Iraq: Dos ingleses impasibles y con las manos en la masa

J. M. Álvarez
Insurgente

Las auténticas intenciones de los dos soldados británicos que fueron apresados en Basora han quedado, finalmente, al descubierto. Ambos terroristas-que no soldados- se disfrazaban como árabes y portaban explosivos listos para ser colocados y hacerlos estallar en lugares "adecuados". Sus actividades llegaron a ser tan descaradas que, incluso las "autoridades" iraquíes se vieron obligadas a detenerlos, lo que desencadenó un enfrentamiento entre la población y las fuerzas de ocupación británicas que, finalmente, lograron liberarlos.

Esa estrategia sangrienta ha sido utilizada en la guerra de Iraq, innumerables veces por mercenarios especializados. Consiste en provocar una masacre entre la población civil, en este caso mayoritariamente chiíta, buscando el enfrentamiento entre chiítas y sunitas quienes son señalados, por Falsimedia, como los culpables de los atentados. El objetivo es desprestigiar a la legitima resistencia iraquí, presentándola como una organización terrorista.

Es muy significativo que los medios occidentales, que nos tienen tan acostumbrados a unos enormes despliegues informativos cada vez que se produce una masacre contra la población civil- que atribuyen, cómo no, a Al Qaeda, o a la resistencia- hayan pasado, casi de puntillas, por delante de este turbio asunto.

Muqtada Al-Sadr, clérigo chiíta de Basora contrario a la ocupación militar de su país- y la Asociación de Ulemas Islámicos, acusaron a Estados Unidos de estar detrás del triste atentado de la ciudad de Mussayeb donde murieron 32 niños que fueron atraídos por los soldados ocupantes regalándoles caramelos. Cuando esos soldados desaparecieron, explotó un camión cargado de bombas(una mas que sospechosa coincidencia). Por aquel entonces, también se filtró las prácticas, que suelen llevar a cabo las fuerzas de ocupación, de hacer explotar, después de torturarlos, a los cuerpos de los iraquíes asesinados en los interrogatorios, presentándolo como atentados fallidos e indiscriminados.

Se me viene ahora a la memoria, la muerte del periodista norteamericano Steven Vincent- abatido a balazos en Basora- y el clamoreo que desplegó, por ese motivo, Reporteros Sin Fronteras, esa organización de mercenarios de la pluma sin escrúpulos, subvencionada por Estados Unidos.

Dicho periodista odiaba a Muqtada Al-Sadr porque éste denunciaba-y denuncia- constantemente todas esas maniobras asesinas, además de considerar como legítima, la resistencia contra la ocupación colonial extranjera. Por otra extraña casualidad, Steven Vincent también se disfrazaba de árabe y mantenía oscuros contactos con toda clase de gente en esa misma ciudad. Probablemente tendría una estrecha amistad con estos dos británicos sorprendidos, in fraganti , con las manos en la masa. Quizás algún día, el desaparecido periodista "independiente" sea recordado con cariño por la CIA.

Pero no hace falta vivir en Bagad o Basora para descubrir las tácticas criminales que los ejércitos occidentales, han utilizado siempre para dividir a la población de un país ocupado. En Vietnam, ya hacían estallar bombas en lugares de gran afluencia de personas para culpar al Vietcong de las matanzas.

Si alguien quiere enterarse de cómo operan estos asesinos camuflados, ni siquiera es necesario escuchar los manifiestos de Muqtada Al-Sadr, basta con leerse el libro de Graham Greene titulado "El americano impasible" (del que se realizó una película protagonizada por el actor inglés Michael Caine) para llegar a la concusión de que en Vietnam, los "demócratas" ya actuaban de la misma manera que ahora en Iraq.