Lo que no nos cuentan sobre el AVE...

1º El tren de alta velocidad es uno de los medios de transporte más agresivos, porqué el AVE no se adapta al territorio sino es el territorio el que tiene que adaptarse a él. Los numerosos terraplenes, túneles, viaductos y movimientos de tierra causarán un grave impacto no solo sobre el paisaje, que no volverá a ser el mismo, sino que se verán afectados importantes parajes naturales.

2º El AVE sólo captará a una parte los actuales usuarios del ferrocarril, congestionando así las carreteras y haciéndolas más peligrosas y mortales.

3º El AVE sólo vertebrará los grandes núcleos urbanos, desvertebrando el resto del territorio. Creará un inmenso muro que partirá las comarcas, separando a la gente de sus tierras y de los pueblos vecinos.

4º. Existe un gran déficit informativo. La mayoría de la sociedad ignora aspectos fundamentales relacionados con los trenes de alta velocidad. Como, por ejemplo, que la mayoría de los países europeos están abandonando este tipo de proyectos, apostando por los trenes pendulares que desarrollan hasta 220 km/h por las líneas ya existentes.

5º El consumo energético de los trenes de alta velocidad es elevadísimo. La propia empresa ALSTOM, suministradora de maquinaria de alta velocidad, ha reconocido que el AVE Madrid-Valencia gastará, como mínimo, un 66% más de energía que el AVE Madrid-Sevilla. Es tan brutal el consumo energético que el Consejo de Ministros del pasado 15 de julio autorizó el contrato de tres subestaciones eléctricas sólo en el tramo Zaragoza-Lleida del AVE Madrid-Barcelona. Una gran parte de esta energía será producida por centrales nucleares y otra por centrales térmicas de combustión con efectos nefastos para el medio ambiente. Ésta es la razón por la que el AVE no podrá superar los 300 km/h a pesar de que se empeñen en decirnos que alcanzará los 350 km/h, velocidad que ningún tren comercial desarrolla en el mundo.

6º Los únicos beneficiarios serán las grandes empresas que están apostando fortísimamente desde hace años por este proyecto y algunos políticos que se colgarán las medallas de la modernidad. Los grandes perdedores seremos la gente de a pie que nos tendremos que resignar a seguir utilizando el coche para desplazarnos o viajar en los muy deteriorados ferrocarriles públicos que en la mayoría de sus líneas están obsoletos y necesitados de urgentes mejoras que nunca llegarán si se construye el AVE. La inmensa mayoría no vamos a utilizar nunca el AVE, pero sí continuaremos necesitando viajar en tren. En 1999 hubo 425 millones de transportados por RENFE: 375 millones en trenes de cercanías, 40 en regionales o grandes líneas (como el ALARIS o el EUROMED) y sólo 5 millones en el AVE Madrid - Sevilla. Sin embargo éste último se llevó la mayor parte de las inversiones de muchos años. El AVE lo utilizará una élite de ejecutiv@s y no l@s estudiantes, jubilad@s o trabajador@s en general. ¿Quién se puede permitir gastarse alrededor de 45 € en ir y volver a Valencia o Zaragoza?

7º El AVE es el principio del fin del ferrocarril. El AVE supone el abandono del tren convencional necesitado de inversiones, mantenimiento y modernización, agudizando el desmantelamiento de la red ferroviaria. La previsible desaparición de los actuales ALARIS y TALGO, y el desvío de los trenes regionales y de cercanías a vías y servicios de tercera categoría, condenará a la población al transporte por carretera, con las consecuencias negativas que comporta.

Los empresarios, buro-sindicatos y partidos que apoyan el paso del AVE por Teruel, y por ende, el modelo ferroviario del AVE nos intentan vender que sin el, Teruel perdería el "tren del progreso". Causar un grave impacto ecológico, social y económico sólo para beneficiar a los grandes empresarios y para satisfacer los caprichos de algunos políticos es un delito social. El auténtico progreso es que, respetando el entorno, todos y todas nos beneficiemos. El auténtico progreso es mejorar toda la red ferroviaria para poder viajar más rápida y cómodamente, pero a precios asequibles. El AVE no es imprescindible, ni siquiera es necesario. Gastarse 1"2 billones de pesetas (en principio) en un AVE cuando tenemos unos ferrocarriles del siglo XIX es una broma pesada.

Queremos un ferrocarril público y de calidad, con unos trenes modernos, cómodos, asequibles y polivalentes, con gran capacidad y frecuencia, que den servicio al territorio que atraviesen y adaptados a la diferentes demandas y necesidades (también a las mercancías).

CNT, CGT y Ecologistas en Acción.