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Bolivia :: 04/04/2008

Bolivia: Los mineros en guerra contra los 100 clanes

Econoticiasbolivia.com
Convocan a la unidad y movilización popular para retomar las banderas revolucionarias y para enfrentar a la derecha que avanza a paso firme hacia el referéndum separatista

El trigésimo congreso nacional de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) convocó a unir, organizar y movilizar a los trabajadores y al pueblo para enfrentar la rebelión de la oligarquía y para profundizar la lucha por la agenda del 2003 – 2005 (nacionalización real de los hidrocarburos y las minas, fin del neoliberalismo y mejores condiciones de vida para todos los bolivianos).

La convocatoria de los mineros surge justo en los momentos en los que la derecha separatista gana masivamente las calles del oriente y sur del país para imponer un referéndum de facto que legitime el poder autónomo que la oligarquía ya ejerce en los hechos en Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y parcialmente en Chuquisaca y Cochabamba. Este miércoles una multitud dio su respaldo a los separatistas y ratificó el referéndum para el 4 de mayo.

"Este cuatro de mayo vamos hacerlos polvo, este cuatro de mayo empieza la verdadera revolución, esa revolución que esencialmente tendrá una doctrina social y les vamos a enseñar a hacer un socialismo democrático, humanístico", dijo en su intervención el prefecto cruceño, Rubén Costas, uno de los cabecillas de la sedición oligárquica que ha logrado el apoyo popular enarbolando la bandera de la autonomía y de mejores condiciones de vida para la población.

"El cuatro de mayo no se negocia, el cuatro de mayo es de todos ustedes, es la verdadera revolución en este país y será el verdadero cambio, el cambio del trabajo, de una canasta básica que alcance a todos (…) de que sus sueldos van a ser dignos, esa es la autonomía", agregó Branko Marinkovic, el presidente del Comité Cívico y uno de los más connotados líderes de los 100 clanes familiares que controlan la tierra, la agroindustria, el comercio exterior, los grandes medios de comunicación, parte de la banca y muchos servicios en los llanos y valles del país.

Los clanes familiares ya se han apoderado de las tierras más fértiles de Bolivia y han levantando gigantescos latifundios, sobre los que han edificado un creciente poder económico y político, manejando a su antojo las principales organizaciones empresariales, cívicas e incluso populares de las regiones orientales y del sur del país, desde donde conspiran para echar abajo al "indio presidente" e intentan armar su propio Estado, con su Parlamento y Policía propia y con el control absoluto sobre la tierras, los impuestos, la educación y los impuestos (ver "La oligarquía arma su propio Estado").

Y aunque es claro que la oligarquía no quiere negociar nada, por lo menos hasta después del cuatro de mayo, el presidente Evo Morales insiste en su intento por lograr un pacto con los sediciosos. En las últimas horas, Morales se reunió con la jerarquía de la Iglesia Católica para que, juntos, intenten persuadir a la oligarquía para que suspenda su referéndum.

En este marco el llamamiento emitido por el 30 Congreso Minero, celebrado los pasados días, se orienta a enfrentar esta conjura con la movilización popular. A continuación el documento de los mineros:


Resolución de urgencia del XXX Congreso de la FSTMB

El capitalismo hoy es más fuerte que en los siglos XIX y XX con la aplicación de las políticas neoliberales y expansionistas. Los países altamente desarrollados y las multinacionales unen fuerzas para seguir dominando la economía, los mercados y apropiarse de los recursos naturales y seguir explotando la mano de obra barata y controlar políticamente el mundo.

Los oligarcas bolivianos que hoy plantean las autonomías separatistas responden plenamente a estos intereses, sobretodo a la estrategia norteamericana de ocupar militarmente a Bolivia para restaurar el modelo neoliberal y apropiarse de nuestros recursos naturales.

La oligarquía criolla, como lo demuestra la historia nacional, no tiene patria, tan sólo ambiciones. En el pasado, por las transnacionales y la oligarquía hemos perdido nuestra salida al mar y grandes extensiones territoriales como en la Guerra del Chaco.

Hoy, por sus intereses mezquinos, en complicidad con la embajada norteamericana, pretenden dividir y desintegrar nuestra patria so pretexto de las "Autonomías Departamentales".

Esta oligarquía ni es cruceña o camba, como se autodenominan, ni es boliviana. Las aspiraciones regionales de los pueblos del oriente están siendo utilizados para proteger sus intereses multimillonarios, ya que 100 clanes familiares son dueños de los bancos, de las industrias, de las grandes minas, de la actividad comercial, de millones de hectáreas de tierras, de los medios de comunicación, del transporte, es decir, son dueños de todo el poder económico en sociedad con las transnacionales*.

Por defender estos intereses y privilegios de una minoría están dispuestos a matar y dividir Bolivia, así como pretenden dividir nuestras organizaciones. Por tanto, no se trata de una lucha entre occidente y oriente, sino es una lucha entre pobres y ricos. Por sus ambiciones nos enfrentan entre bolivianos, entre hijos del mismo pueblo.

El proceso inflacionario es parte de esta conspiración derechista, que con el alza artificiosa y el agio afecta la economía popular, que origina descontento y protesta, que busca ser capitalizada por los enemigos del pueblo.

Los trabajadores debemos aprender de la historia: Después del colgamiento de Villarroel vino el sexenio de masacres mineras; después de la caída de Juan José Torres sufrimos 7 años de dictadura fascista de Banzer; después del gobierno de Hernán Siles soportamos 20 años de neoliberalismo depredador. La defensa de la economía popular plantea con urgencia el control social de la producción y distribución de los alimentos y artículos de primera necesidad.

Los trabajadores mineros de Bolivia, fieles a su tradición histórica, de lucha inclaudicable convocan a todas las organizaciones sindicales, sociales, vecinales, populares, de las ciudades y del campo, a hombres y mujeres, a kollas, cambas, chapacos a unir, organizar y movilizar al pueblo boliviano en defensa de la unidad e integridad nacionales, desarrollando diversas modalidades de movilización y lucha para derrotar la conspiración derechista y fascista y rescatar el proceso de cambio para profundizarlo en dirección de los intereses del pueblo.

Es dado en la localidad de Chuquiña a los 28 días del mes marzo del año 2008.


* Ver informe completo en "La rebelión de los 100 clanes"

 

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