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Mundo, Mundo :: 01/07/2025

Hablemos del "próspero desarrollo" dominicano

Narciso Isa Conde
Abunda la basura en las calles y plazas. Abunda la porquería moral en el Palacio Nacional. Abundan los delitos ambientales impunes

La propaganda oficialista, los portavoces del gran capital extranjero y “nacional”, sus medios masivos de comunicación y sus organismos multilaterales, nos hablan hasta la saturación del próspero desarrollo dominicano, colocando al país en los primeros lugares de bonanza y éxitos económicos.

Ciertamente somos de los primeros destruyendo manglares y matando ríos. Violando áreas protegidas. Contaminando mares, ciudades, cañadas y ríos. Campeones en vertederos al aire libre. En mega-minería destructiva…hasta con presa de cola húmeda (depósito de veneno). Somos campeones en embarazos infantiles.

Tenemos casi 700 mil viviendas en pésimas condiciones y un déficit general de más de un millón.

La mitad de los hogares viven por debajo de la línea de pobreza y el 23% en pobreza extrema. El poder de compra de los salarios actuales está por debajo de los del año 2000, hace 25 años. (Radiografía sobre el trabajo y los salarios 2024 / Fundación Bosch y Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD)

El agua escasea y mucho. La crisis ambiental sigue expandiéndose. La mortalidad materno-infantil es de las más altas del continente. El sistema educativo da vergüenza y exhibe carencias ominosas. No hay quien nos gane en feminicidios y violencia de género.

El Estado le ha negado la ciudadanía a más de 200 mil personas nacidas aquí y descendientes de inmigrantes haitianos. Tenemos el Estado más racista de la región, con especial saña contra el pueblo haitiano.

Hemos roto –y seguimos rompiendo- muchos récords de corrupción e impunidad. El país cuenta con casi 300 mil jóvenes que ni estudian ni trabajan porque se le niega ese derecho. El presupuesto de salud es uno de los más bajos del continente.

El transporte es uno de los más caóticos del mundo. Abundan las enfermedades evitables y las epidemias de tiempos remotos. Tenemos uno de los peores sistemas de agua residuales, alcantarillados sanitario y desagüe pluvial. Un gran número de universidades privadas operan como fábrica de títulos y promotoras de ignorancia. Todavía no se ha erradicado el analfabetismo e incluso ha vuelto a crecer.

Ondean las banderas del machismo, del racismo, de la xenofobia, del ecocidio, del adulto-centrismo, del neofascismo, de la banalidad, de los “teteos” y la vulgaridad.

Abunda la basura en las calles y plazas. Abunda la porquería moral en el Palacio Nacional. Abundan los delitos ambientales impunes. El país, sus ríos, su mar, sus playas, sus calles, sus desagües están inundados de residuos plásticos no biodegradables

Tenemos un sistema de medios amordazados por el gran capital local y por las cadenas estadounidenses. Una partidocracia indecente, pervertida y pervertidora. Una plutocracia voraz. Un Congreso Nacional imbécil y corrupto. No son pocos los jueces y fiscales venales. Abundan los políticos y generales ladrones.

Son pocos las Policías Nacionales que le ganan a nuestra PN en ejecuciones extrajudiciales, torturas, atracos y asociación con todo tipo de delitos.

***

Pero, ni modo, organismos internacionales “agringados”, políticos encumbrados, mega-millonarios sin escrúpulos, comunicadores sobornados, gobernadores de colonia, “abinaderes” y “leoneles”, intelectuales carapintadas y entidades oficiales… no cesan de decirnos que somos un país a punto de alcanzar el desarrollo y uno de los 5 más próspero de Nuestra América…

¡Que somos una potencia en esto y lo otro!

Y parece que es verdad, a base del fortalecimiento de la post verdad, es decir, del arte publicitario de convertir mentiras y medias verdades en verdades.

Pero ciertamente somos muy prósperos consumiendo más ron que leche. Tomando coca cola y comprando comida basura y alimentos tóxicos. Tenemos una narco-economía desarrollada. Una deuda externa voluminosa, cuasi eterna y onerosa.

Somos una potencia en tráfico de droga, cigarrillos y cigarros y, sobre todo en lavado de dinero sucio. En banca de apuestas. En punto de drogas. En “influencers” inmorales. En inversiones en negocios que posibilitan lavar dinero. En carteles transnacionales mezclados con turismo, puertos, aeropuertos, discotecas, loterías y torres.

Somos prósperos en celulares y televisores. En fábrica de niños y jovencitos peloteros, tratados como animales de crianza, para los fabulosos negocios empresariales de las grandes ligas. Ricos en tráfico y negocios de armas. En bocinas bien pagadas y medios mercenarios.

Es muy próspera una minoría de multimillonarios y la sociedad es muy rica en una población empobrecida, que crece numéricamente cada día.

Rompemos todos los récords en “autosuficiencia alimentaria”, ensamblada y perfumada con insumos importados con fuerte carga de agroquímicos, preservantes, sustancias y procedimientos degradantes.

Ha prosperado en gran medida el hacinamiento, la promiscuidad y la vulnerabilidad frente a fenómenos naturales.

Somos una potencia en sectas religiosas convertidas en negocios y medios alienantes. Abundan los todoterrenos de lujo y las mercancías suntuosas mal habidas,

Somos una súper-potencia en desigualdades sociales y usura financiera, y en ARS y AFP privadas estafadoras.

Disfrutamos de una inmensa fortuna en el servilismo gubernamental neocolonialista y en intervenciones directas del Comando Sur, el MAAG, la CIA, USAID, la DEA, el FBI, el BM, el FMI y el BID.

Somos riquísimos en dominación imperial y paupérrimos en soberanía. Crecemos más que nadie para engordar hasta la obesidad a unos pocos magnates de aquí y a otros del Norte Revuelto y Brutal.

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