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Argentina, Cuba :: 20/11/2005

El Ejército Guerrillero del Pueblo: Los primeros guevaristas

Lucho Soria
Jorge Masetti y Federico Méndez encabezaron el grupo que se propuso lanzar una guerrilla rural como parte de una estrategia a largo plazo

En mayo de 1963, una treintena de jóvenes partió de Buenos Aires rumbo al norte argentino para lanzar allí la guerrilla rural. Los encabezaba Jorge Massetti, el "Comandante Segundo", fundador de la agencia cubana de noticias Prensa Latina y ex combatiente en Argelia, quien había conocido a Fidel Castro y al Che Guevara en Sierra Maestra, cuando los entrevistó para Radio El Mundo, de Buenos Aires, y quedó convencido de la justicia de la causa revolucionaria del Che.

En el grupo que partió para Salta había ex miembros de la Federación Juvenil Comunista y militantes independientes, todos ellos convencidos de que las condiciones estaban dadas para lanzar la guerrilla rural como parte de una estrategia a largo plazo que la propia plana mayor de la Revolución Cubana había aprobado en una reunión en La Habana en la que estuvieron el Che, Manuel Piñero "Barbarroja", Alberto Castellano, el capitán José María Martínez Tamayo, y el general Abelardo Colomé Ibarra, actual Ministro del Interior. Ellos y los argentinos Federico Méndez y Jorge Massetti, entre otros, decidieron que había llegado el momento de preparar el terreno para la implantación de la guerrilla en el sur de América Latina, decisión que tres años después llevaría al Che a Bolivia. Según el libro 'Secretos de generales' del periodista cubano Luis Báez, publicado este año y en el que 41 oficiales superiores de las fuerzas armadas cubanas narran sus misiones internacionalistas en países de América y de África, le tocó a Colomé Ibarra, junto a Hermes Peña y Tamayo, preparar las condiciones de la misión en Argentina.

Cuando los guerrilleros estaban en el monte salteño, las urnas habían consagrado a Arturo Illía como Presidente de la Nación.

Según sus principales protagonistas, la incipiente organización y la soledad política que rodeó este primer intento de insurrección armada facilitaron el éxito de la "Operación Santa Rosa" que dirigieron el jefe de la Gendarmería, general Julio Alsogaray, y el mayor Héctor Báez, jefe de la Agrupación Salta de esa fuerza. En uno de los pocos combates librados por el EGP, mataron a Hermes Peña y a otros cuatro guerrilleros, detuvieron a 14 de ellos, entre otros a Federico Méndez, Héctor Jouvé y Henry Lerner, quienes fueron torturados cruelmente antes de someterlos a procesos judiciales que violaron todas las normas legales vigentes.

Once años después en el "Operativo Independencia", a cargo del general Antonio Bussi, se fusiló en los montes de Tucumán a un hijo del general Julio Alsogaray que se había sumado con un destacamento de Montoneros a la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, del PRT-ERP.

Méndez y Jouvé fueron condenados a cadena perpetua, el resto de los detenidos cumplieron condenas menores y nunca se pudo dar con los restos de Massetti.

Varios años después, el Terror de Estado implantado en la Argentina en 1976 se ensañaría no solo con quienes combatieron en el monte sino también con sus familiares. En abril de ese año, los militares tomaron la casa de los Lerner en Cosquín, Córdoba, y se llevaron a su padre, Jacobo, quien desde entonces permanece desaparecido. Pocas horas después, Henry también fue detenido hasta que, años después pudo irse del país con su familia.

La compañera de Héctor Jouvé, Clara Zetner, fue detenida al presentarse a sellar su pasaporte para viajar a Europa junto con su familia. Minutos antes había hecho el trámite Héctor, quien la esperó en vano en un bar cercano. Pasarían más de cuatro años antes de que se reencontraran en Francia.

Semejante ensañamiento con quienes fundaron el EGP parece obedecer menos a su eficacia militar y política que al carácter simbólico de uno de los primeros intentos guerrilleros de la Argentina. Es que, en la memoria de miles de jóvenes que apenas sabían de lo sucedido en Salta, el EGP se ligaba estrechamente a la gesta del Che.

De allí que, dos días después de que Méndez y Jouvé recuperaran su libertad el 25 de mayo de 1973, fueron vitoreados junto a sus compañeros por una multitud en el estadio Atenas de Córdoba, donde el Sindicato de Luz y Fuerza, cuyo secretario general era Agustín Tosco, les había organizado un acto de bienvenida.

Trabajo estraído de la Revista Los '70, Nro. 7, "El guevarismo en la Argentina"

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NdeLH: Federico Méndez, a su vez, fue detenido y torturado en numerosas ocasiones durante la dictadura militar de 1976 a 1983. Murió en 1993 a causa de la degradación provocada en su organismo por la tortura. El responsable de la logística del grupo fue el argentino Ciro Bustos.

 

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