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Madrid :: 18/04/2007

Exitosa concentración ante el restaurante "El Padre". Más de 100 personas se solidarizaron con Amina

CNT-Madrid (Oficios Varios)
El pasado Sábado 14 de Abril a las nueve de la noche tuvo lugar una concentración

El restaurante está situado en la calle Serrano 45, en pleno corazón del barrio Salamanca. El motivo de esta concentración fue demostrar nuestro apoyo y solidaridad con Amina, compañera del SOV-Madrid.A la concentración acudieron más de un centenar de personas tanto de CNT como de diferentes colectivos.

Amina, compañera de origen marroquí, había trabajado durante dos años y medio como camarera en "El Padre". Los ocho primeros meses trabajo sin contrato, por no tener sus papeles en regla, situación que el patrón codicioso aprovechaba para pagarle un sueldo aun más ridículo de lo habitual. Las condiciones laborales a las que era consistían en maratonianas jornadas de once horas diarias, siete días a la semana, no respetándose los días de libranza semanales, ni permitiéndole disfrutar, en muchos casos, de las vacaciones correspondientes. Todo este trabajo extra era compensado con una ridícula cantidad en dinero negro.

Pero estas abusivas condiciones de esclavitud subasalariada no eran lo más brutal de la experiencia de Amina, lo peor de todo eran las continuas vejaciones a las que era sometida. Insultos racistas de todo tipo eran una constante diaria. La situación había llegado a tal punto que nuestra compañera estaba en tratamiento médico por la ansiedad que está situación de humillación constante le estaba provocando. Pero las vejaciones y maltrato hacia Amina no quedaron aquí ya que el hijo del patrón la agredió físicamente, propinándola varios puñetazos y patadas, e increpándola con todo tipo de insultos xenófobos.

Tras está agresión, Amina estaba de baja médica, situación que no impidió a "El Padre" del agresor enviarle un burofax notificándole su despido por "bajo rendimiento". Es decir, darle un despido procedente (después de pegarla) para evitar pagar las indemnizaciones correspondientes.. La reacción de la anarcosindical no se hizo esperar.

Desde la CNT, se hizo un llamamiento para llevar a cabo una acción numerosa. Previendo que nos juntásemos más de veinte personas se legalizó la concentración, motivo por el que la policía, estando sobre aviso, nos esperaba para impedir que accediésemos a los bajos (zona comercial y por tanto privada) en los que estaba situado el restaurante.

Pero la indignación que nos recorría nos impidió acatar esta imposición, y tras unos quince minutos en la calle entramos hasta la mismísima puerta de "El Padre" ante el estupor de los perros sarnosos del estado, que corrieron a formar una barrera para proteger a los mismos de siempre.

Allí gritamos consignas como "Nativa o extranjera, la misma clase obrera", "Asi, ni un paso atrás, este conflicto lo vamos a ganar" "Obrero organizado, patrón acojonado", "Boicot al Padre" y como no:"Paga lo que debes". No se puede pasar por alto la actitud chulesca de Mario Villalobos, el "hijodeldueño" que agredió a Amina, y que en un arrebato de prepotencia, y sintiéndose arropado por el mejor amigo fiel del rico: el madero, salió a la puerta y se sentó en un taburete, con la intención de provocarnos. Pero las personas que allí estábamos contuvimos nuestra rabia e indignación, lo mejor que pudimos, y finalmente sus protectores pidieron a este chulo que entrase dentro del restaurante. Bajo la excusa de que los bajos del edificio eran propiedad privada, el encargaíllo de los matones de azulón, nos dijo que si no salíamos de esa zona llamarían a más furgones, llegando a hacer ademán de ponerse los cascos. Apuramos al máximo, pero dado que la concentración estaba legalizada, decidimos actuar con cabeza y evitar una algarada, que no sabíamos como podía terminar.

De nuevo salimos a la calle, y allí nos dividimos por la entrada delantera y trasera a los bajos comerciales, así como desde la apertura para dar luces a dichos bajos, que casualmente quedaba justo sobre la entrada de "El Padre". Allí seguimos panfleteando y lanzando consignas, hasta más las once de la noche. Nos despedimos del patrón y su familia, haciéndole saber, que de no solucionar la situación volveríamos a visitarlos.

Y así, juntas y juntos nos fuimos hacia el metro, disfrutando de un lindo paseo por el adinerado Barrio de Salamanca, escoltados por nuestros "queridos amigos" de la policía, siempre dispuestos a hacernos sentir importantes cuan embajadores o ministros.

Fotos:

www.cnt.es/sovmadrid

 

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