Alarcón: "Mantener la lucha hasta que todos y cada uno de los cinco sea liberado"

LA HABANA, Cuba, 27 de marzo.- El presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Ricardo Alarcón de Quesada, fustigó al gobierno y al sistema de justicia norteamericano, al intervenir en la condecoración del emigrado cubano Andrés Gómez, director de la revista Areito.

"Andrés Gómez ha librado y libra una batalla muy difícil, su modestia la disminuye un tanto. Pero es muy difícil, porque es en medio de la guarida de esos terroristas protegidos y amparados por Washington".

Alarcón recordó varios casos de víctimas de terrorismo para tratar de cortar los vínculos de los cubanos de la emigración con su patria, cuyos asesinos a pesar de estar señalados en documentos desclasificados, gozan de total impunidad en EU.

Subrayando el carácter terrorista del gobierno norteamericano, el parlamentario cubano puso como ejemplo el asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier y su joven secretaria norteamericana, que fueron despedazados por una bomba en el centro de la capital de EU en 1976 y la voladura del avión civil cubano en Barbados ese mismo año.

"Hace unos meses se pudieron conocer documentos que ya no están clasificados, donde consta que Henry Kissinger, secretario de Estado de EU, tenía información anticipada enviada por su embajador en Chile, dando cuenta de la reunión que tuvieron allí en el mes de julio, los terroristas de origen cubano, Orlando Bosh Avila y Novo Sampel, con oficiales de la DINA, (policía secreta de Pinochet), donde según las palabras de la embajada norteamericana: 'se acordó asesinar a Letelier'. Y cumplieron el acuerdo. Y lo asesinaron el 21 de septiembre. Y unos días después, como consta en otro informe norteamericano, en Caracas, celebraron el asesinato, y según el informe que posee la señorita Rice, secretaria de Estado de EU, también se anunció que los terroristas cubanos harían algo 'muy sonado'. Luis Posada Carriles en esa misma reunión, le dijo a un informante norteamericano: 'Vamos a volar un avión civil cubano, y Bosh tiene todos los detalles'. Todo eso consta. Ya no hay que hacer ninguna investigación. ¿Qué es lo que se está demostrando? Que EU es un régimen terrorista, que ha pasado años amparando, favoreciendo y promoviendo el terrorismo contra Cuba, y otros pueblos de nuestra América, pero también de esa América, también asesinando a ciudadanos norteamericanos. Por lo tanto, lo único que puede hacer la nación cubana es defenderse. Y eso es lo que nuestros cinco compatriotas presos en EU, aparentemente ausentes de esta ceremonia, representan".

"¿Quién ha visto una información reciente sobre el caso de los cinco? Todo el mundo está a la espera de que la Corte de Atlanta tome una decisión. Sin embargo, alguien debe recordarles a esos magistrados, que independientemente de lo que decidan, la Corte tiene que anular completamente el cargo Tres. Tienen que anularlo todo, pero jurídicamente, técnicamente hablando, la obligación mínima es anular ese cargo".

Y le voy a decir por qué. Me llama la atención no haber leído ningún análisis en The New York Times, ningún estudio, ninguna declaración de un jurista norteamericano sobre esto. Porque ellos son los únicos que tienen la prueba de que ese cargo era falso. La tienen por escrito. Se las entregó en mayo del 2001 el gobierno de EU. El cargo Tres es el que más inflama las pasiones de Miami. Se refiere al incidente de las avionetas que fueron derribadas cuando penetraron en el espacio aéreo de Cuba en 1996".

"Para servir a la histeria terrorista de Miami, el Gobierno de EU se prestó para acusar a uno de los cinco, a Gerardo Hernández, de ser participe de lo que ellos definieron como asesinato en primer grado. O sea asesinato con alevosía y premeditación. Un crimen que ellos saben que la ley norteamericana no perdona. Que el que sea culpable de eso, no tiene forma de resolver su problema, salvo que alguien diga la verdad: que eso fue una gran mentira. Y ¿quienes lo saben? La Corte de Apelaciones de Atlanta".

"Alrededor de esa infamia giraron los 7 meses del juicio contra esos cinco compañeros y al final, el gobierno de EU por escrito, le pidió a la jueza que cambiase esa acusación. ¿Por qué? Porque ellos mismos dijeron que las pruebas disponibles no permitían condenar a Gerardo Hernández. Por lo tanto, lo iban a absolver. Y la jueza dijo que era demasiado tarde. Que fue lo que dijeron a lo largo de los 7 meses, y que así debería llegar al jurado".

"Tan grave era la situación para el gobierno, que en el mes de mayo del año 2001 presentaron un recurso extraordinario. ¿A quien? A la corte de Apelaciones de Atlanta. Ellos son los depositarios. Los 12 jueces tienen que conocer bien ese documento, entre otras cosas, porque en la primera página el gobierno recuerda que lo que están haciendo es algo que no tiene precedente en la historia de EU".

"Un sistema judicial que se basa en los precedentes, dice que lo que están haciendo nunca se ha hecho antes. Recurren a una Corte de Apelaciones para modificar la gravísima acusación de asesinato. Que ya no sea más asesinato. Hecho por el que se culpa a Gerardo Hernández. Los doce magistrados no pueden haber olvidado, y es bueno que algún periodista se lo recordase, que en mayo del 2001 por escrito, se les explicó eso. Y ellos también decidieron no acceder a la petición. Y devolvieron el caso tal y como estaba al jurado. Y el jurado de Miami declaró culpable a Gerardo Hernández de algo de lo que nadie lo estaba acusando ya. Piensen en la importancia que debería tener eso, en una mentalidad jurídicamente racional".

Sin embargo, doce miembros del jurado fueron capaces de decidir rápidamente, que ese compatriota era culpable de algo que el propio acusador había reconocido por escrito en un acto sin precedentes, de que no había pruebas. Fíjense la trampa. Si no había pruebas, entonces ¿de qué le acusaron? Si esa es la función de la fiscalía en una sociedad civilizada. Cuando tiene pruebas contra alguien sobre un presunto delito, presenta las pruebas y lo encauza. No, esto fue una calumnia al servicio de los terroristas, que le pidieron eso. Como le están pidiendo ahora, cuando concentran su campaña propagandística en ese cargo. Cuando son ellos los que deberían olvidarlo, y nosotros los que le recordáramos a los ilustres magistrados de Atlanta: Uds. tienen la prueba de que ese cargo era falso, y lo menos que pueden hacer es anularlo".

Lo pongo como un ejemplo de cómo hay que seguir machacando, y perseguirlos con la cruz de la verdad, para ver cómo salen despavoridos. Y esa es una labor que tienen que hacer en primer lugar, los periodistas. Sacar ese gran crucifijo de la verdad, y no dejar de mostrárselo por todas partes. No permanecer a la espera de cuando los ilustres magistrados se pronuncien. Que lo hagan cuando quieran, o consideren oportuno. Pero yo me atrevo a adelantar como periodista esa idea, y recordar que no pueden hacer otra cosa que decir: según la Constitución norteamericana, el declaratorio de culpabilidad o inocencia, tiene que ser más allá de cualquier duda razonable. Y obviamente, más que dudas razonables, tremendísima duda hay, cuando el propio acusador dice que el cargo es falso y solicita sea revocado".

"Tenemos que mantener esa lucha hasta que todos los cinco y cada uno de ellos sea liberado, y que sea de inmediato, porque están retenidos ilegalmente, después que sus condenas fueron revocadas. Están en otras palabras, secuestrados. En esa batalla, nos enorgullece mucho saber que no sólo hay muchos compatriotas en la isla, sino que hay muchos fuera de ella, como ilustra tan claramente el querido compañero Andrés Gómez".