El ecofeminismo de Vandana Shiva

Vandana Shiva (Uttarakhand, India, 1952) es una física y filósofa india, amén de escritora, feminista y activista. El mensaje que recorre su obra es el de luchar por una democracia de todas las formas de vida. Ya desde su infancia mostró su rebeldía, jugándose la vida, al alzar su voz ante el sistema de castas, más adelante seguiría en la misma línea al oponerse a la construcción de enormes presas en la rivera del río Naramandá.
combatiendo por la conservación de la biodiversidad, a favor de los derechos de los granjeros, y contra los derechos de patentes que suponen un latrocinio al tercer mundo, denunciando de manera constante las causas que conducen a las crecientes tendencias destructoras del mundo.
No deja a la vez de militar en pos de la biodiversidad proponiendo para ello instituciones democráticas en su país. Como se puede ver por los dicho, y también por lo no dicho, esta mujer es una ecologista de campo, además de una reconocida teórica del ecofeminismo. Su compromiso en favor de la defensa del patrimonio de la agricultura tradicional india es impulsada por la constatación de una triple colonización: de la naturaleza, de las mujeres y de los pueblos en este mundo de capitalismo patriarcal…
Así se explica en su obra, escrita a cuatro manos con Maria Mies, Ecofeminismo, teoría crítica y perspectivas: «Analizando las causas que han conducido a las tendencias destructivas que amenazan el planeta, hemos tomado conciencia de lo que denominamos sistema mundial del capitalismo patriarcal. Este sistema se ha construido y se mantiene por la colonización de las mujeres, de los pueblos “extranjeros” y de sus tierras y de la naturaleza, que destruye gradualmente».
Al tan cacareado universalismo, que ella considera eurocéntrico, opone un “universalismo de la subsistencia”, encarnado en las mujeres del Sur en lucha por la supervivencia.
Su ecofeminismo se sitúa en el medio altermundialista, libertario y pacífico, reclamándose de las enseñanzas del mahatmaGandhi, mostrando plenamente una vena política: «lo que llamo la “democracia del planeta Tierra” consiste en tener en cuenta esta constatación: formamos parte del planeta y la libertad de las otras especies es vital para el bienestar del planeta y para nuestro propio bienestar. He ahí lo que es la democracia del planeta Tierra: la democracia de todas las formas de vida», decía en una entrevista del vespertino Le Monde. Todo ello se traduce en una posición filosófica que reclama una nueva cosmología y una nueva antropología que reconozca que la vida en la naturaleza no puede mantenerse más que por medio de la cooperación, la solicitud y el amor mutuo.
Ahora la editorial Icaria publica una obra de la mujer: «El retorno a la Tierra. Regeneración del cuidado», que sirve para acercarse al pensamiento de esta autora y activista, convertida en icono del movimiento altermundialista y receptora del Premio Nobel Alternativo en 1993, conduciéndonos a al re-descubrimiento de la Tierra, y la conexión que con ella se ha de mantener, respetando la biodiversidad. En este mundo cuyos (des)valores son el afán de riqueza y la acumulación sin reparar en los medios que sean menester, si es caso recurriendo a la violencia, ella alza la voz para proponer la toma de conciencia y la búsqueda de la armonía con la naturaleza.
Su visión puede ser considerada holista en la medida en que subraya la unidad frente al mundo dividido, en ese orden de cosas; esa llamada a cuidar la Tierra, viene acompañada de sus análisis y reflexiones sobre el cambio climático, la pobreza y la pérdida de la biodiversidad, señalando el camino de salida del impasse por la vía de la agricultura ecológica y la economía del cuidado. Su propuesta, siempre con el filtro de las mujeres como eje, es la de habitar el mundo sin dominarlo, alejándose de aquel imperativo bíblico (Génesis, 1: 28) de dominar y someter la tierra y los seres que en ella habitan. Y si el prisma como señalo es femenino es debido a que en ellas es en las que recaen de manera especial, los desmanes del desarrollo, limitando su autonomía tanto productiva como reproductiva.
Las ideas que he ido salpicando a lo largo de las líneas anteriores pueden dar cierta idea del camino del cambio de paradigma que exige la mujer, que suponga un cambio en los criterios, en contraposición a los que hoy rigen en el mundo: de acumulación y desarrollo desmadrado. Una apuesta por una economía sostenible que tenga en cuenta el respeto a los modos que respetan la tierra y la cuidan, proponiendo el uso del conocimiento y la técnica (Episteme y Techne), al servicio de la no-violencia, la co-creación y el cuidado.
Obviamente la lectura del libro aborda muchos más problemas y propuestas de solución, detalladas, que los aquí expuestos a salto de mata… y unas deslumbrantes páginas finales que ofrecen una tabla comparativa de contrastes de lentes económicas diferentes y un Anexo, Reclamar el significado, reclamar nuestro poder creativo, un verdadero diccionario de términos claves que muestra cómo se han ido cambiando, colonizando, el significado de los términos ad libitum…de la economía lineal y extractivista, basada en la codicia y la globalización…
Kaosenlared