El primer café de la mañana (sobre la solidaridad y sus consecuencias)

Hoy en día, el movimiento de solidaridad anarquista no se compone por el conjunto de sus organizaciones, sino por la práctica común que llevan una serie de individuos y/o grupos. Es por ello que al darse una acción (o un caso represivo) se vea ésta como algo aislado, sin proyección, y no dentro de una lucha colectiva.
Lo primero que creemos conveniente señalar es que la criminalización en si no es algo que nos debe sorprender, ya que ante una lucha efectiva la primera medida de defensa del sistema es la criminalización. Ante esto, vemos que los "avisos" publicados en la prensa, focalizando cierta actividad en grupos anarquistas concretos no es algo nuevo: es una estrategia que se viene utilizando con gente que apoya a lxs anarquistas detenidxs el 16 de septiembre del 2003, intentando así frenar un movimiento solidario en alza, llegando incluso a fragmentar internamente dicho movimiento, debido a las disputas internas que surgen del miedo a las represalias.
Así, tras la oleada represiva que viene azotando al movimiento anarquistas Italiano, y con más dureza este último verano, se empezó a articular, en Barcelona, toda una lucha de solidaridad fruto de una coordinación real entre grupos e individualidades anárquicas que hasta ahora habían actuado por separado. Dicha unidad de acción dio pronto sus frutos. Aumentaban el número de acciones y se percibía mayor apoyo en las calles. Buen ejemplo de ello es la manifestación convocada el día 16 de julio, como respuesta a las detenciones de la protesta del 25 de junio en solidaridad con los anarquistas de la bota, en la que se esperaba mucho mayor apoyo que en otras convocatorias antirepresivas de carácter anárquico.
Para frenar este momento ascendente, bastó con poner en portada una semana seguida una de las diversas acciones producidas en las últimas semanas en la ciudad de Barcelona, con las siguientes declaraciones en forma de amenaza de los responsables políticos y policiales.
Debemos asumir que tras esto ha habido un freno en el movimiento de solidaridad. Pero ello no es debido propiamente al atentando, con forma de cafetera, contra el Instituto Italiano de Cultura, sino al bombo mediático que le a acompañado. Esto se hace visible por el hecho de que desde el abril hasta entonces, se han ido produciendo diferentes ataques (tanto con artefactos incendiarios como explosivos) contra objetivos mucho más claros y con daños mayores (Véase los diversos ataques a comisarías de la ciudad). De esta manera, si lo que querían era criminalizar al movimiento anarquista, lo podían haber hecho en su momento con una mayor facilidad. Pero el hecho de que haya sido este verano y no entonces, nos deja ver que su objetivo era frenar el creciente apoyo (tanto cualitativo como cuantitativo) en las calles a las personas represaliadas y no la simple criminalización de temporada.
Teniendo en cuenta que estas situaciones no son ninguna novedad (ya que siempre ha habido presxs, solidarixs y momentos de tensión e incertidumbre), no entendemos cómo pueden frenarnos tan fácilmente. ¿Acaso la gente sólo ve la parte idílica de la lucha? ¿Nos olvidamos de la parte más amarga (detenciones, torturas, muertes (de nuestro bando y del suyo))? La represión va ligada a nuestra lucha, ya que no podemos esperar que el Estado no responda a nuestras agresiones. No tiene sentido dar la primera ostia y luego echarse para atrás a esperar que el Estado nos devuelva el golpe. Una vez dada la primera, está abierto el camino para una segunda, una tercera y una cuarta.
Lo que realmente vemos necesario es más humildad y más compromiso para que nuestra lucha no se deshaga ante el primer infortunio.

Contra el Estado y su represión Anarquía!!! Insurrección!!"

Los que dispararon en el pie a Durruti
Barcelona, 26 de septiembre del 2005

Texto extraído de Indymedia Barcelona

*Nota: Magdalena no tiene pq estar de acuerdo con este texto, apoyamos la difusión y el debate dentro del movimiento anarquista.