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Asedio a Radio Ñomdaa y contexto de guerra sucia
El asedio militar a la radio comunitaria indígena amuzga de Suljaa (Xochistlahuaca) en la costa guerrerense, de por sí grave, se dio en un contexto ominoso en Guerrero y en todo el sureste, en medio de graves denuncias de violencia de todo tipo en Guerrero, Michoacán, Estado de México, Oaxaca, Chiapas y Veracruz.
Estas y otras entidades federativas de la República Mexicana padecen una ola de violencias que se entretejen y que juntas forman un clima de terror contra la población en general y de acoso y persecución contra los defensores de derechos humanos, los comunicadores, las organizaciones populares.
Sin poder ser exhaustivos, porque los casos son muchos, podemos mencionar, solamente en Guerrero:
La presencia de medio centenar de soldados del ejército mexicano que llegaron a la comunidad amuzga de Suljaa preguntando a las personas en la calle por la ubicación de las instalaciones de la Radio Ñomndaa, La palabra del agua, la cual recién había reiniciado transmisiones después de estar unos días fuera del aire por motivos técnicos. Los militares ubicaban las entradas y salidas de la comunidad, realizaron un mapeo del lugar y a pesar de ir preparados para cocinar, acampar y quedarse en el lugar, se retiraron, quizá debido a la organización comunitaria en defensa de su radio y a la intensa difusión que realizaron organizaciones de derechos humanos como Tlachinollan y muchos medios como el Centro de Medios Libres DF y Regeneración Radio. (Un programa de radio puede escucharse en: http://regeneracionradio.org/live/?p=liberacion/Hostigamiento_Radio_Nomndaa )
La situación fue de alerta, porque la Radio Ñomndaa ha padecido anteriores intentos de clausura por parte de la Policía Federal Preventiva, permanente acoso de la cacique priista Aceadeth Rocha, con detenciones a personal de la radio como David Valtierra, agresiones físicas como la que sufriera Silverio Matías, agresiones a sus instalaciones y daño de su equipo y persecución jurídica.
Esta vez, por el momento, no fueron agredidas las instalaciones, pero tanto la radio como la comunidad están en alerta y han pedido a las organizaciones en México y el mundo seguir pendientes de su situación.
Apenas en las horas y los días anteriores, la violencia política en el estado de Guerrero se manifestó en el asesinato de Isabel Ayala, la viuda de maestro normalista, líder campesino y guerrillero de los años setenta Lucio Cabañas. La viuda, junto con la organización Nacidos en la Tempestad, participaba en la defensa de los derechos humanos, particularmente en la exigencia de resolver los casos de cientos de desapariciones forzadas cometidas durante el sexenio de Luis Echeverría, en medio de la militarización del estado de Guerrero, cuando atacaron comunidades indígenas para tratar de destruir las guerrillas de Lucio Cabañas y de Genaro Vázquez.
El asesinato de la defensora de derechos humanos Isabel Ayala es un hecho altamente simbólico: Significa la continuidad de la guerra sucia de esos años en la que se vive hoy en Guerrero y en todo el país. Un artículo de Laura Castellanos y de Jorge Lofredo, autores de excelente libro México Armado (Editorial Era) puede leerse en Excélsior: http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/53656.html
Además, ex integrantes de los grupos guerrilleros de esa época que sobrevivieron a la guerra sucia y la prisión política, quienes recientemente reiniciaron su periódico, Madera, en internet, tratando de sacar de los sótanos la información sobre su historia y la lucha por los derechos humanos, denunciaron en carta a La Jornada que el asesinato de la viuda de Lucio Cabañas fue después de un intenso espionaje a ellos, ataques a su página web y sus correos electrónicos, así como robo de información como entrevistas que realizaron para hacer un documental.
A inicios del mes, el 4 de julio, fue denunciada la detención del indígena defensor de los derechos humanos del pueblo Me´phaa e integrante de la Organización de Pueblo Indígena Me´phaa (OPIM) Rafael Rodríguez Dircio, quien tenía medidas cautelares a petición de las Corte Interamericana de Derechos Humanos. La detención fue realizada en un retén por la Policía Investigadora Ministerial. Tras una intensa denuncia de su detención fue liberado. Todo esto en Guerrero.
No obstante, la agresión y el acoso a defensores de los derechos humanos es pan cotidiano en otra entidades, como Chiapas, muchas veces con el silencio de medios afines a los gobiernos como el de Juan Sabines.
Solamente en el periodo que abarca de enero de 2005 a mayo de 2011, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en su “Informe especial sobre la situación de las y los defensores en México”, señala que recibió 523 quejas y los estados que más reportaron fueron: Jalisco, 97; DF, 46; Chiapas, 44; Oaxaca, 36 y Chihuahua, 28. En ese periodo fueron ejecutados 27 defensores de derechos humanos. (Cf. http://chacatorex.blogspot.com/2011/07/en-seis-anos-han-sido-ejecutados-27.html ).
La gravedad de la situación ha dado pie a una campaña de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en defensa de los defensores de derechos humanos. Ya que la situación es muy grave y se pierde, irónicamente entre los 41 mil muertos y cientos de desaparecidos de la propagandísticamente llamada “guerra al crimen organizado”. Guerra denunciada una y otra vez, a nivel mundial, como un fracaso, una cruzada perdida, y recientemente por el escritor y lingüista Noam Chomsky llamada un intento por limitar las libertades: “La guerra contra las drogas, como otras políticas, promovidas tanto por liberales c6omo por conservadores, es un intento por controlar la democratización de fuerzas sociales”. (La Jornada, 17 de junio).
De manera que la solidaridad con causas como la libertad de expresión de Radio Ñomndaa, condena de los asesinatos políticos como el de Isabel Ayala, y exigencia de que los defensores humanos sean respetados, así como los derechos humanos de todos los mexicanos, es hoy una tarea urgente.
