¿Existió la amenaza de intervención militar a Venezuela?

Más como una despedida del tema Venezuela, el ya retirado halcón Elliott Abrams, nombrado por Trump como representante para asuntos sobre Venezuela de la Casa Blanca, ha decidido contar cómo fue el estrepitoso fracaso del intento de 'transición' en Venezuela, a qué se debió dicha derrota y cuál fue la verdad, según él, detrás de todo esto. Es conocida la participación intensiva de Abrams en el encubrimiento de genocidios y masacres en Guatemala, El Salvador y Nicaragua

Lo central a resaltar es que, según Abrams, la amenaza de la Administración Trump de que "todas las cartas están sobre la mesa" nunca fue así. Fue una vil mentira del expresidente, ya que los militares estadounidenses nunca estuvieron de acuerdo con ensayar algo así, según relató en entrevista con EVTV, un canal de la derecha venezolana en Miami. 

Dice el halcón desde su casa: "Trump demostró que era muy cuidadoso con el uso de la fuerza. Estaba tratando de regresar a las tropas de Irak y Afganistán y, en algún punto, tomó la decisión de no usar la fuerza en Venezuela. Creo que la mayor influencia en ello no fue el Departamento de Estado, sino los militares estadounidenses, que decían: 'Mire, nosotros tenemos guerras en Afganistán e Irak y estamos haciendo cosas allí como lo de Soleimani [asesinato del Jefe de la Guardia Revolucionaria iraní], pero la principal amenaza es China, entonces no nos metamos en una guerra en Latinoamérica'. Venezuela es un país de 35 millones de habitantes (…), pero no es Granada, entonces tardaríamos semanas en vencerlos (…) los militares no estaban de acuerdo en hacerlo".

Con una revelación como la anterior, parece comprobado que lo que hubo fue un engaño general a toda la derecha haciéndoles creer que una invasión militar estadounidense era inminente, cuando no era una opción real de los militares.

Bajo la idea de "todas las cartas están sobre la mesa", el liderazgo opositor declaraba 'el abstencionismo' y desistía de presentar un candidato contra Nicolás Maduro, por lo que terminó perdiendo todo el terreno que había ganado.

Abrams ha decidido hablar desde el invernadero donde lo arrojó el traumático fin del régimen de Trump, donde era uno de los halcones, del sector más radicalmente derechista, aunque ahora lo niega y se promociona como alguien que estuvo de acuerdo con la mediación.

Después de estas revelaciones, se entiende que los que desmontaron la apuesta electoral en las presidenciales de 2018 vivían de un espejismo. Estuvieron engañados en sus proyecciones y así provocaron una insurrección violenta de clases medias y altas durante 2019 que dejó un saldo de centenares de presos y decenas de muertos. Y que atendía a un espejismo electoral de Trump, que vio a Venezuela como una buena oferta electoral a los latinos de Miami para ganar Florida, como finalmente la ganó, aunque perdiendo las elecciones de su país.

Bajo la idea de "todas las cartas están sobre la mesa", el liderazgo de derecha declaraba 'el abstencionismo' y desistía de presentar un candidato contra el presidente Nicolás Maduro, por lo que terminó perdiendo todo el terreno que había ganado en la política y los poderes públicos en la anterior elección de diputados.

Tratando de representar la percepción actual de la derecha, Abrams dice que "está claro (que) no habrá rescate de Washington". Allí el tristemente célebre funcionario, que ha sido sentenciado por el caso Irán-Contras, se anima y, casi como un político, se atreve a usar el español por primera vez durante la entrevista para convocar a "reanimar la vía política", diálogo incluido.

El representante de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams testifica en una comisión del Senado, Washington, 24 de septiembre de 2020.

"En la derecha hicieron una evaluación de que no tienen manera de remover a Maduro del poder por ahora y, además, que la mayoría de la derecha activa quiere participar y postularse para un cargo", argumenta. Así que la negociación facilitada por Noruega es "lo mejor que pueden hacer", sentencia Abrams. 

Guaidó ya en pasado y no como presidente

Finalmente, en este atragantamiento de sinceridad, habla de Juan Guaidó en pasado: "Nosotros respetábamos a Guaidó como 'presidente interino' e hicimos un plan de transición estadounidense que planteaba un gobierno de coalición, amnistía y una representación de los militares en ese gobierno de coalición". Además, dice que el 'interinato' del exdiputado "finalmente" va a desaparecer y que su figura ya es más la de un liderazgo de nivel medio. 

Lo que sí es seguro es que la presión está bajando: "En estos ocho meses como presidente, Biden no ha hablado de Venezuela, ni el secretario de Estado, [Antony] Blinken. Ya no tienen representante especial, han eliminado oficinas sobre Venezuela, todo esto reduce el nivel de presión", dice Abrams, que atribuye la situación a que los esfuerzos estaban en Afganistán. 

Política interna

Asumido el fracaso de la estrategia, Abrams busca intervenir en la política interna venezolana indicando quién es el más representativo de los políticos de derecha.

El exfuncionario, que ya en 2020 había entrado en diatriba contra la derechista radical María Corina Machado calificando de "realismo mágico" su propuesta de intervención internacional, ahora carga contra el líder también derechista Henrique Capriles, de quien se dice un "crítico" y condena al fracaso su estrategia.

Por el contrario, Abrams no oculta su favoritismo hacia el preso terrorista fugado Leopoldo López. De hecho dice que la mesa de negociación de México fue una derrota para Capriles (rival de López en la conducción de la derecha) y para el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en tanto que el vocero de la delegación de la derecha en esa mesa, Gerardo Blyde, representa a Guaidó. 

Abrams ya se sabe fuera de la política y ante el desastre que significó su política para sus propios aliados, ha decidido ventilar (justificándose, faltaría más) el por qué del fracaso de EEUU, y así nos permite ir entendiendo con claridad su incapacidad política para imponer un régimen en América latina.

Actualidad-RT / La Haine