Se confirma la injusticia

Ni el derecho de los palestinos a la autodeterminación y al regreso, ni los tratados que prohíben mover fuerzas militares hacia las fronteras de Rusia. Sólo se limitan a proponer soluciones que los interesados pueden aceptar para no prolongar las guerras. En resumen, sólo traducen en documentos las injusticias y las violaciones de promesas.

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución con la que adopta el plan de EEUU para Gaza y otorga un mandato legal a la administración Trump. Ese plan prevé la intervención de una "Fuerza Internacional de Estabilización" de 20 000 soldados, para gobernar la franja de Gaza. También prevé la creación de un "Consejo de la Paz", pero sin precisar su composición.

Es una importante victoria diplomática para Trump. El Consejo de Seguridad adoptó la resolución con 13 votos a favor. Ningún país votó en contra. Rusia y China, que habrían podido recurrir al veto, optaron por la abstención, claramente movidas a ello por el apoyo a la resolución ya expresado por una serie de países árabes y musulmanes, actualmente miembros del Consejo, y entre los que se cuentan 4 miembros del grupo BRICS -Egipto, Indonesia, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.

Al explicar los motivos de su abstención, Rusia y China criticaron el plan, señalando sobre todo que no respeta el principio de «dos Estados, dos pueblos» y que además ignora la soberanía palestina.

Israel ya abrió un centro de operaciones, manejado por el Pentágono estadounidense, que «planifica el porvenir de Gaza». Allí se reunieron cientos de militares estadounidenses e israelíes, así como militares provenientes de toda Europa y de países lejanos como Singapur, funcionarios de los servicios secretos árabes, diplomáticos y operadores humanitarios extranjeros. Pero brilla por su ausencia una presencia que debería ser fundamental, la de Palestina, mientras que el genocidio contra los palestinos continúa.

El plan de "paz" de Trump ignora totalmente el territorio palestino de Cisjordania, ahora casi totalmente bajo control del régimen de Netanyahu, cuyos soldados y colonos atacan cotidianamente, y cada vez con más violencia, a los pobladores palestinos. Simultáneamente, Israel, gracias al apoyo de EEUU, sigue bombardeando impunemente no sólo la franja de Gaza sino también Líbano, Yemen y otros países de la región.

Mientras que en el Medio Oriente se enfoca en el plan de "paz" para Gaza, en Europa la administración lanza du "plan de paz" para Ucrania. Según fuentes periodísticas, ese otro plan prevé que Ucrania ceda a la Federación Rusa las regiones -ya históricamente y culturalmente rusas- de Crimea y Donbass. El plan prevé además que Ucrania no será miembro de la OTAN y una reducción de las fuerzas armadas ucranianas.

A cambio, «Rusia debe ratificar por ley que no agrederá a Ucrania ni a la OTAN», una formulación que invierte la realidad ya que fue la OTAN, bajo las órdenes de EEUU, la que inició -con el golpe de Estado que se registró en Ucrania en 2014- la reacción en cadena que condujo a la guerra.

El plan prevé asimismo la firma de un pacto de no agresión entre Rusia, Ucrania y la Unión Europea, para que «todas las ambigüedades de los últimos 30 años queden resueltas».

Pero en el "pacto de no agresión" no está mencionada la OTAN. De esa manera se borra la Historia: después de la disolución del Pacto de Varsovia y la desagregación de la URSS, la OTAN bajo las órdenes de EEUU se comprometió a «no extenderse ni una pulgada hacia el este». Pero sí lo hizo, ampliando su cantidad de miembros de 16 a 32 con la incorporación de países cada vez más al este y más cercanos a las fronteras de Rusia, y además instalando en esos países sus propias bases y armas nucleares.

También según el plan estadounidense, cuando se haya concretado el «pacto de no agresión entre Rusia, Ucrania y la Unión Europea», aviones de combate europeos con capacidad nuclear se desplegarían permanente en Polonia como «protección de Ucrania». A través de la OTAN, esos aviones estarían todos bajo el mando de... EEUU y portarían armas nucleares estadounidenses.

De esa manera, los miembros europeos de la OTAN, empezando por Italia, estarían en primera línea contra Rusia. Y también tendrían después que incrementar sus propios gastos militares. El plan estadounidense prevé además la creación de un "Fondo de Desarrollo para Ucrania".

Según el plan, EEUU cooperaría para reconstruir, modernizar y administrar de forma conjunta las infraestructuras vinculadas al gas. Con ese propósito se invertirían 100 000 millones de dólares de los fondos rusos congelados y EEUU recibiría el 50% de los ingresos derivados de esas inversiones. La Unión Europea agregaría otros 100 000 millones de dólares. Suma y sigue.

Grandangolo