Zapatero en la "Champions League"... y las familias obreras intentando eludir el descenso

ZAPATERO EN LA CHAMPIONS LEAGUE...
Y LAS FAMILIAS OBRERAS INTENTANDO ELUDIR EL DESCENSO

Se inició el nuevo curso confirmando los peores augurios sobre lo que meses atrás eran ya señales evidentes de agotamiento de la prolongada “prosperidad española”: ese ciclo económico excepcional que durante 14 años ha permitido beneficios récord para la patronal, la banca y las multinacionales y que ha sido la base material de la estabilidad política.

Estas señales de agotamiento han confluido, además, con el estallido de la crisis financiera mundial del mes de agosto que ha puesto fin al enfermizo crecimiento internacional de estos seis años y ha abierto gravísimos interrogantes sobre el próximo futuro. Ante el colapso de la burbuja hipotecaria norteamericana, Zapatero, coreado por Emilio Botín, salió al paso apelando al viejo eslogan del antiguo régimen: “Spain is different”. La economía española –dice- no tiene que ver con esa crisis, ni nada que temer de ella. Por el contrario, “estamos en la Champions League de la economía mundial”. Pronto se sumaron al conjuro Francisco González del BBVA, Cesar Alierta de Telefónica y la cúpula en pleno de la CEOE. La consigna era clara: “Nada de crear alarma”.

El mensaje y su puesta en escena tienen como propósito tranquilizar al capital y mostrarle que el Estado, con el Gobierno al frente, en combinación con la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, pondrá lo que esté de su parte al servicio de mantener los beneficios de la Banca, las multinacionales, las grandes inmobiliarias y constructoras.

Se ha pinchado la burbuja

Durante 14 años los Gobiernos del PP y luego del PSOE han sustentado el “progreso” en una especulación inmobiliaria galopante, que se alimentaba de un endeudamiento general de las familias y las empresas y que ha permitido una transferencia masiva de rentas salariales hacia el capital financiero. Ahora, en coincidencia con la gravísima crisis financiera mundial, se ha pinchado la burbuja inmobiliaria española, conforme subían los intereses, se agotaba la capacidad de endeudamiento de las familias y las ayudas millonarias de los fondos europeos iban tocando a su fin.

La capacidad de endeudamiento ya no da para más alegrías, porque la deuda de los hogares, que rondaba el 70% de la renta disponible en 2000, hoy ya supera el 115%, un porcentaje que se eleva, según un estudio del Gobierno vasco, al 269% si se contabilizan los intereses. Los “fondos estructurales europeos”, que han aportado 150.000 millones de euros desde 1985, se acaban definitivamente en 2012.

Por eso, el ejercicio de ilusionismo que hacen Zapatero y la gran patronal choca con la más testaruda de las razones: la realidad. Y ésta indica que el inicio del fin del ciclo viene acompañado de la destrucción neta de empleo, en especial en los sectores que han sido punta en este periodo anterior: la construcción. Los datos de agosto han sido los peores de las últimas dos décadas: el paro subió en 57.958 personas y volvió a situar el paro registrado por encima de los dos millones (2.028.296). En la construcción se han destruido entre julio y agosto más de 50.000 puestos de trabajo. Y esto es el principio, pues según cálculos empresariales, por cada 100.000 viviendas menos que se construyan, 200.000 trabajadores se van a la calle.

Las familias obreras en una situación cada vez más difícil

Mientras Zapatero fanfarronea con la Champions League, la economía de las familias obreras es muy otra: la del desespero de quien ve que vamos abocados al descenso de categoría.

Que los salarios no llegan a fin de mes, que la hipoteca se disparó y amenaza con ser impagable o que los precios de la cesta de la compra están por las nubes, son un dato de la realidad, tan extendido como el reconocimiento oficial de la constante disminución del ahorro familiar.

El agujero del presupuesto familiar se ha agrandado en los últimos años al ritmo del Euribor. Este índice, que marca el precio de las hipotecas, lleva 23 meses subiendo sin parar. Una hipoteca media, de 150.000 euros a 25 años, pagará el año próximo 897 euros al mes, mientras que en 2006 pagaba 691 euros, es decir una diferencia de 206 euros, un 29.81% más.

Zapatero habla de que estamos en la Champions League de la economía mundial en un país en el que el salario real medio ha bajado un 4% en los últimos 10 años y donde nunca la tarta de la renta nacional ha sido tan grande y nunca, desde que se elabora la estadística, los asalariados han tenido menos parte en ella. En esta economía de Champions League, a la precariedad generalizada y a una siniestralidad sin freno ni castigo, se le añade que 11 millones de trabajadores no llegan a los 1000 euros al mes y cerca de la mitad no alcanza ni los 571 €/mes de salario mínimo interprofesional. Un SMI que sólo está por delante del de Portugal y a años luz del resto de Europa. Baste compararlos con los 1.570 de Luxemburgo, los 1.403 de Irlanda o los 1.250 de Francia y Bélgica.

La carestía de la vida vuelve a parecer como la expresión más sintética de la situación social que vivimos. A las continuas alzas de precios de los productos básicos de alimentación y consumo familiar, hay que añadir las nada alentadoras subidas previstas hasta final de año: pan un 40%, carne de cerdo y harina un 30%, lácteos un 20%, huevos un 15%, carne de pollo un 11%.

La vivienda la estrella del “giro social”

El inicio del curso político viene también marcado por la convocatoria de elecciones generales para el próximo mes de marzo. Metido ya en precampaña, el empeño del Gobierno es encerrar en las urnas la ola de descontento social que crece. Para ello, los dirigentes socialistas, no sin roces entre sí y con sus aliados andan regalando promesas de “giro social” a ritmo de campaña.

La vivienda se ha convertido en el centro de las promesas del “giro social”. La mas reciente de esas promesas, con puesta en escena incluida, es el anuncio del plan Chacón-Zapatero, de “ayudas a los jóvenes” para la vivienda de alquiler. Presentado como “novedoso” ha suscitado críticas desde todos los ángulos posibles, incluidos sectores nada sospechosos de oposición al Gobierno.

Zapatero y su Ministra presentan como novedoso un plan que es una corrección (y en varias cosas a peor) del fracasado Plan Trujillo que presentara la anterior Ministra y en vigor desde el 2004. El Plan Trujillo incluía la creación de la Sociedad Pública de Alquiler, que la mayoría de la vivienda protegida que se construyera sería de alquiler; ayudas de hasta 240 Euros, durante dos años, para el pago de alquileres a menores de 35 años y 6000 euros para los propietarios de viviendas que se las alquilarán, además de desgravaciones a los dueños de los pisos. Se trataba según Trujillo-Zapatero de “favorecer el acceso a la vivienda nueva o usada a un precio razonable asegurando 180.000 viviendas al año”. Ha pasado tres años largos y los datos son demoledores. La sociedad alquileres gestionó, en todo el Estado, 5000 alquileres; el precio de los alquileres siguió por la nubes y en las grandes ciudades el precio medio supera los 1.100 €. Por ejemplo, en el primer trimestre de este año en Barcelona el coste medio de alquiler subió un 18%. Del millón de jóvenes (según el Gobierno) que podrían beneficiarse de ese plan, solicitaron la ayuda, en tres años, 40.000. Y de la promoción de construcción de vivienda protegida para alquiler, baste recordar que de las 800.000 viviendas nuevas visadas para su construcción en el 2006, poco mas de 60.000 serán de protección oficial, de ahí hay que derivar las que van a venta y las que serán de alquiler.

Incluso lo que se presenta como “la gran medida del Plan, el cheque de 210 €. No deja de ser una burla, porque las ayudas ya existentes son muy superiores y no han evitado el fiasco del Plan Trujillo. Por ejemplo en Catalunya la ayuda llega hasta 240€ no tiene el tope de los 4 años, no exige edad limite, el préstamo supera con crees los 600 € de la Ministra Chacón y puede llegar hasta los 24.000 Euros y no exige a los trabajadores inmigrantes 4 años de residencia legal como si lo hace el “nuevo” Plan.

El Plan Trujillo fracasó, porque, como este, no está dirigido a resolver el problema de la vivienda para miles de jóvenes de trabajadores inmigrantes o familias humildes, es un plan dirigido a brindar a las inmobiliarias y los propietarios-especuladores de la crisis. Ni hay mas vivienda de alquiler, ni se han frenado los precios de autentico robo. Por lo contrario, mientras sigue subiendo el precio del alquiler, sigue habiendo más de tres millones de viviendas vacías y el porcentaje de construcción de vivienda protegida es ridículo, tan ridículo como los precios de “protección”.

“Lo nuevo” del Plan presentado son los incentivos de desgravación, ridículos para el arrendatario y generosos hasta el extremo con los propietarios a los que se les garantiza el 100% de desgravaciones y se les anuncia una nueva ley que desalojará a los inquilinos cuasi en forma fulminante.

Otra de las medidas “estrella” sobre la vivienda es la anunciada desde Andalucía por Chaves. Llama la atención la propuesta de “garantizar por Ley la vivienda”, cuando la Constitución ya lo hace, aunque la realidad sea otra cosa muy diferente. Llama también la atención que haga la propuesta alguien que lleva 17 años en el cargo y no sólo no propuso nunca nada similar sino que ni siquiera ha sido capaz de garantizar suelo para las viviendas de protección oficial. Su Plan de Ordenación urbanística establecía que los Ayuntamientos andaluces debían dedicar el 30% del suelo para ello, pero cuatro años después sólo el 7,1% de los municipios lo cumple. Llama asimismo la atención que una propuesta tan “social” sea “para la próxima legislatura”.

En realidad Chaves anuncian en letra gorda una propuesta que muestra algo muy distinto cuando se mira la letra pequeña. Lo que eran garantías de vivienda “a todo ciudadano que ingrese menos de 3100 euros al mes” se trasforma en “ingresos brutos por unidad familiar”. Las “garantías de vivienda” se transforma en “ayudas públicas... con objeto de garantizar que la cuota mensual no supere un tercio del ingreso familiar”. No es casualidad que la propuesta de Chaves, secundada por la ministra, no mencione las 630.000 viviendas vacías que existen en Andalucía y hable, en cambio, de la construcción de 700.000 nuevas viviendas.

Con las medidas de este “giro social” estamos no sólo ante un acto de “electoralismo” sino ante un nuevo fraude!, Porque el verdadero objetivo de las medidas propuestas no es otro que asegurar a las constructoras, promotoras inmobiliarias y banqueros que no pare el negocio, que no se corte el ciclo del endeudamiento. Los dineros públicos movilizados se pondrían al servicio de que los “ciudadanos” sigan hipotecándose y pagando religiosamente las cuotas al banco o cubriendo alquileres de verdadero robo. Presentan como gran “medida social” lo que no es más que una nueva transferencia masiva de rentas a los bancos y las promotoras.

Finalmente merece un comentario la otra medida anunciada a bombo y platillo: la asistencia bucodental gratuita a los niños entre 7 y 15 años. Anunciar tal medida como “progresista” e innovadora debería provocarles sonrojo. Es una vergüenza que en 2007 una necesidad de primer orden como la atención bucodental siga estando en manos privadas. La medida anunciada sigue dejando a la inmensa mayoría de la población sin derecho a la asistencia bucodental gratuita en el marco de la seguridad social y, además, no recoge los tratamientos de ortodoncia, que son con diferencia los más costosos. Resulta chocante, por otra parte, darle carácter “innovador” a una medida que existe ya hace rato en 12 comunidades autónomas. Una medida que es un nuevo fraude, porque se trata, otra vez, de servicios “concertados” con el sector privado: una nueva transferencia de rentas del Estado, en este caso a los mercaderes de la salud.

La lucha por un movimiento contra la carestía de la vida

La subida de las hipotecas y el aumento de los precios en los productos de primera necesidad actúan como un cáncer sobre los ya mermados salarios. La apelación, como hasta ahora, al endeudamiento se agota y el recurso creciente a las horas extras se vuelve un boomerang contra la creación de empleo.

Ni las grandes centrales sindicales, ni las institucionalizadas y subvencionadas Federaciones de Asociaciones de Vecinos, ni las organizaciones políticas institucionales que se ubican formalmente a la izquierda del PSOE, en especial IU, BNG, ERC.. han levantado bandera alguna contra la carestía de la vida. Después de todo, a su aparato dirigente no le va nada mal.

Los dirigentes de CCOO y UGT son corresponsables necesarios de la pérdida del peso de los salarios en la Renta Nacional y de la disminución de su poder adquisitivo, a través de los sucesivos Acuerdos para la Negociación Colectiva (ANC), convertidos en el instrumento privilegiado de la “moderación salarial” tan alabada por la patronal.

No hay otro camino que apelar a los trabajadores, comenzando por sus sectores más lúcidos y combativos, para salir al paso de la que se nos viene encima. Ese es el empeño hoy de Corriente Roja, ayudar a levantar un movimiento de lucha contra la carestía de la vida. En la lucha contra la carestía de la vida se trata de proponer medidas, pocas y concretas, capaces de impulsar ese movimiento. En ese sentido desde Corriente Roja se apuntan dos medidas de urgencia: Congelación inmediata de todas las hipotecas, Subida general de salarios y establecimiento de la escala móvil salarial, es decir de aumento automático de los salarios en proporción a la subida del coste de la vida”.

Ayudar a que esa iniciativa se divulgue y extienda para que sea asumida colectivamente por organizaciones y por colectivos sindicales de oposición a la burocracia sindical, por Comités de empresa y Secciones sindicales o por los activistas, es la tarea en la que desde ya comprometemos nuestro apoyo entusiasta.