Porto Alegre: Emotiva conferencia de Eduardo Galeano

"Yo no sé si los gritos son de aprobación o de rechazo", dijo el escritor uruguayo Eduardo Galeano y desistió con su segundo intento por comenzar a su exposición. Los gritos venían de los asistentes al panel que lo tuvo como único orador y que no habían podido ingresar al teatro. Por una hora, se buscaron distintas variantes para comenzar la charla. Variantes que fueron rechazadas por el público, que no aceptó seguirlo por TV desde la puerta ni tampoco que la charla se repitiera al día siguiente. El único momento violento del Foro Social Mundial se resolvió cuando a instancias de Galeano ingresaron todos los concurrentes que se diseminaron por escaleras, escenario e incluso detrás del disertante.

"En el siglo doce –comenzó al fin Galeano–, el geógrafo oficial del Reino de Sicilia, Al-Idrisi, trazó el mapa del mundo, el mundo que Europa conocía, con el sur arriba y el norte abajo. Eso era habitual en la cartografía de aquellos tiempos. Y así, con el sur arriba, dibujó el mapa sudamericano, ocho siglos después, el pintor uruguayo Joaquín Torres García. `Nuestro norte es el sur –dijo–. Para irse al norte, nuestros buques bajan, no suben.` Si el mundo está, como ahora está, patas para arriba, ¿no habría que darlo vuelta para que pueda pararse sobre sus pies?"

El texto, que forma parte de su libro El mundo patas para arriba, del que también se extrajo el parlamento que fue recitado durante la ceremonia inaugural del Foro, fue recibido con la ovación del auditorio. Aunque su disertación fue en castellano, en dos ocasiones un lapsus lo llevó a responder en portugués, lengua en la que le había sido formulada la pregunta del público. En ambas ocasiones se disculpó y pidió disculpas a los presentes, "es un resabio del colonialismo portugués en mi país, Uruguay", dijo para explicar el equívoco.

Su final fue tan ovacionado como el comienzo. Es que la convocatoria a seguir luchando contra las injusticias sociales fue contundente. "Era un mago del arpa", declamó Galeano. "En los llanos de Colombia, no había fiesta sin él. Para que la fiesta fuera fiesta. Mesé Figueredo tenía que estar allí, con sus dedos bailanteros que alegraban los aires y alborotaban las piernas. Una noche, en algún sendero perdido, lo asaltaron los ladrones. Iba Mesé Figueredo camino de una boda, a lomo de mula, en una mula él, en la otra el arpa, cuando unos ladrones se le echaron encima y lo molieron a golpes. Al día siguiente, alguien lo encontró. Estaba tirado en el camino, un trapo sucio de barro y sangre, más muerto que vivo. Y entonces aquella piltrafa dijo con un resto de voz: Se llevaron las mulas. Y dijo: Se llevaron el arpa. Y tomó aliento y se rió: Pero no se llevaron la música." Fue un momento emotivo, otro de los tantos que se suceden en el Foro, pero el primero en que el público rompió las reglas de la organización, se hizo escuchar y logró su objetivo, escuchar al reconocido escritor.

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"Que no decaiga": la frase que suelen repetir los músicos en los recitales no tendría ningún sentido en este Foro, porque todos los días aumentan las sorpresas, el entusiasmo de los participantes y la masividad de los talleres y conferencias. ¿Cómo democratizar el poder mundial? ¿Cómo asegurar el derecho a la información y la democratización de los medios? Esas fueron las principales conferencias de la mañana de ayer.

Puntualmente a las 8.30 comenzaron los debates. Las salas se colmaron rápidamente, a pesar de que los delegados lucían en su rostro el cansancio de peregrinar entre los hoteles y la Universidad Católica, sumados a los efectos de la tumultuosa fiesta organizada anteanoche por el PT para dar la bienvenida a los delegados al primer Foro Social Mundial.

No todo es McDonald's, ni Disneylandia en EE.UU.: fue la conclusión inevitable a la que llegaron quienes escucharon a la estadounidense Kirsten Maller, directora general de Global Exchange.

Maller informó sobre las distintas resistencias que su organización viene realizando contra la mundialización, entre ellas, la protesta de Seattle.

Histriónico, irreverente con la formalidad y con un tris actoral, Manoel Monerero, representante de la agrupación española Izquierda Unida, finalizó su discurso poniéndose de pie y enarbolando su puño en alto. Antes había afirmado que el Tercer Mundo nunca será como el Primer Mundo e incluso dijo que en la actualidad el 20 por ciento de la humanidad detenta el 80 por ciento de los ingresos. Una cifra más brutal por su evolución histórica: según los datos presentados por Monerero, en 1800 la relación entre los ricos y los pobres era 1/16, en la actualidad esa proporción es de 1/60, dijo.

"Yo no hago críticas en público a Cuba mientras sea atacada por los Estados Unidos", fue una de las respuestas que entregó Monerero cuando el público le resaltó aspectos críticos del proceso cubano. "En verdad es un milagro que Cuba haya sobrevivido", fue su tajante apreciación sobre la Revolución Cubana, niña mimada por la mayoría de los asistentes.

Para Atilio Borón, director argentino del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, "hubo un proceso histórico en el que el triunfo del capital financiero produjo una reformulación del poder internacional. Pese al debilitamiento de los estados nacionales, la lucha contra la globalización se realiza prioritariamente en las distintas naciones".

Polémica, audaz, fue la definición sobre la democracia que entregó el peruano Aníbal Quijano. "En el mejor de los casos, hay igualdad jurídica y políticas para las desigualdades. Políticas que son un marco para establecer los límites de la explotación y la dominación." Luego de esta definición afirmó que "una sociedad distinta va más allá de la democracia jurídica".

Los medios de comunicación son uno de los grandes temas de este Foro. Son criticados cuando ocultan información de este encuentro y valorados como herramienta que puede ser decisiva en la democratización de la sociedad. Fueron puestos en cuestión ayer por una mesa de especialistas. El panel estuvo integrado por el crítico de medios estadounidense Norman Solomon, la profesora brasileña Regina Festa, la india Aruna Roy y el representante norteamericano de la fundación Free Software.

"En mis país hubo una tragedia ayer, les pido que hagamos un minuto de silencio", solicitó al final de su alocución la disertante de India. A la hora de recibir las preguntas del público, casi todas le pedían una reflexión sobre la tradicional espiritualidad que hay en su país. "Cuando hay hambre, no hay electricidad o las casas no tienen techo, la espiritualidad no quiere decir nada. La religión está siendo utilizada como elemento de opresión", fue la contundente respuesta.

La panelista india se hizo una pregunta sobre las modificaciones culturales en su país. "Hay algo que no entiendo: en la India hay cuatro ex reinas de belleza, cuatro Miss Mundo. ¿Qué nos pasó de repente, nos volvimos espléndidos? Hay toda una industria vinculada a los cosméticos que esta detrás de este hecho. Hay que oponerse a esta manipulación."

Dentro de las actividades del Foro Social comenzó el Foro Mundial de Parlamentarios.

Participan los argentinos Alicia Castro (Alianza), Gustavo Cardesa (PI) y Mario Cafiero (PJ). Una de las conferencias más encendidas fue la de Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano.

"Cuando nuestro país luchaba por su independencia de España, fue invadido por los EE.UU.

Claro que había una fuerte deuda de Cuba para con la metrópoli española. España reclamó esa deuda a los norteamericanos. En aquella ocasión los Estados Unidos llegaron a la conclusión de que existen deudas inmorales y la dio por cancelada. Va llegando el momento en que pensemos si la deuda de los países del Tercer Mundo no es una deuda inmoral", concluyó.