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Brasil :: 31/10/2011

Brasil: La esclavitud sin fin

Geralda Doca
Estudio revela un perfil de quienes son los trabajadores esclavos y quienes los patrones esclavistas. La mayoría de los 20 mil esclavos son personas negras y jóvenes

El principal programa de transferencia de ingreso del gobierno, el Bolsa Familia, y la fiscalización no han sido suficientes para extirpar el trabajo esclavo en Brasil. Un estudio divulgado ayer por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) trazó, por primera vez, el perfil de las víctimas del trabajo esclavo en el país. Elaborado a partir del testimonio de 121 trabajadores rescatados entre 2006-2007, el estudio mostró la baja escolaridad de los rescatados y la falta de acciones para crear oportunidades en las regiones que más ofrecen este tipo de mano de obra.

En el 67% de las familias de trabajadores liberados, existían niños y adolecentes, siendo que el 28% (casi un tercio) de ellas eran beneficiarias de Bolsa Familia. El estudio reveló también que casi el 60% de los trabajadores rescatados en el país ya fueron esclavizados antes y que la fiscalización del gobierno consiguió liberar apenas al 12% del universo de trabajadores en estas condiciones de acuerdo a datos del Ministerio de Trabajo.

La investigación apuntó la relación fuerte entre trabajo esclavo y trabajo infantil en el país: 92% del total de entrevistados comenzaron a trabajar antes de los 16 años. En promedio, a los 11,4 años, aunque cerca del 40% ya trabajaba antes.

Según Luiz Antonio Machado, coordinador del proyecto de la OIT de combate al trabajo esclavo en Brasil, Bolsa Familia ayuda a reducir la vulnerabilidad de los trabajadores porque mejora la alimentación de las familias. Pero, por sí sólo, no evita que los jefes de familias se sometan a condiciones degradantes de trabajo, con cercenamiento de libertad, lo que caracteriza el trabajo esclavo.

El Bolsa Familia es insuficiente y la fiscalización no consigue cubrir todo el país o incluso los estados con mayor concentración (de la irregularidad), afirmó Machado.

Agropecuaria concentra el trabajo esclavo

Machado destacó que el alto índice de recurrencia -59,7% de los rescatados ya habían estado en la situación de esclavitud anteriormente- se debe a la falta de alternativas, restando a los trabajadores sin calificación en las áreas rurales apenas las actividades que exigen sólo la fuerza física. Según él, también es preciso invertir en campañas de concientización frecuentes para estimular a los propios trabajadores para hagan la denuncia. En la mayoría de las veces, ellos son liberados al final de hacer el trabajo sin recibir pago por el servicio.

El ingreso medio declarado de esos trabajadores fue de un tercio del salario mínimo, siendo que un 40% informaron ser el único responsable por el ingreso de las familias que tienen, en promedio, 2,4 hijos.

Machado defiende la necesidad de acciones complementarias para tornar más efectivas las políticas públicas. Entre ellas, estimular la creación de empleos en los lugares de residencia de los trabajadores y ofrecer cursos de capacitación profesional.

De acuerdo con la investigación, 85% de los trabajadores entrevistados, además de tener una bajísima escolaridad (analfabetos y con menos cuatro años de estudio), nunca hicieron curso de calificación. En tanto, 81% declaran que gustarían hacer algún curso, principalmente los más jóvenes (95,2% de los que tienen menos de 30 años). La preferencia recae en las áreas de automóviles, operación de máquinas, construcción civil y computación.

Maranhão, Paraíba y Piauí son los exportadores de mano de obra esclava hacia otros estados. Ellos están entre los principales orígenes de los trabajadores rescatados en Goías (88%) y Pará (47%. En Mato Grosso y en Bahía, 95% de ellos eran de la propia región

Según la OIT, la agropecuaria continúa siendo el sector de mayor concentración de trabajo esclavo, sobre todo en las haciendas de caña de azúcar y producción de alcohol, como es el caso de Pará; plantaciones de arroz (Mato Grosso); culturas de café, algodón y soja (Bahía); y levadura de tomate y caña (Tocantins y Maranhão).

Para el estudio, el reclutamiento se da, en la mayoría de los casos, por la red de relaciones personales; los "gatos" (reclutadores) y escritorios que funcionan como agencias de empleo aparecen en segundo lugar. En tercer lugar están los hoteles, pensiones y locales públicos, como las terminales de ómnibus, estaciones de trenes y calles de las ciudades.

El concepto de trabajo esclavo apuntado por la OIT considera, además de las condiciones precarias (falta de alojamiento, agua potable y baños, por ejemplo), atropello a la libertad por la presencia de hombres armados, dificultad de acceso a las haciendas y deudas contraídas de manera forzada por los trabajadores para pagar alimentación y gastos con herramientas usadas en el servicio.

El Ministerio de Trabajo informó que la cartera no comentaría la investigación porque el responsable del área de fiscalización no podía ser ubicado ayer.

Perfil de los hacendados esclavistas

El estudio de la OIT, sobre el perfil de las víctimas del trabajo esclavo definió también quienes son los hacendados acusados de explotar ese tipo de mano de obra. En base a la Lista Sucia del Ministerio de Trabajo y en los testimonios de 12 de los 66 contactados, que aceptaron participar del estudio, la OIT concluyó que la mayoría nació en el Sudeste, tiene buena formación (enseñanza superior completa) y es afiliada a partidos políticos.

Con una edad media de 47,1 años y de color blanco, la mayoría nació en ciudades de Rio de Janeiro, Minas Gerais, São Paulo y Espírito Santo y optó por residir próximo a las haciendas, en las regiones del Nordeste, Norte yCentro-Oeste.

Formados en Administración de Empresas, Ingeniería Agrónoma y Medicina Veterinaria, declaran como ocupación ser productores agropecuarios, hacendados, administradores, comerciantes y veterinarios. Algunos de los entrevistados dijeron ser afiliados del PMDB, el PSDB y el PR. La mayoría afirma no creer en la existencia de trabajo esclavo en Brasil.

Quien está en la Lista Sucia del gobierno queda impedido de tomar créditos en instituciones públicas federales, iniciativa destacada en el estudio de la OIT.

Los "gatos" también tienen baja escolaridad como los reclutados y la edad media es de 45,8 años. La mayor parte nació en el Nordeste y vive en las regiones del Norte y Centro-Oeste.

* Además de las entrevistas con los involucrados, la OIT utilizó los datos del Ministerio de Trabajo, entre 2002 y 2007, cuando fueron rescatados 9.762 trabajadores (Geralda Doca)


20 mil esclavos en el país. La mayoría de las personas son negras y jóvenes

Júnia Gama

La OIT divulgó ayer un perfil del trabajo esclavo en Brasil, indicando que 81% de las personas que viven en condiciones análogas a la esclavitud son negras, jóvenes y con baja escolaridad. El estudio fue hecho a partir de entrevistas con personas liberadas, reclutadores y patrones en haciendas Pará, Mato Grosso, Bahía y Goiás entre 2006 y 2007.

Además de la predominancia negra, el documento revela que cerca del 93% de esas personas iniciaron la vida profesional antes de los 16 años, lo que configura trabajo infantil, y que casi 75% de ellas son analfabetas. El estudio identificó que la mayoría de los empleadores y reclutadores, los llamados "gatos", es blanca.

Para el coordinador del área de combate al trabajo esclavo de la OIT, Luiz Machado, el dato refleja la condición de vulnerabilidad de la población más pobre al trabajo esclavo, compuesta mayoritariamente por negros. "Eso es un resquicio de la explotación colonial", afirmó. El hecho de no haber frecuentado la escuela en la infancia también es destacado por el coordinador como un inductor del problema. "El trabajo infantil quita las posibilidades futuras y facilita el camino al trabajo esclavo. Personas sin escolaridad no tienen posibilidades".

El Ministerio de Trabajo estima que cerca de 20 mil personas están sometidas al trabajo forzado o degradante en Brasil hoy. Desde 1995, más de 40 mil trabajadores fueron liberados en el país, que asumió un compromiso internacional para erradicar esa práctica antes del 2015. La coordinadora nacional de Combate al Trabajo Esclavo del Ministerio de Trabajo, Débora Tito, relata que las políticas sobre el tema se han concentrado en lo que ella llama "pedagogía del bolsillo"

La idea es enfrentar el problema por medios de multas altas e inclusión de nombres de los empleadores en catastros negativos para que dejen de conseguir financiamientos de los bancos. "Tenemos que tornar esa práctica económicamente inviable, para que los hacendados paren de economizar a costa de la dignidad del trabajador", dice la procuradora. Según ella, la pena a para sancionar al empleador de trabajo esclavo es dos años a ocho años de prisión, pero existen pocas condenas en el país.

Correspondencia de Prensa: germain5@chasque.net

 

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