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Cuba :: 30/07/2012

26 de Julio, y la lección del maestro

Maité Campillo
Fue el inicio colectivo de la toma de conciencia del pueblo cubano, que tras largos años de luchas clandestinas y de mucha represión, finalizó con la toma de la Habana

Miré en la distancia, por la ventana frente al mar, cuando los sentí ya a mi lado fundimos los cuerpos, y aunque por el momento los vientos son moderados, siguen expandiéndose como aves y salen a flote entre sueños; la vida radica en su heroico ejemplo y su nombre emblemático y rítmico, Movimiento 26 J., sin ellos si que nada sería igual. El guerrillero es sustancia y sentido, es sal y tierra, esperanza y despereza, convoca e invita a seguir viviendo de pie, es la gran asamblea, oleaje gigante de luz que se remolina entre nosotros ¿Quién dijo que todo está perdido?, y mi vecina Talía, de éste lado del mundo donde habito, me curte en conciencia y orienta sobre calle internacional, la gran calle por donde desfilan los esperanzados de la Libertad e independencia. Me citó en el muelle avanzada la tarde, y me soltó así a su fresca y personal manera: Que me voy con ellos, ¿vienes? ¿Con los mineros dices?, la marcha ya semanas que ha terminado Talía. . . Pero ya ni me escucha, está apretada de tiempo, ha quedado con una cuadrilla para cenar, y entusiasta da la vuelta para mirarme con esa irradiante sonrisa suya, y me dice elevando la voz para que la oiga: A Santiago de Cuba, a Sierra Maestra, con el Movimiento 26 de julio, a celebrar el 60 aniversario!, a Cuba, Maité!!!, donde abundan los peces más libres, la palma, flor de mariposa, colibrís y tocororos. . . Pero Talía, queda un año para ese evento!. . . guiña uno de sus ojos negros y ríe irradiada de lucha y alegría.

Una ola de luz ilumina las calles, y de un rabo de nube posan a forma de trazos expresivos vanguardistas el dibujo y la pintura. Un desfile radiante de barbudos a caballo con inmensas banderas viento en popa. Olvidar nunca!, cosa mala, fea y aburrida. Entre esa luz de alegría los caballos a galope rechinaban sus dientes de puro contentos al oír el grito: Viva Camilo Cienfuegos, Viva la Revolución!!!, fue cuando espíritu de fuego y agua abrieron sus compuertas para mostrar a través de los barbudos que se puede y debe luchar y rechazar el vivir de rodillas al imperio. . . y, muestra las pinceladas, los trazos sobre una alfombra de lenguas reivindicativas y calabazas llenas de agua desalada y fresquita, a medida hechas por ingenieros del verso y obreros; así es como pudo entrelazarse la unión de obreros y artistas, ya que como dijera el pintor antimonárquico, gaditano, Vazquez De Sola. . . “Lo importante del artista es la expresión, la comunicación con el pueblo, haciendo uso de todos los lenguajes: la denuncia, dibujo, literatura, canción, lucha. . .”

Desde aquél entonces, el del asalto al cuartel quiero decir, es que empezó una intermitente lluvia, humedad que pese quién pese aún fertiliza, formando una isla de belleza exuberante donde crecen árboles de historia. . . rabo de nube y Talía han tomado estos días al calor de la lucha gran conciencia, desarrollado la solidaridad, contagiando en la comunicación, la amistad, son testigos de que vivimos momentos críticos de la historia, muy críticos, y no quieren perderse la determinante puesta de sol que ha de alumbrar un amanecer decisivo, sólo en nosotros está lograrlo, entonces entusiasta es que llamo a mi vecina: Veeennn, no te lo pierdas, el sol Talía el sol, la luz, la alegría! Los vientos ocupan la arena Maité!, vuelo ya vuelo, dame la mano que llego. . . Un abanico abraza el planeta de puños cerrados, ábrelo y entra, declara, grita como las mujeres del carbón de la minería Asturleonesa: ÉSTA ES MI LUCHA!!!.

Desde el antimperialismo, antifascismo militante, es que busco la oportunidad, no todos los caminos conducen a la Liberación Martí se empeñó en ella aportándonos un idílico camino de luces capaces de hacernos ver que` no todos caminos conducen a “Roma”!. Los hay que llevan a uno directo al “patíbulo”, derechitos a la esclavitud en el sentido más metafórico y amplio de la palabra desnuda, y que las sombras de la ignorancia se pueden combatir con la inteligencia. Sí, Martí fue creado por la naturaleza para escribir, forjó en la escritura conciencia y lucha, avanzó en el antimperialismo internacionalista, hasta llegar a ser proclamado popularmente “apóstol” de la América revolucionaria antimperialista. Hasta fundar el Partido Revolucionario Cubano, 1891, Martí no descansa en su labor didáctica, pedagógica. Creó la revista: “La edad de oro”, en la que se dirige a los niños con ojos inquietos en respeto y admiración de forma amena, y descubridor de mundos de la inteligencia. Fue Martí testigo de una realidad chirriante, militante de una época, en la cual el entusiasmo por la idea de progreso en su sentido capitalista, opacaba la otra realidad: La de la injusticia social, el racismo, la pobreza, corrupción, el afán de lucro fuera como fuera, la violencia y las aspiraciones imperialistas de los poderosos de EEUU. . .

Esa fue, por supuesto, una de las grandes lecciones básicas determinantes del maestro: hermano, compañero, vecino, ser dispuesto y coraje que ha de seguir abriendo camino en la lucha contra esa entraña del monstruo cada vez más podrida, carnívora y feroz .

Con la edad de oro, Martí, dio una lección perdurable de cómo una revista puede hacer 'esencia de pensamiento' Lección periodística que legó al mundo en su estilo cercano y tierno; en la que no dejó fragmento vital de su época sin reflejar, ni asunto al margen de sus lúcidas meditaciones. Porque éstas reflexiones de éste fragmento, clase magistral -publicadas por “La América”, Nueva York, abril 1884- siga siendo incentivo, luz y reto entre nosotros. En dicha lección periodística, nuestro líder antimperialista, José Martí, nombra a Justus de Liebg, 1803-73, uno de los primeros que aplicó el análisis químico a los fenómenos de la vida orgánica: Liebg, ha hecho esencia de carne, dijo el maestro. . .

Así las revistas hacen esencia de pensamiento. Solicitada ahora de todas partes por espectáculos maravillosos la inteligencia; apremiados los lectores por la necesidad de aprender mucho, trabajar sin tregua, leer de prisa; obligados los escritores, por lo costoso de la vida, a dar en forma breve, que halla salida pronta, ideas que hubieran podido tomar forma más durable y artística en libro, las revistas salen a la luz, llenas de ella, con lo mejor de los mejores, con estudios macizos, en que la necesidad de dar a un público crítico alimento sólido en forma compacta y corta, la relación del precio del trabajo a su mérito, el espoleo de la competencia y el sensible decoro del talento, fuerzan al trabajador literario a condensar, en párrafos que parecen diamantes pulidos o impenetrables fortalezas, los frutos de esa ambiciosa observación científica con que hoy se miran, aun por los ojos inquietos de los poetas, los trances de la tierra y de los de las pasiones, los gusanos y el vapor de luz de las estrellas, las rocas y las almas.

Leer una buena revista es como leer decenas de buenos libros. Cada estudio es fruto de investigaciones cuidadosas, ordenados extractos y composición hábil de libros diversos. Adquiere la mente de los escritores de revistas, una disposición especial que llega a ser naturaleza, en virtud de la cual` cuando un objeto literario les preocupa, todo lo que leen va tomando su camino y dirección, los pensamientos se van alineando y apretando filas, los unos van -como sabiendo lo que debe venir- solicitando a los otros; el revistero, como capitán experimentado, ve los huecos y lados débiles de su falange; y como sabe a qué libros han de ir a buscarse los elementos que faltan, hacen como un pintor, que de este color y el otro toma, para dar al lienzo la nota alegre o triste que falta. Y de este modo sale a la luz en las revistas tal artículo de unas cuantas páginas que ha costado a su autor no menos estudio de datos, ingenio de composición y habilidad de coloreo, que un libro detallado, diluido y profundo; sólo que las revistas quieren, además de autores que sepan escribirlas, públicos que sepan leerlas.

NOTA Ante el 59 aniversario del` Movimiento 26 J. José Martí es leyenda, sabiduría y reflexión en nuestra estrategia de lucha; su vida breve y su extensa obra inspiró revoluciones antimperialistas, y poetas del talento de Rubén Darío.

Entre pueblos, herrialdes de la Península Ibérica, es una asignatura pendiente que deja en evidencia cierta ignorancia de las letras cubanas. Martí, en tan sólo 42 años de vida fue periodista, escritor, poeta, pedagogo, filósofo, político y combatiente; luchó por liberar Cuba del yugo de la España Imperial, en aquellos años en marcada decadencia.

Una vez más un Martí cuya gran lección es que, pese a vivir en Cuba solo nueve años, jamás vivió ajeno a ella entre destierros y muerte prematura, se le fue sueño y deseo más preciado. Poder vivir en el país que más quería, en su entrañable isla libre y soberana. Hoy como ayer en la cuna de su Cuba natal, sigue siendo el maestro, símbolo, ejemplo, clamor en cada una de sus casas, aulas, campos entre caña de azúcar, platanar, loma y llano. . .

Apenas era un muchacho cuando fue condenado, por motivos políticos a trabajos forzados, enviado a la isla de Pinos (hoy isla de La Juventud), y finalmente deportado a la España tiránica. A los dieciséis años empezó a colaborar con sus artículos en el “El Diablo Cojuelo”, periódico donde se empezó a fraguar su espíritu rebelde, creativo e inquieto.

Corría el 1869 y ya un año antes se había producido la Revolución de 1868, primer alzamiento cubano contra el imperio caduco español, que diera pie a una guerra que duró diez años; ninguna duda asoló su espíritu rebelde alimentado por el fuego de la fragua isleña.

1870, Martí, pese a su juventud prueba el sabor de la cárcel de la Habana, siempre por motivos políticos. Condenado a seis años a picar piedras en las canteras de San Lorenzo, dejando en su sensible cuerpo una profunda huella dolorosa que acaba en gangrenación, por lo que la pena se le conmuta por el destierro a la España invasora. Martí escribió uno de sus libros más significativos, sin haber cumplido aún los dieciocho años, todo un reto difícil de superación: “El presidio político en Cuba”. Mientras estudia en las universidades de Zaragoza y Madrid. Su segundo libro importante fue: “La República española ante la Revolución cubana”. Tarda sólo otros dos años en salir, 1873, cuando esa llamada “España”, toma un nuevo matiz tricolor más cercano al lenguaje de las flores, se proclama la I República.

Se graduó en Derecho y Filosofía y se traslada a París donde termina una obra de teatro: “Adúltera”. Al año siguiente cambia de país instalándose en Veracruz, México, desde donde comienza a colaborar con la Revista Universal. A los 23 años, estrena con éxito “Amor con amor se paga”. Un año más tarde entraría clandestino a Cuba. Con la amnistía de 1878, Martí -ya casado- comienza su práctica de discursos anticolonialistas. No cesa en su lucha, y la represión tampoco. 1879, de nuevo detenido, y enviado otra vez a la metrópoli. De Madrid vuela a Nueva York, 1880, donde continua su actividad política y literaria.

Su residencia, “en las entrañas del monstruo”, durará 14 años. En 1883 llegó a ser director de “La América” donde se criticaba el abuso de los poderes, y dónde cultivó el ensayo, el artículo periodístico, la crónica de revistas, el periodismo político, el teatro, la novela, el cuento, el texto escolar, la traducción, la arenga política, la carta. 1953, otra tiranía, otro imperio tenía esclavizado el pueblo cubano. . .

Un puñado de hombres y mujeres al mando del joven, Fidel Castro Ruz, asaltan el cuartel del Moncada. Fue el inicio colectivo de la toma de conciencia del pueblo cubano, que tras largos años de luchas clandestinas y de mucha represión, finalizó gloriosamente con la toma de la Habana por las columnas revolucionarias, y la huida de mafiosos dictadores imperialistas. 59 años del asalto al Moncada, (1853-2012), y 159 de su natalicio. . .

*José Martí, su enseñanza pedagógica sigue entre nosotros tanto como su pensamiento, la genialidad de sus obras y actos, prevalecen de forma inconmovible en el tiempo para los antimperialista del mundo.

Maité Campillo (actriz y directora de teatro Hatuey)

 

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