muestra nítidamente el pésimo lugar que la política social y ambiental ocupa dentro de las prioridades de la Junta, que una vez agotado el escaparate público del Corredor Verde del Guadiamar, prefiere incentivar y subvencionar a multinacionales contaminantes antes que apostar por la continuidad de unos trabajadores con una labor ambiental todavía imprescindible.

Ecologistas en Acción hace expresamente responsable desde este momento a la Consejería de Medio Ambiente, por dejación de funciones, de los posibles daños ambientales que el despido de estos 22 trabajadores pueda provocar en el río Guadiamar o en el acuífero Niebla-Posadas, debido a las filtraciones que todavía se puedan producir desde la balsa de lodos que produjo la rotura en 1998 o desde cualquiera de las escombreras repletas de cenizas de metales tóxicos que todavía no han sido debidamente inertizadas.

 

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