[Libros] Tres biografías de militantes mexicanos

Todos conocidos militantes de la izquierda mexicana. Es de suponer que pueden ser de interés para algunos lectores.

1. Biografía de Rubén Jaramillo

EL GÉNERO BIOGRÁFICO en el movimiento obrero, campesino y popular, en el siglo XX, ha jugado un papel destacado en el desentrañamiento y rescate de procesos vitales del devenir histórico. Por ello, en fechas recientes, jefes obreros como Luis N. Morones, Vicente Lombardo Toledano y Joaquín Hernández Galicia, y dirigentes campesinos como Emiliano Zapata, Primo Tapia y Úrsulo Galván son objeto de estudios y ensayos. En este tipo de literatura se ubica Rubén Jaramillo. Vida y luchas de un dirigente campesino (1900-1962), aparecido hace poco.

El pequeño libro consta de los siguientes capítulos: 1) Se forja un dirigente campesino; 2) Termina la Revolución y surgen nuevos explotadores; 3) Un ingenio para los campesinos o el gobierno como nuevo hacendado; 4) La insurrección como último recurso ante la represión; 5) El nacimiento del Partido Agrario Obrero Morelense; 6) Queremos construir un pueblo campesino sin explotadores, y 7) Del abrazo de Judas a la traición.

En el primer capítulo se narra cómo se incorporó Rubén al movimiento zapatista y cómo a los 17 años alcanzó el grado de capitán primero de caballería. Después de pacificarse, Jaramillo guardó las armas.

El líder morelense continuó, bajo nuevas formas, la lucha por los derechos e intereses de los campesinos, y, en los años 30, apoyó la candidatura de Lázaro Cárdenas a la presidencia de la República. Ya bajo el mandato de éste, Rubén Jaramillo luchó por la creación de un ingenio azucarero colectivo en el distrito de Jojutla.

“Muchos campesinos se resistían a sembrar caña pues este cultivo había sido por muchos años la encarnación de los hacendados y durante el porfiriato los cañaverales eran los tentáculos de un enemigo que devoraba las tierras comunales y cercanas a los pueblos. Sin embargo, los campesinos acaban por convencerse, sobre todo con el argumento de que los cultivos y la planta serían administrados por ellos mismos y por los trabajadores industriales”. (p. 15)

La obra plantea las vicisitudes de la Sociedad Cooperativa Emiliano Zapata y el papel de dirección desempeñado por Jaramillo, contando que a principios de 1942 --por primera vez-- se forjó en la lucha la alianza obrero-campesina. Se señala: “El 9 de abril de 1942, como a las 11 de la mañana, los obreros dejaron de trabajar y ocuparon la fábrica mientras que los campesinos suspendieron el corte y el acarreo. Rápidamente el ejército rodeó el ingenio y en la madrugada del día siguiente los federales ocuparon la planta”. (p. 18)

La huelga fue derrotada y la represión se agudizó en contra de los obreros y campesinos. En estas condiciones, Rubén Jaramillo tuvo que recurrir a la insurrección, a comienzos del año 1943. El apoyo popular a la guerrilla fue importante, pero, dado el carácter local y aislado del movimiento, los combatientes se vieron obligados a deponer las armas.

En 1944 nació el Partido Agrario Obrero Morelense y Rubén fue lanzado como candidato a la gubernatura del estado de Morelos. Según los autores del texto, Jaramillo “ganó con un margen muy amplio”. El triunfo, no obstante, fue entregado al candidato del partido oficial.

En 1951 nuevamente el PAOM participó en las elecciones para gobernador, aliándose con la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano, centro del henriquismo. Una vez más hubo fraude electoral.

Jaramillo combinó, a lo largo de su vida, los métodos de lucha peticionarios, de gestión, electorales y armados. Al final, dio la pelea por el nuevo centro de población agrícola General y Profesor Otilio Montaño, mismo cuyo edicto de creación se publicó el 12 de abril de 1960. Posteriormente, las autoridades dieron marcha atrás y los campesinos fueron burlados y reprimidos.

Termina el libro con la narración del asesinato del líder agrarista. “Los asesinos no se preocuparon por fingir siquiera un intento de fuga: los cinco cadáveres estaban juntos, habían sido ametrallados de frente y a quemarropa, y todos mostraban en la cabeza el tiro de gracia”. (p. 42)

La obra logra dar una visión de conjunto de la vida y luchas de Rubén Jaramillo; sin embargo, no menciona la militancia de éste en el Partido Comunista Mexicano, y, lo que es más grave, omite la participación del dirigente morelense en la lucha por organizar la Central Campesina Independiente, la cual se fundaría en 1963. A pesar de las fallas mencionadas, su lectura tiene cierta utilidad.

***Rubén Jaramillo. Vida y luchas de un dirigente campesino (1900-1962), s. p. i., 44 pp.
UnomásUno, 15-V-82

2. José Revueltas, una biografía intelectual

JORGE FUENTES MORÚA, licenciado en derecho, doctor en estudios latinoamericanos y profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, enriquece los estudios revueltianos con su libro José Revueltas, una biografía intelectual, coeditado por la UAM-I y Miguel Ángel Porrúa en 2001. El autor, que antes ya había publicado Política y región en A. Gramsci, 1911-1926 y Marx-Engels: crítica del despotismo urbano (1839-1848), además de diversos textos sobre Marx, Trotsky, Mariátegui y Revueltas, incluye en su obra un capítulo dedicado a rastrear la primera edición en México de Manuscritos económico-filosóficos de 1844, de Carlos Marx, utilizada y citada por Revueltas en múltiples escritos. De este capítulo ya se habían dado versiones menos acabadas en Trabajadores, revista de la Universidad Obrera de México, y en Perspectivas históricas, Historical perspectives, Perspectives historiques, del Centro de Estudios Históricos Internacionales. En otros capítulos aborda los intereses de Revueltas en antropología, historia y filosofía, la enajenación, y las raíces latinoamericanas de la democracia cognoscitiva.

Jorge Fuentes Morúa recorre la amplia obra de José Revueltas, y hace alusión a títulos como Joven trabajador: ¡acá está el camino!, Visión del Paricutín, Ensayo sobre un proletariado sin cabeza, Las evocaciones requeridas, El luto humano, Dios en la tierra, Los errores, Los motivos de Caín, El cuadrante de la soledad y Los muros de agua. El autor logra desentrañar las lecturas, las preocupaciones centrales y las intenciones de José Revueltas como escritor y militante comunista.

De acuerdo con Fuentes Morúa: “Revueltas describió en su narrativa, de manera sorprendente, las perversiones originadas en la avaricia, el egoísmo y la codicia, no sólo con relación al dinero, sino como derivaciones del poder monetario: la relación entre la codicia pecuniaria y la posesividad afectiva y emocional”.(p. 174)

El autor no coincide con Revueltas en cuanto a la difusión del marxismo en la primera mitad del siglo XX en México. Según Fuentes: “…no debe descuidarse la aseveración de Enrique Navarro, librero notable precursor de los afanes de la difusión del marxismo y del marxismo-leninismo, quien sostuvo que desde finales de la década de los años diez, ya circulaban en México las ediciones siguientes: C. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista; F. Engels, Principios del comunismo, y C. Marx y F. Engels, Mensaje del Comité Central a la Liga de los Comunistas…” (p. 120)

En la obra se sostiene: “Por otra parte, es posible localizar en los escritos históricos y políticos de Revueltas cómo aparece el asunto del lumpen-proletariado, la huella de esta cuestión figura diáfanamente en ‘Naturaleza de la independencia nacional’, publicado en 1940, pues el sustento teórico de este trabajo es El XVIII Brumario de Luis Bonaparte. Como se sabe, en este escrito Marx analizó la función de ese nuevo estamento [estrato] social que aparece con el surgimiento de las ciudades industriales y el proletariado: el lumpenproletariado”. (p. 243)

En el libro se esclarece la posición de José Revueltas hacia el Partido Liberal Mexicano, que jefaturó Ricardo Flores Magón, al cual consideraba como “antecedente histórico del partido político de la clase obrera mexicana” (pp. 380-384), a la vez que se explica, quizá con excesivo entusiasmo, la concepción revueltiana sobre “el partido de la clase obrera”, concepción que seguramente habría que someter a una crítica sin concesiones, a la luz de los acontecimientos de los años 80 y 90 del siglo XX.

Las fuentes en que abreva Fuentes son, realmente, abundantes. Entre otros autores consultados, aparte de archivos y bibliotecas, están Theodor W. Adorno, David Alfaro Siqueiros, Arturo Anguiano, José Aricó, Armando Bartra, Narciso Bassols Batalla, Barry Carr, Arnaldp Córdova, Federico Engels, Paulina Fernández Christlieb, Olivia Gall, Alfonso Goldschmidt, Pablo González Casanova, Enrique González Rojo, Antonio Gramsci, Jürgen Habermas, Karel Kosik, Jaime Labastida, Vladimir I. Lenin, Vicente Lombardo Toledano, György Lukács, José Carlos Mariátegui, Arnoldo Martínez Verdugo, Carlos Marx, Gerardo Peláez Ramos, Jorge Plejánov, Rosaura y Silvestre Revueltas, José Rivera Castro, Wrnceslao Roces, Otto Rühle, Álvaro Ruiz Abreu, Adolfo Sánchez Vázquez, Anatoli Shulgovski, Raquel Tibol y León Trotsky.

José Revueltas, una biografía intelectual es una obra que debe ser leída por los militantes sindicales y políticos interesados en el desarrollo de las ideas sociales y políticas en México. Su lectura es necesaria.

***Jorge Fuentes Morúa, José Revueltas, una biografia intelectual, México, UAM-I – M. A. Porrúa, 2001, 477 pp.
Unión, núm. 615, 11-X-01

3. Biografía de Misael Núñez Acosta

LA DELEGACIÓN D-III-24 de la Sección XI del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que agrupa a los técnicos, manuales y administrativos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, desde hace un buen tiempo viene publicando una serie muy interesante intitulada Folletos de Educación Sindical, en la cual se han incluido textos sobre la insurgencia magisterial y documentos oficiales de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y de la propia delegación.

El folleto de educación sindical número 8 lleva por título Misael Núñez A. Biografía de una lucha / Relato de una infamia. En él, a grandes rasgos, se traza una crónica del joven líder magisterial asesinado. Se dice que Misael nació el 1 de agosto de 1949 en Tenango, Hidalgo; sus padres eran campesinos pobres, de religión protestante. Cursó la enseñanza primaria en Chalpuhuacán, en su estado natal; continuó los estudios secundarios en la escuela cadete Agustín Melgar, “de donde fue expulsado por culpa de su inquietud estudiantil” y terminó la segunda enseñanza en Tamanzuchale, San Luis Potosí.

Posteriormente, el futuro dirigente sindical ingresó a la Normal del Mexe, Hidalgo, escuela de la que fue corrido “al denunciar los malos manejos que se hacía con las raciones alimenticias”. Luchó en la dirección de normales en el Distrito Federal para ser reinstalado, oponiéndose a que lo trasladaran a Atequiza, Jalisco. Por fin, terminó sus estudios en la Normal de Tenería, Estado de México, en 1970.

El folleto trae algunas inexactitudes acerca de la historia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Por ejemplo, afirma que el VI Congreso Nacional de esta organización se llevó a cabo en diciembre de 1951; también habla de que había charrismo en la década de 1930 a 1940, cosa que sencillamente no pudo ocurrir, ya que, como es sabido, el aparato sindical charro se logró imponer en el sindicalismo mexicano en los años de 1946 a 1950. Esto es, en el período que va del paro petrolero de diciembre del 46 a la VI Convención del Sindicato Industrial (hoy Nacional) de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana en mayo de 1950.

Es errónea, asimismo, la afirmación de que la insurgencia magisterial iniciada en 1956 se prolongó hasta 1961, pues como lo prueban los hechos, el aparato roblesmartinista desconoció al Comité Ejecutivo de la Sección IX del SNTE en el primer semestre de 1960 y el paro de labores de los maestros distritenses se inició en junio y terminó en agosto de ese año. La fecha, en consecuencia, no es correcta.

Según el texto, Misael “a donde llegaba organizaba al pueblo...” y desde el momento mismo de su llegada --a la zona de Tulpetlac--, Misael buscó organizar a esos obreros. Comenzó haciéndolo primero en su calidad de padres de familia y de colonos.

En 1977, algunos maestros y autoridades buscaron sacar a Misael de la escuela donde trabajaba. En una asamblea de colonos y padres de familia los charritos plantearon: “O se va Misael o nos vamos todos”. Los asistentes respondieron con firmeza: “Váyanse todos”. Misael quedó entonces como director de la escuela... En 1978, el líder magisterial ingresó a la Universidad Autónoma Metropolitana para estudiar la carrera de Derecho. Simultáneamente a estas luchas --de colonos--, a sus clases y a sus estudios, comenzó a buscar organizar a los maestros de la región. Con el grupo Unidad Sindical editaba el boletín magisterial Análisis. Así fue creando las condiciones para que cuando años después estallara la insurgencia magisterial en el Valle de México, tuvieran una base más o menos organizada desde donde influir en los acontecimientos.

En breves trazos, el texto narra el desarrollo de la lucha de los maestros de la Sección XXXVI del SNTE, a la vez que presenta elementos informativos y de análisis de la lucha de los trabajadores de la educación en el conjunto del país.

El folleto describe con cierto detalle cómo se preparó y realizó el crimen, el contexto en que se dio y la impresionante marcha fúnebre con los restos de Misael Núñez Acosta.

Para los estudiosos del movimiento obrero y sindical, la lectura de este material es muy conveniente.

***Misael Núñez A. Biografía de una lucha / Relato de una infamia, México, Foll. de Ed. Sind. núm. 8, D-III-24 INAH, 1981
UnomásUno, 27-V-82