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Venezuela, Argentina, Venezuela :: 12/06/2018

El sistema electivo venezolano no deja lugar a ningún tipo de fraude

Mario Hernández
Entrevista con Carlos Aznarez, director de Resumen Latinoamericano

Estuviste presente el pasado 20 de mayo en Venezuela, fuiste testigo directo de las elecciones y me gustaría que compartieras tu análisis y tus impresiones con nuestros oyentes.

Antes que nada quiero decir que fue un proceso electoral realmente transparente, lo digo porque los medios hegemónicos se pusieron de acuerdo con el discurso que les impuso Trump, la OEA y países con gobiernos de derecha, de que lo ocurrido en Venezuela era fraude.

Todos los que estuvimos allí, amigos o no amigos de Venezuela, pudimos comprobar que el sistema electivo venezolano, y ya lo sabíamos porque habíamos estado allí en otras oportunidades, no deja lugar a ningún tipo de fraude, está muy bien organizado, donde el votante puede, sin ningún tipo de dudas, votar por quien quiera y confirmar que no le han modificado el voto.

Por otro lado, ver a un pueblo que sabiendo que no es obligatorio ir a votar, desde las 4.30 am se levanta y al son de la diana, esa diana que propuso Chávez para incentivar el voto, sale a la calle a las 6 am masivamente y desde que se abren los comicios se ve una multitud esperando para votar. Eso no se ve habitualmente en ninguno de los países de América Latina, donde cada vez crece más el desencanto con la democracia burguesa y este tipo de elecciones.

Durante todo el día pasó lo mismo y finalmente cuando se dan los resultados se vuelve a confirmar lo que los medios hegemónicos y el poder burgués en el mundo no quieren reconocer, que Nicolás Maduro sigue teniendo un apoyo muy fuerte de la población, un 68% de los votos, con una participación que también los medios internacionales caracterizaron como de bajísimo nivel y hablaron de abstención de un 90%, cuando en realidad participó alrededor del 48% de la gente, exactamente igual que la participación de Colombia en las presidenciales del otro día y nadie dijo nada, o del porcentaje de participación de EE UU que es de donde vienen todos estos ataques a Venezuela y que son mucho más bajos todavía.

Leí comentarios que hizo James Petras al respecto y señala que la abstención está concentrada en los sectores altos y medios altos, y que en los sectores populares la participación fue del orden del 80 %.

Así es. Los que se abstuvieron son quienes desde la derecha manifestaron que no iban a participar y se partieron en dos con un candidato como Henry Falcón que representa a un sector de la derecha, no a la más extrema derecha que apeló a la violencia durante todos estos años. Y es verdad, hay un sector recalcitrantemente anti chavista que decidió no participar y se abstuvo. Pero en los barrios y gran parte de la clase media que sabe los beneficios que le ha traído la revolución bolivariana, pero también sabe lo que significa el bloqueo, el desabastecimiento y todo lo que están produciendo EE UU y la Unión Europea sobre el gobierno de Maduro, salieron a votar.

Hablamos con gente de clase media, que no votaron por Maduro, que votaron por Henry Falcón y decían que este partido no lo puede ganar afuera, lo tienen que ganar ahí. Este es un sentimiento que escuchamos en las colas para votar y cuando les preguntaban por qué estaban allí contestaban que quieren la paz y no quieren que ningún gringo hijo de puta se meta en la elección.

Esto es muy lógico porque a nadie le gusta que su porvenir lo decidan en Washington, eso es para los norteamericanos no para los venezolanos o cualquier otro país. Pero siempre hay algún cipayo que va a pedirle a Trump que invada militarmente, esos son los miembros de los partidos de derecha, Voluntad Popular, Primera Justicia y todos esos partidos que se abstuvieron y llamaron a la abstención y que no les salió bien. Tal vez les hubiera ido mejor pero prefirieron el camino de la posibilidad de una invasión militar que no está descartada.

Días previos a la elección se conoció una denuncia de Stella Calloni respecto de un plan en ese sentido, de los EE UU, justamente para impedir las elecciones. ¿Qué pudiste recoger de esto en tu estadía en Venezuela?

Ese plan no es clandestino, es el plan del Comando Sur. La virtud de Stella fue que pudo armar el rompecabezas pero en realidad es un plan que se inicia hace bastante tiempo, que no abarca solo a Venezuela, pero que centra su accionar en Venezuela y que intentaba de cualquier manera evitar esta elección, así como intentó evitar la elección para la Asamblea Constituyente apelando a la violencia extrema en la calle, al asesinato de chavistas y de otra gente inocente que no tenía nada que ver, porque había que demostrar que eso no era Venezuela sino Siria, un territorio incontrolable.

De la misma manera, con esa misma actitud el Comando Sur está realmente tratando de desestabilizar a Venezuela y se produce la guerra económica que es feroz. Una cosa es contarla, otra verla un par de días estando en Venezuela y otra muy distinta es vivirla todos los días; a la gente le faltan los medicamentos porque los laboratorios norteamericanos se niegan a venderlos y podrían salvarle la vida a un venezolano. Sin embargo, de eso el mundo no dice nada, y no solo eso, sino que los medios hegemónicos dicen que eso es culpa de Maduro.

Lo cierto es que hay gente de clase media y clase media alta que como tienen dinero se han tenido que ir afuera del país a comprar esos medicamentos, pero los pobres no pueden hacer eso y se mueren. Conocemos casos de chicos que se han muerto de enfermedades que en cualquier otro país se solucionan con un antibiótico. Lo mismo pasa con las líneas aéreas, no vuelan a Venezuela, salvo Copa que tiene algunos vuelos, el resto no vuela, los aeropuertos de Venezuela están vacíos. Esto no se dice tampoco, ése es un bloqueo en toda línea. Y lo que viene ahora es peor, porque el cerco es también el que imponen los Macri, los Juan Manuel Santos, todos estos personajes del Grupo de Lima que se arrodillan ante Trump.

La participación de Colombia que hemos conocido en estos días en la OTAN. ¿Cómo ves esto en relación a la situación venezolana?

Eso hay que analizarlo en relación a la situación latinoamericana, porque es un peligro para toda Latinoamérica. Es una tendencia inducida por EE UU y Europa, por supuesto, porque es un vasallo de EE UU que aplica las mismas acciones imperialistas que plantea Trump en estos momentos.

Lo de la OTAN es peligrosísimo porque es meterse en una estructura militar invasora, injerencista que manejan los EE UU con los europeos, que se una un país latinoamericano es el colmo del cipayismo.

Hay dos figuras del cipayismo, una es Mauricio Macri arrodillándose nuevamente frente al FMI y la otra es Juan Manuel Santos diciendo con bombos y platillos que entran en la OTAN. Eso significa ser un soldadito, porque no es una ONG de buena voluntad que reparte alimentos, ¡¡¡no!!! la OTAN es un organismo de invasión que sabemos lo que ha hecho en Medio Oriente y en general en los países de África y Asia que ha intervenido.

Entonces, esto es peligrosísimo para Venezuela, primero porque es el vecino, con un ejército de los más importantes del mundo, con un país donde si las cosas vienen como vienen es probable que gane la ultra derecha de Álvaro Uribe Vélez con Iván Duque, esperemos que no, pero la cosa se pondría cada vez peor.

No es casualidad que Santos, el famoso premio Nobel de la Paz, que no existe, se meta con todo a una estructura militar de estas características. Que va a amenazar a Venezuela, pero también a Bolivia, a Nicaragua, a todos los países del continente.

Vos fuiste parte de la redacción del diario de la CGT de los Argentinos.

Sí. En la estructura que montó en su momento Rodolfo Walsh, un diario que ahora celebra 50 años de existencia. Uno de los mejores diarios del movimiento obrero y popular de la Argentina y creo que de Latinoamérica.

¿Cómo se vivió en la CGT de los Argentinos el 29 de mayo de 1969?

Como vivieron quienes participaron activamente de esa irrupción, de ese levantamiento popular generalizado que hubo en Córdoba pero que también llegó a otros puntos del país en solidaridad con ese movimiento. La CGT-A tuvo miembros activos como Agustín Tosco y cada uno de los dirigentes populares que estaban en Córdoba fue partícipe. Desde la CGT-A hay un artículo muy bueno, que hemos recordado estos días en el suplemento que sacamos en Resumen Latinoamericano, de Rodolfo Walsh hablando de cómo la esencia del pueblo se volcó a las calles para decir que no a la dictadura y después fue repitiéndose mes a mes con otras puebladas parecidas. Pero el diario de la CGT-A lo reflejó en toda su extensión y lo alentó porque no era solo un diario para leer, era una herramienta de organización y lucha. Allí estuvimos. Yo no estaba en Córdoba pero estaba aquí participando en movilizaciones, éramos jóvenes y estábamos en la calle respondiendo a los golpes que daba la policía a quienes nos manifestábamos a favor del Cordobazo.

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