Pasacalles contra las guerras imperialistas. Solidaridad con los pueblos.
El pasado Viernes día 17 se convocó un pasacalles contra la guerra imperialista por parte de la RedAcción Crítica (movimiento social de solidaridad internacionalista que agrupa a organizaciones como el PCPE, los CJC, SodePaz o Sonríe y Lucha) en apoyo a la resistencia de los pueblos que ,como Irak Afganistán y tantos otros, sufren la ocupación, el saqueo y el atropello del brutal imperialismo yankee apoyado y legitimado por la pasividad y el servilismo que muestran las llamadas "democracias" europeas entre las que se encuentra el Estado Español.
El pasacalles partió de la Plaza Mayor a las 21:00 h y finalizó en la zona de la Antigua tras recorrer las calles céntricas de la ciudad.
Algunos de los manifestantes acudieron disfrazados o acompañados de objetos simbólicos reivindicativos aprovechándo para dar más colorido al pasacalles y llamar la atención haciendo que se acercasen más personas y de paso transmitiendo una información crítica con el tema que les ocupaba.
Los ataúdes que portaban un grupo de personas que encabezaban la movilización no iban a permitir que se nos olvidasen las duras consecuencias de las guerras y las víctimas del imperialismo, además las camisetas que llevaban puestas otros jóvenes disfrazados de los principales líderes políticos (Bush, Aznar, Zapatero...) donde se podía leer mensajes como "Patrocinado por el BBVA" dejaban patente que los políticos ,que dicen gobernar para el pueblo, no son más que marionetas al servicio de los intereses de las empresas capitalistas.
Un silencio sepulcral rodeaba a los allí presentes durante practicamente todo el recorrido, un silencio roto únicamente por los gritos de NO A LA GUERRA y las consignas lanzadas contra las sucursales de las grandes empresas.
La movilización concluyó con la lectura de un comunicado de manos de los miembros de RedAcción Crítica y la construcción de un muro ,con la ayuda de unas cajas de cartón, donde el conocido muralista Sierra realizó un curioso mural admirado por las personas que por allí pasaban.
Durante todo el recorrido se repartieron cientos de panfletos donde se ponía de manifiesto que la guerra imperialista es un "instrumento" de urgente necesidad para el sistema capitalista que este utiliza para perpetuarse.
SEGUIMOS GRITANDO ¡¡¡ NO A LA GUERRA IMPERIALISTA!!!
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¿PUEDE EL IMPERIALISMO RENUNCIAR A LA GUERRA?
Esta pregunta fundamental se ha convertido a día de hoy en tema prioritario de la lucha de los pueblos por su emancipación.
Si el imperialismo puede renunciar a la guerra quiere decir que es capaz, en esta fase histórica de recomponer la lógica interna del sistema de producción capitalista. Dicho de otra manera más directa, que el capital es capaz de generar dinero sin recurrir a la guerra.
Recientemente se publicó un gráfico en el que se expresaban los valores relativos de los costes laborales en una serie de países. Si España tiene un valor 100, EE.UU. tiene un valor 200 y los países latinoamericanos se situaban entre el 20 y 30. Este es un dato entre tantos que expresa la dificultad que tiene la llamada primera potencia del mundo para ser "competitiva" frente a otros. Dicho de otra manera, si la economía yanki quiere competir tendrá que trasladar la mayor parte de su producción a países terceros. Pero si toma esta decisión, generará una alta situación de paro y el debilitamiento de su economía interior, que hoy juega un papel de primera magnitud en la estabilidad del sistema a través del consumo privado.
Pese a ello las grandes empresas siguen una estrategia de deslocalización. La economía capitalista destruye capacidad productiva para trasladarla a otros lugares y todos los capitalistas compiten en simultaneo por un mismo mercado.
A este mercado llega también China con unos bajísimos costes de producción que le permiten producir mercancías altamente competitivas (por su bajo coste).
Al tiempo las empresas entran en China buscando una posición de ventaja, con lo cual se fortalece la economía Oriental.
Por otra parte la UE y Japón van a por su trozo del pastel cada cual con su propia estrategia.
En situaciones mucho menos reñidas el capitalismo ha desatado guerras terribles en el siglo pasado. Hoy la guerra con su alta tecnología y la complicidad de intereses económicos del aparato militar-industrial es una salida demasiado tentadora para el capitalismo.
La guerra es el mecanismo más eficaz para recomponer la economía mundial.
En el punto de mira de las grandes potencias está por supuesto el petróleo. Pero no será sólo este recurso el que justifique las próximas guerras. En un futuro próximo será el control del agua para la producción de energía y para el suministro a las poblaciones. La biodiversidad también adquiere cada día un valor mayor, ya los yankis enseñan en sus escuelas que la Amazonía les pertenece.
Con la guerra no solo se controlan los recursos y las materias primas que se necesitan, también se controlan los recursos y las materias primas que necesitan las otras potencias para su desarrollo económico. Y esto en un mundo globalizado es cada día más verdad.
La lucha contra la guerra como una posición "antimilitarista" en el sentido más simple del término. Luego recorrió un camino en el que apareció la consigna "no más sangre por petróleo", ya estaba presente el componente económico de la guerra superando el simple planteamiento ético o moral. Posteriormente hemos llegado al "Fuera las tropas de ocupación" y el apoyo a las acciones de resistencia del pueblo irakí . Entran en juego conceptos de soberanía y protagonismo de cada pueblo en la determinación de su futuro.
La brutalidad a la que tiene que recurrir imperialismo para seguir acumulando riqueza ayuda a expresar con más claridad el origen de las guerras, su naturaleza económica , de rapiña y saqueo.
Por ello habrá guerras mientras haya capitalismo y mientras más senil sea ese capitalismo más violentas y arbitrarias serán las guerras.
(Comunicado repartido por RedAcción Crítica)