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Madrid, Medio Oriente :: 11/01/2013

Acto sobre Siria el viernes 18 en el CAUM

Plataforma No a la Guerra Imperialista

El conflicto de Siria: hacia el peor final

La escalada de la guerra en Siria no cesa. Tras casi dos años de conflicto abierto, ninguno de los planes de pacificación que se han puesto sobre la mesa ha tenido el menor éxito. Los “intereses exteriores” al país prevalecen sobre el objetivo de la paz. Ahora nos encontramos con una nueva propuesta del presidente Al-Asad, aceptando la formación de un nuevo gobierno, que probablemente terminará también en letra muerta. Los portavoces de la oposición y de los intereses occidentales ya se han adelantado a rechazarlo, negándose a cualquier negociación.

Los hechos indican que la guerra no puede parar; que está a punto de entrar en vigor un plan de intervención militar directa a muy corto plazo. En la retórica política se justifica aludiendo insistentemente al hipotético empleo de armas químicas que EE.UU. quiere atribuir a Damasco, como hace años lo hizo con las inexistentes ‘armas de destrucción masiva’ que iba a utilizar Sadam Husein. En la práctica militar, se deduce de varios hechos comprobados: el despliegue de misiles Patriot de la OTAN en la frontera turco-siria, el asentamiento de más de 10.000 hombres en Jordania y Líbano, a los que se unirían los 3.500 que ya no tienen función en Irak, listos todos para ocupar Siria y la disponibilidad del ejército israelí para destruir las instalaciones militares sirias.

Todo indica que EE.UU., que ha vacilado durante meses por el riesgo de su colapso fiscal, más la OTAN e Israel han terminado por aceptar el belicoso discurso desplegado desde hace meses por Francia, Reino Unido y Qatar de intervenir militarmente y resolver el conflicto de la peor manera posible.

A ello contribuye la presión del calendario. De seguir con el estancamiento actual, se “corre el riesgo” de que, tras la toma de posesión presidencial de Obama y la formación de nuevo gobierno, otras potencias internacionales exijan la implantación del Plan de paz de Ginebra (Junio 2012), postergado por las elecciones presidenciales norteamericanas, que prevé el despliegue de una fuerza de paz de la ONU para separar a las fuerzas beligerantes y expulsar a los yihadistas extranjeros. Y como dicha fuerza de paz estaría formada por contingentes de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, supondría la reinstalación en Siria de tropas rusas, lo que, de ninguna manera desea el Pentágono, ni la OTAN.

Para evitar ese escenario, el imperialismo occidental (estadounidense y europeo) prepara una intervención militar que, ocupe el país, lo fragmente o lo desintegre como estado e instale un gobierno dócil a Occidente y belicoso con el último objetivo en Oriente Medio: IRAN. Continuaría así su política de desmontaje de estados sólidos, cuando no son sumisos, para convertirlos es “estados fallidos”, lo que permitiría su control de forma duradera, sea para adueñarse de sus recursos naturales, sea para expandir su hegemonía política por la fuerza de las armas.

En nuestras sociedades, los políticos sometidos y los Medios de Falsificación siguen ocultando la verdad de los hechos, apelando a operaciones de “ayuda humanitaria”, de “lucha contra las armas de destrucción masiva” o de “implantación de la democracia y la paz”. ¿Seguiremos soportando tanta infamia y tanta hipocresía?

Para arrojar un poco más de luz sobre estos procesos, te invitamos a la proyección de un Documental alternativo, rodado sobre el escenario de la guerra en Siria por un activista independiente, Flavio Signore, que mira la realidad con ojos antiimperialistas. Y al coloquio que le seguirá.

 

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