La crisis de la universidad y el Auditorio Che Guevara

En 1999 mientras discutíamos lo pertinente de llevar hasta las últimas consecuencias la lucha contra la privatización violenta de la Universidad, muchos no alcanzabamos a comprender que no estabamos defendiendo la caduca institución universitaria que honorablemente todavía dirigen una bola de saltinbanquis. Así mientras unos optabamos por encontrar el núcleo mismo de la universalidad para a partir de él poder dar una propuesta de otra Universidad, otros optaron por traicionar a los que diariamente construímos desde abajo el movimiento estudiantil con el fin de convertirse algún dia también en saltinbanquis. Algunos más, los menos, optaron por mostrarse desde un principio como lo que son, búfones de un castillo medieval. Por esta y otras razones, ocho años despúes, para nada nos asombra que los mismos que ayer traicionaron al movimiento hoy hayan propuesto una candidatura independiente a la rectoría, como si la pirámide universitaria no fuera en si misma excluyente, antidemocrática, jerarquica, partidocrática y represiva.

Luego del fin violento de la huelga del 99-2000, muchos preferimos abandonar la lucha pública antes que abandonar nuestras convicciones. Sin embargo, otros muchos nos hemos mantenido en la línea de batalla pese a la satanización, la represión y las expulsiones de que hemos sido objeto por parte de las autoridades universitarias. Lamentablemente y esto es para todos los que nos consideramos de abajo y a la izquierda, poco hemos avanzado en la construcción de esa otra Universidad por la que se ha luchado durante los últimos 40 años. Cuáles son algunas de las causas que han impedido o retrasado este advenimiento, puntualicemos algunas.

* La criminalización de la lucha estudiatil por parte de las autoridades universitarias y gubernamentales.

* El abandono de posiciones progresistas por parte de exparticipantes en otros movimientos universitarios, muchos de ellos ahora profesores de esta Universidad, o funcionarios gubernamentales.

* El sectarismo en la toma de decisiones por parte de los saltinbaquis que gobiernan la Universidad.

* La casi nula construcción de espacios autogestionarios al interior de la Universidad, lo que a su vez es causa de la indiferencia de universitarios en general respecto a participar, autonoma y autogestivamente en la solucion a los grandes problemas sociales que aquejan al mundo y particular a nuestro pueblo trabajador.

* Los bajos salarios de profesores y trabajadores; la díficil situación económica por la que atraviezan la mayoria de los estudiantes y sus familias. El desempleo y la escasez de recursos para llevar a cabo proyectos independientes de investigación y docencia

* La deficiente administración de los recursos que asigna el Estado mexicano, que de por si son insuficientes, lo que aunado a la corrupción de las estructuras universitarias (Autoridad burocrática y burocracia síndical), conlleva a coartar el crecimiento y desarrollo que debería tener una Universidad que se dijera “nacional” y autónoma, particularmente en lo que se refiere a matrícula, extensión universitaria y criterios humanistas en la transmisión de conocimiento, etc.

* El sectarismo ideológico de grupos y corrientes políticas que priva al interior de la Universidad, lo que lejos de ser una virtud de pluralidad es signo del dogmatismo que priva tanto en la filosofía como en la ciencia que se estudia en esta Universidad. Nada más falta que quieran enseñarnos también "creacionismo".

* La ignorancia en la mayoría de los universitarios de lo que es la política (lucha por conquistar, mantener, acrecentar y defender un poder dominante), con la consiguiente reproducción de esquemas de dominación tan viejos como la sociedad misma, pero que sin embargo, siguen siendo aceptados como normas en el ejercicio de la práctica política, lo que desgraciadamente ha llevado tanto a la apatía como al descrédito -plenamente justificado, ante el quehacer político de una clase y de su discurso bajo el cual se sigue pretendiendo tener oprimida a la sociedad mexicana. Y lo que es peor, lo anterior ha revelado de nueva cuenta la verdadera faz de la política moderna, es decir, aquella que propone la utilización sobre desmedida de la violencia, para justificar y asegurar la realización de los fines de quienes tienen el monopolio de los medios de producción, es decir, la burguesía y que no son otros, que la maximización de la ganancia a partir de la sobrexplotación de los trabajadores. Lo que dentro del ámbito universitario no significa otra cosa más que la aceptación / imposición de estructuras de decisión jerarquica, vertical, sin representación real o ficiticia en ellas de estudiantes, profesores y trabajadores, así como la aceptación / imposición de planes de estudio orientados hacia la domesticación de los jóvenes, con vistas hacia su incorporación a la máquina de explotación que es el capitalismo.

* Siguiendo con el punto anterior, también es importante mencionar que haber continuado creyendo y practicando las formas de la política tradicional nos ha llevado erroneamente a pensar que lo primero para llegar a un fin es tener los medios, convirtiendo asi los fines en medios y las ilusiones en fines, cuando en realidad lo que invariablemente sucede, sea que se decida el fin al principio, al final o en cualquier momento, es que es el trabajo colectivo el medio que hace posible la construcción de estructuras sociales horizontales y permite acceder a los fines propuestos. Lo que en otros terminos significa que nunca vamos a poder decidir cual es ese otro nuevo mundo que queremos, si antes no nos involucramos en la transformación del que ahora vivimos, es decir, no es el autogobierno, ni la participación de los estudiantes, profesores y trabajadores en la toma de decisiones de la Universidad, lo que hará surgir otra Universidad, sino basicamente, la autogestión. La autogestión -y lo dijo Jose Revueltas hace 40 años, como toma de conciencia y praxis deberá "transformar a los centros de educación superior en la parte autocrítica de la sociedad. Es decir, si la educación superior anteriormente sólo desempeño un papel crítico, ahora, mediante la autogestión deberá desempeñar un papel transformador y revolucionario". Y es precisamente esto lo que no ha podido concretar ningún movimiento universitario, incluso ni la pasada huelga estudiantil que duró más de 10 meses.

Por último hay queremos hablar sobre la circunstancia en la universidad y la conciencia de los universitarios. La circunstancia en la que conviven a más de 250 mil universitarios esta plagada de ideologías burguesas. Actualmente la situación de miles de estudiantes es casi la misma, como tener que trabajar y a la vez no haber trabajo, problemas familiares, exclusión de la posibilidad de acceder por movilidad social a esferas más altas de la clase media o si quiera poder trabajar dignamente, falta de oportunidades de recreación, alcoholismo y drogadicción, etc., pero estas que pueden ser parte de las circunstancias represivas, no son las únicas también hay circunstancias derivadas de la comodidad, de la conformidad con cierto bienestar, como por ejemplo acceder a computadoras y bibliotecas, laboratorios, centros de diversión, profesores de “alta calidad”, instalaciones deportivas, y alguno que otro servicio gratuito. Para la mayoría estas circunstancias comunes claramente tangibles obligan a seguir actuando bajo identidad falsa rumbo a objetivos ilusorios. Se siguen creyendo estudiantes aspirantes a investigador, emérito o simplemente burgués, –antes que reconocerte a si mismos en igualdad de condiciones de opresión para con otros individuos de otras clases sociales oprimidas.

“Los estudiantes frecuentemente más revoltosos se convierten en los profesionales que defienden con más ahínco los privilegios, los símbolos de prestigio y aun las formas exteriores de vida de las clases dirigentes. En el apego a esos símbolos de prestigio creo yo que en gran parte está la trampa para caer en el aburguesamiento. La sociedad nuestra es una sociedad burguesa. Los estudiantes participan subconscientemente de los valores de esta sociedad, aunque conscientemente los repudien. Una forma de repudio exterior de esos valores se manifiesta en los vestidos pobres y raros, en la barba y en las costumbres antitradicionales de muchos universitarios. Sin embargo, la imagen de lo que debe ser un profesional sigue siendo una imagen burguesa. El profesional, el doctor debe estar bien vestido, vivir en una casa o un departamento más o menos bien amueblado, tener automóvil, y vivir en un barrio residencial; tener oficina con máquinas, sala de espera y secretaria. y como todo cuesta dinero, es necesaria una remuneración "adecuada" al nivel profesional. Desgraciadamente, las remuneraciones "adecuadas" las controla la oligarquía y entonces hay que venderse, hay que renunciar al inconformismo. (…) Mientras no seamos capaces de abandonar nuestro sistema de vida burgués no podremos ser revolucionarios libertarios (…) Nadie puede ser verdaderamente revolucionario si no confía en los valores del pueblo. Es lo único que nos puede librar del paternalismo práctico que enferma aun las clases medias. (Camilo Torres, sobre el conformismo)

Pero no solamente son cuestiones de valores, es decir, de reconocimiento, de respeto, de libertad, de rebeldía, de solidaridad, de trabajo colectivo, de comunidad, de convivencia; sino también práctica, y por lo tanto de teoría, ¿Por qué la clase media habría de permanecer antes y después como clase dirigente? ¿Qué no luchamos por una sociedad sin clases? ¿Sí las revoluciones burguesas las encabeza la clase media; quién hace las revoluciones libertarias?

Por lo que respecta al Auditorio Che Guevara, baste decir que para nosotros, lo que habido en estos ocho años en este territorio rebelde que es el Auditorio Che Guevara, es un foco de autogestión y autoorganización. Un foco que ha luchado “contra la actitud quietista de revolucionarios o seudorrevolucionarios que se refugian y refugián su inactividad, en el pretexto de que contra” la dominación del Estado “ nada se puede hacer, y algunos otros que se sientan a esperar a que, en una forma mecánica, se den todas las condiciones objetivas y subjetivas necesarias, sin preocuparse de acelerarlas” para decirlo tal como lo escribiera el Comandante Ernesto Che Guevara en su texto ya conocido de “La Guerra de Guerrillas”.

El trabajo que hemos realizado en este Auditorio, ha tenido como principal idea precisamente construir las condiciones para que la Universidad se transforme radicalmente. Lamentablemente, como hemos dicho atrás, la conciencia rebelde de los universitarios se ha visto de nueva cuenta opacada por la ilusión difundida por el sátrapa Juan Ramón de la Fuente y ahora por Jose Narro, que pretenden hacernos creer que la UNAM es la mejor del continente, no por la calidad de gente que a ella acude, sino porque tenemos dos o tres museos nuevos, pumabus, bicipumas, dos o tres nuevos laboratorios. Muchos incluso han “teorizado” desde luchas pasadas diciendo que el flujo y reflujo de un movimiento estudiantil tiene como orígen el ser un movimiento social reaccionario, es decir, que si algo lo caracteriza es precisamente responder a toro pasado a los ataques de las autoridades universitarias o gubernamentales (como fue el caso del mov. del 86-87 o 99-2000), de ahi que su debilidad principal sea los cambios generacionales que se realizan cada año. Nosotros pensamos que es cierto que la política en la Universidad tiene un tufo bastante pequeño burgués y que el principal argumento para no ampliar la matricula estudiantil es precisamente el temor de las autoridades de que ese tufo se convierta en aroma de los de abajo. Sin embargo, y ya lo sostenía Jose Revueltas hace 40 años, la principal razón de los flujos y reflujos de los movimientos en la Universidad, o mejor dicho, de los eruptos universitarios, se debe a los criterios mercantilistas que norman la enseñanza superior. “Este criterio pragmático y estrecho se sutenta sobre la prioridad que se concede a la satisfacción de las necesidades tecnológicas de la sociedad industrial, con la consiguiente desnaturalización y deshumanización del conocimiento”. Es así que entre mayor sea el desempleo y en general, mayor sea la crisis de la sociedad capitalista, mayores brotes de insurrección habrá dentro y fuera de la Universidad.

Al luchar por mantener este espacio, como un espacio rebelde -insurrecto, también hemos luchado porque el próximo movimiento universitario que se avecina, no sea un reflujo del movimiento de 1999. La otra campaña, aunque por momentos pareciera insuficiente, ha venido a despertar en esta Universidad a todos aquellos quienes compartimos no tan sólo buenos deseos de que el mundo cambie, sino también, que compartimos luchas, dolores y buenas razones para no heredar el mundo tan podrido que ahora nos ha tocado vivir.

Finalmente, el momento histórico que vive el país y la universidad exige seriedad y compromiso desinteresado. El trabajo que hemos venido desarrollando en el auditorio tiene antecedentes en el trabajo que compañeros realizamos incluso desde antes de la huelga del '99. No hay más no caben los sectarios, ni los asistencialistas. Como tampoco caben las policías del estado, ni vanguardias, ni dictaduras centralistas y democráticas, tampoco caben las autoridades o los oportunistas pequeñoburgueses enviados o no, por los primeros. No vamos a permitir que el auditorio regrese a manos de la institución universitaria. El auditorio Che Guevara pertenece al movimiento estudiantil, social y popular, mientras estemos aquí (no nosotros como personas, sino el movimiento del que hablamos) el auditorio estará abierto para todos. Y al decir todos no nos referimos a las mafias que gobiernan este país y la universidad, incluidos los partidos políticos, la mafia sindical, la burocracia y las “vacas sagradas” de la academia cómplice, sino a los que quieran darle un uso digno respetando los principios de independencia, autonomía y autogestión que rigen el espacio.

Autonomía y Autogestión contra la mercantilización de la educación.

Julio 2008

http://www.auditoriocheguevara.org