Ernesto Guevara, una puesta al día
Quizá el más interesante de los libros editados recientemente es el texto de Ciro Bustos, El Che quiere verte (editorial Vergara), que además de aportar muchos elementos sobre los intentos previos del Che de organizar la lucha armada en Argentina, ofrece información sobre su paso por la guerrilla y reabre el debate sobre cómo el ejército boliviano supo de la presencia del Che en Bolivia.
Una de las polémicas abiertas es la que se origina por la construcción de una leyenda negra que dice que la argentina-alemana Tamara Bunke, quien colaboró en la preparación de la base en La Paz de la guerrilla boliviana del Che, era una operadora de los servicios secretos de la RDA y por extensión de los soviéticos, labor que siguió haciendo en Cuba y en Bolivia, espiando y saboteando la guerrilla del Che.