La otra Puebla, la otra Tlaxcala en la Otra campaña de México

La Otra Campaña es una iniciativa del EZLN para recorrer el país y unir todas las luchas de abajo y a la izquierda del pueblo mexicano, construyendo un programa nacional de lucha anticapitalista. Aquí, algunos de los corazones, de los corajes, de los puños y de las esperanzas que la Otra Campaña tocó a su paso por los estados de Puebla y Tlaxcala.

La Otra campaña a su paso por Puebla

Puebla es uno de los Estados del país donde las maquiladoras se han asentado para extraer el trabajo de los pobres. Al paso de La Otra Campaña, las denuncias de los trabajadores y sus organizaciones de inmediato se hicieron escuchar: Las jornadas de trabajo en las maquilas son de doce horas, deben trabajar horas extras sin ser pagadas, se les cobra una multa de 40 pesos por llegar tarde, ningún trabajador cuenta con seguro de algún tipo, ni salario mínimo, ni contrato establecido por tiempo indefinido. Los trabajadores son contratados por las maquilas de manera temporal y les pagan a destajo; es el patrón el que decide si la producción ha sido la suficiente y con la calidad requerida; en cualquier momento puede decidir suspender el trabajo y, con eso, el ingreso de las familias. Todas las maquilas están en manos de empresas de gran prestigio en ropa: Levis, Furor, Mango, Jinco, etc.

En Puebla, los políticos están involucrados en el negocio de la explotación y brindan todas las facilidades. Los trabajadores, en primera instancia, recurrieron a la Junta de Conciliación y Arbitraje, donde nadie les hizo caso. Así empezó la protesta, pero la respuesta de las maquilas es apabullante: Ante cualquier indicio de manifestar una inconformidad, los trabajadores son despedidos e ingresan a la lista negra de los patrones, de modo que no encuentran trabajo en ningún otro lugar.

Pero esas no son las peores condiciones de vida en el Estado. En la mixteca poblana la denuncia comienza por reconocer que los trabajadores de las textileras exigen mayor sueldo, mejores condiciones laborales, etc., pero en aquella zona ni siquiera trabajo hay. La única posibilidad es coser balones de fútbol, pero es muy eventual porque sólo a veces pasan a ofrecer ese trabajo. Les pagan $10 por cada balón de fútbol que cosen, pero si queda mal o se rompe el material les cobran alrededor de $50.

La problemática del desempleo va siempre de la mano con la denuncia del abandono del campo por parte del gobierno y la migración que esta situación provoca. No llega a esta zona ningún subsidio local, ni Procampo, ni Procede. La tierra ya no produce.

Prácticamente todos los poblanos que tomaron la palabra en los actos de La Otra Campaña, mencionaron algo acerca del problema de la represión. Una de las consignas que más se escuchó: "el pueblo unido avanza sin partidos"; pues la mayoría de los poblanos y las organizaciones ya han conocido gobiernos de todos colores. En la mayoría de las denuncias, también han surgido conflictos de las organizaciones con poderes locales, con el alguacil, el alcalde, etc., así que se ha generado un marcado antipartidismo.

En la zona norte poblana, un campesino totonaco toma la palabra: "El pueblo totonaco ha soportado todo, como en América Latina hemos resistido a la globalización y el neoliberalismo... nos tratan de exterminar pero resistimos... nuestra lucha no debe ser la de arriba, porque es la lucha de la porquería, de la cochinada, se trata de avanzar sin ellos, con la organización de abajo".

Comunidades agricultoras y artesanas de Huauchinango, náhuatles y comerciantes en su mayoría, denunciaban que al rededor de 1500 de ellos fueron desalojados con violencia cuando algunos grupos de poder cercanos a la presidencia municipal les quitaron sus lugares de venta en un tianguis que ellos habían levantado. Hubo tres fines de semana que no vendieron, hasta que se enfrentaron a la policía. Hoy tienen varios heridos, ocho con fractura craneal, y uno de sus líderes preso.

En el zócalo de Puebla se realizó un acto en que la mayoría del auditorio fue estudiantil. Aparecieron las denuncias sobre educación: cuotas en las escuelas, constante avance de la privatización y lo que parece ser la demanda más sentida de la población: la Universidad Autónoma de Puebla rechaza a 24 mil jóvenes al año.

A su paso por Puebla, La Otra Campaña se va ubicando en el contexto de la gente la lucha contra el capitalismo, que es la lucha contra las maquilas, contra la migración, contra la miseria, por la recuperación del campo, contra la represión, contra los partidos y contra la exclusión educativa.

La Otra Campaña a su paso por Tlaxcala

Una buena parte de la resistencia que han dado los tlaxcaltecas es en contra de la privatización de su ambiente. Se mencionó mucho durante los actos la defensa de la montaña Malintzi y del agua.

Un compañero de Tlachloc ilustra la situación en la que están: "El gobierno quiere privatizar nuestros recursos, ahora quiere cambiarle de nombre a nuestra montaña por "flora y fauna", para privatizarla. ¡La montaña es de todos, no de un solo gobernante! También quiere privatizar el agua potable. Nosotros hicimos los pozos, nuestro pueblo los cavó, y además pagamos impuestos, ahora nos quieren quitar los pozos, ¡ya basta! Ya no les creemos a los gobiernos, ni a los partidos, ¿cuál democracia? Sólo quieren pisotearnos ¡la montaña no se vende! Por eso estamos en la Otra Campaña y apoyamos la 6a. Declaración."

Una compañera retrata la resistencia del siguiente modo: "Cuando hablamos de la Malintzi tenemos que hablar de los rebeldes, son ustedes los que han hecho de la palabra dignidad una vida. Las comisiones de "ecología" del gobierno protegen la tala inmoderada del bosque de ustedes, de la madera que ustedes cuidan, y se la llevan por esas carreteras que ustedes repudiaron. Pero si seguimos viendo el bosque es gracias a ustedes, no como el parque nacional que ya está depredado. ¡Qué bueno que hoy estamos juntos! No vamos a permitir que se sigan llevando nuestra montaña como material para los segundos pisos del DF. Ahora, la Pepsi Cola quiere el agua de la Malintzi. No lo vamos a permitir, los pueblos deben ser respetados".

Se presentó la organización Ciudadanos Unidos por el rescate de la Laguna, de Acuitlapilco: "En 1939 el gobierno declaró a la laguna "zona federal", en ese entonces eran 1045 hectáreas de agua. Alrededor se instalaron grandes empresas (sobre todo el Grupo Modelo) que perforaron pozos indiscriminadamente. Más de 200 pozos profundos rodean la laguna en la actualidad. El gobierno federal no da mantenimiento, ni desasolva la laguna, ni cuida las barrancas, algunas ya llenas de escombros de una carretera que construyeron, también en contra de la decisión de la comunidad.

La laguna se secó en partes, y las personas fueron ocupando, porque el gobierno no les decía nada. Hace 7 u 8 años aquí había agua, se podía pescar. Todo se agravó por la construcción de 3 mil viviendas en Unidades Habitacionales. Para dotar de agua a esas personas, se cavaron 3 pozos más. Ahora hay carencia de agua. El gobierno dejó secar la laguna para privatizar los terrenos. Y no sólo eso, también privatizó nuestro pozo, del que tomábamos agua, se privatizó a espaldas de la comunidad, con el aval de una minoría.

Durante 4 o 5 meses la comunidad se quedó sin agua. Por ello nos comenzamos a organizar. Ahora el gobierno perforó otro pozo para nuestra comunidad, gracias a la lucha. El que antes era el presidente municipal, ahora es el gobernador del estado, y nos firmó un convenio que decía que los habitantes no íbamos a pagar por el nuevo pozo, que éste iba a pasar a manos del Consejo de Ciudadanos para su administración y que el viejo pozo regresaría también a manos de la comunidad. Y además de todo esto, logramos con la lucha muchas otras cosas para la comunidad, en cuestiones de salud, de educación, de vivienda, de servicios

Nuestra organización decidió que no fuéramos nosotros, sino toda la comunidad, en Asamblea General, la que tomara las decisiones sobre los pozos. A mano alzada se designó al representante de todos, aunque el gobierno quiso boicotear nuestra asamblea y la desconoció.

En la comunidad hay 2 mil 600 usuarios de agua, de ellos el 80% nos paga el servicio a nosotros y no al ayuntamiento. Ellos sacaron su comisión de agua, paralela a la nuestra, y ahora estamos en esa pugna. Como el gobierno no pudo imponerse, ni reprimirnos, dijeron que se hiciera de nuevo la elección, nosotros aceptamos y el 10 de abril pasado volvimos a ganar. En esta ocasión el gobierno nos desconoció porque ellos no fueron los que firmaron los convenios, sino la administración pasada.

Ya anunciaron que van a construir encima de la laguna lo que llaman una "Ciudad Bioclimática", que según va a ser ecológica. Esta ciudad será de 250 casas, de un costo aproximado de 2 millones de pesos por casa. Es por eso que no ceden, que no cuidan la laguna, pues lo que quieren es vender esa gran ciudad a los privados. Nosotros no queremos la ciudad esa, la rechazamos totalmente, lo que queremos es el rescate de la laguna, para tener agua.

La UNAM hizo un estudio y descubrió agua muy cerca del suelo, concluyendo que era posible rescatar la laguna. Nosotros llevamos esos estudios al gobierno y nos dijeron que no valían, que los únicos que valían eran los suyos, que dicen que la laguna ya está muerta. Nosotros seguimos cobrando el agua y el gobierno no nos puede meter a la cárcel porque no pueden, porque ni la legitimidad, ni la legalidad están de su lado."

En otro acto, en Atlahalpa, una manta dice: "Ni un metro de tierra para el periférico ¡lucharemos hasta el final!". Se trata de un proyecto para hacer una carretera que estaría concesionada por 30 años a una empresa de Slim. Según las estimaciones, circularían por ella 6 mil 400 vehículos diarios. El proyecto en Tlaxcala es construir 15 Km de carretera, pero es una continuación de una autopista de 235 Km que atraviesa varios estados (Tlaxcala, Hidalgo, Puebla, Querétaro, Estado de México y llega a Morelia)

Además de afectar a las personas, afecta a la ecología: aves, conejos, serpientes y búhos verán arrasada su tierra. La lucha ha sido muy dura, las comunidades llevan ya tres años de resistiendo el arrebato de sus tierras y han logrado detener momentáneamente el proyecto. En varias comunidades, se han realizado asambleas generales de ejidatarios que rechazaron el periférico.

La Unión de afectados de Acuitlapilco y pueblos circunvecinos, explica: "El gobierno quiere pagarnos a nueve pesos el metro cuadrado de tierra. Este proyecto forma parte de "Gran Visión", que sólo beneficiará a los grandes industriales. Jamás voltean a ver a la gente de abajo. En Tlaxcala no necesitamos estos grandes proyectos, tenemos otras necesidades. Estamos a 10 minutos de la Ciudad de Tlaxcala y no tenemos drenaje, ni agua, ni pavimentación, ni seguridad pública ... Aquí mucha gente es campesina, siembra calabaza, frijol, etc., y ya muchos perdieron su trabajo por falta de apoyo. También hay muchos artesanos, muchas familias que viven de la artesanía, hacemos los "patitos de barro" típicos de Tlaxcala. Tenemos en la comunidad bancos de arcilla, si se hace la carretera ya no podríamos hacer ni las artesanías".

En Calpulalpan aparecen denuncias contra empresas transnacionales: "Antes había campesinos, se le llamaba la región del oro verde porque se cultivaba el maguey. Pero llegó el monocultivo de la cebada con una gran empresa y ahora la semilla se la tienes que comprar, y si el producto no es de tal calidad no te lo compran. Ese cultivo ya no nos da nada. Quieren que nos dediquemos a la maquila o al narco, sin derechos ni seguridad.

50 mil productores del campo de cebada vendieron su cosecha en $300 menos de lo que les costó producirla. El Grupo Modelo les compró la cebada, pero como fueron las cosas, más bien los campesinos de pagaron a la Modelo para que se llevara su cosecha. En esa empresa es accionaria la mujer más rica de América Latina, y es la número 23 en el mundo, y además de tener acciones ahí, las tiene en Banamex y en Televisa. Ella, como muchos otros, está al frente del despojo. Nosotros vamos a luchar por defender nuestros recursos naturales."

Tlaxcala es un Estado exportador de mano de obra desde hace muchos años, por eso el problema de la migración estuvo presente en los eventos de La Otra Campaña. Un bracero explica el problema: "De 1942 a 1966 fuimos a trabajar de braceros a EU. Los presidentes hicieron un convenio que dice que cuando los braceros regresáramos, el Fondo de Ahorro Campesino, ese dinero que nos quitaron durante todos los años que trabajamos, tendría que ser devuelto a los campesinos. Cuarenta años han pasado, en que el gobierno se ha agarrado nuestro dinero. Hasta la fecha no nos ha cumplido.

Fox dice que nos va a dar 38 mil pesos. Es una injusticia, un raterío y Fox no da la cara. Como los grandes políticos, pidió el voto, pero jamás un político te apapacha después de haber votado, por eso nos hemos unido a la Otra Campaña, para recuperar nuestro 10% que nos deben, con todo y sus intereses, y todo lo que le pertenece al pueblo." Agrega que los líderes de Braceroproa firmaron acuerdos y aceptaron dinero sin consultar a los braceros, pero que hay todavía muchos que siguen en la lucha porque "somos braceros, no limosneros".

En toda Tlaxcala aparecieron denuncias sobre cobros excesivos por gas, luz, gasolina, tenencia y lugares para el comercio (lo cual ha llevado a desalojos y constante represión a organizaciones), la falta de empleo, la falta de apoyo al campo que genera migración y la falta de espacios educativos y que se cobre por los pocos que hay.

Pero no todo fueron denuncias. En el paso de La Otra Campaña por Tlaxcala, se dieron a conocer importantes resistencias, organizaciones, tradiciones de lucha y una gran disposición a mantener y acrecentar la organización desde abajo.

cegehache@yahoo.com