lahaine.org
Medio Oriente :: 05/01/2007

La desgracia para los vencidos

Marco d'Eramo
[Traducido del francés para La Haine por Felisa Sastre] Se nos había mostrado como un ajusticiamiento sobrio y ordenado: el video distribuido por el gobierno iraquí era mudo. Pero pronto llegó la banda sonora en la que los carceleros y los asistentes al acto no cesaron de burlarse de Saddam Hussein.

Como si fueran ultras de un estadio, coreaban el nombre de Moqtada al-Sadr, implacable enemigo del dictador. Bramaban "Vete al infierno". Le cantaban una plegaria chií, a él que era sunní. Todo ello hasta un instante antes de que se abriera la trampilla, cuando Saddam Hussein dijo: "Los hombres de verdad no se comportan así".

La ejecución de pronto se reveló como lo que era: un venganza vil además de abyecta. Los medios de información anglo-sajones ahora se muestran "escandalizados": les hubiera gustado una ejecución aséptica. En Estados Unidos se tiene la idea de que la pena de muerte se puede ejecutar como si se tratara de una operación quirúrgica: por medio del gas, de la electricidad, mediante una inyección, por cualquier medio con tal de que no recuerde la sangre.

Y de pronto se topan, muy al contrario, con un asesinato entre gánsters callejeros que consiguen finalmente atrapar al desarmado jefe de la banda rival. Y claro, los puritanos se indignan. La BBC se siente "conmocionada". El New York Times siente náuseas. La hipocresía no tiene límites: la responsabilidad del oprobio recae por entero en el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki. Los estadounidenses, pobres, habían intentado ejecutar a Saddam Hussein según el protocolo, pero estos bárbaros lo han echado todo a perder.

Al delicado malestar de los medios contribuye también el nuevo techo alcanzado por las pérdidas estadounidenses en Iraq que han superado los 3.000 muertos. Resulta asombroso cómo de golpe ciertas cifras se convierten en umbrales. Nadie en los medios de comunicación estadounidenses había dicho ni pío al pasar de los mil muertos, de la misma manera que habían sido muy comedidos al legar a los 2.000.

Pero hoy, de repente, la cota de los 3.000 se convierte en una "piedra angular", como la muerte de Saddam Hussein, según George Bush, hijo. No se entiende con claridad porqué desde el pasado verano el sistema mediático se ha despertado de golpe, tras años de silencio servil, por no decir de omertà(1), hacia Bush. Ahora los medios descubren que la guerra es algo sucio, que la sangre se mezcla siempre con la mierda, como en la ejecución asquerosa de Saddam Hussein.

Ha sido en este contexto en el que un consejero de al-Maliki se ha dirigido a Romano Prodi, el único gobernante europeo que ha expresado su desacuerdo con algo más de firmeza que el malestar vergonzante de otros países. El consejero iraquí ha recomendado a "Prodi que se ocupe de Mussolini, que nosotros nos ocupamos de Saddam Hussein", para finalizar con una joyita. "Al acabar la segunda guerra mundial, Mussolini fue juzgado en un solo minuto. El juez le preguntó su nombre y al responder "Benito Mussolini", le dijo "el Tribunal le condena a muerte", y la sentencia fue ejecutada de inmediato".

No está mal como fantasía: no hubo ni proceso, ni juez, ni sentencia. Mussolini fue fusilado, junto a su amante Claretta Petacci, cerca de Como, el 28 de abril de 1945, por partisanos que los habían capturado cuando intentaban huir de Italia. Fue un acto lamentable pero completamente distinto de un proceso farsa que ha concluido con una ejecución obscena. Recuerda más a la muerte de los dos hijos de Hussein, Udai y Qusai, asesinados en julio de 2003 por soldados estadounidenses. La guerra consiste en matar al enemigo, no en condenar al vencido por el hecho de haber perdido. Sería más justo decir: ¡La desgracia para los vencidos!

1. NT.: Ley del silencio impuesta por la Mafia.

"http://www.mondialisation.ca/index.php?context=viewArticle&code=D’20070102&articleId=4301" target="_blank">Mondialisation.ca, 2 de enero de 2007

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal