Huelgas en Francia: “Mujeres que combaten neoliberalismo, lawfare y golpes de estado”

Intervención de Christine Arnaud sobre las movilizaciones sociales en Francia en el Coloquio “Mujeres que combaten el neoliberalismo, lawfare y golpes de estado”.

He venido a hablarles de los últimos acontecimientos ocurridos en Francia en estas últimas semanas. Me siento muy contenta de estar rodeada de tantas luchadoras latinoamericanas y lo que exponga hoy lo haré yo también en nombre de la mujer.

Porque las mujeres son las que han sido más duramente golpeadas por las medidas tomadas por el presidente Macron. Las mujeres de la Francia vaciada, la Francia abandonada a su suerte por el poder, estuvieron no hace mucho en primera fila del movimiento de los chalecos amarillos. Ocuparon masivamente las rotondas y manifestaron en los Campos Elíseos, defendiendo el derecho a vivir dignamente, a poder llegar a fin de mes.

Hoy siguen siendo las principales víctimas del proyecto de retroceso del régimen de pensiones en Francia y nuevamente han salido a la calle y están haciendo huelga junto a los hombres, en las principales ciudades del país para impedir que la reforma siga su curso.

Los hechos

Como antecedente a las protestas actuales están las enormes manifestaciones de diciembre 2019 – también en contra del proyecto de reforma de las pensiones – que fueron interrumpidas en pleno auge en enero del 2020, debido a la pandemia. Los chalecos amarillos en aquella oportunidad se unieron a los manifestantes con o sin chaleco, dando lugar a una confluencia de luchas codo con codo con los sindicatos.

Las manifestaciones de estos días, que tal vez hayan visto en sus televisores, empezaron el 19 de enero pasado, cuando millones de franceses salieron a la calle a manifestarse, en contra del proyecto de reforma del sistema de pensiones decidida por el gobierno. Las manifestaciones fueron secundadas por huelgas en sectores cada vez más numerosos del país. Los basureros, trabajadores de las refinerías, de los aeropuertos, de la SNCF (Renfe), del metro, maestros, profesores, bomberos, etc. secundaron la huelga. Por primera vez desde hace tiempo los 8 sindicatos principales encabezaron unidos el movimiento.

El gobierno no dio marcha atrás a pesar de la oposición decidida de los trabajadores y la oposición a la reforma de más del 70% del país y acudió al artículo 49.3 de la Constitución, forzando mediante decreto – por oncena vez consecutiva en algo más de año – la aprobación del proyecto.

Ese proceder dictatorial encendió todavía más los ánimos. Los diputados de la oposición presentaron dos mociones de censura que no prosperaron una de ellas, la de la izquierda, por una diferencia escasa de 9 votos.

El gobierno de Macron puso en marcha su maquinaria represiva prohibiendo manifestaciones, reprimiendo ferozmente a los manifestantes, deteniendo de manera indiscriminada y tratando de impedir las huelgas legítimas.

La oposición al proyecto sigue su curso. Una caja de solidaridad destinada a los huelguistas ha sido abierta y ya ha recaudado cerca de 2 millones de euros.

El miércoles 22 de marzo Macron pronunció un discurso arrogante e insultante, comparando a los manifestantes con los asaltantes del capitolio norteamericano, lo cual reavivó la llama reivindicativa de los huelguistas.

El jueves pasado, 23 de marzo, como respuesta al discurso violento del presidente de la República, 800 000 manifestantes en la capital y 3 millones y medio, en muchas ciudades del país como Lyon, Rouen, Rennes, Nantes, Nice, Marseille, protagonizaron la 9ª más grande jornada de manifestaciones y de huelga. Los estudiantes se unieron a los huelguistas. El poder desató una represión feroz, con métodos ilegales, parecidos a los que fueron utilizados contra los GJ.

¿Qué supone el retroceso de las pensiones ideado por Macron?

Uds pensarán que los franceses son algo así como los acomodados del mejor régimen público de pensiones en Europa, ya que se niegan a jubilarse a los 64 años, cuando aquí en España, bien quisiéramos jubilarnos a esa edad. Vamos a ver que dicha reforma es mucho más que eso y nos concierne a los españoles también.

LA REFORMA DE LAS PENSIONES DE MACRON

Hacer pasar de 62 a 64 años la edad mínima de la jubilación (a partir de 2030) Supone el aumento de 42 a 43 años de cotización para poder disfrutar de una jubilación completa (adelantada al año 2027) Mientras que hasta ahora se aplicaba el régimen de jubilación por repartición – en el que la población activa finanza las pensiones de los seniors – la reforma actual pretende introducir un régimen complementario al anterior, llamado jubilación por capitalización, en el que la población activa finanza su propia jubilación, confiando sus ahorros al sistema financiero privado, con la inseguridad y los riesgos que ello conlleva. El trabajador no está obligado teóricamente a hacerlo pero de hecho sí lo está. Debido al aumento del tiempo de cotización necesario para alcanzar la jubilación completa, el trabajador puede llegar a sufrir una pérdida económica del 20% para las mujeres y del 15% para los hombres. Y aquí es donde entra en juego la privatización del sistema de pensiones. La pregunta es: ¿Quién se encargará de facilitarle esa jubilación complementaria? Respuesta : Entidades financieras capitalistas y muy particularmente el todopoderoso gestor de activos llamado Black Rock y su presidente multimillonario Larry Fink, amigo personal del primer mandatario, condecorado recientemente por Macron con el máximo título honorífico otorgado a hombres ilustres en el país. El mismo que lo ayudó a ganar las elecciones en 2017 y 2022.

OTROS

Primer punto: Se habla de que el aumento de la esperanza de vida hace inviable el sistema de pensiones existente hasta ahora. Pero no hay, hoy en día, déficit en Francia del sistema de pensiones. Segundo punto: Paralelamente al proyecto de la reforma, Macron ha hecho varios regalos a los más ricos: Les ha exonerado de importantes cotizaciones sociales por 80 mil millones de euros; Ha previsto suprimir para 2024 el impuesto sobre los bienes inmuebles de las empresas en 8 mil millones de euros (CVAE); Ha aumentado el presupuesto militar de 100.000 millones para el periodo 2024-2030 Ha realizado recortes sociales en los subsidios a desempleados y se ha negado a aumentar de manera sustancial los salarios. Tercer punto: El nuevo régimen de pensiones por capitalización, llamado también por puntos, tiene otra finalidad: poner a los trabajadores de rodillas. El trabajador será sometido a un chantaje que lo obligará a vender su fuerza de trabajo. Estará obligado a acumular incesantemente puntos para “merecer” poder descansar un día. Las mujeres, obviamente, se pensarán dos veces el quedar embarazadas o ser independientes. Cuarto punto: Con esta reforma, el desequilibrio ecológico del planeta se acentuará todavía más. Macron le hace un enorme regalo a los inversionistas depredadores. ¿Qué hará Black Rock con el dinero de los pensionistas? No hay ninguna duda que lo invertirá en sectores de la economía tales como Monsanto o Amazon, que acelerarán todavía más el deterioro ecológico del planeta.

Pero las manifestaciones y las huelgas en Francia ya hace rato que han rebasado el marco estrecho de la reforma como tal.

Se puede hablar sin exagerar de un brutal atropello perpetrado por el gobierno francés al sistema democrático parlamentario, al derecho a manifestar y al derecho a hacer huelga. Si bien esos ataques tienen un autor: el presidente Emmanuel Macron, este es solo un pelele en manos del gran capital financiero desatado, que será el principal beneficiario de la reforma y ha creído llegado el momento de saltarse las normas básicas en las que se asentaba hasta ahora el sistema de la democracia representativa en el país. Nos encontramos ante una etapa nueva de radicalización del capitalismo que parece dispuesto a quitarse la última máscara que le quedaba y embestir con toda su fuerza y sin escrúpulos de ningún tipo, con el fin de alcanzar sus objetivos de enriquecimiento infinito. Por ese motivo, lo que está ocurriendo en Francia nos concierne a todos, ya que puede ser la antesala de una ofensiva neoliberal extrema que abra la vía en Europa a regímenes autoritarios radicalmente antidemocráticos.

Más que nunca, es hora de luchas. Francia está organizando la resistencia al absolutismo presidencial.

Luego de que en el hemiciclo no prosperara la moción de censura, los diputados del partido de los insumisos han levantado pancartas con las siglas del RIP, es decir del Referendum de Iniciativa Popular, una iniciativa legal que puede impedir la aplicación de la Reforma, si logra recoger 4 millones 500 000 firmas en un plazo de 9 meses.

No es una meta imposible, si el pueblo movilizado se lo propone. Mientras tanto, seguirá la presión popular en las calles.

No al absolutismo presidencial!
No a la represión despiadada!
No al sufrimiento de las trabajadoras y los trabajadores!
No al enriquecimiento desmedido de los más poderosos!

No nos olvidemos que, como dijo un escritor y poeta humanista del siglo XVI:

“Los tiranos solo son grandes porque estamos de rodillas”

(Étienne de la Boétie, humanista y poeta del siglo XVI)

25 de marzo 2023

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* Christine Arnaud es escritora, nació en París de padre francés y madre cubana. Después de haber estudiado en Francia, se fue a trabajar a La Habana, primero en la Agencia Prensa Latina y luego en la Universidad de La Habana durante muchos años. Luego se trasladó a Barcelona, donde enseña la lengua francesa en la UAB, el Instituto Francés y l’Escola Oficial d’Idiomes

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