lahaine.org
Estado español :: 22/10/2010

Editorial periódico de octubre: la lucha obrera en el puesto de mando

Corriente Roja

El 29-S millones de trabajadores/as fuimos a la huelga y cientos de miles se echaron a la calle, acabando con un largo período de paz social. Los bastiones principales de la clase obrera, junto a sectores importantes de la juventud, irrumpieron finalmente en el escenario político y se sumaron a la movilización que sacude Europa. Éste es el hecho novedoso y cualitativo en la situación política. Se ha abierto un periodo de turbulencias sociales y políticas cuyo desarrollo está aún por ver.

No hemos sido nosotros/as los sorprendidos por el “giro” de un gobierno al que hemos definido desde el primer día como un gobierno de los banqueros y las multinacionales. Zapatero ha gobernado durante unos años económicos excepcionales, sostenido por un bloque que integraban la burocracia sindical por un lado, y BNG, ERC e IU por otro. Pero el estallido de la crisis económica abrió fisuras en ese bloque y el 29-S lo ha puesto en crisis abierta.

Resuenan aún los gritos de “Zapatero embustero” o “Zapatero dimisión” escuchados en el acto sindical de Vistalegre el 9 de septiembre y no pasa un día en que el Gobierno no coseche un revolcón, por la derecha o por la izquierda, mientras su descrédito avanza y cae en picado en las encuestas.

Lejos de los brotes verdes Zapatero afronta un panorama sombrío, sin esperanza en una efímera recuperación que le dé alivio. Los datos del paro son cada vez más demoledores y al millón y medio de trabajadores que no perciben ingreso alguno se sumarán el próximo año otros 700.000. Por si fuera poco el presidente de Renault España afirma: "En España podrían sobrar dos o tres factorías" lo que preanuncia más despidos, EREs y algún cierre.

El “modelo productivo” de Botín-Zapatero es hacer desplomarse los salarios y ofrecer así al mercado mundial competitividad. Así lo reconoció Zapatero ante inversores japoneses: "Estamos abordando las reformas que más preocupan a los inversores internacionales". El mismo mensaje repetido ante los grandes tiburones de Wall Street, a los que pidió que "valoren la firme determinación que tengo de hacer que la economía española sea competitiva".

El PP vocifera pero sostiene al Gobierno

Zapatero, jaleado por el FMI y la Unión europea, se reafirma en su plan de guerra social, manteniendo la reforma laboral, iniciando el trámite parlamentario para elevar la edad de jubilación de 65 a 67 años y rebajar las pensiones aumentando a 20 años el período de cálculo de las mismas, o presentando unos Presupuestos Generales del Estado con drásticos recortes sociales, que son un traje a medida para los banqueros.

En este escenario político marcado por el fin de la estabilidad, la profundización de la crisis y la entrada en escena de la clase obrera, el gobierno hace aguas por todos lados, pero curiosamente no hay ni un solo sector burgués apostando por el adelanto electoral. Por el contrario, las tímidas insinuaciones de Rajoy meses atrás fueron acalladas directamente por Botín y no se volvió ni a mentar el tema. Mientras la situación no se muestre incontrolable, todos ellos, con la dirección del PSOE, han apostado por la inmolación del Gobierno Zapatero y del PSOE en aras de “los intereses de España”. Su deseo es que el PSOE haga el trabajo sucio, allane el camino a Rajoy y le evite en lo posible futuros choques frontales con la clase obrera.

Poner la lucha obrera en el puesto de mando

El centro de la batalla en el período inmediato es trabajar por dar continuidad a la movilización iniciada con la huelga general. Eso exige, en primer lugar, seguir denunciando pacientemente a este Gobierno y cada una de sus medidas, ganando a los trabajadores que aún no han acabado de romper con él. Exige, en segundo lugar, seguir luchando por la unidad de todos los trabajadores/as contra los planes del Gobierno y por una nueva convocatoria de huelga general para echarlos atrás. Esas exigencias a las direcciones de CCOO y UGT cobran ahora mucha más relevancia que antes porque Toxo y Méndez, pese a su voluntad, se mueven en un terreno que no es el suyo y en el que hay que confrontarles con los trabajadores y con su propias bases, forzándoles a llegar, como el 29-S, más allá de donde quisieran.

Y exige en tercer lugar, divulgar y explicar pacientemente que hay una salida obrera a la crisis, que es una falacia el discurso de la patronal y el gobierno de que no hay más medidas que las suyas. La lucha por el reparto del trabajo, por las 35 horas semanales, reduciendo la jornada sin reducir el salario, por el subsidio indefinido a los desocupados/as, la jubilación a los 60 años, la expropiación de la banca o el no pago de deuda, son parte de la propaganda revolucionaria entre los trabajadores/as, para que las acaben haciendo suyas.

Iniciativas como las acordadas por agrupamientos obreros como la Plataforma Hay que parales los pies (ver páginas centrales) son la mejor herramienta para avanzar por este camino.

Desde Corriente Roja seguiremos impulsando este importante trabajo unitario al tiempo que seguimos empeñados en la construcción de un referente político revolucionario que, a la par que alienta ese movimiento, no deje de señalar pacientemente que no hay salida a la crisis desde el sistema capitalista, que no hay medidas reformistas que puedan solucionar la situación y que la única salida necesaria y posible a la barbarie a la que nos lleva este sistema es el socialismo.

www.corrienteroja.net

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal