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Nacionales PP.Catalans, Europa :: 14/08/2019

[Walking Death] 47 kilómetros separan al Activista Jorge Fernández de Bruselas.

Redcom
Un Activista con una accion de doble desgaste -añade a su huelga de hambre una caminata de más de 450 kms iniciada en Estrasburgo y que le llevará hasta Bruselas

Veintitrés años después de la muerte de los presxs políticxs turcos en la Huelga de la MUERTE, un Activista con una accion de doble desgaste -añade a su huelga de hambre una caminata de más de 450 kms iniciada en Estrasburgo y que le llevará hasta Bruselas-, hoy llega a esa línea roja de 45 días. La "Walking Death". Nombre que ha designado el Pirata y Activista Jorge Fernández a esta acción de doble vía para denunciar el acoso y persecución a las libertades y al derecho a decidir, pilares fundamentales de los DDHH, bajo los lemas #FreeSpeech #FreeAssange y #FreeCatalonia

No es, ni su primera ni su última huelga de hambre. La lucha continúa. Quince huelgas de hambre preceden a la comenzada el 1° de julio en Estrasburgo por el Pirata Jorge. Esta vez, le ha añadido a la huelga una caminata -con el desgaste que esto implica-, y a lo que le debemos sumar la ola de intenso calor que abate toda Europa, para unir los dos Europarlamentos. Más de cuatrocientos cincuenta kilómetros separarán Bruselas de Estrasburgo, en esta "Walking Death".

Cárcel de Tipo F: aislamiento físico y sensorial absoluto, palizas, torturas, violaciones sexuales, eliminaciones planificadas

Huelgas de Hambre

Las huelgas de hambre y/o ayunos de la muerte, han sido uno de los lugares comúnes donde los médicos vienen focalizando las violaciones a los derechos humanos por parte de distintos Regímenes de opresión, de exclusión social y de borramiento de derechos fundamentales adquiridos por los seres humanos. Lo que es aún peor, estos derechos adquiridos y sellados mediante tratados internacionales han sido incorporados en las distintas Constituciones, que bajo estos Regímenes totalitarios, reaccionarios y dictatoriales, han pasado a ser papel mojado. Eufemismos de una realidad oprobiosa.

Lo cierto es que las huelgas de hambre son un problema médico social (y cada vez más) y que se ha intensificado en la década de 1970. Anteriormente, los gobiernos que enfrentaban huelgas de hambre generalmente imponían un método de alimentación forzada. Es a partir de 1974, luego de que en las huelgas de hambre en Irlanda, Inglaterra y Gales, los huelguistas recibieron comida forzada, que se ha creado un debate legal y político. Punto de inflexión en la discusión sobre las huelgas de hambre. 

Como producto de estos debates surge la Declaración de Tokio, el documento internacional más importante en el que se enfatizó la ética médica impuesta hasta esos momentos, donde la presión y la tortura fueron muy intensas. El artículo 5 sobre la huelga de hambre en esta Declaración contenía una reacción al fenómeno de la alimentación forzada, que se había convertido en parte de esta opresión y tortura en la atmósfera de opresión y tortura. Los autores de la Declaración sabían que la alimentación forzada no era una decisión clínica del médico, sino más bien una práctica impuesta por los gobiernos al médico. La Declaración de Tokio, que es la explicación internacional más clara de la actitud de la medicina ante las huelgas de hambre, fue la primera en en abrir el camino para resolver los problemas en esta área. Fue la que ha aportado los cimientos fundamentales a posteriores Declaraciones.

Uno de los últimos documentos internacionales sobre huelgas de hambre y actitudes de los médicos, ha sido la Declaración de Malta de la Asociación Médica Mundial de 1991 (modificada en 1992) . El mismo arroja luz sobre las prácticas de hoy, las características éticas y organizativas de las cárceles de 1998. El documento subrraya sobre el derecho a la privacidad y aprobación de los derechos básicos de las personas en prisión y las recomendaciones hechas al médico sobre las huelgas de hambre.

Huelga de la Muerte, Turquía

A decir verdad los incidentes de huelgas de hambre en las cárceles de Turquía no son nuevos. Sin embargo, el hecho de que las huelgas de hambre se convirtieran en una agenda social, como todas las violaciones de los derechos humanos, estuvo acompañado por el golpe de Estado de 1980. En respuesta al proceso de transformación de las cárceles en campos de concentración, cinco personas murieron por primera vez en una huelga de hambre en la prisión de Diyarbakır. Ali Erek murió el 20 de abril de 1981 debido al corte del esófago por pan alimentado a la fuerza, mientras que Kemal Pir murió el 7 de septiembre, Hayri Durmuş el 12 de septiembre, Akif Yılmaz el 15 de septiembre y Ali Çiçek el 17 de septiembre de 1982. Orhan Keskin y Cemal Arat murieron en la misma prisión a principios de 1984 y durante una huelga de hambre de 54 días. En junio del mismo año, Abdullah Meral, Fatih Öktülen, Haydar Başbağ y Hasan Telci murieron en la prisión de Sağmalcılar debido a una huelga de hambre. En febrero de 1988, hubo otra muerte debido a una huelga de hambre en Diyarbakır: Mehmet Emin YavuzHüsnü Eroğlu y Mehmet Yalçınkaya ya habían perdido la vida el 2 de agosto en una huelga de hambre en protesta por el exilio de Eskişehir a Aydın en 1989. Hubieron dos muertes más en otra huelga de hambre que involucró a más de 5.000 personas en más de 20 cárceles en 1995: Fesih Beyazçiçek en Yozgat el 23 de julio, Remzi Altun en Amasya el 11 de agosto.

Pero, la huelga de hambre más grande de los últimos veinte años hasta el 2000 fue en 1996, donde tras 69 días fallecieron 12 revolucionarios turcos en las prisiones de la dictadura turca (miembro de la OTAN). Quienes, entonces, lograron superar la huelga, sufrieron las consecuencias, con varias enfermedades y pérdidas de memoria. Recordemos sus nombres: Aygün Uğur (Ümraniye), Altan Berdan Kerimgiller (Bayrampaşa), Ilginc Özkeskin (Sağmalcılar), Ali Ayata (Bursa), Müjdat Yanat (Aydın), Hüseyin Demircioğlu (Ankara), Tahsin Yılmaz (Sağmalcılar), Ayçe İdil Erkmen (Çanakkale), Yemliha Kaya (Bayrampaşa), Hicabi Küçük (Bursa), Osman Akgün (Ümraniye), Hayati Can (Ümraniye).

A partir de las muertes de estos doces revolucionarios en huelga de hambre y tras superar los 45 días, se decide llamarlas Huelga de la MUERTE. Hoy, el Activista y Pirata, Jorge Fernández, a 23 años de aquella lucha desencadenada en muertes, cumple estos cuarenta y cinco días en huelga de hambre. Hoy traspasará ese umbral temporal.

Era 1996, cuando unos 2.500 presxs políticxs mantuvieron una huelga de hambre con distinta intensidad. Del total, 158 han cumplido nueve días de abstención total de alimentos tras siete semanas de medidas parciales, y unos 500 se declararon en "huelga indefinida" hasta que resolvieron, finalmente, la "muerte rápida". En esta etapa, la muerte se produce a los 40 días aproximadamente.

Lxs presxs políticxs reclamaban la clausura permanente de la cárcel de Eskisehir, especialmente diseñada para el confinamiento de presxs políticxs, el fin es el traslado de lxs presxs a establecimientos lejanos de las ciudades donde se desarrollan los juicios y permisos para visitas de familiares.

El ex ministro Agar había impuesto el estricto confinamiento y aislamiento total de lxs presxs políticxs, a quienes impidió todo contacto con sus simpatizantes fuera de la cárcel. Además, prohibió las visitas abiertas a lcs presxs del PKK y los mantuvo en confinamiento solitario.

Las severas medidas impuestas entonces permitía el traslado permanente de integrantes de grupos considerados "terroristas" por el gobierno a la prisión de alta seguridad de Eskisehir, especialmente construida con ese propósito.

Fue el 28 de julio de 1996 cuando unos 300 presos revolucionarios turcos, de los que más de 60 se encontraban en estado crítico, abandonaron por la noche su huelga de la muerte, que habían iniciado 69 días atrás para exigir la mejora de las condiciones carcelarias, después de que el Gobierno de Ankara aceptase parte de sus condiciones. La mediación de un comité de derechos humanos ha sido determinante para poner fin a la protesta, que se había cobrado ese mismo día tres nuevas muertes y ha sumado un total de 12 revolucionarios fallecidos.

El macabro saldo de la Huelga de la Muerte de lxs presxs políticxs turcos, la ha convertido en la más trágica de la historia, ya que supera a la de la prisión irlandesa de Belfast, donde murieron 10 militantes del IRA en un ayuno de protesta en 1981. Nada más alcanzarse el acuerdo entre los huelguistas y el Gobierno turco, decenas de ambulancias comenzaron a trasladar a lxs presxs políticxs a hospitales de distintos puntos de Turquía. El ministro de Justicia de aquél momento, Sevket Kazan, había ordenado el traslado de 20 de los 102 revolucionarios de la prisión de alta seguridad de Eskisehir, en el centro de Anatolia y tristemente conocida como El ataúd, a otros centros penitenciarios de Estambul y Esmirna sin régimen de aislamiento.

El fiscal jefe de Estambul, Ferzan Citici, y el diputado del islamista Partido del Bienestar (en el Gobierno) Mukadder Basegmez, junto con intelectuales turcos, como el novelista Yasar Kemal o el músico Zurfi Livaneli, contribuyeron a que el Régimen presidido por Necmettin Erbakan modificase su actitud de no negociar con los presos en huelga de hambre. El día anterior habían fallecido Hicabi Kucuk, de 22 años, en la prisión de Bursa (al sur de Estambul) y militante de la Unión de Comunistas Revolucionarios de Turquía (TIKB). Horas después moría Yemliha Kaya, de 28 años, encarcelada en Bayrampasa (Estambul) y miembro del Partido y Frente Revolucionario de Liberación Nacional (DHKPC). Osman Akgun, de 32 años, militante de la TIKB, fue la tercera víctima mortal.

Mientras, en Estambul, centro de la capital económica y cultural de Turquía, una manifestación de apoyo a los huelguistas, en la que participaron numerosos intelectuales, pidieron la dimisión del ministro de Justicia. Fuentes diplomáticas habían asegurado por aquellos días que el recelo con que -Europa contempló la fórmación de un Gobierno islamista con el apoyo del conservador Partido de la Recta Vía que dirigía la ex primera ministra, y luego ministra de Exteriores, Tansu Çiller- se ha visto, sin duda, acrecentado por la crisis de las cárceles.

En Alemania, mientras tanto por aquellas fechas, otros tres establecimientos turcos sufrieron ataques incendiarios y miles de turcos se manifestaron en apoyo de sus compatriotas en huelga de hambre. A finales de julio, también hubo manifestaciones de protesta en Austria, Suiza y Francia en un apoyo total hacia los hulguistas y expresaron su absoluto repudio al Régimen turco.

800 días

Pero cuatro años más tarde, el 20 de octubre de 2.000, más de 1000 presxs políticxs comunistas turcos iniciaron otra huelga de hambre indefinida, como única manera de protestar contra el exterminio al que estaban siendo sometidos y contra las cárceles de Tipo F: aislamiento físico y sensorial absoluto, palizas, torturas, violaciones sexuales, eliminaciones planificadas (desde 1990 hasta el 2000 más de 220 presxs han sido asesinadxs por los carceleros). El 19 de diciembre de aquél año la policía fascista turca asalta 15 prisiones para finalizar la huelga de hambre. Asesina a 28 presxs y deja gravísimamente heridxs a otrxs 100. Como respuesta, la huelga de hambre se incrementa y se endurece. Los familiares se suman también al ayuno indefinido.

Desde que ha comenzado la huelga, han muerto un total de 94 presxs políticxs y 8 familiares. La policía y las bandas parapoliciales han asesinado además a una decena de solidarixs con esta lucha. El 28 de diciembre de 2002 se cumplieron 800 días del inicio de la huelga de hambre más larga de todos los tiempos, a la que se le ha sumado la tortura añadida de la alimentación forzosa, que no ha impedido que más de 100 presxs se hallen en estado vegetal.

Esto sucedió y aún continúa sucediendo en Turquía, candidata a la UE (donde sólo el 3% de su territorio es europeo). Un país donde existen más de 12.000 presxs políticxs, donde en el año 2001 fueron detenidas 56.000 personas por persecuciones políticas e ideológicas, siendo la mayoría de ellas brutalmente torturadas. País donde el Estado ha hecho desaparecer a 1100 personas y donde la pena capital se establece en forma de escuadrones de la muerte (los temidos y sanguinarios Lobos Grises), causantes de varios miles de asesinatos. Turquía, donde cien asociaciones y organizaciones están prohibidas o ilegalizadas (ha sido una absoluta mentira que con la victoria electoral de Erdogan se fuese a poner fin a esta situación).

Diecisiete años después, todo continúa igual. Turquía, que dedica 8.000 millones de euros y 300.000 soldados a exterminar al pueblo kurdo y donde EEUU se ha convertido en el gendarme del Mar Negro y de los "peligrosos" Irán, Irak, Siria, Armenia y Georgia. Donde sólo la entidad de su implicación en el tráfico de armas, de droga, su potentísima mafia y su "idílico" turismo le mantienen económicamente en pie. Todo eso y no otra cosa, es en realidad Turquía.

47 kilómetros lo separan al Activista Jorge Fernández de Bruselas.

"Walking Dead"

Si bien nos hemos referido hasta ahora, al orígen de la Huelga de la Muerte y sus por qué, no quicieramos dejar de mencionar a uno de los dirigentes más destacados del independentismo y promotor de la resistencia no violenta: Mahatma Gandhi.

El 20 de septiembre de 1932, Gandhi comenzó una huelga de hambre en protesta contra el separatismo que promovía la Ley Electoral inglesa en la India. El dirigente más destacado del Movimiento de independencia, y célebre promotor de la resistencia no violenta, quien ayunó durante 6 días y logró que los ingleses anularan las cláusulas que limitaban las libertades civiles de los ciudadanos indios no británicos. La acción sería una de las 17 huelgas de hambre que Gandhi emprendería durante su vida contra el régimen colonialista. Tras su victoria en 1932, el Mahatma pronunció una de las frases que lo convertirían en un ícono de la resistencia pacífica:

“Yo me considero un soldado: un soldado de la paz”.

El activista Jorgee Fernández junto a Europarlamentaria y Sanitaris por la República.

Hoy, el Activista y Pirata europeo Jorge Fernández ha llegado a esa línea roja de 45 días en huelga de hambre. Al final de esta jornada, la habrá traspuesto y activado la Huelga de la Muerte. Con el agravante de su caminata, ahora "mortal", y la intensidad del calor de una gran ola que arraza a toda Europa sus fuerzas van mermando. Cada día que pasa necesita más tiempo para su recuperación y proseguir su marcha hacia Bruselas.

Desde el 1° de julio, fecha en que comenzó su hoy Huelga de la Muerte, Jorge viene consumiendo solamente bebidas isotónicas, café azucarado, agua y sales para su rehidratación. Pero, en estos últimos días los dolores y mareos se hacen presentes, cada vez con más frecuencia, y su agudeza es mayor con cada jornada de marcha para poder cubrir los más de 450 kilómetros que lo separaban de Bruselas. Tan sólo le restan 47 kilómetros para plantar sus banderas, y parecen inalcanzables.

La Última Cena.

No es, ni su primera ni su última huelga de hambre. La lucha continúa. Quince huelgas de hambre preceden a la comenzada a principios de julio en Estrasburgo y a sólo una de llegar a la 17° realizadas por el Mahatma Gandhi.

Hay un hilo conductor que une a todas estas luchas (las de Turquía, las de Gandhi, Irlanda, Inglaterra y Gales), y que han devenido en huelgas de hambre y de la Muerte: la lucha inclaudicable por los Derechos Humanos y contra las violaciones a los Derechos Humanos. La lucha de los oprimidos contra el Goliat de los opresores.

En una atmósfera de opresión y torturas generalizadas, el proceso de transformación de las cárceles en campos de concentración; la clausura permanente de la cárcel de Eskisehir, especialmente diseñada para el confinamiento de presxs políticxs; el exigir la mejora de las condiciones carcelarias; la lucha contra el aislamiento físico y sensorial absoluto, palizas, torturas, violaciones sexuales, eliminaciones planificadas; la persecución ideológica y política; el intento de exterminar los derechos y libertades; la criminalización y estigmatización de las protestas sociales, se unen todas en una misma bandera reivindicativa por los derechos y libertades de los pueblos.

Jorge Fernández, en su segundo día de huelga de hambre, junto a compañeres catalanes de la organización Omplim Estrasburgo.

Estas son las banderas, que en su Huelga de la Muerte y su Walking Death, levanta el Activista Jorge Fernández para izarlas finalmente, en el Parlamento Europeo de Bruselas.

Jorge, en sus 15 huelgas de hambre que han precedido a esta, ha dejado enarbolado los pabellones de lucha por los Derechos Humanos. Frente al tratamiento que reciben los migrantes en el reino de España, se ha involucrado por el derecho al Padrón y a la atención sanitaria necesaria. Humanizando y visibilizando lo que el Estado intenta tapar y negar a los migrantes.

También su lucha, junto a compañeros Piratas y a organizaciones sociales, queda enmarcada en acciones contra la Violencia de Género, el Derecho de los Trabajadores y contra la Represión a las Libertades. A cada una de estas banderas, el Pirata y Activista, las ha transformado en una huelga de hambre -de distintas intensidades y duración que van desde los 3 días a 53 días; siendo una de 3 y otra de 7 días de inanición total, es decir sin comer ni beber, y el resto entre 11 y 53 días, esta última la más extensa y que ha sido por el derecho a la vivienda digna y contra los desahusios- para hacer visible las problemáticas que tiñen nuestas realidades cotidianas de exclusion social, permanentes.

Día 5° de huelga de hambre

Teniendo presente su huelga de hambre contra los desahusios, que duró 53 días y también traspuso la línea de 45 dias, sumada a ésta que realiza, debemos remarcar el hito histórico que esto supone. Con la doble acción se suma el hecho de ser también el único huelguistas que ha realizado 2 Huelgas de la Muerte.

En este "día umbral" de su Huelga de la Muerte, Jorge Fernández, quiere llevar tranquilidad a sus inumerables seguidores, compañeros y familiares. Tras una analítica, realizada en la mañana del 12 de agosto, los resultados de su salud -luego de 45 días de huelga de hambre y caminata sin precedentes-, son ampliamente satisfactorios. El Pirata, a pesar del desgaste que esto implica, está fuerte como un roble. Todas sus variables vitales están en optimas condiciones. Sus energías y corazón lo acompañan para poder emprender, desahogado, su tramo final en esta, su Walking Death.

Jorge Fernández, "un soldado: Un soldado de la Paz".

Foto Galería

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