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Mundo, Estado español :: 24/03/2012

¿El periodista Alberto Arce, patrocinado y premiado por lobbies sionistas?

Fernando Casares
En libia Arce decidió situarse (en plena intervención de la OTAN) del lado de los "rebeldes", en claro contubernio con las potencias occidentales, Qatar, Turquía y la OTAN

El periodista Alberto Arce cogió protagonismo y notoriedad en la profesión y como reportero de guerra a raíz del filme "To Shoot an Elephant", una pieza documental que mostraba crudamente y desde la misma Franja de Gaza la masacre perpetrada contra la población civil palestina por parte de Ejército de Israel a finales de 2008 y principios de 2009.

Una masacre que durante 21 días dejó un saldo de más de 1400 palestinos asesinados (una tercera parte niños), más de 5000 heridos y miles de casas destruidas, contraviniendo toda legislación internacional en materia de Derechos Humanos. Un auténtico Crimen contra la Humanidad.

En aquella ocasión lo pudimos ver junto a Vittorio Arrigoni, activista internacionalista pro palestino y miembro del ISM(International Solidarity Movement) asesinado de manera trágica 2 años después por un supuesto comando al qaedista que operaba en la Franja y a pocos días de diferencia de otra tragedia, esta vez sobre Juliano Mer Khamis en Jenin (Cisjordania), asesinado también y aparentemente por otra célula islamista radical.

Hasta aquí, Alberto Arce parecía todo una promesa dentro del periodismo comprometido y el lector no entendería a qué viene el título del artículo. Pero sigamos leyendo y relacionando.

Premio de la Fundación Anna Lindh

La Fundación Anna Lindh nació en 2007 como tributo a la ministra sueca de Asuntos Exteriores, asesinada en 2003 tras ser apuñalada en unos grandes almacenes de Estocolmo mientras hacía campaña por el sí en el referéndum para la introducción del euro en Suecia. Hoy, la fundación está presente en 43 países, y forma una potente red de diálogo euro-mediterráneo con su sede en Alejandría, Egipto.

La Fundación adopta el símbolo berebér-amazigh del Norte de África. En anteriores ocasiones hemos comentado los estrechos vínculos de "un sector" del movimiento amazigh con Israel y con la derecha y una parte de la izquierda independentista catalana (CiU y ERC respectivamente). En la Kabilia argelina, algunos movimientos políticos como el de Said Saadi (íntimo amigo de Bernard Henri-Levy) llegaron a afirmar que tras la independencia de la Kabilia ondearían banderas de Israel.

En Roma en Septiembre de 2009, un jurado presidido por Amin Maalouf (escritor libanés exiliado en Francia y defensor de la llamada "primavera árabe") otorgó los II Premios de Periodismo Mediterráneo Anna Lindh.

Los premios de ese año han estado marcados, en gran medida, por la cuestión palestina-israelí y por la masacre israelí sobre Gaza. El periodista español, Alberto Arce, fue galardonado en la categoría de reportaje en conflicto.

El presidente de la Fundación Anna Lindh desde 2008, André Azoulay, judío marroquí residente en París desde 1966, consejero del rey Hassan II y ahora de su hijo Mohamed VI, explicó que "el futuro de Europa pasa por potenciar la Unión del Mediterráneo".

Desde 2008 al frente de la Fundación, Azoulay ha reunido a cientos de ONG, universidades, asociaciones, instituciones públicas, fundaciones sin ánimo de lucro y empresas, todas coordinadas por 43 delegados nacionales.

¿Quién es André Azoulay?

André Azoulay, nacido el 17 de abril 1941 en Essaouira, es un político marroquí de origen judío sefardí. Recibió formación como periodista en Francia, Diplomándose por el Centro de Formación de Periodistas de París y fue el fundador y director económico del periódico "Maroc-Informations".

Entre 1967 y 1991, ocupó diversos cargos dentro del Grupo Bancario Paribas. Desde 1991 es Consejero para asuntos económicos y financieros del Rey de Marruecos, desde donde ha contribuido a la aplicación del programa de reformas económicas y financieras aplicadas en Marruecos desde 1993.

André Azoulay es el presidente de la Fundación Euro-mediterránea Anna Lindh para el Dialogo entre las Culturas con sede en Alejandría, Egipto desde 2008. También ha sido miembro del Comité de Sabios para la Alianza de Civilizaciones de la ONU, vicepresidente de la Fundación Tres Culturas con sede en Sevilla, Consejero del Centro Shimon Peres para la Paz así como miembro fundador del C-100, comité del Foro de Davos dedicado al Diálogo de las Civilizaciones y las Religiones.

¿Quién fue Anna Lindh?

En 1999 Suecia apoyó los bombardeos de la OTAN en Kosovo, a pesar de no haber un mandato de la ONU. Entonces Anna Lindh, la desaparecida ministra de Exteriores, lo justificó aduciendo que ello era sólo una excepción que no implicaba escapar al control de la ONU.

En junio de 1999 la ministro fundamentó ante el Parlamento, que el principio fundamental que rige una intervención, es que debe contar siempre con el mandato expreso de la ONU y lo relativizó cuando aseveró que podrían existir circunstancias que dado la urgencia se hicieran sin ese mandato. "Pero ese tipo de excepciones son sólo hipotéticas y yo creo que es innecesario discutirlas", dijo la desaparecida Ministra.

En 2002 Suecia vuelve a apoyar otra acción militar, el bombardeo de Afganistán por parte de Estados Unidos, y otra vez sin mandato de la ONU. El gobierno de Persson y su ministro Anna Lindhargumentaron en esa ocasión que Estados Unidos, luego del ataque del 11 de septiembre, tenía derecho a la autodefensa según la Carta de la ONU.

Pero esta actitud que socavaba el principio de soberanía en la política exterior sueca no sólo se manifestó hacia afuera, sino que se mostró también dentro de fronteras. Como cuando con conocimiento y autorización de Anna Lindh (según lo demostró una minuciosa investigación periodística), un avión fletado por la CIA en una acción "antiterrorista" aterrizó en Estocolmo. Y efectivos de seguridad norteamericanos enmascarados se llevaron a dos ciudadanos egipcios que luego fueron torturados, a quienes Suecia les había concedido antes asilo político.

Fue la primera denuncia de lo que ahora se conoce como los vuelos secretos de la CIA trasladando prisioneros o secuestrados a cárceles secretas por toda Europa. También aceptando sin reclamar fuentes, Suecia congeló cuentas de ciudadanos somalíes, residentes legalmente en el país, porque Estados Unidos los incluyó en una lista de sospechosos de contactos con Al Qaeda. La defensa de estos ciudadanos ha protestado reiteradamente por la inconsistencia de la acusación y la escasa colaboración del gobierno sueco en resolver el tema.

Alberto Arce: de Gaza a Libia

Con todo lo descrito anteriormente uno podría decirse que el periodista Alberto Arce no tiene ninguna relación con toda esta gente sino a través de un galardón como reportero de guerra en Gaza. Labor que realmente ha merecido el elogio y la valentía. Sin embargo las cosas no suceden por generación espontánea y simple casualidad.

El siguiente reporte de Arce lo hace en pleno bombardeo de la OTAN en Libia y del lado rebelde en Misrata (del libro "Misrata Calling" y el documental "Misrata, vencer o morir"), al tiempo que su actual colaboración en el periódico digital [de derecha] guatemalteco "Plaza Pública", podrían despejar todo tipo de dudas acerca de su posicionamiento político ideológico en contraposición con su anterior reporte en Gaza, como él mismo recordaría hace pocos días en una entrevista del programa radial español Carne Cruda, del que hablaremos luego. Veamos su participación en Libia.

Todos dudamos en un inicio. Los levantamientos en Benghazi que reportaban los medios de comunicación occidentales y la propia cadena qatarí Al Jazeera lo retrataban como una revuelta popular contra un régimen opresor liderado por un demonizado Muamar Gaddafi y en el marco de la llamada "primavera árabe". Sin embargo, fue la rápida intervención militar de la OTAN autorizada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en su Resolución 1973 (avalada y aplaudida prácticamente por toda la clase política occidental, incluyendo a progresistas y un sector de la izquierda europea) la que empezó a mostrar signos muy controvertidos, diversas manipulaciones mediáticas, medias verdades y absolutas mentiras sin contrastar, como por ejemplo aquellos 10.000 civiles libios supuestamente masacrados por las bombas de Gaddafi, algo de lo que no se halló ni una sola fotografía... simplemente porque no existió.

Pero la mentira ya estaba reproducida en todos los medios y legitimó ante la opinión pública mundial una intervención militar en Libia supuestamente para proteger a la población, algo que luego vimos que no solo no fue así, sino que mataron a por lo menos 50.000 libios y destruyeron todo el país y sus infraestructuras en lo que ya se considera un genocidio, que el propio TPI del fiscal Moreno Ocampo no está dispuesto a investigar, como suele pasar también con los crímenes del Estado de Israel sobre el pueblo palestino.

Sin embargo en este caso, Alberto Arce decidió situarse (en plena intervención de la OTAN) del lado de los "rebeldes" libios. Unos rebeldes libios que aunque él nos diga una y otra vez que eran padres de familia, simples maestros o estudiantes, quedó suficientemente claro el contubernio más que evidente entre éstos, las potencias occidentales, Qatar, Turquía y la OTAN, además del vínculo de varios sectores rebeldes con movimientos al-qaedistas, salafistas radicales y ex funcionarios de Gaddafi de tendencia neoliberal. A este respecto viene bien recordar una serie de imágenes para el recuerdo en uno de nuestros artículos "Rebeldes libios en imágenes"

Pero para conocer mejor la propia visión de Alberto Arce en su "Misrata Calling" o "Misrata, vencer o morir", nada mejor que su propia pluma:

“Al contrario. Si no fuera por ellos yo no podría realizar esta travesía. No me arriesgaría. Hace tres semanas un barco de guerra libio estaba listo para perseguirnos. Fue la OTAN quien les ordenó regresar a puerto. Sin ellos cerca, nos hubieran abordado y prefiero no imaginarme el resultado”.

“Durante dos días os dije que no podíamos navegar debido al estado del mar. Que era peligroso. No era cierto. La auténtica razón era que estaban bombardeando el puerto. Yo no puedo arriesgarme a perder el barco. Ninguna aseguradora cubre estos viajes. Cuando la OTAN bombardeó la artillería de Gaddafi que golpeaba el puerto decidí que podíamos navegar de nuevo. Es a ellos a quienes le debemos este viaje”.

"A las 14.50 una nueva llamada de radio rompe la espera. “Este es el puerto de Misrata. Nos dirigimos al barco de la OTAN”. Con un marcado acento francés alguien responde “éste es el barco de la OTAN”. La guerra retransmitida en directo y en abierto. “Estamos luchando en Gaaran, al sur de la ciudad. Hay dos garajes de techo azul metálico. Los utilizan para almacenar sus municiones. Calculamos unos 200 hombres alrededor. Hemos vaciado la zona de civiles. Podéis bombardear. Necesitamos confirmación. Si no lo hacéis vosotros, nosotros atacaremos”. El barco francés confirma las coordenadas en dos ocasiones. “Manténganse a la espera”. "Los médicos libios a bordo se muestran gratamente sorprendidos por la fluidez de la comunicación. Ali explica que “antes las fuerzas de Misrata debían transmitir las coordenadas de ataque a Bengazi, y de ahí llegaban a la OTAN. Era demasiado lento. Ahora podemos ver como Misrata se comunica directamente con los barcos extranjeros. Se trata de un gran avance”.

"Cuatro horas después, una nueva llamada suena mucho más desesperada. “Hay muchas bajas en Gaaran y Al Mahjoub. Nos están atacando con fuerza. Necesitamos vuestra ayuda. ¿Podríais llamar a los aviones, por favor?”. De nuevo, el barco francés repite “transmitimos la información”. “Por favor, enviad aviones. La situación está empeorando”. “Te copio, transmitimos la información”.

"Fue a las 18.00 que llegó el tan ansiado anuncio “No actuéis en la zona. Nosotros nos hacemos cargo de la situación”.

Este pasaje demuestra a las claras la verdadera coordinación entre las fuerzas de la OTAN y los rebeldes libios. Pero es el propio Alberto Arce quien justificaría el bombardeo de la OTAN, como hace años lo haría la propia Ministra sueca Anna Lindh, nombre de la Fundación que le entregara 2 años antes el premio al periodista español por su labor en Gaza.

La justificación del periodista llega a través de una entrevista que le realizaran hace pocos días en el programa radial español Carne Cruda. Veamos lo que dice en el minuto 20:06 de dicha entrevista:

Periodista: ¿Alberto, tú eras partidario en su momento de la intervención de la OTAN?

Alberto Arce: "Esa respuesta no tiene ni SI ni NO... ?Si la OTAN no hubiera intervenido, en Misrata hubieran muerto 40.000 civiles"

Aquí el periodista Arce nos deja meridianamente claro que podría ser un fiel partidario de la doctrina del "ataque preventivo" puesta en práctica en Irak y Afganistán bajo la administración Bush-Cheney. Además de dejarnos claro también su adhesión a la teoría del futurismo histórico tan bien retratado en el cine a partir de la película de hace varios años, y que generó cierto debate, "Minority Report". Esta teoría se basa en lo que "podría pasar si" como hipótesis que termina justificando todo y cualquier cosa. Un verdadero peligro que hoy están padeciendo diversos pueblos alrededor del mundo y cuya mentalidad parece estar instalada en el imaginario social global de Occidente. Por cierto, la vieja argumentación sionista que el Estado de Israel utiliza constantemente para atacar y matar palestinos. Algo que él ya debería tener claro, verdad? (...)

Con la colaboración de Maritzu Naiz - Boletín Armas Contra las Guerras

 

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