lahaine.org
Bolivia :: 20/09/2008

La situacion en bolivia. Crisis y poder popular

Reconstrucción Guevarista

DECLARACIÓN DE RECONSTRUCCION GUEVARISTA (Septiembre 2008)

Lo que está pasando en Bolivia, ampliamente difundido por los medios masivos de comunicación, no es algo de lo que podamos tomar distancia y mirar desde afuera, como si no tuviera nada que ver con el conjunto de nuestra América Latina.

En estos tiempos estamos viviendo los comienzos de una crisis imperialista mundial. Las potencias capitalistas centrales están atravesando una impresionante crisis financiera, política y militar (Caída de Lehman Brothers, inflación mundial, envío de la IV flota, empantanamiento en Irak, bases en latinoamérica, Paraguay y Perú, perspectiva estratégica norteamericana para apoderarse de los recursos naturales mundiales).

A partir de los procesos populares desatados entre el 2000 y 2003, que fracturaron la hegemonía capitalista surge una clara estrategia imperialista para la región, a fin de recomponer las relaciones de dominación. Esta estrategia permite comprender el proceso actual. En este marco es en el que hay que situar a los países latinoamericanos dependientes, que son los que más sufren la crisis. En este sentido es necesario señalar el rol que han jugado los gobiernos populistas con discurso progre, hoy imperantes en América Latina. Frente al proceso de crisis abierta, las burguesías nativas se movieron rápidamente para reconfigurar las relaciones de dominación cooptando organizaciones sociales y de derechos humanos generando así una correlación de fuerzas favorables para recomponer la legitimidad de las instituciones del estado capitalista. Sobran los ejemplos: Lula (Brazil), Bachelet (Chile), matrimonio Kirchner (Argentina), Tabaré Vazquez (Uruguay), Correa (Ecuador) y ahora Lugo (Paraguay).

Sin embargo, el proyecto de las clases dominantes de un capitalismo periférico, barnizado de un perfil nacional y popular en sus diversas variantes, ha comenzado a mostrar ya sus limitaciones estructurales e históricas. Todos los Gobiernos citados atraviesan hoy, debido a diferentes situaciones, agudas crisis de gobernabilidad. Se encuentran jaqueados por un lado por presiones del campo popular, a la vez que por enfrentamientos en el seno de la clase dominante, donde aparecen de manera renovada sectores reaccionarios, apoyados en la derechización de la pequeña burguesía.

En el marco de una aguda crisis imperialista, la receta salvadora de la institucionalidad burguesa aplicada a comienzos de siglo, no está ya en condiciones de contener el hambre, la miseria y la inflación que golpea a los sectores populares, resquebrajando la estabilidad social.

En este panorama latinoamericano, Bolivia es la expresión más explícita y aguda de lo que está pasando. Se puede hablar de “crisis orgánica”, donde la crisis económica y política se combinan de manera tal que el imperio se ve obligado a intervenir en los conflictos de cada país, directa o indirectamente.

Para entender la situación boliviana actual hay que verla como el resultado de un proceso histórico de muchos años de resistencias y luchas populares. El punto culminante fue la insurrección de masas del 2003, que derrocó al presidente Sanchez de Lozada. Allí las organizaciones sociales indígenas y populares se hicieron escuchar y abrieron un proceso de cambios, que dio como resultado la llegada al gobierno del MAS, con el hecho novedoso del presidente indígena Evo Morales.

Estamos frente a un gobierno populista, que sólo impulsó ciertos cambios históricos en el terreno de la cultura y de lo simbólico. Esto no se puede despreciar, en tanto que marcó fuertemente el corazón del pueblo boliviano.

Sin embargo, en estos últimos tiempos quedó bien clara la posición del MAS. En ningún momento, Evo Morales intentó profundizar el proceso revolucionario, abriendo e impulsando la iniciativa de los movimientos sociales, confrontando al enemigo de clase. Por el contrario, el gobierno boliviano prefiere respetar la institucionalidad capitalista, conteniendo y desmovilizando al pueblo organizado. El camino elegido por el MAS es el de la negociación y el diálogo, haciendo concesiones y alianzas con sectores capitalistas, llevando adelante una política de conciliación de clases.

En este sentido, las medidas impulsadas por Evo Morales, que a simple vista pueden parecer revolucionarios, son medidas formales que esquivan sistemáticamente el problema del poder. El último Referéndum Revocatorio va en esa dirección, en el sentido que se intentó una demostración de fuerzas, enmarcada dentro de la legalidad burguesa.

Si se profundiza un poco, el Referéndum muestra una falsa opción, en el sentido de que Evo pudo haber ganado a nivel nacional-formal, pero desde el punto de vista político, la derecha fascista obtuvo el triunfo en 5 de 9 departamentos. Esto deja en claro que Evo no tiene el poder, sino que gobierna en una correlación de fuerzas desfavorable, en tanto que la derecha fascista tiene una mayor concentración de poder a nivel territorial, tal como lo muestra el resultado del Referéndum si se lo desglosa en términos regionales. Respecto de esto, no deja lugar a duda el hecho de que se tomaron las instituciones públicas, se cortaron rutas e instalaciones eléctricas, interrumpiendo el suministro de gas al exterior.

Actualmente, estamos frente a una posibilidad de existencia de un Estado autónomo fascista, encabezado por los prefectos opositares, que operan con paramilitares y fuerzas irregulares.

Evo Morales, que subió al gobierno por presión de los sectores populares, terminó respondiendo a la estrategia imperialista para recomponer la gobernabilidad capitalista. Evo se encuentra en la contradicción que se da entre su propia base social que lo empujo al poder y los sectores fascistas.

Una vez más la historia de la lucha de clases nos muestra los límites del populismo y del reformismo, que no se plantean el problema de la toma del poder, confrontando al Estado como herramienta de dominación de clase. El ejemplo histórico más cercano es de Salvador Allende, quien respetó las instituciones estatales capitalistas, proponiéndose la vía pacífica al socialismo, sin tocar al aparato represivo militar, cayendo asesinado por el imperialismo yanqui.

El límite político-ideológico del gobierno del MAS se expresa claramente a través de su propuesta de un “capitalismo andino”; como si el problema en América Latina fuera el escaso desarrollo del capitalismo.

Debemos ser sinceros a la hora de cuestionar estos procesos, que más allá de las buenas intenciones de un presidente, por esquivar la confrontación, terminan dejando vía libre a la derecha para reprimir al pueblo.

Hoy, frente al agudo conflicto social con más de 30 campesinos asesinados en forma planificada por bandas fascistas, el MAS no es capaz de brindar herramientas para que su propia base social pueda resistir la ofensiva de la derecha, más no sea que para organizarse en forma de autodefensa. Al esquivar la confrontación queda claro que no se apuesta al desarrollo de la conciencia revolucionaria de las masas, muy por el contrario este tipo de vacilaciones lo único que hacen es retrasar los procesos revolucionarios.

¿Cómo frente a la matanza de 30 campesinos, se apela a la constitucionalidad burguesa?

No se puede dejar de señalar el papel que cumplen las Fuerzas Armadas, las cuales dejan abierta una puerta de salida a la crisis, en tanto que se desmarcan del gobierno, colocándose por encima de la sociedad, cumpliendo su rol histórico de legitimar el orden y reprimir al pueblo organizado. Es por eso que actualmente son las FFAA las que garantizan el estado de sitio.

Las fuerzas armadas de los estados capitalistas, que constituyen el monopolio de la violencia y de la fuerza, fueron, son y serán títeres del imperialismo; por eso decimos: ninguna confianza en esa institución!

En esta coyuntura de crisis, el presidente boliviano sostiene una actitud vacilante que consiste en generar un fuerte movimiento de la diplomacia internacional a través de la convocatorio a la reunión de Unasur, donde se juntan todos los presidentes latinoamericanos. Allí los Gobiernos populistas nuevamente situaron la falsa disyuntiva “democracia/dictadura” e inventaron comisiones investigadoras sin perspectiva de ajusticiamiento de los culpables de estas masacres.

A su vez, Morales vuelve a insistir en el camino del diálogo con la Conalde (Consejo Nacional Democrático), espacio en el que se aglutinan los Prefectos fascistas autonómicos.

Frente a esta situación no vemos otra salida más que asumir el verdadero desafío de los pueblos latinoamericanos: superar las barreras populistas impuestas como salvavidas del imperialismo y construir una alternativa política revolucionaria, que corra el eje de la disyuntiva “estado fascista – gobierno progre populista”, capaz de incidir en la coyuntura a través de los movimientos sociales.

Cuando hablamos de construir una alternativa revolucionaria, estamos hablando de la unidad en la acción contra nuestro enemigo de clase, el imperialismo y sus socios locales. Y a su vez, de una necesaria delimitación del populismo y el reformismo, y de toda clase de oportunistas, que sin querer o queriendo le hacen el caldo gordo al imperialismo.

Como dijo el Comandante Guevara:

¿Por qué estos planteamientos? ¿Por qué esta dilapidación de las energías populares? Por una sola razón. En las fuerzas progresistas de algunos países de América existe una confusión terrible entre objetivos tácticos y estratégicos; en pequeñas posiciones tácticas se ha querido ver grandes objetivos estratégicos. Hay que atribuir a la inteligencia de la reacción el que haya logrado hacer de estas mínimas posiciones defensivas el objetivo fundamental de su enemigo de clase.

En los lugares donde ocurren estas equivocaciones tan graves, el pueblo apronta sus legiones año tras año para conquistas que le cuestan inmensos sacrificios y que no tienen el más mínimo valor. Son pequeñas colinas dominadas por el fuego de la artillería enemiga. La colina parlamento, la colina legalidad, la colina huelga económica legal, la colina aumento de salarios, la colina constitución burguesa, la colina liberación de un héroe popular... Y lo peor de todo es que para ganar estar posiciones hay que intervenir en el juego político del estado burgués y para lograr el permiso de actuar en este peligroso juego, hay que demostrar que se puede estar dentro de la legalidad burguesa. Hay que demostrar que se es bueno, que no se es peligroso, que no se le ocurrirá a nadie asaltar cuarteles, ni trenes, ni destruir puentes, ni ajusticiar esbirros, ni torturadores, ni alzarse en las montañas, ni levantar con puño fuerte y definitivo la única y violenta afirmación de América: la lucha final por su redención.

Contradictorio cuadro el de América; dirigencias de fuerzas progresistas que no están a la altura de los dirigidos; pueblos que alcanzan alturas desconocidas; pueblos que hierven en deseos de hacer y dirigencias que frenan sus deseos. La hecatombe asomada a estos territorios de América y el pueblo sin miedo, tratando de avanzar hacia la hecatombe, que significará, sin embargo, la redención definitiva. Los inteligentes, los sensatos, aplicando los frenos a su alcance al ímpetu de las masas, desviando su incontenible afán de lograr las grandes conquistas estratégicas: la toma del poder político, el aniquilamiento del ejército, del sistema de explotación del hombre por el hombre. Contradictorio, pero esperanzador, las masas saben que `el papel de Job no cuadra con el de un revolucionario` y se aprestan a la batalla.

(…)

Desde aquí, desde su trinchera solitaria de vanguardia, nuestro pueblo hace oír su voz. No es el canto del cisne de una revolución en derrota, es un himno revolucionario destinado a eternizarse en los labios de los combatientes de América. Tiene resonancias de historia.

Octubre-noviembre, 1962.

[Verde Olivo, 6 de octubre de 1968]

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal