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Mundo, Pensamiento, Pensamiento :: 21/07/2006

¿Qué mantiene al capitalismo funcionando?

Michael A. Lebowitz
O, en el lenguaje de alguna manera más técnico de los marxistas, ¿cómo se reproduce el capitalismo en cuanto sistema?

En la medida que quienes nos situamos en la izquierda no intentemos comunicar activamente la naturaleza del capitalismo y trabajar explícitamente por la creación de una alternativa socialista, somos parte de la explicación respecto a qué mantiene funcionando al capitalismo.

Por supuesto, el primer punto que necesitamos establecer es lo que entiendo por capitalismo. La gente se refiere a un montón de cosas diferentes cuando usan el término. Pueden tener en mente una economía de mercado, una economía con trabajadores asalariados, o quizás una economía en la que dominan las sociedades anónimas. Naturalmente, entonces, lo que quieran significar por anticapitalismo también diferirá, pueden querer decir contrarios al mercado, contrarios a la existencia de trabajadores asalariados o simplemente contrarios a las grandes corporaciones.

Mi definición es una que Marx desarrolló: el capitalismo es una relación en la que la separación de los trabajadores de los medios de trabajo y la organización de la economía por aquellos que son propietarios de esos medios de trabajo tiene como resultado que, en orden a sobrevivir, la gente debe establecer una transacción: deben vender su capacidad de trabajar a aquellos propietarios. Pero la característica del capitalismo no es simplemente que la mayoría de la gente deben ser asalariados. Es también que aquellos que están comprando esa capacidad de trabajar tienen una cosa y solo una cosa que les interesa: obtener beneficios y más beneficios; es decir, los compradores de la fuerza de trabajo son capitalistas, y su objetivo es hacer que su capital crezca.

Lo que el capitalista obtiene como resultado de comprar esa capacidad de los trabajadores es el derecho a dirigir a los trabajadores en la producción y el derecho a todo lo que ellos produzcan. Se trata de un conjunto de relaciones de producción bastante diferente del caso, por ejemplo, de una cooperativa o colectivo donde los trabajadores dirigen por sí mismos la producción y tienen los derechos de propiedad de lo que producen. Dentro de las relaciones capitalistas, el capitalista ha comprado el derecho a explotar a los trabajadores en la producción. Él les paga, de media, lo suficiente para cubrir sus necesidades corrientes, pero ha comprado el derecho a forzarles para que produzcan más de lo que le cuesta su uso. Como resultado, el trabajador produce valor adicional, más dinero, beneficios para el capitalista: el trabajador produce más capital para los capitalistas. Y ese capital, el resultado de la explotación de los trabajadores, se dedica a la acumulación de más medios de producción. Lo que se ve cuando se mira el capital es el resultado de la explotación pasada.

Este era el mensaje central que Marx intentó comunicar a los trabajadores. ¿Qué es el capital? El resultado de la explotación. El producto propio de los trabajadores que se vuelve contra ellos mismos, un producto en forma de instrumentos, maquinaria... realmente, todos los productos de la actividad humana (tanto mental como manual).

Pero, ¿cómo se vuelve contra ellos? Antes de hablar sobre cómo este sistema se mantiene, cómo se reproduce, necesitamos comprender porqué ésta es una cuestión incluso importante de preguntar. Pensemos en cómo actúan los capitalistas para expandir su capital, cómo actúan para aumentar la explotación de los trabajadores. ¿Cómo pueden hacerlo? Una forma es consiguiendo que los trabajadores trabajen más para los capitalistas, por ejemplo ampliando la jornada de trabajo o intensificando la misma (aumentos de productividad). Otra forma es bajando los salarios de los trabajadores. E incluso otra es impidiendo a los trabajadores que sean beneficiarios de los avances en el conocimiento y la productividad social.

El capital está constantemente buscando formas de aumentar la jornada de trabajo en duración e intensidad- lo que, por supuesto es contrario a las necesidades de los seres humanos de tener tiempo para ellos mismos, para descansar y para su propio autodesarrollo. El capital está también constantemente buscando formas de mantener bajos los salarios y/o hacerlos bajar, lo que significa por supuesto negar a los trabajadores la capacidad de satisfacer sus necesidades existentes y compartir los frutos del trabajo social. ¿Cómo el capital consigue esto? En particular lo hace separando a los trabajadores, enfrentando a unos contra otros.

La lógica del capital no tiene nada que ver con las necesidades de los seres humanos. Prácticas tales como el patriarcado y el sexismo para dividir a los trabajadores, el uso del estado para ilegalizar o aplastar los sindicatos, la destrucción de la vida de la gente cerrando fábricas y desplazándolas a otras partes del mundo donde hay pobreza, los sindicatos están prohibidos, y las regulaciones medioambientales inexistentes, no son hechos accidentales sino el producto de una sociedad en la que los seres humanos simplemente son medios para el capital. Podríamos seguir hablando sobre el carácter del capitalismo, pero pienso que la cuestión está clara.

Volviendo pues al tema: ¿Cómo es que esto continua?, ¿Qué hace al capitalismo mantenerse?, ¿Cómo se reproduce tal sistema?. Permítanme sugerir unas cuantas respuestas

Primera, la explotación de los trabajadores no es obvia. No se ve cómo el trabajador vende su capacidad de trabajar y cómo el capitalista procede luego a coger todos los beneficios del trabajo El contrato no dice: ésta es la parte del día que tienes que trabajar para ti (para reproducir o satisfacer tus necesidades), y ésta es la parte que estás trabajando para el capitalista y añadiendo a su capital. Más bien parece como que el trabajador vende una cierta cantidad de su tiempo al capitalista (un día de trabajo) y que por ello obtiene su equivalente en dinero.

Evidentemente, así, el trabajador debe obtener lo que merece (si su renta es baja debe ser porque no tiene nada muy valioso que vender, su capacidad no contribuye mucho a la sociedad (en cualquier caso muy poco en comparación con la del capitalista); de hecho, debería estar feliz por obtener algo. En resumen, a simple vista no hay explotación. Marx fue muy claro en este punto: las muy distintas maneras en que los salarios se expresan como retribución por un número de horas dado hace desaparecer cualquier rastro de la explotación ("todo trabajo aparece como trabajo remunerado", "la relación dineraria encubre el trabajo gratuito del asalariado").

Esta desaparición en la superficie de la explotación, señalaba, fundamenta "todas las nociones jurídicas tenidas en cuenta tanto por el trabajador como por el capitalista, todas las mistificaciones del modo de producción capitalista" (p. 173) [1] Nótese que no es sólo el capitalista quien tiende a pensar que no hay explotación, es también el trabajador. Si ello es así, cuando los trabajadores luchan, están luchando no contra la explotación, sino contra salarios o condiciones de trabajo injustas (están luchando por un salario mejor o una reducción de la jornada, por lo que ven como lo justo: el justo pago de un día por el justo trabajo de un día. En resumen, no ven la necesidad de desafiar al sistema, sino solo alguno de sus resultados menos justos.

Segunda (y estrechamente relacionada), si en el proceso de producción no se revela que hay explotación de los trabajadores, entonces el capital no puede aparecer como el resultado de la explotación (no puede ser reconocido como el producto propio de los trabajadores) Si ello es así, ¿de dónde procede entonces toda esa riqueza? ¿Cuál es la fuente de la maquinaria, la ciencia, y de todo lo que aumenta la productividad? Debe ser la contribución del capitalista. Al haber vendido al capitalista su capacidad de trabajo (y por tanto los derechos de propiedad de lo que producen), la productividad social de los trabajadores necesariamente toma la forma de productividad social del capital. El capital fijo, la maquinaria, la tecnología, la ciencia... (todo) aparece necesariamente solo como capital.

Marx comentaba, "la acumulación del saber y la destreza, de las fuerzas productivas del cerebro social en general, se ven también absorbidas por el capital, erigido frente al trabajo, y por tanto se revelan como un atributo o cualidad del capital" (156). Lo que estoy describiendo aquí es la mistificación del capital. Cuanto más se desarrolla el sistema la producción más descansa en el capital fijo, en los resultados del trabajo pasado que toma la forma de capital (y más ese capital -y los capitalistas- se revelan como necesarios para los trabajadores). En resumen, no es accidental que los trabajadores puedan verse a sí mismos como dependientes del capital. Marx hizo un muy significativo comentario al respecto:

En el transcurso de la producción capitalista se genera una clase obrera que por educación, tradición y hábitos considera las exigencias de ese modo de producción como leyes naturales, evidentes por sí mismas. La organización del proceso de producción capitalista, una vez plenamente desarrollado, quebranta toda resistencia" (157)

Dada la naturaleza oculta de la explotación y la mistificación del capital, tenemos obviamente una fuerte base para la reproducción del capitalismo como sistema. Pero hay más.

Una tercera razón por la que el capitalismo se mantiene es que la sociedad no parece que sea la que únicamente depende del capital y los capitalistas para todos sus avances. Como individuos dentro de las relaciones capitalistas, los trabajadores son realmente dependientes del capital en orden a satisfacer sus necesidades. Mientras estén separados de los instrumentos de trabajo y tengan que vender su capacidad de trabajar para obtener el dinero con el que comprar las cosas que precisan, los trabajadores necesitan al capitalista, que es el mediador entre ellos y la realización de sus necesidades.

Para el trabajador asalariado la tragedia real no es la venta de su fuerza de trabajo, lo es la incapacidad de venderla. ¿Qué puede ser peor para alguien que debe vender una mercancía que no encontrar ningún comprador? Parece que los trabajadores tienen un interés en la salud de los capitalistas, tiene un interés en que aumente la demanda de su fuerza de trabajo por parte de los capitalistas (por educación, tradición y hábitos consideran las necesidades del capital como leyes naturales, evidentes por sí mismas, como de sentido común). La reproducción de los trabajadores en cuanto trabajadores asalariados necesita de la reproducción del capital.

¿Necesitamos algunas otras razones para que el capitalismo continúe como sistema? Déjenme añadir sólo una más antes de considerar algunas de las implicaciones. Los trabajadores no dependen simplemente de la situación del capital en general para mantener sus trabajos y la capacidad de satisfacer sus necesidades: ¡dependen de capitalistas concretos! Precisamente porque el capital existe en forma de muchos capitales, y esos capitales compiten unos contra otros para expandirse, hay una base para que grupos de trabajadores relacionen la capacidad de satisfacer sus necesidades con el éxito de aquellos capitalistas concretos que los emplean.

En resumen, incluso sin hablar de los esfuerzos conscientes del capital para dividirlos, podemos decir que existe una base para la separación de los trabajadores de las diferentes empresas (tanto dentro de cada país como entre países). En otras palabras, fácilmente podemos ver cómo los trabajadores pueden considerar a otros trabajadores como enemigos y hacer concesiones a sus empleadores con objeto de ayudarles a competir mejor.

¿Es difícil comprender entonces por qué Marx pudo decir que el capitalismo produce un trabajador que considera las necesidades del capital como "leyes evidentes"? ¿Cuando pensamos en la dependencia que tiene el trabajador del capital, es difícil entender por qué el capitalismo se mantiene? Después de todo, Marx no sólo propuso que el capitalismo "quebranta toda resistencia"; también dijo que el capital "descansa en la dependencia de los trabajadores del capital, la cual surge de las condiciones mismas de producción y está garantizada y perpetuada perpetuamente por éstas" (199). En resumen, el capitalismo tiende a producir los trabajadores que necesita.

Bueno, se puede decir que estoy presentando una imagen más bien distorsionada del capitalismo. Que haciéndolo de esta forma parece como si el capitalismo fuese un sistema sin contradicciones, un sistema económico estable que reparte bienes. ¿Qué pasa con las crisis económicas? ¿No tropieza el capitalismo inevitablemente con las crisis, crisis inherentes a su naturaleza? Alguna gente predice el colapso del sistema una vez cada semana. No creo demasiado en los argumentos que sugieren que la crisis permanente del capitalismo comienza en el momento de su nacimiento. Pero el sistema hace que haya crisis (periodos en los que los beneficios caen, la producción disminuye y la población está desempleada) ¿No demuestran estas crisis que un nuevo sistema es necesario?

Sin duda una crisis económica saca a la superficie la naturaleza del sistema económico. Cuando hay fábricas, maquinaria, recursos y gente desempleada (y al mismo tiempo gente con necesidad de aquellas cosas que podrían ser producidas) es bastante obvio que la producción en el capitalismo no se basa en las necesidades humanas sino más bien sólo en lo que puede ser producido para obtener un beneficio. Ese es un tiempo en que la gente puede estar llamada a cuestionar el sistema. Sin embargo, mientras la gente continúe pensando que el capital es necesario las soluciones que entonces buscarán no serán aquellas que desafíen la lógica del capital (lo mismo es verdad en el caso de las crisis ambientales que el capitalismo produce). Mientras vean al capital como la fuente de los empleos, la fuente de la riqueza, la fuente de todo el progreso, su respuesta entonces será que no quieren matar la gallina que pone los huevos de oro.

La misma cuestión es necesario señalar en relación a las luchas de los trabajadores contra el capital para reducir la jornada de trabajo, mejorar las condiciones de trabajo y subir los salarios (todas directamente contra empresarios concretos), y también respecto al intento de tomar el estado y usarlo en su propio interés. Mientras los trabajadores no vean al capital como su propio producto y, en su lugar, continúen pensando que es de sentido común la necesidad de capitalistas fuertes (y que ello va en su propio interés), ellos se abstendrán de acometer acciones que pongan al capital en crisis. Mientras los trabajadores no rompan con la idea de que el capital es necesario, el estado bajo su control actuará facilitando las condiciones para expandir la reproducción del capital. Esta es, en pocas palabras, la triste historia de la socialdemocracia (la cual, a pesar de la perspectiva subjetiva de algunos de sus defensores, acaba reforzando el dominio del capital).

Así pues, volvamos a nuestra cuestión: ¿qué mantiene al capitalismo?, ¿cómo se reproduce el capitalismo en cuanto sistema? Pienso que se puede ver la respuesta que estoy ofreciendo: el capital tiende a producir la clase trabajadora que necesita. Produce trabajadores que lo consideran como necesario (un sistema que es injusto, que te requiere luchar constantemente para satisfacer tus necesidades, un sistema que margina a la gente para atraparla, incluso un sistema donde la reproducción del capital es necesaria para la reproducción de los asalariados). ¿Qué mantiene al capitalismo? Los trabajadores asalariados. La reproducción de los trabajadores como asalariados es necesaria para la reproducción del capital.

Nótese que no he dicho nada sobre el patriarcado o el racismo. Alguna gente en la izquierda argumentan que el patriarcado y el racismo son condiciones necesarias de la existencia del capitalismo. Pienso que es necesario distinguir entre lo que es necesario y lo que es útil para el mantenimiento del capitalismo. Cuando hablamos de la necesidad, estamos diciendo que sin X, el capitalismo no podría existir. Pienso que esto no es verdad en el caso del patriarcado y el racismo.

El capital ciertamente usa el racismo, el patriarcado y las diferencias nacionales y étnicas para dividir a la clase trabajadora, para debilitarla y para que dirija sus luchas fuera del capital. Pero puede encontrar muchas maneras de dividir y debilitar a los trabajadores. Y lo puede hacer, si se le obliga, sin racismo o patriarcado, justo de la misma forma que puede vivir, si se le obliga, con salarios más altos o jornadas más reducidas. (Justo como ha sido capaz de hacerlo sin el apartheid y el dominio blanco en Sudáfrica). Con lo que el capital no puede vivir, sin embargo, es con una clase trabajadora que comprenda que el capital es el resultado de la explotación (es decir, que la riqueza es el producto de los trabajadores como colectivo) y que está preparada a luchar para poner fin a esa explotación.

Obviamente una clase trabajadora con estas características no cae del cielo (no cuando el capital produce trabajadores que consideran las necesidades del capital como leyes naturales evidentes). ¿Es la respuesta, entonces, el partido de vanguardia que trae la conciencia socialista a los trabajadores ignorantes? ¿Por qué deberían los trabajadores que son producto del capital prestar ninguna atención a esos mensajes desde el exterior? Este cuadro parece como un escenario de aislamiento e irrelevancia inevitable.

Dejadme proponer, sin embargo, que el cuadro no es necesariamente tan poco prometedor como parece. Los trabajadores no son simplemente el producto del capital. Ellos son formados (y se forman a sí mismos) mediante todas las relaciones en que participan. Y se transforman a través de sus luchas (no sólo aquellas contra el capital sino también contra aquellas otras relaciones como el patriarcado y el racismo). Incluso aunque esas luchas tengan lugar plenamente dentro de los confines de las relaciones capitalistas, en el transcurso de las luchas colectivas que se entablan la gente desarrolla un nuevo sentido de sí mismos. Desarrollan nuevas capacidades, nuevas comprensiones de la importancia de la lucha colectiva. La gente que se produce como sujetos revolucionarios a través de sus luchas entra en sus relaciones con el capital como gente diferente en contraste con aquellos que no se han puesto en marcha, ellos están abiertos a desarrollar y comprender la naturaleza del capital

Pero, ellos están meramente abiertos a esta comprensión. Todas aquellas acciones, demostraciones y luchas no pueden en sí mismas ir más allá del capitalismo. Dado que de forma inherente la explotación simplemente aparece como una injusticia y que la naturaleza del capital está mistificada, estas luchas conducen solo a la demanda de justicia, de justicia dentro de las relaciones capitalistas pero no de justicia más allá del capitalismo. Ellas generan en el mejor de los casos una conciencia sindical o socialdemócrata -una perspectiva que linda con un sentido de dependencia del capital, v.g. linda con las relaciones capitalistas. Dado que la respuesta espontánea de la gente movilizada no va por sí misma más allá del capital, la comunicación de la naturaleza esencial del capitalismo es clave para su no reproducción.

Para aquellos que están dentro del dominio del capital, sin embargo, es necesario algo más que simplemente comprender la naturaleza del capital y sus raíces en la explotación. La gente necesita creer que un mundo mejor es posible. Necesitan sentir que hay una alternativa (una lucha que merece la pena). A este respecto, describir la naturaleza de una alternativa socialista (y analizar los fallos e inconvenientes de los esfuerzos del siglo XX) es una parte esencial del proceso por el que la gente puede ser movilizada para poner fin al capitalismo.

En la medida que quienes nos situamos en la izquierda no intentemos comunicar activamente la naturaleza del capitalismo y trabajar explícitamente por la creación de una alternativa socialista, somos parte de la explicación respecto a qué mantiene funcionando al capitalismo.


* Artículo traducido al español para Laberinto por Francisco González Fajardo, miembro del consejo de redacción de la revista. Versión original "What Keeps Capitalism Going", Monthly Review, june, 2004, vol. 56, nº2. Publicado con permiso del autor.

[1] Los nº entre paréntesis se refieren al libro de Michael A. Lebowitz, Beyond Capital: Marx"s Political Economy of the Working Class, Palgrave Mac Millan, 2003. Hay traducción española en Edit. Akal, 2005.

Revista Laberinto. http://laberinto.uma.es


Más información en La Haine:
Entrevista con Michael Lebowitz: El capital necesita dividir a los trabajadores para poder derrotarlos

 

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