XXII Encuentro Nacional de Mujeres: ¡Revolución en las camas, en las casas y en las calles!

Por Zula Lucero Colectivo de Géneros de Indymedia Argentina/ Fotos: Indymedia Córdoba

Este encuentro se realiza hace 22 años y es el único en su tipo en el mundo. Desde el año 2001, luego de la crisis económica en Argentina, ha tenido un increíble crecimiento ya que fue enriquecido por la presencia de miles de mujeres pertenecientes a diferentes espacios: piqueteras, sindicalistas, trabajadoras de empresas recuperadas, mujeres en estado de prostitución, campesinas y de diferentes movimientos sociales que hoy están en lucha.

Año a año la convocatoria va creciendo, este ultimo en Córdoba reunio a 30.000 mujeres, lo paradojal es que un encuentro autogestivo de semejante envergadura, es silenciado sistemáticamente por los medios masivos. ¿Que sucedería si se reunieran 30.000 futbolistas o empresarios o políticos? ¿Cuanto espacio en la televisión o hojas en los diarios ocuparían? Pero claro, este es un encuentro de mujeres donde básicamente se debate sobre como el patriarcado afecta la vida de cada una de nosotras.

En el acto de apertura, que para algunos medios locales solo reunió a 2.500 mujeres, se leyó el documento que comenzó expresando la historia de lucha de las mujeres cordobesas: “bienvenidas mujeres argentinas, mujeres latinoamericanas, mujeres del mundo…las recibimos en esta Córdoba rebelde, donde ya a fines del siglo XIX se hacía la primera huelga de empleadas domésticas en la Argentina, la Córdoba de la Reforma Universitaria, la del Cordobazo. Y nosotras, las mujeres, partes y protagonistas en cada una de estas luchas.” Cada frase del documento fue una denuncia de los derechos negados a las mujeres, fue un reconocimiento al valor que significa juntarse y organizarse. “Estos encuentros nos han permitido y nos permiten descubrir cómo históricamente los sistemas políticos, económicos, culturales, religiosos y sociales, se construyeron sobre la base de la división sexual y social del trabajo, produciendo y reproduciendo jerarquía y subordinación patriarcal y capitalista.”

No quedó lugar para la duda, no todas las mujeres miramos telenovelas, ni leemos revistas del corazón, muchas luchamos cotidianamente contra este régimen de opresión. Cuando exigimos juicio y castigo a los genocidas de nuestras compañeras y compañeros detenidos desaparecidos en la ultima dictadura. Cuando exigimos aparición con vida del compañero Julio López, testigo clave para encarcelar a uno de estos asesinos. Cuando exigimos justicia por el maestro muerto en Neuquen, Carlos Fuentealba. Cuando nos organizamos en nuestros barrios, en el campo cuando salimos como una sola a exigir “anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.

Pero los representantes del poder no se quedaron quietos, enviaron a sus mujeres adiestradas y solventadas por la iglesia católica, a hablar a favor de la vida y llamarnos asesinas por pedir que se legalice el aborto. Negando que por aborto clandestino las que mueren son mujeres. En Argentina se producen más de 500.000 abortos anuales, que representan el 40 por ciento de los nacimientos. A su vez, el aborto clandestino es la mayor causa de muerte de mujeres gestantes, ya que se considera que al menos mueren dos mujeres por días como consecuencia de la interrupción del embarazo sin condiciones de asepsia. También esta demostrado que considerar esta practica un delito no impide que se realice, sino que lleva a que miles de mujeres pobres arriesguen su vida.

La iglesia demostró su decadencia, cuando la movilización paso por las puertas del arzobispado, y ante el repudio generalizado de las mujeres del encuentro, hombres y mujeres de todas las edades -con cruces colgadas en su cuello- rezaban a los gritos el ave María y gritaba “viva cristo rey”. Una mujer levantaba sus ropas y mostraba las cicatrices producidas por la tortura, en el centro clandestino ubicado frente al arzobispado, mientras sus compañeras gritaban “Ustedes se callaron cuando se los llevaron” “Iglesia basura vos sos la dictadura.” Las manifestantes le recordaron a la iglesia, su participación en la sangrienta dictadura, donde se apropiaron de bebes y las mujeres embarazadas no escapaban a la tortura. El 9 de octubre, fue sentenciado a prisión perpetua por genocidio, el cura Cristian Won Wernich, quien participara – en la ultima dictadura- de la tortura y asesinatos de los/las detenidos / as desaparecidos / as, que pasaron por el “circuito Camps” en la provincia de Buenos Aires.

El lunes, unas horas después de finalizada la fiesta con la que culmina el encuentro se realizo el acto de cierre donde se decidió por ovación que la sede del próximo encuentro nacional de mujeres a realizarse el 2008 sea en la provincia de Neuquen. Y se festejó al grito “Aquí están, estas son, las mujeres de Zanón”, como reivindicación de la empresa gestionada por sus trabajadores y trabajadoras, a quienes el 18 de octubre de 2007 La Cámara de Apelaciones acortó los plazos de la Cooperativa Fasinpat (fabrica sin patrones). La cámara hizo lugar al dictamen de la fiscalía de cámara y redujo la cooperativa transitoria hasta el 20 de octubre del 2008. La apelación realizada por SACMI fue avalada por la AFIP (gobierno nacional) y el Banco Mundial entre otros acreedores. Esta resolución es un claro ataque del gobierno hacia los trabajadores y las experiencias autogestionadas. El acto finalizó con la lectura de las conclusiones de los talleres.

Sin embargo como dijo un compañero, “parece que a los perros del poder les molesto ver tantas mujeres organizadas, que son muchas, que son independientes e inteligentes”, porque el miércoles -17 de octubre- a la madrugada fueron reprimidas más de 500 mujeres con sus niños y niñas por la policía. La salida del tren ya se había demorado más de cinco horas y hacia dos días que había finalizado el encuentro, estas mujeres esperaron todo ese tiempo para retornar a sus casas, ya que el tren es el transporte más barato.

En la actualidad hay un solo servicio semanal, dado que las líneas férreas, ahora son utilizadas para el acarreo de mercancías. La red ferroviaria Argentina (con cerca de 47.000 kilómetros de rieles) era una de las más extensas del mundo. En la década de los 90 el ex presidente Carlos Menem amenazó con el cierre de los ramales pronunciando la nefasta frase “Ramal que para, ramal que cierra”. Finalmente el 10 de Marzo de 1993 se produjo el corte final. Aquel día se apagaron los motores de los trenes que unían al país y empezaron a desaparecer los pueblos del mapa y uno de los trasportes más barato que era utilizado por el pueblo trabajador.

Estas mujeres no permitieron que se sume más humillación, sino que cortaron las calles y quemaron gomas en repudio por la demora, utilizando la única metodología que molesta al poder la rebelión en las calles. A pesar de la dura represión y de ser varias de ellas golpeadas el tren debió esperar hasta que subiera la ultima. El documento leído al comienzo del encuentro finalizaba diciendo: “¡Revolución en las camas, en las casas y en las calles!” y así llegaremos a Neuquen, a defender la fabrica Zanon, a exigir justicia por el asesinato de Carlos Fuentealba, a gritar “Ni una muerta más por aborto clandestino”, “Ni una mujer más victima de las redes de prostitución” y a decir basta al machismo y al patriarcado que nos oprime y nos sume en la violencia.