ePub
pdf
El conflicto del cobre y 33 dias de Lucha
Por más de 33 días los trabajadores subcontratados del cobre han paralizado sus faenas en CODELCO con el objetivo de lograr reivindicaciones salariales y laborales que los equipare en condiciones con los trabajadores de planta. La subcontratación como engendro del trabajo asalariado y refinado método de fragmentación y mayor explotación ha provocado la unidad y accion de los explotados mediante los métodos históricos de lucha del proletario para equilibrar fuerzas con el capital. La intransigencia de CODELCO es el efecto visible de las consecuencias que puede acarrear este conflicto: generalización de trabajadores precarizados organizados.
El conflicto paralizo a 28 mil trabajadores el 25 de Junio y comenzó con movilizaciones en las divisiones de El Salvador, Andina, El Teniente, Ventana y Codelco Norte. Con el pasar del tiempo este se ha ido extendiendo en el tiempo y con ello, las diversas estrategias por parte de CODELCO y los defensores del capital para debilitar a los trabajadores: se han realizado mesas de dialogo con los trabajadores con el objetivo de desgastarlos, se ha pretendido desconocer dirigencias de los trabajadores, se ha intentado dialogar con algunos dirigentes y excluyendo a otros, han dictado la pauta del conflicto a los medios de comunicación burgueses y han usado la fuerza en la gran mayoría de los casos. Luego de varios ofrecimientos y diálogos, dos sindicatos han logrado algunos acuerdos en salarios pero el origen del conflicto sigue siendo el problema de la subcontratación, engendro del trabajo asalariado que cabe en el lenguaje de los explotadores como “flexibilidad laboral” y que no solo establece una diferenciación entre esclavos de primera y de segunda, sino que intenta fragmentar aun mas al proletario (al vender su fuerza de trabajo a un capitalista que a su vez lo trasladara a un lugar de trabajo donde le trabajara a otro capitalista, con el objetivo de impedir cualquier tipo de organización entre explotados que solo trabajan “temporalmente” en determinados lugares) y amplia aun mas el grado de explotación.
A pesar de intentar taparse la problemática con algunos bonos de más o menos y con “últimos” ofrecimientos desde la cuprífera, estas fueron rechazadas por la mayoría de los trabajadores subcontratistas. Agudizando el conflicto y enfrentándose a sus enemigos de clase, se han generalizado los métodos de sabotaje y acciones directas en los lugares donde cotidianamente son explotados. Enfrentamientos con la policía que resguarda el orden del capital, huelgas de hambre y paralización de la producción de la empresa en varias de las cinco divisiones de CODELCO han sido la expresión de la rabia y reivindicación de las formas de lucha históricas del proletariado (que en este momento solo tienen como objetivo acomodar las condiciones para negociar, y aun no de confrontación directa contra el capital) ante la violencia del capitalismo.
Los trabajadores han de desconfiar del Estado y la Iglesia que intentan pacificar el conflicto con sus intervenciones que siempre actúan de forma solapada para hacer ceder a los trabajadores. A su vez, estos han de tener en cuenta que la acumulación de la ganancia es para los capitalistas algo sagrado, por lo cual estos (los capitalistas) usaran todos los medios disponibles contra los trabajadores para al menos mantener funcionando los mecanismos de explotación que les proveen de sus riquezas, por lo que no deben de renunciar a los métodos de autodefensa y de ataque a las estructuras que diariamente los oprimen y que mantendrán a otros produciendo sus riquezas para hacer del conflicto algo formal y no real (que es cuando se logra impedir que la empresa mantenga su normal funcionamiento)
Mas allá de la reivindicación salarial de los trabajadores, que efectivamente puede ser solucionada por la empresa, la importancia de este conflicto radica en la conciencia y practica de los explotados en el cuestionamiento y rechazo real del trabajo precario subcontratado, demostrando la capacidad de paralizar la producción y sentando el precedente de unidad y reivindicación de los métodos de lucha proletaria que engendren y extiendan en la actual decadente realidad capitalista no solo focos por mejores sueldos, sino que el rechazo a la vida capitalista misma.
