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:: 19/07/2016

Mujica, no gracias. El más grande ilusionista uruguayo

Pepe Carballa

José Mujica fue llamado "el mejor presidente del mundo" aunque sus acciones como presidente de Uruguay no fueron consecuentes con sus discursos y promesas.
Grandes y pequeños medios de comunicación de todo el mundo, personalidades políticas, artistas, deportistas de distintos países se entrevistaron con él, cual estrella de rock en sus viajes al exterior, y muchos fueron los que se acercaron a la propia chacra del austero presidente, entre ellos el ex rey Juan Carlos de Borbón, integrante del Club Bilderberg, quien también quedó encantado de su sencillez.
Se inició la filmación de una película sobre su vida, que quedó truncada por falta de más aportes de las empresas públicas uruguayas en este momento de dificultades económicas, y fue postulado al Premio Nobel de la Paz. El semanario británico The Economist lo nominó entre las 100 personalidades más influyentes del mundo.
El New York Times le dedica un espacio destacado donde dice que mientras otros líderes políticos tienen mayordomos, flota de yates y bodegas con champán, Mujica vive en una modesta chacra, sin personal doméstico. Y el diario agregará dos mentiras definiéndolo como ambientalista y vegetariano que fueron difundidas por los medios internacionales para decorar la figura de Mujica.
Se proyectó a nivel internacional un personaje capaz de plantear temas complejos, pero, a partir de ahora, con autoridad y sobre todo sistémico.
Hay dos cosas que en la sociedad se han perdido: el saber que para lograr algo tanto en el plano material como del pensamiento es necesario esforzarnos, sin esfuerzo no hay transformación de nuestras vidas, ni de la sociedad en que vivimos; y la otra cosa es la capacidad de reflexionar sobre lo que nos sucede a nosotros y a nuestro alrededor de manera crítica. Y esto es así porque los grandes medios de comunicación apuestan a conquistar nuestra afectividad evitando que reflexionemos sobre el mensaje y así desde lo afectivo y superficialmente tomamos como buenas las noticias que nos dan. Y lo peor es que, a partir de eso, tomamos decisiones a una gran velocidad y sobre todas las cosas.
Olvidándonos de que las decisiones duraderas necesitan tiempo para ser tomadas.
Las condiciones de globalización que vivimos actualmente, donde la posibilidad de acceder a información es rápida y sencilla, con un simple clic puedes tener miles de resultados en cuestión de segundos, causa tristeza que con personas con más posibilidades de adquirir nuevos conocimientos, todavía muchos sigan prefiriendo el sensacionalismo, dejándose llevar por los planteamientos de los medios de comunicación sin tener objeciones, una gran mayoría todavía prefiere desarrollar su opinión de lo que lee en los medios, y no de lo que su pensamiento crítico le indica.
Entonces, en este marco, tener simpatía o no por Mujica puede no ser importante, el problema aparece cuando esa actitud afectiva se transforma en una valoración política acrítica e irracional.
El que escribe puede, en algún momento, haber sentido alguna simpatía por el personaje, sin embargo un análisis de su gobierno que no se quede en la superficie permite echar por la borda esa simpatía y tener una visión muy crítica a partir de ir desplegando sus intenciones y sus políticas concretas de gobierno.

De dónde viene

Para entender a Mujica y su entorno es necesario remitirnos a su pasado tupamaro donde su verticalismo y su sectarismo dentro de la cárcel de Punta Carretas llevaba a excluir, marginar y amenazar a quienes integraban otros grupos guerrilleros; esa fue la práctica de los comandos tupamaros.
Es suficiente haber sido guerrillero (que aspiraba a la conquista al poder y despreciaba las luchas sociales), haber estado preso en condiciones inhumanas pero que apoyó y ocultó las negociaciones llevadas adelante por el dirigente del Movimiento de Liberación Nacional (MLN, tupamaros), hoy ministro de Defensa, Fernández Huidobro, que condujo a la tregua entre tupamaros y las fuerzas armadas en 1972; en una fase de esa tregua los lideres del MLN presos colaboraron con los militares en la elaboración de planes de gobierno y en la represión de "ilícitos económicos": empresarios y comerciantes acusados por los tupamaros y los militares de corruptos y de ser la causa de la pobreza fueron secuestrados y torturados en los cuarteles y algunos tupamaros se prestaron a colaborar en la tortura de los acusados de "ilícitos". Toda esta historia negra del MLN dispuestos a aliarse con los militares, quienes iban un año después a dar el golpe de Estado, para tener cuotas de poder, fue cuidadosamente ocultado por Mujica y la dirección tupamara
Desde que salió de la cárcel la vida del expresidente uruguayo no tuvo como objetivo la acumulación de riquezas sino la lucha por el poder.
Mujica no ha hecho más que acumular prestigio y poder.
Cuando la apertura democrática, comparándose con las otras fuerzas antidictatoriales hablaban de la cantidad de balas en el cuerpo y de años de cárcel que tenía la dirección ejecutiva del MLN, despreciándose a las otras fuerzas que habían luchado contra la dictadura. Como dato estaría bueno aclarar que de todas las fuerzas políticas que llegaron a la apertura democrática solo el MLN llegó con todo su grupo dirigente casi íntegro, en tanto los demás vieron diezmadas sus direcciones, desaparecidas o asesinados sus dirigentes.
Cuando en 1994 fue elegido diputado, al poco tiempo declara sentirse tan inútil como un florero. Como legislador nunca presentó ningún proyecto de ley.
Desde ese momento mucha agua corrió y siguió siendo un florero, pues no cambió nada que las multinacionales y la burguesía no quisieran, pero aprendió a manejar el poder y el "gatopardismo" y su máxima era "así como te digo una cosa te digo la otra". Y no nos olvidemos que Pepe Mujica dijo varias veces antes de las elecciones que para llegar al gobierno "haré alianzas con sapos y culebras". Y así lo hizo trayendo políticos de los partidos burgueses a sus filas para asegurarse ganar las elecciones y tener mayorías parlamentarias.
Llegó a presidente y el coste de la banda presidencial fue pagado por un gran empresario de la pesca, perseguidor y hambreador de trabajadores, persiguió intentos de sindicalización y hoy dejó su fábrica quebrada.
Esto ya era una muestra de hacia dónde iba su gobierno
Creó una imagen a partir de un discurso filosófico novedoso que rompe con los estilos usuales de los poderosos. Habla de la necesidad de proteger el medio ambiente, de los males del consumismo desmedido o de que el capitalismo no aporta realmente aquello que nos hace ser felices.


¿Qué hizo?


Prometió un "giro a la izquierda" en el gobierno, sin embargo dejó a neoliberales como responsables del Ministerio de Economía.
Perfeccionó el "pan y circo" ofreciendo el opio de la esperanza. Jugó con las pasiones, ilusiones e ideales de la gente con promesas que no cumplió, burlando las necesidades de los más pobres.
El gobierno de Mujica afirmó el Estado-Nación afianzando su rol mediador entre capital y trabajo y generando la idea de un capitalismo bueno.
Desarrolló políticas públicas asistencialistas para los sectores más postergados. Aplicó los planes del Banco Mundial que permitieron disminuir la pobreza extrema en el país igual que los otros gobiernos de la región.
Aunque Mujica ha dicho que utilizan los mercados globales y las multinacionales para servir a los intereses del país sabemos que eso no fue cierto. "Para que haya redistribución, los capitalistas han de ganar dinero" -dijo- y sin embargo a pesar del enorme crecimiento del PIB del país, en los primeros diez años de "gobiernos progresista", en su gestión no ha habido una redistribución que haya beneficiado a los trabajadores tanto como debiera y, sin embargo, los ricos se han enriquecido mucho más. Y aunque la pobreza extrema ha sido reducida en el país, la tercera parte de los trabajadores uruguayos tienen ingresos que no les permiten cubrir las necesidades básicas.
Fue muy aplaudido a nivel internacional el discurso anti-consumo pronunciado por Mujica donde mencionaba que debíamos dejar de luchar tanto por lo material, y enfocar esfuerzos en luchar por lo realmente importante. Sin embargo ha promovido y protegido las empresas transnacionales que están contaminando el país y que gozan, además, de exoneraciones y beneficios tributarios. Y por si quedan dudas de algún tipo, además de impulsar los megaemprendimientos sojeros que contaminan con agrotoxicos y empresas de celulosa con sus plantas de eucaliptos que destrozan la tierra y contaminan nuestra agua, han aprobado una ley a favor de la megaminería a cielo abierto que en el futuro, cuando se concrete, va a provocar un daño irreparable de parte de nuestro territorio.
El "austero" expresidente llegó a acusar a quienes luchaban contra las plantas sojeras, contra los agrotóxicos, contra la megaminería y por la defensa del agua y de la tierra de estar financiados por ONG europeas.
La represión y la judicialización de la protesta se hicieron sentir en el gobierno de Mujica. Han procesado y reprimido activistas por participar en una movilización ante la Suprema Corte de Justicia protestando por el traslado de una jueza, que tenía varios casos de denuncias contra personeros de la dictadura por crímenes, desapariciones y torturas. La represión y la criminalización no solo es contra quienes protestan sino también contra los pobres y sobre contra todo los jóvenes pobres que caen bajos las balas de la policía.
En su gestión fue aprobada la ley que permite el matrimonio homosexual, se despenalizó la interrupción del embarazo hasta la semana 12 de gestación y se legalizó la compra, venta y cultivo de marihuana, todas iniciativas aplaudidas por el mundo entero.
Tanto en la legalización del aborto como en la legalización de la marihuana, Mujica ha coincidido con los intereses del Club Bilderberg, un club donde participan presidentes, primeros ministros, banqueros privados y de organismo nacionales e internacionales y la realeza de los países más poderosos del mundo. Esta gente es responsable de empezar guerras, influir en los mercados e intentar dictar sus órdenes al mundo entero. Para lograr sus objetivos promueven a nivel mundial a políticos y figuras públicas que adquieren, gracias al apoyo de los medios de comunicación, prestigio y credibilidad para llevar adelante -consciente o inconscientemente- sus propuestas.
El Club Bilderberg es uno de los promotores históricos de la disminución de la población mundial y del desarrollo de campañas de control de la natalidad.
Uruguay es en este sentido un laboratorio sobre el control de la natalidad, y si se logran resultados será exportado a países vecinos
La legalización de la marihuana es otro de los intereses del Club Bilderberg. David Rockefeller, uno de los Bilderberg más poderosos, está buscando la manera de regular el mercado mundial de la marihuana y eliminar el narcotráfico quedándose con su multimillonario negocio, que seguramente exportará el modelo al mundo entero si resulta conveniente a sus intereses.
El expresidente Mujica ha reiterado que se debe legalizar y regular el mercado de la marihuana por parte de los Estados y enfrentar desde el punto de vista comercial al narcotráfico, ya que el enfrentamiento en el terreno militar no ha dado los resultados deseados. En 2013, cuando viaja a Estados Unidos a reunirse con el presidente Obama, también se reunió con David Rockefeller, donde se analizó la política uruguaya de legalización de la marihuana. Esta última reunión dice Mujica que fue para él como "cruzar el Rubicón". Antes también se reunió con el multimillonario y especulador financiero George Soros, de origen húngaro, interesado en la experiencia uruguaya de legalización de la marihuana. Una fundación manejada por Soros financió una campaña a favor de la legalización de la marihuana en Uruguay. Soros es también un importante accionista de la multinacional Monsanto, que en Uruguay vende las semillas transgénicas de trigo y maíz.
En este campo el país vuelve a ser un laboratorio y su modelo será exportado al mundo entero si funciona como negocio.
Sobre el final de su mandato, Mujica dio asilo a seis presos de Guantánamo y en declaraciones realizadas el mes pasado dijo que en realidad estos presos los cambió por exportación de naranjas uruguayas a los Estados Unidos. También promovió, sin una planificación que diera respaldos reales, la inmigración de cinco familias sirias que finalmente se movilizaron por sus reclamos. Todo para promover la imagen del expresidente a nivel internacional.

Qué no hizo


En su gobierno no afectó las estructuras económicas heredadas de los gobiernos de la burguesía.
No supo explorar ni aprovechar, cuando las materias primas estaban al alza en los mercados internacionales, caminos alternativos, distintos a la dependencia de materias primas. Y a pesar de la bonanza económica en su gobierno no creó más que empleos precarios siendo la desigualdad económica mayor a la de cualquier país de Europa, región donde Mujica tiene tantos admiradores.
"Vamos a invertir primero en educación, segundo en educación, tercero en educación. Un pueblo educado tiene las mejores opciones en la vida y es muy difícil que lo engañen los corruptos y mentirosos" dijo Mujica en su campaña presidencial.
Sin embargo la crisis de la educación ha empeorado, la educación nunca estuvo tan mal y continúa la represión contra los docentes. En un libro sobre Mujica publicado este año él declara que para resolver el tema de la enseñanza hay que "hacer pelota al sindicato de docentes", es decir, destruirlo.
En medio de un nuevo gobierno progresista en crisis es necesario recordar que en estos últimos diez años Uruguay ha sido el país que tiene en proporción el mayor número de trabajadores poco cualificados, dentro de la fuerza de trabajo, en América del Sur. Eso significa que es el país de América Latina en el que los trabajadores tienen menos estudios.
La impunidad a favor de los delitos de lesa humanidad de la dictadura fue la política del gobierno Mujica. Durante su presidencia puso permanentes obstáculos para investigar los 200 casos pendientes de desaparecidos durante la dictadura. El propio expresidente se manifestó incluso a favor de liberar a los militares encarcelados por razones de edad, a pesar de que el pacto de silencio de los uniformados -inquebrantable- ha bloqueado cualquier avance en el esclarecimiento de los crímenes de la dictadura. Después de dos periodos en el Gobierno se han esclarecido tan solo cuatro casos de desaparecidos de la dictadura (1973-1985) y han sido procesados solo 22 militares alojados por iniciativa del gobierno de Mujica en una cárcel militar con todas las comodidades. Por las casi 7.000 personas que han sido detenidas y torturadas no hay ningún militar procesado.
Mujica y el MLN tienen una visión muy particular de la historia reciente. Para ellos el enfrentamiento fue entre comandos tupamaros y comandos militares; la teoría de los dos demonios que afirmó que también la burguesía coincidiría con esa visión. Con su sectarismo se olvidan de los miles de torturados y presos, de los cientos de desaparecidos y asesinados por resistir a la dictadura que no pertenecían al MLN y que no negociaban con los militares antes del golpe como lo hacía el MLN.
Mujica, aunque parezca increíble, llegó a decir que este problema de la violación de los derechos humanos durante la dictadura se iba a resolver con la muerte de los protagonistas.
Otra de las prioridades, definida como buque insignia de su gobierno, fue la vivienda para los sectores más desfavorecidos y para eso creó el Plan Juntos, este plan lo manejó directamente desde la presidencia y fue un gran fracaso, solo llegó a construir o refaccionar un poco más de 1.000 viviendas de las 4.000 prometidas.
Su protegido y delfín político, el director de la empresa petrolera estatal Ancap y actual vicepresidente de la República, dejó fundida a la empresa sin que el presidente hiciera nada.
AFE, la empresa de ferrocarriles del Estado que Mujica privatizó y que prometió fortalecer con inversiones que nunca hizo, es otro ejemplo de sus fracasos que en particular benefician el transporte privado por carretera.
El expresidente prometió la creación de miles de puestos de trabajo debido a la construcción de un puerto de aguas profundas, de una regasificadora, de una minería de extracción de hierro, queridas por inversionistas extranjeros, proyectos de los que no se concretaron ninguno de ellos.
Del viejo programa de izquierda del Frente Amplio (FA), partido del presidente Mujica, ya no queda nada, lo han enterrado definitivamente en nombre de la gobernabilidad. El viejo programa del FA hablaba de desarrollar la industria del país y la agroindustria, pero se han olvidado. En su viejo programa también hablaban de nacionalizar la banca, sin embargo el gobierno de Mujica promovió una ley que bancariza a todos los que reciben algún tipo de ingresos ya sea por salarios, jubilaciones o apoyos sociales del Estado, es decir, que entrega a los bancos obligatoriamente a la mayoría de los habitantes de este país.
Durante su gobierno se fortaleció el Estado-Nación y una nueva camada de burócratas de izquierda, de origen político y sindical, se encaramó en este segundo gobierno del Frente Amplio en el aparato estatal diciendo que la gente ahora participa en las tomas de decisiones, ocultando la aplicación de las agendas definidas por el Banco Mundial y otras agencias mundiales manteniendo la continuidad del modelo heredado y antes criticado.
Esta es la política del gobierno Mujica, una ofensiva autoritaria común a los gobiernos progresistas y de izquierda en América Latina que por un lado practican un asistencialismo sin salidas para los pobres y por el otro reprimen a los jóvenes de los barrios marginales, hijos de la pobreza que no han logrado revertir.
Sin embargo, el expresidente, que ha hablado de un "capitalismo bueno", se ha convertido inesperadamente en un símbolo del capitalismo y su democracia electoral y representativa.
Por otro lado, en el gobierno de Mujica la reforma del capitalismo ha tenido pequeñas expresiones pero solo en aquellos aspectos en que fue compatible con el proceso de reproducción del capital, como es el caso de la legalización de la marihuana. En su gobierno solo los proyectos apoyados globalmente pudieron concretarse, los otros quedaron por el camino
Finalmente el expresidente es promovido, en medio de la crisis del progresismo y de la izquierda en América Latina, como referente de un foro de organizaciones que se piensa realizar en Montevideo para discutir cómo continuar y corregir los errores de los gobiernos de izquierda. Es preciso no olvidarse que también en estos gobiernos la política va por un lado y la ética por otro.

 

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