Las venas actuales de América Latina
Raquel Gutiérrez Aguilar, mexicana con vasta experiencia en Bolivia, visitó Buenos Aires para conversar de esos temas con movimientos locales. Formada académicamente en las matemáticas y la sociología, su curriculum, sin embargo, se erige sobre las arenas movedizas de la práctica política latinoamericana.
Comenzó en su México natal con los salvadoreños del FMLN en el exilio y a las 20 años continuó en Bolivia, donde fue detenida en abril del 92 bajo los cargos de alzamiento armado y otra chorrada de delitos, por integrar el Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK). En la redada, cayó junto a sus compañeros, entre los cuales estaban Felipe Quispe, líder actual del Movimiento Indígena Pachacutik-MIP, y Alvaro García Linera, flamante vicepresidente electo de Bolivia.
Raquel recién salió de la cárcel el 25 de abril de 1997, gracias a una huelga de hambre que forzó su situación judicial y a un sinfín de reclamos internacionales que presionaron por su liberación. En el 2001 regresó a México, donde vive actualmente y trabaja junto a un grupo de mujeres ex presas políticas. Es lógico entonces que su tarea actual sea la de hilvanar procesos tan diferentes entre sí como los protagonizados por los movimientos sociales mexicanos y bolivianos.