Tribunal cubano libera a cantante de "punk", que se presenta junto a miembros de la mafia pro EE.UU.

Gorki Águila, integrante de una banda de rock en La Habana, fue multado por desobediencia y enviado a su domicilio sin mayores consecuencias, luego de que fuera denunciado por pobladores de su lugar de residencia que explicaron a esta agencia que no soportaban los ensayos con música alta, la falta de respeto del músico y sus incansables molestias a vecinos y residentes del lugar.

“La música alta, las malas palabras que integran sus letras, las faltas de respeto a todos los vecinos, al delegado, al jefe de sector que en varias ocasiones le llamó la atención, por sus propios problemas anteriores con la droga, hicieron que nosotros lo denunciáramos, no aguatábamos más, dijo Ana Hernández, una vecina cercana.

Para Romero Gutiérrez, otro de los vecinos afectados “se hacía insoportable ya dormir, descansar, escuchar televisión, y si lo requerías, recibías cualquier tipo de amenazas, incluida golpizas que fueron anunciadas por los propios integrantes de la banda”, sentenció Gutiérrez.

“Creo que fue una lección de los vecinos, un ejemplo también de la respuesta de las instituciones policiales y jurídicas, que acudieron a nuestro llamado, dijo una joven madre que no quiso dar su nombre pues ha recibido amenazas por parte de Gorki, el cual la incrimina por sus actividades revolucionarias.

“No se integra a la comunidad, la comunidad tiene una ética, una vida que tienes que respetar, como en cualquier parte del mundo, y creo que este fue un buen escarmiento”, dijo Arturo, otro de los vecinos perjudicados.

Desde Madrid, cubanos del exilio escribieron una carta a Pablo Milanés pidiendo solidaridad por Gorki, pero el destacado músico cubano respondió en la televisión cubana con “soy antiimperialista y revolucionario”, desmarcándose de las intenciones que esperaban los firmantes de la misiva.

Gorki fue arrestado en la mañana el lunes pasado luego de que los vecinos denunciaran los escándalos y desacatos en los cuales incurrió el rockero.
Fuentes oficiales habían confirmados varias horas antes de iniciarse el juicio que Gorki Águila sería enviado a su casa con una multa, “lo que es un llamado de alerta para este joven que pudiera verse en otro proceso más complicado si los vecinos y autoridades locales lo denuncian nuevamente”.

En La Habana Gorki tiene expediente de peligrosidad por tráfico y consumo de estupefacientes, algo que en esta ocasión no tuvo repercusión, pues no se mencionó en el juicio que el acusado incurriera en este tipo de delito.

Una decena de personas que apoyan a Gorki se dieron cita en las afueras del local donde tuvo lugar el juicio, y algunos fueron invitados a pasar a la sala, entre ellos Yoani Sánchez, galardonada con el premio Ortega y Gasset de Periodismo 2008.

Fuentes consultadas en Cuba indicaron que Yoani Sánchez, en coordinación con grupos de exiliados de Madrid y Estados Unidos, coordinaron acciones para convertir este caso en un problema político para Cuba.

Decenas de llamadas telefónicas desde España y reportes especiales para varios sitios de Internet entraron y salieron desde el celular de la bloguera, sin que Cuba tomara represalias contra la maniobra de chantaje y provocación que montaron desde Madrid y Miami varios medios de comunicación, y que encabezó la propia Yoani Sánchez.

La presencia de Yoani junto a Elizardo Sánchez (anticastrista) marca una escalada en las intenciones de la bloguera de convertirse en la principal figura del anticastrismo en Cuba, algo muy lejos de sus intenciones de hace unos meses, cuando declaró que no pretendía protagonismo en temas políticos.

Yoanis Sánchez ha sido acusada por medios alternativos de estar vinculada a los intereses del grupo Prisa en España, y a los ideales anticastristas de Carlos Alberto Montaner, ciudadano con causa pendiente en Cuba por terrorismo.

(NHKP News, agencia de prensa independiente de Cuba)
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