La película Tierra y la partición religiosa de la India

Lo que la hace tan emocionante no es únicamente su presentación de un romance trágico, sino también el contexto que el cuento realza, uno de los eventos más terroríficos de la historia de la humanidad, y sus consecuencias para las vidas de cientos de millones de personas en las décadas después: la partición de la India en India y Paquistán, y anteriormente la guerra civil entre hindúes, sijs y musulmanes.
Mehta demuestra fuertemente la escala de ese acontecimiento horrorífico a través de los ojos de una niña de siete años, y por medio de la ventana de las relaciones entre un grupo de buenos amigos de diferentes grupos étnicos que trabajan todos para una familia parsi en Lahore en Punjab, antes de la partición indo-paquistání. Actualmente, Lahore es parte de Paquistán. (Los zoroastros en India y Paquistán se llaman parsis, porque originalmente procedían de Persia en el siglo nueve. Se huyeron de la persecución religiosa después de la conversión al Islam de la mayoría en Persia.)
Aunque la película tiene 8 años, y la historia tiene lugar hace 60 años, el tema es fresco y relevante a día de hoy. Estamos en una época en que el mundo lleva el peso de la tragedia que se transcurre en Irak, con la ocupación. Una época que ha sido testigo a las horribles guerras civiles en los Balcanes y en Africa.
La película se basa en la novela semi-autobiográfica de la novelista paquistaní Bapsi Sidhwa, Cracking India. La autora es una parsi, y publicó su libro originalmente bajo el nombre Ice Candy Man in India.
La protagonista Lenny (Maia Sethna) es la hija de una acomodada familia parsi. Pocos minutos después de empezar la película, se le cae un plato, que se rompe en pedazos. Pensativa, ella pregunta a su madre, "¿Se puede romper un país?"
La niñera de Lenny es Shanta (Nandita Das), una amable joven hindú. Shanta es amiga de todos los demás empleados de la familia parsi (la cocinera, el que mantiene los animales, el jardinero, y el masajista). Son una mezcla de hindúes, musulmanes y sijs; una representación de la sociedad india de entonces. Salen habitualmente juntos a un parque cercano para hablar y comer juntos. Lenny (o Lenny-bebé, como le llaman los otros) disfruta mucho los pic-nics multi-culturales. Dil Navaz, a quien llaman Ice Candy Man (con Amir Khan en el papel) es un musulmán, y el favorito de Lenny. Se enamora más y más de Shanta. Pero no es el único. El masajista Hassan (Rahul Khanna), también musulmán, tiene el mismo problema.
Estos buenos ratos no duran. Mientras se intensifica la situación política, y la violencia entre grupos étnicos se hace con la sociedad, las tensiones dentro del círculo de amigos aumentan. Los espectadores son testigos a cómo el miedo se extiende por toda la ciudad, hasta que una serie de incidentes provoca una explosión de odio y venganza.
Mientras que estos amigos continúan con sus reuniones y comen juntos, se fijan que el parque está cambiando. Las diferentes comunidades religiosas, sij, musulmana y hindú, se están aislando las unas de las otras. Se empiezan oír chistes ofensivos y de mal gusto, incluso dentro de este pequeño círculo, y bajo la influencia de los eventos se empiezan desarrollar antagonismos. En una escena, Hassan muestra una actitud progresista y cuidadosa, y se opone a estos chistes. Anima a los amigos a apoyarse, y resistir al fanaticismo creciente. Ice Candy Man, una figura importante en la película, no toma ninguna postura firme, y se mofa de todo para evitar tener que mostrarse serio.
Mientras el ambiente cambia ante el fondo de rumores alarmantes y tensiones peligrosas, Shanta dirige su afecto hacía Hassan. Su amor florece en una escena bella e inocente que Lenny-bebé también presencia. Sin embargo, esta escena está yuxtapuesta con la noticia de una matanza en la ciudad de Gurdaspur el 15 de agosto, que mete al país en una crisis profunda, sobre todo las ciudades con mezclas de etnias, como Lahore. Más y más, Lahore es la escena de protestas cuyos lemas son, por ejemplo, "Zinabad Paquistán, Mordabad Hindustán!" (Arriba Paquistán, muerte a Hindustán). Miles de familias dejan atrás sus trabajos y sus pocos bienes, para buscar otro hogar.
El punto de viraje en las relaciones entre los amigos aparece cuando Ice Candy Man va a la estación de tren, esperando recibirle a su hermana. En vez de ella, cuando el tren llega de Gurdaspur, está transportando los cuerpos de hombres musulmanes asesinados, y cuatro bolsos llenos de senos de mujeres.
Shanta va para dar su pésame a Ice Candy Man. Están en un tejado, viendo como una muchedumbre busca vengarse contra un hombre musulmán alzado en el aire desde un par de vehículos de policías. Cuando los bomberos llegan a un incendio en un barrio hindú, en lugar de regarlo con agua de sus mangueras lo riegan con gasolina. Antes de todas las tensiones, en este mismo tejado Ice Candy Man, Lenny y Shanta habían visto una celebración de primavera con cometas en vuelo. Pero esta noche la ciudad está sacudida por furia, y Dil Navaz recibe otro disgusto cuando Shanta rechaza su amor, y el ya-vulnerable Ice Candy Man se encuentra en una situación aún más dolorosa. Más tarde en la película los celos de Ice Candy Man se interpenetran con la política a su alrededor. Y el espectador teme lo que pueda ocurrir.
La película revela el papel de los políticos en la partición del país. En medio de esta guerra civil trágica, cuando Nehru anuncia la independencia de India en la radio ("Cuando los relojes tocan la hora de medianoche [del 15 de agosto de 1947], cuando el resto del mundo duerme, la India se despertará a la vida y a la libertad’), la noticia no trae alegría ni ánimos a los amigos, únicamente una profunda tristeza y malestar. Un personaje pregunta qué significa la independencia para las masas, y dice fuertemente, "Los políticos hablan con lenguas torcidas; vaya independencia que nos dan, empapada de la sangre de nuestros hermanos".
La armonía en la vida de Lenny empieza romperse mientras se acerca la fecha en la que los británicos tienen que dejar la India, y se disponen a destruir lo que dejan atrás.
En el principio de la película, en una cena cuyos anfitriones son los padres de Lenny, se estalla un argumento violento sobre el futuro del país entre dos invitados, un hombre de negocios sij y un inspector de policía británico. La familia parsi intenta evitar el antagonismo en su relación con los británicos y se queda callada mientras el inspector proclama que el pueblo es bárbaro y que necesita el mando británico. El hombre de negocios contesta con enfado que los británicos tienen la culpa de romper al país en pedazos. Argumenta que el pueblo sabría cómo gobernarse si los británicos les dejasen en paz. Este es el punto de vista de la realizadora de la película, también. Tal y como lo explica en una entrevista: "El enemigo nos dividió y nos dominó, y se fue. No hay nostalgia para el raj británico [el mandato británico] en esta película" (entrevista de Maya Churi, en la página web indieWire).
La película se distancia del mundo de sueños fantástico que prevalece en la mayoría de las películas de Bollywood y trata una horrorífica realidad que vive el pueblo en los países oprimidos.
Deepa Mehta nació en Amritsar, una ciudad en la frontera india con Paquistán. Esto le dio un conocimiento íntimo de la tragedia histórica. Empezando en 1975, Mehta ha hecho muchos documentales. Tierra es la segunda película en una trilogía, después de Fuego y antes de la reciente película notable, Agua. Estas películas nos revelan a Mehta como de los realizadores actuales más capaces y entregados. Tuvo que luchar contra una resistencia enorme para filmar y estrenar estas películas. Fuego provocó una tormenta de polémica en toda la India. Las organizaciones fundamentalistas hindúes convocaron a manifestaciones y atacaron a cinemas donde presentaban la película, por su argumento y el tema subyacente: dos cuñadas, las dos totalmente oprimidas por sus maridos, se hacen amantes y juntas huyen del hogar patriarcal. La película critica la tradición hindú de la opresión de las mujeres que está profundamente arraigada en las relaciones retrógradas sociales en India. A causa de la oposición fundamentalista hindú, no se le permitió a Mehta a rodar Agua en India. Tierra no creyó tanta polémica como las otras dos películas, pero sí critica el pensamiento religioso estrecho y revela cómo las maniobras políticas reaccionarias traen miseria y muerte en gran escala. Mehta señala los errores y la ignorancia del pueblo, y demuestra cómo los mandos de los países imperialistas y sus aliados locales aprovechan de ello y lo fomentan.
Con coraje, Mehta trata una cuestión común y compleja: ¿por qué las personas que conviven honesta y felizmente se vuelven las unas contra las otras? Muestra claramente los procesos que forman parte de ese cambio. Pero no explora completamente las fuerzas que se operan para fomentar este tipo de discordia en el seno del pueblo.
Como dice ella, "En todos las escenas que rodamos, estuve profundamente afectada, porque sé que todo esto ocurrió. Sea la escena de amor, la escena del tren, o la pequeña Lenny cuando dice que hoy es mi cumpleaños y nadie hace caso porque están ocupados leyendo el periódico, o el niño pequeño que dice: "a mi madre le violaron ¿quieres jugar a canicas?" Todas estas escenas me afectaron profundamente" (entrevista con Richard Philips, agosto de 1999, página web de world socialists).
La partición de India
En agosto de 1947, los gobernantes coloniales británicos salientes anunciaron la división del subcontinente en dos: Paquistán, controlado por musulmanes, e India, dominada por hindúes y sijs. El gobierno británico laborista organizó la partición con el apoyo y colaboración de la Liga Musulmana y el Partido del Congreso Indio.
La partición echó de sus hogares a por lo menos 11 millones de personas (musulmanes, hindúes, sijs y otros) que se encontraban al lado "equivocado" de la línea divisoria. Fueron masacrados más de un millón, y quizás unos siete millones fueron desplazados (según algunos relatos 11 millones de musulmanes, hindúes y sijs) en el intercambio mayor y más terrible de población en la historia. Donde más muertos hubo fue en Punjab, que se partió en dos. Decenas de miles murieron en pocas semanas.
Todo esto ha sido el resultado claro de casi un siglo de un gobierno británico colonial directo. La tensión entre India y Paquistán se hace sentir todavía.
Tierra trata la política del mundo actual, y Mehta no intenta evitar este hecho cuando dice: "La política se impone a la gente. De cierta manera, las medidas de la política nos pueden manipular sin que estemos conscientes de ello Hay muchas cuestiones políticas desconocidas sobre la partición que los mandatorios británicos no quieren que se vean. Cuando te enteras de la verdadera historia de la partición y la responsabilidad que recae en los británicos, entiendes por qué obviamente es un tema muy incómodo para ellos. Generalmente la respuesta allá ha sido romantizar a Gandhi y al Lord Mountbatten (el representante local del imperio británico.) Eso se hace hasta tal punto que me pone enferma" (entrevista con Philips).
La película de Mehta es una bocanada de aire fresco, una advertencia valiosa sobre las consecuencias del chovinismo y el pensamiento religioso estrecho, y testimonio de la realización hecha con integridad por la directora.