[Vídeo] Los medios satanizan a Bad Bunny nombrándolo como el nuevo Che Guevara

En un contexto en el que los artistas con proyección internacional se caracterizan por evadir cuestiones políticas y en el que el consumo de música está mediado por internet y las plataformas de 'streaming', es entendible que un artista como Bad Bunny destaque como alguien crítico y contestatario.
A propósito de la gira mundial de Bad Bunny —el artista latinoamericano más famoso del momento—, en los últimos días diversos medios se han referido al cantautor puertorriqueño como alguien revolucionario. Intentan que acabe siendo fagocitado por el propio sistema.
Para degradar la postura de la obra musical de Benito Antonio Martínez Ocasio (nombre real de Bad Bunny), como su crítica a la gentrificación, contenida en el documental El Apagón, dirigido en 2022 por la periodista puertorriqueña Bianca Graulau y que denuncia las problemáticas que viven los habitantes locales debido a la turistificación de la isla.
Por el contrario, en redes sociales admiran que un artista de su calibre (el más grande actualmente), a través de su arte no solo referencia constantemente sus tierras, sino que además haga protestas sociales y luche por los suyos", escribió una usuaria. "Imagínense ser un artista colombiano y levantarse y ver que Bad Bunny sacó un álbum dedicado a sus raíces y a la lucha de su pueblo y no romantizando la prostitución".
Otras de las premisas de los medios para denigrar al puertorriqueño como símbolo revolucionario es que enarbola una posición anticolonialista, particularmente en dos de sus últimas producciones: Un verano sin ti y Debí tirar más fotos, en donde el cantante critica la dependencia de la isla del imperialismo de Washington y advierte sobre los riesgos que enfrenta Puerto Rico si no aborda la gentrificación y el turismo masivo.
"Bad Bunny ha hecho más por traer atención al debate del estatus colonial de Puerto Rico en EEUU y el mundo que el PNP [Partido Nuevo Progresista, que aboga por la anexión de Puerto Rico a EEUU] en 60 años", comentó otro usuario de X.
Para la antropóloga y politóloga Elisa Godínez Pérez, lo anterior revela que, de algún modo, la juventud y los fans de Bad Bunny tienen nociones políticas y un análisis parcialmente claro de algunos fenómenos, tanto históricos como de lo que está sucediendo en la actualidad. Sin embargo, "la hipérbole hecha por los medios, de que Bad Bunny es un nuevo Che Guevara" es "una exageración en todos los sentidos".
"No hay manera de comparar, aunque ciertas posiciones de Bad Bunny sean muy claras en cuanto a su rechazo al injerencismo que ha tenido EEUU sobre Puerto Rico (...) y de fenómenos como la gentrificación en San Juan", razona la antropóloga.
Con todo, reconoce que, a diferencia de la mayoría de integrantes del gremio artístico, quienes suelen pasar de largo a la hora de tener que asumir una postura política, el cantante "ha decidido no pasar de largo y posicionarse, lo cual está bien".
Con ella coincide el escritor Alejandro Badillo, para quien, así como sucedió con otros géneros populares, incluido el rock, el reggaetón pasó de ser un género popular y de las calles, a la exposición mediática y al consumo masivo, lo que derivó en canciones despolitizadas, hechas para consumir y desechar. Además, la forma en la que se consume música en la actualidad, sometida a los algoritmos que se promueven desde las plataformas de streaming, propicia que el público ya no se relacione como en el pasado en torno a un disco físico y con la intención de compartir, lo que fortalece el individualismo.
Godínez Pérez afirma: "Yo no creo que Bad Bunny sea un revolucionario, pero si a su nivel decide tomar una posición y denunciar, pues bienvenido. Yo no espero ni aspiro a que Bad Bunny se convierta en el Che Guevara, pero si está usando un poquito de su fama para señalar cosas que deben de ser denunciadas, adelante".