lahaine.org
Argentina :: 29/12/2006

(Hipó) Tesis sobre la lucha antipapeleras y sobre la Argentina postmoderna - apuntes para el debate

Mauricio Castaldo
Hay que potenciar y encontrarse con la militancia antagonista uruguaya -y con la militancia finlandesa y europea, como mínimo- y hay que potenciar otra ética ecologista revolucionaria desde Entre Ríos. Sólo la coherencia revolucionaria y supranacional -y no el ecologismo oportunista- acallará o contrarrestará voces hegemónicas y sumará fuerzas a la causa

"...No es de extrañarse que, según el biólogo de Harvard E.O. Wilson, estemos experimentando la mayor ola de extinción masiva de especies animales en 65 millones de años. Actualmente perdemos de 50 a 150 especies por día debido a la extinción, o sea entre 18000 y 55000 especies por año. Para 2100 estarán extintos dos tercios de las restantes especies de la Tierra..."
JEREMY RIFKIN, Clarín, 3/12/2006

"...El secretario (de un político) dice -pidiendo off the record- que todos en Gualeguaychú están con los asambleístas, pero que hay cosas que no van... que hay otros problemas además de Botnia: por ejemplo, los agroquímicos con los que se trata la soja. El desierto verde. Cuando no llueve, los agroquímicos vuelan hacia el río y se depositan en el fondo y matan algunas plantas y favorecen el crecimiento de unos líquenes..."
DANIEL GUEBEL, Perfil, 26/11/2006

"Cada nación posee su propia hipocresía, a la que llama "sus virtudes". Lo que hay de mejor en nosotros, no podemos conocerlo"
FRIEDRICH NIETZSCHE, Más allá del bien y del mal

"...Para fundirnos con nuestro yo cosmológico, primero debemos cambiar la noción de tiempo, para sentir el "tiempo glacial" discurrir en nuestras vidas, percibir la energía de las estrellas fluir en nuestra sangre y asumir que los ríos de nuestros pensamientos se sumergen incesantemente en los océanos ilimitados de la materia viva multiforme. En términos personales muy directos, el tiempo glacial significa medir nuestra vida por la vida de nuestros hijos y de los hijos de los hijos de nuestros hijos. Así, gestionar nuestras vidas e instituciones para ellos, tanto como para nosotros, no es un culto de la Nueva Era, sino la forma más tradicional de cuidar de nuestros descendientes, es decir, de la carne de nuestra carne..."
MANUEL CASTELLS, Sobre el tiempo glacial de Lash y Urry

"...Dentro de esta conducta de exquisitez sensorial, los samuráis se dedicaban a la observación en grupo de fenómenos naturales como la nieve, o las plantas, en particular del cerezo florecido..."
JOSÉ ANGEL MARTOS, Revista Clío, Enero 2006

"...De esta manera quisiera resumir nuestras próximas tareas: ante todo, es necesario y extender en todos los sentidos el sistema de los consejos de obreros"
ROSA LUXEMBURG

"...La jungla de las ciudades no es tan salvaje: los hombres se estrangulan allí para ser reconocidos como bestias superiores, no se combate ya para no morir. La vida es de todos, desigualmente dada, pero dada de todos modos. Está en el comerciante en forma de productos acabados: la carne descuartizada, el pan cocido, el agua en la pila, el sueño sin turnos de guardia, bajo techo, a cubierto; la luz, en las calles sin serpientes, en los focos del alumbrado; el medicamento, en la farmacia o el hospital. Se dice bien que nos bañamos en lo social: los baños prolongados ablandan. Nada mejor que salir de ellos para darse cuenta de hasta que punto esas incubadoras tibias infantilizan y aburguesan..."
REGIS DEBRAY, ¿Revolución en la Revolución?, Revista Lucha Armada en la Argentina, Na.1, Diciembre 2004

1- La lucha antipapeleras surge en el momento límite de la contaminación global capitalista. La sensibilidad social ecologista -que crece- es producto a la larga e incansable lucha de los verdes a nivel internacional y nacional. No sé si el marxismo tradicional y la izquierda han entendido o entienden a los verdes. No sé si entienden el potencial anticapitalista de la iniciativa verde a nivel global. No sé si los verdes alcanzar a ver también ese potencial. En cualquier caso, estamos en medio de un proceso de renovación profunda del debate ético, político e ideológico, que no todos asumen. Lo verde ingenuo y la izquierda progresista, industrial, modernizadora y desarrollista son hoy parte de lo viejo. Lo nuevo es el anticapitalismo global ecologista revolucionario que recién está naciendo. Estamos en el inicio de la era del post-antropoceno.

2- Paradoja, Contradicción política postfordista, postmoderna: La Asamblea de Gualeguaychú no es anticapitalista ni antiimperialista -los coches modernos al costado de la ruta lo atestiguan, entre otras cosas-, ni tampoco tiene un programa revolucionario. Sin embargo, sus prácticas son más potentes que su ideología. Su necesidad y su desesperación -en muchos casos-, y sus convicciones -en otros- hacen que sus acciones superen los marcos miserables y opresivos instituídos por los Estados y por el capital papelero. Su ideología y sus limitaciones -muchos referentes asambleístas provienen o militan en partidos o gremios- hacen de fuerza gravitatoria regresiva y los tironea de nuevo hacia la democracia representativa burguesa -a pesar de las reiteradas traiciones de la clase política provincial y nacional-. Los asambleístas realizan un extraordinario piquete transnacional -sus enemigos en el Uruguay hablan, con razón, de "pueblo piquete"- pero rechazan categóricamente el mote de "piqueteros". ¿Y si hicieran click y empezaran a hablar de Piquete por la Vida?. ¿Y si después se animaran a hablar de Revolución por la Vida? ¿Y si se convencieran y profundizaran la noción co-instituyente de Soberanía Asamblearia? ¿Y si convocarían a profundizar y co-instituir una nueva democracia?. Gualeguaychú podría ser el disparador de una nueva revolución cultural, del nacimiento de una nueva República de Entre Ríos y potenciador de los debates y las luchas por una Comuna Federal y Popular Argentina. El proceso a veces parece esquizofrénico: el problema es que al final de cada round, un "psicoanálisis" y una política tradicional se imponen por sobre un esquizonálisis (Deleuze-Guattari) y una postpolítica emancipadores. Su práctica es impolítica (Roberto Espósito copyleftiado), metapolítica, deconstructora, escrachadora, o mejor, su práctica es postpolítica, postpartidaria, posestatal. Y aclaremos que eso es bueno, es muy pero muy interesante. Es, como diría John Holloway, una revolución con minúsculas, una revolución moral. Es nada más, ni nada menos que eso: es un camino abierto de revolución (bio) política que la continuidad de la ideología hegemónica de la propia asamblea puede bloquear y frustrar. La asamblea debe revolucionarse a si misma, debe revolucionar su instinto, como diría el gran maestro Louis Althusser. O tal vez, los hijos y nietos de la asamblea hagan camino liberador al andar.

3- El ecologismo ingenuo o localista es funcional y/o cómplice de la contaminación global capitalista. El ecologismo ingenuo y localista es hermano mellizo del ecologismo oportunista e inútil. Decir que sólo peleamos por la relocalización de las papeleras-pasteras es un discurso digno de Greenpeace, de Kirchner o de Busti. Este ecologismo liberal y burgués empieza a circular en el mundo, como respuesta, como reacción a las luchas ecologistas militantes. La ideología greenpeace tiñe al oportunismo y al reformismo políticos de verde. Así, Al Gore y Tony Blair van a terminar siendo asambleístas.

4- Relocalizar es lo mismo que deslocalizar. La deslocalización es hoy la principal herramienta de chantaje capitalista frente a los reclamos de lo que queda del proletariado industrial. Las grandes empresas amenazan con relocalizar y hunden más la matriz social y política del fordismo a nivel supranacional. Matan varios pájaros de un tiro: muchos sindicatos del Primer Mundo agachan la cabeza y negocian migajas y miserias, lo mismo que sus gobernantes. Ni hablar de los gobernantes del Sur, que toman -y facilitan políticamente- esta relocalización-deslocalización basurera como "inversiones e industrialización". Asimismo, el ejército de desempleados del Sur Global se ilusiona y se pelea por los "nuevos puestos de trabajo", sin prestar mayor atención a los riesgos ambientales y laborales. El Sur Global es un cenicero, una cloaca, en la nueva división imperial del trabajo, pero este debate no está desarrollado en Gualeguaychú. En todo caso, está despuntando, gracias a los debates generados por la difusión de la acción asambleísta.El capital transnacional amenaza y fluye, como pez-piraña en un agua podrida y maloliente, global. Tal vez, si podríamos microanalizar -como Masaru Emoto- ese "agua", esa sociedad líquida (Bauman, Lewkowicz) maloliente que somos, nos sorprenderíamos de nuestros niveles de ignorancia, de soberbia, de egoísmo, de mediocridad, de temor y de cobardía. La ideología de la relocalización es el resorte de la globalización que los propios asambleístas cuestionan vagamente, mientras piensan, al mismo tiempo, en otra relocalización.

5- El mal olor que despedimos y sufrimos, por complicidad general y global, es fruto de la descomposición que producen -mezclándose con nuestras potentes acciones líquidas e instituyentes- nuestras ideologías sólidas, modernas, nacionales e instituídas. Todo lo sólido, nacional y burgués, se desvanece, se descompone agriamente en el aire, en la atmósfera contaminada de la modernidad y la postmodernidad líquidas, postpolíticas y globales.

6- En la aurora histórica de la postpolítica y de la postmodernidad líquidas, los restos de modernidad sólida (estados, naciones, industrias, representación, etc) y los flujos enormes de modernidad líquida (globalización, capitalismo biotecnológico, deslocalización, etc) nos confunden, nos bloquean y nos contaminan, en todos los sentidos de la expresión.

7- El concepto de modernidad líquida tal vez pueda ser asociado al de postmodernidad hegemónica. Y el de postmodernidad líquida, al de postmodernidad alternativa, antagonista y contrahegemónica. La ética y la acción de los hackers -que todos los militantes profesamos y practicamos hoy en alguna medida- es tal vez el paradigma de esta postmodernidad líquida, contrahegemónica y subalterna que somos, a veces sin darnos cuenta.

8- La extraordinaria acción asamblearia es como una desobediencia civil "inconsciente" y de "baja intensidad’ (aunque mediáticamente parezca más). Es parte de los Frentes Unicos focalizados postmodernos. El movimiento debate, lanzan consignas simples o generales, se agranda, choca y avanza, a veces en espiral, a veces en círculos viciosos. Es extraño, es complejo, es interesante, es paradójico, es potente y es limitado a la vez: es postmoderno.

9- ¿Podrán los frentes únicos focalizados transformarse en frentes populares, federales y revolucionarios, también transnacionales, supranacionales o multinacionales?.

10- La ideología nacional -nacional/burguesa- es parte del sentido común (Gramsci) asambleísta. Lo he comprobado hablando con algunos militantes en el piquete por la vida y lo podemos ver y escuchar todos los días. Obviamente, ésto complica y degrada la lucha. Los medios fomentan el espectáculo de la lucha de ideologías nacionales, cuando sabemos que en el fondo no es así. El problema es que la falta de acciones populares binacionales o supranacionales hacen que el fondo se vea cada vez más lejos.

11- De no acontecer un shock postpolítico, probablemente el próximo paso del asambleísmo y del ecologismo formal sea un antiimperialismo general y holístico. Muchos hablarán de antiimperialismo mientras clickean en windows, toman coca-cola, se miran en los medios y viajan en ford, volkswagen, chevrolet, mitsubishi o renault. Miremos lo que somos, pensemos lo que hacemos. Es hora de un resseteo biopolítico y cultural.

12- ¿Se vendrán ahora los Partidos Los Verdes? ¿Serán la nueva izquierda?.

13- El No absoluto a las pasteras es al poder imperial -a la red capitalista imperial postfordista (Negri-Hardt)- lo que un reclamo sindical salarial es a cualquier patronal. Es importante, pero nunca puede quedarse sólo en eso.

14- Los agrotóxicos -entre tantas otras cosas- son tan mierda criminal y concentracionaria como las pasteras. Un ambientalismo militante no puede reducirse sólo a un No a las papeleras.

15- El 12 de Diciembre de 2006, el Movimiento da un salto, con una consigna defensiva: No al Saqueo ni a la Contaminación. ¿Es antiimperialista o anticapitalista?. No, pero es importante. La espiral se agranda, la necesidad obliga. La contaminación no es un debate ideológico común y corriente: es una disputa a muerte. ¿Arderá Troya en los espíritus al final? ¿Romperán los corazones simples sus camisas de fuerza instituídas?. ¿Podrán los fallos en contra del Tribunal de la Haya potenciar la desobediencia civil?.

16- Paolo Virno nos ha invitado a debatir la ambivalencia de la multitud. Hemos recogido el guante. Probablemente el propio concepto de multitud deba ser revisado y profundizado. ¿Es toda la "clase media" parte -económica, cultural e ideológica- del proletariado social y cognitivo postfordista?. Tal vez estemos llegando a un momento límite de las nociones autonomistas, micropolíticas, posestructuralistas y espontaneístas, sin que esto signifique volver a algún dogmatismo, conductismo o vanguardismo revolucionarios.

17- A cinco años de la rebelión del 19 y 20, la tensión creada por el asambleísmo es un "reflejo" del momento, del proceso histórico abierto. La multitud, las multitudes potencian, anticipan, virtualizan un que se vayan todos y una democracia horizontal, con sus deseos, sus prácticas y sus acciones, pero bloquean sus propias potencias al no liberarse completamente de sus propias ideologías y costumbres instituídas. Un QSVT líquido y fluído en potencia queda sujetado por ideologías -en acto- de lo nacional, estatal, lo político y lo representativo. Es decir, por ideologías -representaciones- de lo sólido, que ya no existe -o mejor dicho, que ya no pesa o no gravita- en lo real. Debemos repasar las nociones gramscianas de sentido común y buen sentido (o de sentido crítico, según Paulo Freire), ajustándolas a los debates y desafíos de nuestro tiempo.

18- El debate ecológico -repito, el debate- que abren -más allá de sus intenciones- y la democracia directa que practican -frente al mercado y al Estado instituídos- son la gran potencia de la asamblea. Se trata de desplegar, multiplicar, enredar, liberar y emancipar esa potencia.

19- Frente al avance del capital multinacional, de la precariedad postfordista y la esclerosis -y el servilismo eterno- de los Estados-Nación, ciudadanía es hoy, por lo menos, ciudadanía piquetera. El colmo de la precariedad política, o de la precariedad de lo político, es llamar a Gorbachov (!?) y al Rey de España (?!) para que medien y solucionen el conflicto. Lo de llamar a Gorbachov es sintomático: ¡Qué mejor que llamar al paradigma del triunfo del mercado -ya fracasado y ya anticuado y desubicado, por cierto- para replantearse (idiotamente) la gobernabilidad de este conflicto!.

20- Detrás del No a las Papeleras hay, entonces, un sensibilidad ecologista que venía creciendo y una crisis democrática de los Estado-Nación y de la representación política moderna. Esto es el activismo social, en este caso ambientalista, post 19 y 20. También están las ganas y la necesidad de muchos de hacer algo y por supuesto, están las convicciones de los pocos "pioneros" que iniciaron la lucha.

21- Debatir en el marco del "derecho" nacional y/o internacional es quedarse en los marcos de la democracia burguesa instituída. Los militantes populares debemos pensar profundamente y superar esos marcos. Lo mismo que plantear, por ejemplo, un No a las Papeleras por el perjuicio que causaría a la "competitividad’ de nuestros productos. El No debe ser más profundo. La ideología de la competitividad es parte sustancial -e hipócrita a la vez, porque nunca hubo "libre competencia" en el capitalismo real- de la lógica capitalista del mercado. Tal vez debamos reafirmarnos hoy en una desconexión recombinante (Samir Amin autónomo, contrahegemónico y zapatista, Franco Berardi reloaled).

22- La ideología de la relocalización nos remite al espectáculo alienado de "bailar por un sueño" (individualista o sectario, quinielero, mediático y mercantil). Tal vez el devenir, el derrotero de Evangelina Carrozzo -la reina de Greenpeace- sea un espejo del ecologismo formal, cortés y burgués, mediático y postmoderno. Si no se radicaliza, tal vez la asamblea quede bailando por un sueño. Evangelina Carrozzo bailó dentro del sistema, y fue relocalizada (dos veces, porque la llevaron/se dejó llevar al centro del espectáculo para entretener a los giles, y porque después de usada fue expulsada patéticamente del mismo).

23- Otros -de pretendida formación "marxista"- nos plantean que el capitalismo o "el imperio" (?) es el desarrollo de una serie de "enclaves de poder" (?). No puede haber una noción más vaga y reformista que esa (escriben eso, mientras disfrutan los productos imperiales que compran en el mercado). Con suerte, esas palabras pueden asociarse a cierta idea del imperialismo. El capitalismo es el desarrollo cotidiano y global, trans o supranacional de determinadas relaciones sociales hegemónicas de producción y consumo (o sea, de vida), cuya matriz son la explotación del trabajo asalariado y la venta en el mercado, a cualquier precio. Detrás de una mercancía hay poder, claro, pero también hay cómplices y consumidores. "La clase obrera debe luchar contra su ser-mercancía", supo decir brillantemente hace años Mario Tronti. En realidad, esa definición, ese desafío, debe ser extendido doblemente -no vendernos al o por el trabajo, no comprar cualquier cosa- a todos nosotros, a toda la sociedad. Estamos pegoteados en la gran telaraña imperial. Debemos salir, o pensar alternativas en serio, antes de hablar por hablar.

24- En cualquiera de los casos, parece acercarse un final. Dentro de los finales posibles -a) relocalización, b) crisis y conflicto permanente o c) liberación- hay uno que mostró un camino. ENCE se fue gracias al (neo)gandhismo verde supranacional del movimiento -perdónenme por las comparaciones sociopolíticas, sólo son metáforas para ilustrar pensamientos y enriquecer el debate-. Botnia se irá con un ecologismo social supranacional coherente y revolucionario. Entre otras cosas, hay que potenciar y encontrarse con la militancia antagonista uruguaya -y con la militancia finlandesa y europea, como mínimo- y hay que potenciar otra ética ecologista revolucionaria desde Entre Ríos. Sólo la coherencia revolucionaria y supranacional -y no el ecologismo oportunista- acallará o contrarrestará voces hegemónicas y sumará fuerzas a la causa.

25- Vamos a insistir entonces con una iniciativa que propusimos hace tiempo para el debate, y que sólo los compañeros alpargatistas de Gualeguaychú han difundido. Proponemos: a) Que sigan los cortes de ruta y el sabotaje hasta que Botnia se vaya y b) Que se constituya -sin gobiernos ni partidos ni empresas, ni mucho menos con hegemonismos internos o vedettismos- una Comisión o Consejo Popular Binacional o Supranacional que prepare un Plan de Emprendimientos alternativos, asociados y sustentables para toda la región, para toda la costa del Uruguay. Que los obreros de la pastera cobren transitoriamente un buen plan social, un ingreso social garantizado mientras arrancan los nuevos emprendimientos, que se capaciten y trabajen en ellos. Que la cosa sea totalmente distinta. Que esos trabajadores -o sus sindicatos- participen en la Comisión Popular, que propongan y discutan su capacitación, y que Zanon-Fasinpat y el Movimiento de Empresas Recuperadas asesoren y se enreden con sus ideas. Si tenemos memoria, ética, coherencia y dignidad, la figura de Artigas podría rehermanarnos y esa Comisión Popular Binacional podría denominarse José Gervasio Artigas. Constituyámosla ya y rompamos el círculo perverso del Estado, del mercado, del dinero y del poder.

mauriciocastaldo@gmail.com. actividadonline.com.ar

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal