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Asia :: 27/08/2021

Cómo están manejando Rusia y China las relaciones con los talibanes

Pepe Escobar
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, lo vio venir hace semanas. Beijing ya sabía que el “momento de Saigón” era inevitable

La primera conferencia de prensa de los talibanes, después del terremoto geopolítico “del momento Saigón” de este fin de semana, realizada por el portavoz Zabihullah Mujahid, fue en sí misma un cambio del “juego”.

En contraste con la confusa la política de los talibanes después del 11 de septiembre y antes del inicio del bombardeo estadounidense, demuestra que se “el talibán” ahora es un animal político completamente nuevo.

Sin embargo, algunas cosas nunca cambian. Las traducciones al inglés siguen siendo atroces. Aquí hay un buen resumen de las declaraciones de los talibanes. Estos son los puntos clave.

– No hay problema para que las mujeres obtengan educación hasta la universidad y continúen trabajando. Solo necesitan usar el hijab (como en Qatar o Irán). No es necesario llevar burka. Los talibanes se comprometen a que «todos los derechos de las mujeres estarán garantizados dentro de los límites de la ley islámica».

– El Emirato Islámico “no amenaza a nadie” y no tratará a nadie como enemigo. La venganza, un elemento esencial del código pashtunwali, será abandonada, y esto no tiene precedentes. Habrá una amnistía general, incluidas las personas que trabajaron para el antiguo sistema alineado con la OTAN. Los traductores, por ejemplo, no serán acosados y no necesitan salir del país.

– La seguridad de las embajadas extranjeras y las organizaciones internacionales «es una prioridad». Las fuerzas de seguridad de los talibanes protegerán tanto a los que abandonan Afganistán como a los que se quedan.

– Se formará un gobierno islámico fuertemente inclusivo. “Inclusivo” es el termino que asegura la participación de mujeres y de chiítas.

– Los medios extranjeros seguirán trabajando sin ser molestados. El gobierno talibán permitirá la crítica y el debate públicos. Pero «la libertad de expresión en Afganistán debe estar en consonancia con los valores islámicos».

– El Emirato Islámico de los talibanes quiere el reconocimiento de la «comunidad internacional», leguaje en código dirigido la OTAN. La inmensa mayoría de Eurasia y el Sur Global los reconocerá de todos modos. Es esencial señalar, por ejemplo, que habrá una integración más estrecha de la OCS y la Asean (Irán está a punto de convertirse en miembro de pleno derecho, Afganistán, por el momento es observador). La mayoría absoluta de Asia no evitará a los talibanes.

– Para que conste, aunque destacaron «las muy buenas relaciones con Pakistán, Rusia y China» los talibanes no tienen aliados formales y no forman parte de ningún bloque político-militar. Y definitivamente los talibanes «no permitirán que Afganistán se convierta en un refugio seguro para los terroristas internacionales». Ese un código dirigido directamente al ISIS / Daesh.

– Sobre el tema clave del opio / heroína: los talibanes prohibirán su producción. Entonces, para todos los propósitos prácticos, la línea de ratas de heroína construida por la CIA está muerta.

Por muy llamativas que puedan ser estas declaraciones, los talibanes no entraron en detalles sobre los acuerdos de desarrollo económico / infraestructura, ya que necesitarán muchas industrias nuevas, nuevos empleos y mejores relaciones comerciales en toda Eurasia. Eso se anunciará más tarde.

El ruso que se las trae

Los observadores estadounidenses están comentando, medio en broma medio en serio, que los talibanes en una sola sesión respondieron más preguntas reales que los medios estadounidenses desde enero.

Lo que revela esta primera conferencia de prensa es los talibanes han aprendido rápidamente las lecciones básicas de las relaciones públicas, resaltando la armonía étnica para su país, el papel de la mujer, el papel de la diplomacia y desactivando hábilmente toda la histeria que asola la OTAN.

El siguiente paso en las guerras de relaciones públicas será cortar la conexión letal de pruebas entre los talibanes y el 11 de septiembre; después, la etiqueta de “organización terrorista” desaparecerá y los talibanes como movimiento político quedarán plenamente legitimados.

Moscú y Beijing están gestionando meticulosamente la reinserción de los talibanes en la geopolítica regional y global. Esto significa que, en última instancia, la OCS está gestionando por etapas todo el proceso, aplicando un consenso alcanzado después de una serie de reuniones ministeriales, lo que llevará a una cumbre el próximo mes en Dushanbe.

El actor clave con el que están hablando los talibanes es Zamir Kabulov, un enviado presidencial especial de Rusia para Afganistán. Objetando de la narrativa de la “OTANstán”, el diplomatico confirmó: “no vemos una amenaza directa para nuestros aliados en Asia Central. No hay hechos que demuestren lo contrario".

The Beltway (sede en Washington de los servicios de inteligencia estadounidenses) se ha sorprendido al saber lo que Kabulov ha revelado: “llevamos mucho tiempo en conversaciones con los talibanes sobre las perspectivas de desarrollo después de su toma del poder y han confirmado repetidamente que no tienen ambición extraterritorial, aprendieron las lecciones de 2000". Estos contactos se establecieron «durante los últimos 7 años».

Según Kabulov: “si comparamos la capacidad de negociación de los diplomáticos occidentales, los talibanes me han parecido durante mucho tiempo más capaces que el gobierno títere que había en Kabul. Partimos de la premisa de que los acuerdos deben implementarse. Hasta ahora, con respecto a la seguridad de la embajada y la seguridad de nuestros aliados en Asia Central, los talibanes han respetado todos los acuerdos”.

Fiel a su adhesión al derecho internacional – y no al «orden internacional basado en reglas»-, Moscú siempre vuelve a subrayar la responsabilidad del Consejo de Seguridad de la ONU: «Debemos asegurarnos de que el nuevo gobierno esté listo para comportarse de una manera civilizada. Este es cuando nuestro punto de vista se vuelve común para todos, entonces, cuando los hechos lo demuestren comenzará el procedimiento de remover la calificación de los talibanes como una organización terrorista”.

Mientras EEUU / UE / OTAN huyen de Kabul en espasmos de pánico autoinfligido, Moscú practica, la diplomacia. Zabulov, nos cuenta: «El hecho de que hayamos preparado de antemano el terreno para una conversación con el nuevo gobierno en Afganistán es una ventaja propia de la política exterior rusa».

Dimitri Zhirnov, embajador de Rusia en Afganistán, está trabajando horas extras con los talibanes. Ayer se reunió con un alto funcionario de la seguridad talibán. El encuentro fue “positivo, constructivo… El movimiento talibán es ahora más amistoso y comedido… Su encargado de seguridad llegó solo en un vehículo, sin guardias".

Tanto Moscú como Beijing saben que Occidente ya esté desplegando tácticas de Guerra Híbrida para desacreditar y desestabilizar a un gobierno que ni siquiera se ha formado y no ha comenzado a funcionar. No es de extrañar que los medios chinos describan a Washington como un “malicioso estratégico».

Lo que importa es que Rusia-China están muy por delante de los acontecimientos, cultivando vías paralelas de diálogo diplomático con los talibanes. Siempre es crucial recordar que Rusia alberga a 20 millones de musulmanes y China al menos a 35 millones. Estos serán convocados para apoyar el inmenso proyecto de reconstrucción afgana y su reintegración a Eurasia.

Los chinos lo vieron venir

El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, lo vio venir hace semanas. Esto explica la reunión en Tianjin a finales de julio, cuando recibió a una delegación talibán de alto nivel, encabezada por Mullah Baradar, confiriéndole de facto legitimidad política. Beijing ya sabía que el “momento de Saigón” era inevitable. Por lo tanto, este explica la declaración China que espera «desempeñar un papel en el proceso de reconciliación pacífica y reconstrucción en Afganistán».

Esto significa en la práctica que China será un importante socio de Afganistán en las inversiones en infraestructura, incorporando al país en un Corredor Económico China-Pakistán ampliado (CPEC) destinado a diversificar los canales de conectividad con Asia Central. El corredor de la Nueva Ruta de la Seda desde Xinjiang hasta el puerto de Gwadar en el Mar Arábigo se ramificará: la primera ilustración gráfica es la construcción china de la estratégica autopista Peshawar-Kabul.

Los chinos también están construyendo una carretera que atraviesa el espectacular y desértico corredor de Wakhan desde el oeste de Xinjiang hasta la provincia de Badakhshan, que, dicho sea de paso, ahora está bajo el control total de los talibanes.

La compensación es bastante simple: los talibanes no deberían permitir refugio para el Movimiento Islámico de Turkestán Oriental (ETIM) y no deberían interferir en Xinjiang.

El combo comercio / seguridad parece un “ganar-ganar” certificado. Y ni siquiera estamos hablando de acuerdos que en un futuro permitan a China colaborar con la explotación de la inmensa riqueza mineral de Afganistán.

Una vez más, el panorama general se lee como la doble hélice Rusia-China – conectada con todos los «stans» de Asia Central, así como con Pakistán- dibujando una hoja de ruta integral para Afganistán. En sus múltiples contactos tanto con rusos como con chinos, los talibanes parecen haber entendido cómo sacar provecho de su papel en el “Nuevo Gran Juego”.

El nuevo eje extendido del mal

Las tácticas de Imperiales de la Guerra Híbrida para contrarrestar este escenario son inevitables. En primer síntoma es la reacción de los medios occidentales y la proclamación de “resistencia” de la Alianza del Norte, en teoría dirigida por Ahmad Masoud (hijo del legendario León del Panjshir asesinado por al-Qaeda dos días antes del 11 de septiembre).

Conocí a Ahmad Masoud y la información sobre su hijo no es precisamente halagadora. Sin embargo, ya es el favorito de los europeos, acaba de aparecer, en una glamorosa pose para AFP, concediendo una entrevista el estafador profesional (¿filosofo?) Bernard-Henri Levy. Paralelamente se lanzo una suerte de manifiesto publicado en varios periódicos europeos, con todos los eslóganes acostumbrados: “tiranía”, “esclavitud”, “venganza”, “nación martirizada”, “gritos desde Kabul”, “nación encadenada”, etc.

Todo el montaje huele a táctica comunicacional utilizada contra Irán. El hijo de Masou y su mini-milicia está completamente rodeada en las montañas de Panjshir y no ofrecen ninguna alternativa para casi dos tercios de la población afgana, cuya principal preocupación es encontrar trabajos en una economía que tiene un futuro que ganar.

Ahora, después de 20 años de ocupación, los analistas de la OTAN insisten que Afganistán nunca ha sido estratégico y que incluso perdió su importancia táctica. Es un espectáculo lamentable que ilustra cómo Europa está irremediablemente subordinado a EEUU y empapada en un neocolonialismo característico de los “White Men”.

Se espera que China sea una de las primeras potencias en reconocer formalmente el Emirato Islámico de Afganistán, junto con Turquía y, más tarde, será Rusia. Y seguro Occidente levantará “la llegada de un Nuevo Eje del Mal”: Pakistán-Talibán-China. El eje se extenderá inevitablemente a Rusia-Irán. ¿Y qué? Pregúntele al Mullah Baradar: no podría importarle menos.

Observatorio de la Crisis

 

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