¿Crisis o resurgimiento del Mercosur? (II)
La asociación surgió con perfiles neoliberales y acentuó la fractura socio-geográfica del Cono Sur. Fue propiciada por las empresas transnacionales para abaratar costos, enfrentar la concurrencia externa y contrarrestar la estrechez de los mercados, pero quedó paralizada durante las crisis del neoliberalismo periférico.
Este estancamiento puso de relieve la fragilidad de un acuerdo que carece de autoridades estatales supranacionales y está sometido a la presión disgregadora de los negocios extra regionales.
El tratado recobró fuerzas con el fin del ciclo depresivo, pero afronta nuevamente los conflictos entre Argentina y Brasil que obedecen al retroceso competitivo del primer país frente al segundo. El MERCOSUR está amenazado por la eventualidad de un tratado de Uruguay con Estados Unidos y por la controversia de las papeleras. Plantea un modelo de integración que acentúa las disparidades regionales y las desventajas de los pequeños países.
El MERCOSUR difiere del ALCA, pero no constituye una alternativa a la dominación norteamericana. Tampoco reproduce el esquema europeo, porque las clases dominantes sudamericanas no convergen en un polo de gravitación mundial.
Primer artículo de la serie: Naufraga el ALCA, emergen los bilaterales (I)