Betar: El grupo fascista que produjo tres primeros ministros israelíes

Hussam Abdel Kareem.- A principios del siglo XX, Polonia albergaba la mayor población judía del mundo, con 3,3 millones de judíos viviendo en ese país. En el periodo entre las dos guerras mundiales, Polonia fue una incubadora para el desarrollo del sionismo de extrema derecha. Su principal defensor, el ruso Vladimir (Ze’ev) Jabotinsky, periodista y activista político, fue el fundador de Betar, uno de los movimientos juveniles sionistas más populares de Europa. 

Betar se basaba en un espíritu militarista, caracterizado por su firme oposición al socialismo, impregnado de la exaltación de la violencia y fiel al liderazgo carismático y autoritario Jabotinsky. Aunque su base principal estaba en Polonia, Betar comenzó a llegar a las comunidades judías de otros países. En la década de 1920, sus miembros en todo el mundo eran unos 60 mil, de los cuales tres cuartas partes vivían en Polonia. 

Para los sionistas centroizquierdistas y laboristas, que tomarían el mando del recién creado Israel en 1948, los betaristas eran considerados «fascistas judíos», como los describió el primer primer ministro de Israel, David Ben-Gurion. Dos de sus miembros, Menachem Begin y Yitzhak Shamir, serían los primeros ministros de Israel, mientras que un tercero, Benzion Netanyahu, sería el padre del primer ministro de Israel más longevo y genocida, Benjamín Netanyahu.

En 1915, Vladimir Jabotinsky emigró a Palestina para cumplir su sueño sionista de un «Estado judío» en la «Tierra Prometida». Pero el entonces gobernante otomano de Palestina, Jamal Pasha, descubrió rápidamente los complots y actividades sionistas y sospechó de su lealtad al enemigo inglés en tiempos de guerra, por lo que decidió deportar a miles de ellos, incluido Jabotinsky, al Egipto controlado por los británicos.

En Alejandría, Jabotinsky comenzó a organizar a los judíos en una especie de fuerza policial paramilitar, y pronto ofreció sus servicios a Gran Bretaña proponiendo al comandante británico en Egipto, el general Maxwell, establecer una brigada judía que se uniera al esfuerzo de guerra bajo el mando británico. Pero el general no se dejó impresionar y ofreció a los sionistas sólo un papel logístico. Los judíos de Alejandría aceptaron la oferta del general Maxwell y así se formó el «Cuerpo de mulas de Sion». Jabotinsky se sintió humillado y regresó a Europa.

Desde el momento en que Jabotinsky pisó suelo polaco en 1927, empezó a trabajar duro para transformar Betar en un movimiento de masas entre los judíos. Fundó la Unión de Sionistas Revisionistas, desafiando al sionismo dominante que ya desempeñaba un papel importante en la vida de los judíos polacos en la Polonia independiente que resurgió tras la Primera Guerra Mundial.

Rompió con la corriente principal del sionismo, abogando por un enfoque más agresivo, incluso violento, para tratar con la administración colonial británica en la Palestina del mandato y con los árabes palestinos, y pidiendo un «Estado judío» que se extendiera desde el Mar Mediterráneo hasta la Península Arábiga y el río Éufrates en Iraq. Polonia era un terreno fértil para el reclutamiento y sus jóvenes judíos fueron los discípulos más importantes de Jabotinsky. Entre 1919 y 1937, casi 250 mil judíos emigraron a Palestina, la mitad de ellos desde Polonia, lo que dio a la organización de Jabotinsky una influencia significativa allí.

En Polonia, a finales de la década de 1930 prevalecía un ambiente de antisemitismo. Entre los polacos existía el sentimiento de que los judíos estaban naturalmente predispuestos al comunismo y estaban sobrerrepresentados en sectores clave de la economía. Los judíos eran objeto de un boicot económico y se aprobaron leyes antijudías. Estos acontecimientos fueron ventajosos para la causa de Jabotinsky. Polonia prestó ayuda diplomática y militar a Betar, apoyando públicamente las posiciones revisionistas en la Liga de Naciones y proporcionando entrenamiento militar y armas a la milicia armada de los revisionistas en Palestina, el «Irgun Tsvai Leumi».

Jabotinsky, a su vez, presentó al gobierno polaco un plan para enviar 1,5 millones de judíos a Palestina en un período de 10 años. Los funcionarios polacos respondieron calurosamente, considerándolo como una solución práctica para reducir significativamente la población judía de Polonia. El plan de Jabotinsky fue respaldado por políticos polacos de alto nivel, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores, el embajador polaco en Gran Bretaña y el cónsul general de Polonia en la Al-Quds (Jerusalén) ocupada.

Sin embargo, las políticas de Betar alarmaron tanto a los sionistas laboristas que advirtieron de la exportación del «fascismo judío» a Palestina. Chaim Weizmann, el presidente de la corriente principal de la Organización Sionista Mundial, estaba especialmente preocupado. Incluso comparó el revisionismo de Jabotinsky con el fascismo italiano. La crítica de Weizmann a Betar era natural, teniendo en cuenta la creencia generalizada de que el asesinato en 1933 de Haim Arlosoroff, el poderoso líder sionista laborista en Palestina, había sido obra de activistas de Betar.

Con el estallido de la II Guerra Mundial, los betaristas, como Menachem Begin, huyeron del país. Encarcelado por los soviéticos, se unió al ejército controlado por los británicos del general Wladyslaw Anders y llegó a Palestina en 1942, donde desertó y comenzó su nueva vida entre sus compañeros revisionistas-sionistas. Durante la II Guerra Mundial, Avraham Stern, miembro de Betar, rompió filas con el Irgun y formó su propia organización clandestina, Lehi. Decenas de inmigrantes judíos polacos acudieron a Lehi, que atacó los activos británicos en Palestina y se acercó (sin éxito) a Italia y a la Alemania nazi. Yitzhak Shamir fue un líder de Lehi que supervisó personalmente el brutal asesinato del ministro de Estado británico, Lord Moyne, en El Cairo. Las autoridades británicas en Palestina identificaron a Shamir como la persona que dio la orden a los dos asesinos que dispararon a Lord Moyne. Su nombre fue incluido en la lista de los «más buscados».

Tras la declaración de Israel, los miembros de Lehi e Irgun, junto con todos los sionistas revisionistas, se vieron obligados a deponer las armas y unirse a las fuerzas de ocupación israelíes, junto con la organización terrorista Haganá, del sionismo dominante bajo Ben-Gurion y Weizmann. Formaron un partido político, Hirut, que defendía su ideología de extrema derecha y expansionista. Permanecieron en la oposición durante 29 años, hasta que en 1977 ganaron las elecciones generales bajo la coalición Likud y se hicieron con el poder. Los viejos betaristas, Menachem Begin y Yitzhak Shamir, fueron sucesivamente primeros ministros durante un total de 14 años antes de ceder el liderazgo a la nueva generación del sionismo revisionista representada por Benjamín Netanyahu, hijo de su viejo amigo Benzion Netanyahu, que fue primer ministro durante 15 años.

Bajo Benjamín Netanyahu, cuyas ideas proceden del revisionismo de Jabotinsky, la filosofía de Betar de vivir por la espada se ha convertido en la corriente principal en Israel, mientras que el viejo sionismo laborista se desvanece. En su libro «Un lugar entre las naciones», Netanyahu escribió que Israel debe desplegar el máximo poder hacia los árabes y que los palestinos sólo pueden vivir como «extranjeros» bajo el dominio israelí.

El 15 de julio de 2015, Benjamín Netanyahu se paró en el monumento de conmemoración de Vladimir Jabotinsky en la ocupada Al-Quds y dijo muy apasionadamente sobre su ídolo fascista: «Jabotinsky fue quien forjó las bases de la tradición de combate de nuestra juventud en los últimos cien años. Fue una de sus innovaciones significativas. Fue una columna de fuego que iluminó el camino de nuestro pueblo». Netanyahu continuó y citó el lema de Jabotinsky «Es hora de mostrar al mundo un rifle judío con una bayoneta judía». Concluyó su discurso diciendo que «la doctrina de Jabotinsky seguirá alimentando la llama del sionismo y guiando nuestro camino».