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Països Catalans :: 04/05/2003

"Fuimos tan terriblemente consecuentes..." Conferencia de Stefan Wisniewski (RAF)

Kaos en la Red

Portada del llibre de Stefan Wisniewski

"Fuimos tan terriblemente consecuentes..." volvió a afirmar ayer en el Ateneu Candela de Terrassa, Stefan Wisniewski, encarcelado en 1981 y que ha pasado más de veinte años en la cárcel condenado por el secuestro y la muerte del empresario alemán de Hans Martin Schleyer en 1977. Una veintena de personas asintieron ayer a la conferencia, que gracias a la acertada traducción simultánea de Patric (editorial Virus) logró que se superara la barrera lingüística, el alemán no es una lengua muy conocida en nuestro entorno geográfico.

Stefan nos dijo que en aquellos convulsos años setenta í-el historiador diría ¿cuáles no son convulsos?- sus posiciones políticas (y la de muchos otros hombres y mujeres) se elaboran y establecen entre los planteamientos socialistas y de liberación nacional frente al imperialismo de Ho Chi Min (que no son los de Saddam ex empleado usa), el socialismo con rostro humano de Dubcek en Checoslovaquia, los movimientos pacifistas contarios a la guerra de Vietnam, los movimientos estudiantiles, contraculturales, antipatriarcales, las ideas del mayo del 68 y la solidaridad con los eslabones más débiles del proletariado alemán. Sin dejar de ser ajenos a ellos la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos y a la lucha de los Panteras Negras.

Otro elemento fundamental para entender el surgir de los grupos armados en la Alemania de los setenta es la no desnazificación de del país, ya que los USA sólo procesaron a la cúpula dirigente y no a los cientos de miles de criminales que mantuvieron la maquinaria genocida en marcha, no permitiendo así que Alemania pudiera reflexionar sobre esa catástrofe nacional que fue el nazismo. La falta de autocrítica de la sociedad alemana para ese periodo histórico que fue el nazismo y la presencia insultante de viejos miembros de organizaciones criminales como las SS en la vida económica, social y política del país les hacia considerar que ese gobierno no era más que la continuación del régimen nazi y no solo por la presencia de esos elementos sino por al misma amnesia en la que parecía querer vivir buena parte de la sociedad alemana. En el caso de Stefan esto forma parte de su vida hasta los veinte años, pues vivía en un pequeño pueblo de la Selva Negra donde la elite local, era eso, la vieja elite local nazi.

A principio de los setenta, la izquierda radical alemana toma dos vías claras: la integración en el sistema de partidos o lucha armada. Los elementos más terriblemente consecuentes tomaron como referencia en su accionar político-militar las experiencias de organizaciones como los Tupamaros o Carlos Marighella (guerrillero urbano contra la dictadura militar brasileña y militante comunista PCB).

La primera acción militar de la RAF (Fracción del Ejército Rojo) fue la liberación de la prisión de Andreas Baader (preso tras el ataque de un grupo de manifestantes a unos grandes almacenes en una denuncia del consumismo) activista político pero no militante de la RAF en aquel momento.

La lucha armada en aquel momento pasaba por ataque a las bases de las fuerzas USA presentes en Alemania, mientras Stefan trabajaba con jóvenes marginados (que no marginales). En aquel año es cuando se produce la voladura en una base americana del ordenador que controlaba los vuelos de los bombarderos desde Alemania a Vietnam, esta era la forma de ayudar a la lucha de liberación del Tercer Mundo desde el primero.

La combinación de la lucha legal y la clandestina fue también un debate que tubo la RAF y que se solucionó después de las caídas de los miembros legales, con la clandestinización del movimiento y con una retórica marxista-leninista ortodoxa, pero nunca contraria al pensamiento anarquista. Poco después se abandonó esa ortodoxia, no así la clandestinidad, lo que continuó limitando el contacto de la organización con los movimientos sociales.

Para muchos la lucha armada en la Alemania de los setenta estaría representada exclusivamente por RAF, pero según Stefan esto no era así existía una lucha armada heterogenia difusa y atomizada.

Junto a la RAF existían organizaciones como el Movimiento 2 de junio (1967) toma su nombre de la fecha en que se produjo el primer asesinato cometido por la policía alemana desde el final de la II GM. El asesinato de un manifestante se produjo en una manifestación contra la visita del Reza Pahlevi el Sha de Persia. El movimiento, en palabras de Stefan, gracias a su lenguaje, típico de los jóvenes obreros alemanes, tuvo un cierto contacto con esta base social. Para Stefan, el sujeto revolucionario en aquélla época era difuso, ya que conocían bien a la aristocracia obrera alemana y sus relaciones con el poder establecido y por eso para ellos cualquier persona podía representar el espíritu revolucionario al margen de su origen nacional o de clase.

Otros grupos armados de aquel momento fueron en 1973 las Células revolucionarias (ZR) grupo que practicó una acción militar difusa y no centralizada que confunde el activismo legal y el clandestino. Uno de los atentados más espectaculares de este movimiento fue el ataque a la "ITT" como respuesta al golpe de estado en Chile. En 1981 apareció un grupo integrado exclusivamente por mujeres era Zora la Roja.

Stefan recordó que cuando el estado se ve en peligro destruye sin miramientos a las fuerzas que pueden destruir su poder, así lo hizo con el Chile de Salvador Allende, además afirmó que así lo hará con cualquiera que pueda poner en jaque el modelo de dominación y explotación capitalista. Esos años estas ideas llevaron a muchos a la lucha armada, pero también a la resistencia y al sabotaje (quema de expendedores de billetes de transporte, falsificación,...).

Él, con 20 años en 1972, formaba parte del movimiento ocupa y trabajó temas de solidaridad con los presos de la guerrilla urbana y con jóvenes marginalizados.

Para él el trabajo con los presos políticos, que estaban en unas condiciones infrahumanas y que nadie denunciaba, fue lo que le catapultó a la lucha armada la muerte de uno de ellos en una huelga de hambre para defender sus derechos. Si se podía matar a los activista en prisión la lucha legal no servia, pues el sistema no respetaba ni sus propias normas, esto es lo que hizo que muchos pensasen que: "en Alemania abría más muertos que los activistas presos". Los jóvenes, dijo, según encuestas del gobierno federal publicadas después de estos años, apoyaban en un 25% a los activistas armados, de todas formas la mayoría de la sociedad alemana era contraria a estos métodos de lucha.

Entre 1975-1977 su actividad militante le permitió vivir algunos de los momentos crucíales de la lucha armada, lo cual le sirvió para analizar posteriormente algunas de las contradicciones del propio movimiento. El intercambio de presos por rehenes como forma de liberar a militantes detenidos, la toma de la embajada de Alemania en Estocolmo, el secuestro de antiguos nazis, ahora miembros del núcleo duro del poder económico alemán, la colaboración con grupos armados palestinos (FPLP), el asesinato político, el secuestro de un avión o el asesinato en la cárcel de activista de la RAF fueron los acontecimientos más espectaculares de estos años.

Tras esta experiencia, Stefan dice que el error más grave fue la militarización de algunas de las acciones, pero el definitivo fue el secuestro de un avión de turistas alemanes que se dirigían a Mallorca. Este hecho dio una baza fundamental al poder establecido (en el momento del secuestro del industrial Schleyer y del avión se estableció en Alemania un gabinete de crisis, "lleno de militares y antiguos nazis"). Después de este hecho "la opinión pública cayó en manos del sistema", ya que a partir de aquel momento cualquiera podía ser victima del terrorismo.

En 1980 se reorganiza la RAF gracias a los movimientos antisistema de aquellos años, ocupas. Pero para él este tema ya es historia puesto que él fue detenido. Para los presos un atentado muy importante antes del final de la lucha ramada, fue el de la voladura del la cárcel de alta seguridad que construían para albergar a los activistas político-militares en unas condiciones de aislamiento y presión absoluta.

La RAF finalmente se disuelve en 1998, la decisión la toman los activistas que están libres y en la clandestinidad, sin contar con los presos, esto les molestó, pero en realidad todos estaban de acuerdo en el final de ese duro ciclo político-militar.

La conferencia finalizó con cuatro reflexiones finales:

1a. El final de la lucha armada coincidió con el final de la izquierda radical y de los movimientos de liberación nacional.

2a. La posición internacionalista de entonces era acertada como lo demuestra la actual globalización. Pero quizás aquel internacionalismo nos hizo olvidar la propia realidad alemana. El tema de las compensaciones económicas y morales a los trabajadores esclavos durante el nazismo, en aquel momento hubiera resarcido a muchas más personas que ahora treinta años después.

3a. Los otros proyectos políticos no partidarios de la lucha armada, como los ecologistas han acabado integrados por el sistema y apoyando intervenciones militares (militarismo de estado) como en Yugoslavia.

4a. Existían muchas razones para dejar la lucha armada y fue justo su final. Pero se dejo sin debatir como responder al crecimiento del nazismo, que en Alemania ha producido en estos últimos años más de un centenar de muertes por ataques xenófobos y racistas.

Para acabar, Stefan recordó a los presentes que siempre que se lucha hay represión, y que el estado y el poder no esta dispuesto a perder. Cuando hoy se le pregunta por la lucha armada, Stefan, que actualmente trabaja en la solidaridad con los inmigrantes, responde que es una pregunta muy personal y que él después de sus largos años de prisión esta explorando otros caminos de resistencia anticapitalista, caminos que venia a decir fueron quizás poco explorados en aquellos convulsos años.

Stefan, explicó respondiendo a una pregunta del público, que él se sintió muy acompañado por sus amigos durante sus años de cárcel y pidió que no se olviden de la gente que está en las prisiones, que no se olviden de los que combatieron por un mundo mejor, con su errores y con sus aciertos, pero que en el fondo forman parte de todos los que luchamos por una sociedad justa y libre.

Respecto al los planteamientos zapatistas dice que para él son muy interesantes, eso de una guerrilla pacifista lo cautivó, pero cree que no de deben extrapolar las experiencias de unos lugares a otros. Para él, las reflexiones sobre estos temas deben darse de forma organizada y quedar circunscritas a los grupos de activistas y centradas en la realidad social y económica de cada espacio nacional o geográfico.

 

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