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Mundo :: 27/02/2011

El Salvador: Los regalitos de Calvo en San Valentín

Gerardo Iglesias
Las transnacionales (como la española Calvo) desembarcan en nuestras playas. Son los nuevos dioses. Un empleo en esas empresas hay que considerarlo un regalo divino

Algo para agradecer por siempre y de rodillas, aunque seas tratado como el diablo.

En San Valentín, día de los enamorados, Calvo daba tradicionalmente un bono de 150 dólares. Lo hizo desde 2005 a cada trabajadora que hubiera cumplido un año de trabajo y que no tuviera más de diez faltas injustificadas. Cada San Valentín, según consta en los recibos, la transnacional atunera desembolsaba el “Bono por el día del empleado de Calvo”.

Para las trabajadoras este ingreso es de suma importancia [con sueldos que apenas llegan a los doscientos dólares mensuales], ya que el período escolar empieza a finales de enero, y con el bono solían amortiguar los gastos escolares de sus hijos. Pero en 2010 Calvo dio una contraorden, sin previo aviso: como Dios hace las cosas, ¡qué joder!

A solo días de haber anunciado un incremento en sus ganancias globales, el 15 de febrero la empresa comunicó a los trabajadores salvadoreños que debido a “los resultados del año anterior y la proyección de éste, que manifiestan problemas económicos motivados por la crisis internacional, la empresa estaría en la disposición de otorgar una bonificación de carácter extraordinario consistente en una dotación de productos básicos a los trabajadores…”

Dios Calvo hace las cosas a lo bestia, ¿y qué?

La famosa dotación no superaba los 25 dólares, junto a otros 25 que daría en efectivo. En otras palabras: 100 dólares menos.

“¿Dios, por qué me castigas?”, se preguntaron las trabajadoras. Fue tanto el disgusto que pararon labores ese día y se inició un procedimiento que culminó con la intervención del Ministerio de Trabajo, quien dictaminó la infracción a lo que se denomina “costumbre de empresa”.

También estableció que para subsanar dicha infracción debía pagar los 100 dólares restantes, lo que Calvo de mala gana y chillando como marrano atado tuvo que hacer unas semanas después.

El 13 de enero de este año, la empresa volvió a la carga. Anunció que daría un bono de 75,14 dólares, y dejó en claro que los 150 dólares eran historia. En términos prácticos, las mujeres tendrían solo la mitad del anterior bono en sus bolsillos.

Como las mujeres salvadoreñas son muy ingratas, especialmente las de la ciudad de La Unión, la lucha no se acaba aquí y los justos reclamos continúan. Aunque Dios Calvo se sienta compungido y pueda pensar que es mejor dejar esas playas en manos del mero demonio.

Rel-UITA / La Haine

 

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