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México, México :: 28/02/2011

La lucha contra la burguesía criminal es desde abajo y a la izquierda

Chk García
Tras la cortina de humo levantada por su guerra contra el narcotráfico, Calderón ha emprendido una guerra sin cuartel contra los movimientos sociales

"Este señor que dice ser presidente nada más nos vino a militarizar y a poner federales. Es un asco, aquí es una muestra de lo que está pasando. Es una mierda, pronto va a acabar con todo. Exigimos que ya retire las tropas federales y que ya termine con esta pinche guerra sucia, el pueblo no la pidió". Declaración de la familia Reyes Salazar.

calderon fascistaEn México cunde la guerra por todos los rincones del país. A su paso va dejando muerte, desolación, tristeza, depresión, ansiedad y heridas que nunca van a cerrar. Pareciera haber tres bandos enfrentados en esta guerra, aunque uno de ellos todavía se encuentra desdibujado ni utiliza armas, tal vez ante el terror que imponen los otros dos bandos, tal vez también porque no encuentra faro en la oscuridad que alumbre su camino. Los otros dos, son: de un lado la burguesía criminal, de otro lado la burguesía estatal, que no por ser tal deja de ser menos criminal.

La burguesía criminal controla en una amplia red trasnacional la industria y el comercio "ilegal" de armas, drogas, piratería, migrantes, y esclavos sexuales.

Armas, que lo mismo asesinan en cd. Juárez, que en Afganistan, Irak, Estados Unidos, o Chile.

Drogas, que lo mismo estupidizan en el Bronx, que en Kabul, que en París, que en Colombia o Cd. Juárez.

Piratería, producida con la explotación de miles en China, Taiwan, y otros.

Migrantes, que lo mismo son extorsionados, asesinados, vejados, traficados, en Honduras, que en Guatemala, el Salvador, Tijuana, Veracruz, que en Estados Unidos, Argelia, Madrid, Italia o Europa del Este.

Esclavos sexuales, que lo mismo son secuestrados y esclavizados en Rusia, que en Tailandia, Holanda, Argentina, Cancún, Cd. de México, Estados Unidos.

Miles de millones de dólares obtiene cada año la burguesía criminal trasnacional, sin importarle siquiera un céntimo el daño vil que le producen a millones de personas en el mundo. Su interés es el de la explotación y las ganancias.

La burguesía estatal participa en una amplia red de complicidades, corrupción, y prebendas en los negocios trasnacionales de la burguesía criminal. Sin su complicidad, las armas, las drogas, la piratería, los migrantes, los esclavos sexuales no llegarían a las calles de las grandes ciudades, ni causarían tanto dolor en los barrios y pequeñas localidades, donde por la miseria y la ignorancia, es fácil encontrar mujeres y niños para vender, hombres y mujeres para traficar, matar, drogar, explotar. La burguesía estatal participa directamente en la oprobiosa explotación que vivimos, lo hace además desde dos frentes, con la imposición de políticas de represión, humillación, explotación y despojo contra el pueblo trabajador; y con su participación en los negocios de la burguesía criminal trasnacional, que igualmente reprimen, humillan, explotan y despojan a miles de hombres, mujeres y niños, y por la que obtiene jugosas ganacias.

Hace 4 años, el gobierno ultraderechista de Felipe Calderón lanzó una guerra, para según el, acabar con la delincuencia organizada. En estos cuatro años, hemos podido comprobar, tal como lo hemos apuntado arriba, como la burguesía estatal y la burocracia parásita participan activamente de los negocios de la delincuencia organizada. La prueba fehaciente de este hecho la encontramos en la muerte de decenas de funcionarios corruptos asesinados por mercenarios al servicio de la burguesía criminal, entre los que contamos a un secretario de Gobernación, varios gobernadores, otros tantos diputados, alcaldes municipales y policías. La razón de su muerte: el contrabando, la traición.

Y es que al mismo tiempo es inocultable que la burguesía estatal tiene predilección por ciertos grupos de la burguesía criminal, eso y solo eso explica que se haya asesinado con desprecio a los hnos. Beltran Leiva, o atacado sin concesiones a la Familia Michoacana, pero no se haga nada en contra de los Zetas, grupo paramilitar al servicio del mejor postor, pero bajo la tutela directa del Ejército mexicano, ni contra el Chapo Guzmán, o los cárteles que controlan la frontera norte con Estados Unidos, o la frontera sur con Guatemala.

La burguesía estatal, a sabiendas de que no solo la burguesía criminal acecha su "palacio de invierno" decidió militarizar todo el país. Entonces, fue que empezó a cundir la guerra por todos los rincones de México. Saco el ejército a las calles, militarizo la policía, subió su sueldo más de un 50% y contrato mercenarios para lanzar campañas de guerra sucia que fueron respondidas en igual tono por la burguesía criminal. Desde hace 4 años, todos los días aparecen cuerpos mutilados, decapitados, desmembrados, quemados, ahorcados, violados, torturados... de los cuales no se sabe nada y se suponen muchas cosas, que ciertas o falsas, solo contribuyen a alimentar ese imaginario popular donde el terror es el rey, y la muerte su dama de compañía.

Varios miembros de la burguesía estatal han propuesto que la solución a la guerra contra el narcotráfico es legalizar la producción y comercio de drogas, como si no supieran que hay otros negocios, incluso más lucrativos, que el tráfico de drogas. Pretenden hacernos creer que los drogadictos son un peligro, mientras que los pederastas, los coyotes, los señores de la guerra que venden armas por todo el mundo, los traficantes de mujeres y niños como esclavos sexuales, es decir, la burguesía criminal, son corderos de dios que no hacen daño a nadie. Que el libre mercado nos hará libres. Nada más falso, ni más hipócrita.

El gobierno de Felipe Calderón se ha negado a ese acuerdo, pero no lo hace por ser un mal liberal que no entiende de capitalismo, o un católico comprometido, lo hace a sabiendas de que si permite el libre mercado de drogas la burguesía criminal le va arrebatar el poder del estado, tal como sucedió en Colombia, donde para salvarse la burguesía estatal se fundió con la burguesía criminal para dar lugar a un estado narcoparamilitar de ultraderecha. La burguesía criminal tiene armas, hombres a su servicio dispuestos a morir, entrenados por el propio estado, lo mismo que gente en puestos directivos de partidos políticos, y funcionarios en distintos niveles de gobierno. Hay pues una amenaza real que el estado mexicano se descare como un narcoestado, o un estado criminal (que ya lo es, no lo ponemos en duda).

Por esta razón, no podemos negar que efectivamente Calderón tiene visión de Estado. Más aun porque tras la cortina de humo levantada por su guerra contra el narcotráfico, ha emprendido una guerra sin cuartel contra organizaciones sindicales, campesinas, estudiantiles, de derechos humanos, de mujeres y otras. Sus ataques contra el SME, contra los maestros de la CNTE, contra los zapatistas, contra los indígenas en el norte, centro y sur del país, contra las universidades públicas, y en general con la criminalización de la lucha social, son parte de una estrategia represiva con miras a radicalizar el proceso de reconversión neoliberal que desde hace décadas se ha impuesto a la sociedad mexicana. Es decir, la burguesía estatal tiene claro que no puede sino seguir procurando la explotación, represión, humillación y despojo contra el pueblo trabajador por así convenir a sus intereses, y a los de la burguesía criminal, con los que si bien, ahora se ha enfrascado en una cruenta lucha, se encuentra íntimamente ligada.

El desdibujamiento del tercer bando en la guerra que recorre México se debe a la confusión existente para caracterizar a los otros dos bandos, que como hemos dicho, están íntimamente ligados. De esa confusión son responsables directos los medios masivos de comunicación. Ellos y solo ellos son los responsables de transmitir en serie el terror y la impotencia. Ellos y solo ellos son responsables de impedir la organización, la formación de lazos de identidad, y la lucha contra el capitalismo. Pretendiendo ocultar además, la lucha que se está dando, abajo y a la izquierda, soterrada o abiertamente, contra el estado y el capital.

Hace unos días, como todos los días, fueron desparecidos y posteriormente muertos, tres integrantes de la familia Reyes Salazar, una familia que como cualquier otra ha sufrido el asesinato de varios de sus integrantes, pero que a diferencia de otras, sus integrantes han sido reconocidos públicamente como luchadores sociales. En junio de 2009 fue asesinado por el ejército Julio Cesar Reyes. Posteriormente, el 21 de agosto de 2009, Miguel Ángel Reyes, de 26 años, fue detenido acusado de delincuencia organizada. Su hermana Josefina Salazar, destacada luchadora en contra de los feminicidios en cd. Juárez, emprendió una huelga de hambre, tres días después Miguel Angel Reyes fue liberado sin embargo en noviembre de ese mismo año volvió a ser aprendido por los mismos delitos. El 3 de enero de 2010, Josefina Salazar, quien había denunciado amenazas por parte del ejército mexicano, fue ejecutada dentro del negocio familiar que entonces atendía. En agosto de ese mismo año, su hermano Rubén Reyes, de oficio panadero, también fue ejecutado. El 7 de febrero del año en curso fueron levantados los hermanos Magdalena y Elías Reyes Salazar así como la esposa de éste último, Luisa Ornelas, quienes padecían distintas enfermedades que incluso les impedían caminar con normalidad. Una semana después, el 16 de febrero, fue incendiada una de las casas de la familia Reyes Salazar. En ese momento, a 100 metros de dicha casa se encontraba un retén del ejército mexicano. La familia Reyes Salazar, encabezada por la sra. Sara Salazar, madre de Josefina, Rubén, Madgalena y Elías, con el acompañamiento de decenas de activistas establecieron un plantón, para demandar la aparición con vida de los levantados el 7 de febrero, primero en cd. Juárez y posteriormente en la cd. de México, sin embargo, ante la impunidad y el desdén de las autoridades federales, estatales y municipales, el pasado 25 de febrero fueron encontrados los cuerpos sin vida de Magdalena, Elías y Luisa... El responsable de la historia trágica de esta familia no es otro que el Estado mexicano. Los integrantes de la familia Reyes Salazar no luchaban contra los cárteles de la droga en cd. Juárez, luchaban contra la militarización y contra los feminicidios, de los cuales es responsable el Estado mexicano, tanto porque los asesinatos de estos luchadores sociales los cometieron mercenarios al servicio del estado, como porque la burguesía estatal participa directamente de la red de negocios de la burguesía criminal trasnacional, causantes de entre otras cosas, de la violencia, pobreza, marginación contra las mujeres en cd. Juárez, cuya expresión más cruel, es el asesinato de centenares de mujeres trabajadoras, contra los cuales luchaban los integrantes de la familia Reyes Salazar.

El dolor de la familia Reyes Salazar, y de tantas otras familias y personas en México, debe ser el faro que nos haga encontrar el camino en la oscuridad de la guerra. En la que no hay tres bandos, sino solamente dos, los poderosos y el pueblo trabajador. Hoy tenemos el deber de acompañar en su lucha a la familia Reyes Salazar, y de todos quienes como ellos luchan contra la explotación, la humillación, el despojo y la represión. Es inaplazable que nos agrupemos abajo y a la izquierda para enfrentar con efectividad las batallas que se aproximan en los próximos meses. De no hacerlo nos estaremos condenando a nosotros mismos a seguir padeciendo la oprobiosa realidad de la guerra.

gracias
Febrero 2011


pd. lamentable es que ante el recrudecimiento de la guerra, el Subcomandante Marcos le escriba cartas a Luis Villoro para disertar sobre la guerra de los de arriba. De manera particular, no necesito leer esas cartas para saber que el sub. tendrá palabras claras para decir muchas verdades, sin embargo, es lamentable que habiendo tantos oídos dispuestos a escuchar su palabra, esta se venda en exclusiva, y además no sea dirigida a quienes vivimos en carne propia la guerra de los arriba.

http://www.noticiasdelarebelion.info/

 

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