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Mundo :: 03/06/2021

“Made in China”: el coronavirus que mató a millones de personas

Peter C Gøtzsche
Es muy probable que el SARS-CoV-2, el coronavirus que causó el COVID-19, escapara del Instituto de Virología de Wuhan a causa de procedimientos de seguridad poco rigurosos

Peter C Gøtzsche, Institute for Scientific Freedom, Copenhagen.

Fuente original: https://www.scientificfreedom.dk/news/

Traducido para la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS) por Juan Carlos García

Es muy probable que el SARS-CoV-2, el coronavirus que causó la pandemia del COVID-19, escapara del Instituto de Virología de Wuhan a causa de procedimientos de seguridad poco rigurosos. También es factible que el virus fuera producido con intención de hacerlo peligroso para los humanos, parte de la conocida como investigación de “ganancia de función” (GoFR: Gain of function research) en el Instituto.

El periodista científico Nicholas Wade, que ha trabajado para Nature, Science y el New York Times, publicó un didáctico artículo sobre el origen del SARS-CoV-2 el 3 de mayo de 20211. Lo recapitulo aquí y aporto información adicional y mis propios comentarios.

Negación organizada

En febrero de 2020, un grupo de virólogos y otros escribieron en una carta a Lancet2. “Estamos juntos para condenar enérgicamente las teorías de la conspiración que insinúan que COVID-19 no tiene un origen natural”.

No es ninguna teoría conspiratoria que un virus pueda escapar de un laboratorio, es un hecho. El virus de la viruela escapó tres veces de laboratorios en Inglaterra durante las décadas de 1960 y 1970, provocando 80 casos y 3 muertes3. Peligrosos virus se han fugado de los laboratorios casi todos los años desde entonces, y el virus del SARS, responsable del Síndrome respiratorio agudo grave que surgió de murciélagos chinos en 2003 y mató a 774 personas4, escapado de laboratorios en Singapur y Taiwán, y dos veces en China5. El escape de laboratorio más notable es el virus H1N1 de 1977 fugado de un laboratorio de China que causó una pandemia mundial de gripe6, especialmente en los jóvenes, con aproximadamente 700.000 muertes.

Poco tiempo después trascendió que la carta había sido preparada y redactada por el doctor Peter Daszak, presidente de la EcoHealth Alliance of New York, que sufragó la investigación de coronavirus en el Instituto de Wuhan. Si el virus del SARS CoV-2 se hubiera escapado del proyecto que él financió, sería potencialmente culpable. La carta decía: “Nosotros declaramos que no hay conflictos de interés” a pesar de que su título vigorosamente vehemente revelaba que esto no era cierto: “Declaración de apoyo a los científicos, los profesionales de la salud pública y los profesionales médicos de China para combatir la COVID-19“. La carta tenía sólo 350 palabras pero tenía 27 autores. Denominamos a esto, persuasión por grandes números y autoridad.

Virólogos como Daszak tienen mucho en juego.

Durante 20 años, en su mayoría fuera de la atención pública, habían estado jugando con fuego al crear de forma rutinaria virus mucho más peligrosos que los que existen en la naturaleza7. 

En marzo del 2020, un grupo de virólogos dirigido por Kristian G. Andersen del Instituto de Investigación Scripps publicó una carta en Nature Medicine opinando que, “Nuestros análisis muestran claramente que el SARS-CoV-2 no es una creación de laboratorio o un virus manipulado intencionalmente”8.

Los autores de ambas cartas aseguraron a sus lectores algo que no podían saber9. Métodos más nuevos de cortar y pegar genomas virales no deja marcas definitorias. Tampoco otros métodos para manipular virus como el paso en serie, la transferencia

repetida de virus de un cultivo de células a otro. Las cartas fueron declaraciones políticas destinadas al control de daños, pero tuvieron una enorme influencia en dar forma a la opinión pública. Los medios de comunicación afirmaron reiteradamente que un

consenso de expertos había descartado el escape del laboratorio o que era extremadamente improbable.

Investigación peligrosa

Los investigadores del Instituto de Wuhan fueron dirigidos por el principal experto de China en virus de murciélagos, el doctor Shi Zheng-li. Shi se asoció con Ralph S. Baric de la Universidad de Carolina del Norte, quien fue pionero en técnicas para manipular

genéticamente estos virus, lo que se convirtió en un aspecto importante de la investigación en el Instituto Wuhan10. Su trabajo se concentró en optimizar la capacidad de los virus de los murciélagos para atacar a los humanos con el fin de “examinar el potencial ante emergencias”11.

En 2015, crearon un nuevo virus tomando la columna vertebral del virus del SARS reemplazando su proteína de pico con una procedente de otro virus de murciélago conocido como SHC014-CoV. Este virus creado pudo infectar un cultivo de laboratorio con

células de las vías respiratorias humanas. Tomaron nota que los paneles de revisión científica podrían razonar que su investigación es demasiado arriesgada, pero argumentaron que tenía el potencial de anticipar y mitigar futuros brotes. Sin embargo, el valor de

los estudios de ganancia de función en la prevención de la pandemia de COVID-19 fue negativo, puesto que es muy probable que esta investigación haya creado la pandemia.

El 9 de diciembre de 2019, poco antes del estallido de la pandemia, Daszak concedió una entrevista en la que habló en términos entusiastas de cómo sus investigadores del Instituto de Wuhan habían creado más de 100 nuevos coronavirus relacionados con

el SARS, algunos de los cuales podrían penetrar en células humanas y podría ocasionar la enfermedad de intratable SARS en ratones humanizados. 

Daszak reconoció el claro peligro de estos experimentos, pero cuando se enteró del brote en Wuhan poco después, no suministró a las autoridades de salud pública la copiosa información que tenía a su disposición, pero de inmediato lanzó una campaña

de relaciones públicas para persuadir al mundo de que la epidemia no podía haber sido causado por uno de sus virus manufacturados. “La idea de que este virus se escapó de un laboratorio es pura majadería. Simplemente no es verdad“ declaró en abril de 2020. Lleva más de un año protestando porque la fuga del laboratorio era una ridícula teoría de la conspiración inventada por los adversarios de China.

Desatención de seguridad y contagios en el Instituto de Wuhan El Instituto de Wuhan tenía un laboratorio de alta seguridad (BSL4), pero los inspectores del Departamento de Estado de EEUU se inquietaron cuando lo visitaron a principios de 2018 puesto que tenía una peligrosa escasez de personal necesario adecuadamente capacitado para manejarlo de manera segura12.

Una contrariedad adicional es que a los virólogos no les gusta trabajar en condiciones BSL4. Tienen que llevar un traje de protección espacial, hacer operaciones en cuartos cerrados y todo lleva el doble de tiempo. Como se indica en sus publicaciones

y en otros lugares, gran parte del trabajo de Shi se realizó en el nivel BSL2, que es el nivel de bioseguridad del consultorio de un dentista en EEUU. 

En enero de 2021, el Departamento de Estado de EEUU informó que varios investigadores se enfermaron durante el otoño de 2019, previo al brote pandémico. El conocimiento de los casos procedió de una combinación de información pública e inteligencia estadounidense. Tres personas que trabajaban en un laboratorio BSL3 se enfermaron con una semana de diferencia entre sí, con síntomas graves que supuso su hospitalización. Este fue “el primer grupo conocido del que tenemos conocimiento, de víctimas de lo que creemos que es COVID-19”.

Comparación entre los escenarios competidores en el origen del SARS-CoV-2

El grupo de Shi cosechó más de 1300 muestras de murciélagos durante unas 8 visitas a la cueva de Mojiang en Yunnan entre 2012 y 201513. Los dos parientes conocidos más cercanos del virus SARS-CoV-2 fueron recogidos de murciélagos en Yunnan. Estos virus no contagiaron a las personas que vivían alrededor de las cuevas. La pandemia explotó a 1500 kilómetros de distancia, en

Wuhan, y el alcance de los murciélagos es de 50 kilómetros.

Si los virus de los murciélagos transmiten primero a un huésped intermedio, los murciélagos tendrían que estar en proximidad frecuente con el huésped intermedio, que a menudo tendría que cruzarse con las personas. Esto no sucedió. Para el SARS, los investigadores han documentado las transformaciones en su proteína de pico a medida que el virus evolucionó hasta convertirse

en un patógeno peligroso. Después de que pasó de 13 murciélagos a civetas, hubo seis cambios más antes de que se convirtiera en un patógeno leve en las personas. Después de otros 14 cambios, el virus se adaptó mucho mejor a los humanos y, con otros 4

cambios, la epidemia arrancó. 

Por el contrario, el virus SARS-CoV-2 apenas ha mutado, al menos no antes de que millones de personas se hubieran contagiado. Desde su primera aparición, se adecuó bien a las células humanas. Según Baric, esto “sugiere que el virus puede haber sido introducido desde una sola fuente”, lo cual es compatible con una fuga de laboratorio, y no con la variación y selección masiva que es cómo actúa la evolución.

Los estudios del lugar de escisión de la furina en el virus manifiestan más soporte para un virus creado por el hombre. Las cuatro unidades de aminoácidos de la ubicación están todas juntas. La mutación es un proceso aleatorio que involucra errores de copia,

por lo que habitualmente afecta a los aminoácidos individuales en diferentes puntos de una cadena de proteínas. Una causa mucho más factible es la recombinación, un intercambio inadvertido de material genómico que sucede cuando dos virus irrumpen la

misma célula.

Sin embargo, de todos los beta-coronavirus conocidos relacionados con el SARS, sólo el SARSCoV- 2 posee una ubicación de división de furina.

Los defensores del surgimiento natural dicen que podría haber detectado esta ubicación procedente de algún beta-coronavirus aún no conocido. Pero los beta-coronavirus relacionados con el SARS en murciélagos no necesitan una ubicación de división

de furina para propagarse en las células de los murciélagos, por lo que es poco factible que ninguno de ellos posea uno, y no se ha localizado ninguno. Los virólogos conocen desde 1992 que una manera segura de hacer que un virus sea más letal es

darle una división de furina, y los investigadores, incluido Shi, han agregado una ubicación de furina en al menos 11 experimentos de ganancia de función14.

Los estudios de la codificación genética del lugar de escisión de la furina prácticamente suprimen la posibilidad de que COVID-19 tenga un origen natural15.

El SARS-CoV-2 tiene un par de codones de arginina beneficiados por las células humanas pero no por los virus corona. Se manejan regularmente en los laboratorios. Si la procedencia fuera natural, requeriría un suceso de recombinación en un lugar del genoma del virus donde las recombinaciones son raras, y la inserción de una secuencia de 12 nucleótidos con un codón de arginina doble

desconocido en el repertorio del beta-coronavirus, en el único sitio en el genoma que propagaría significativamente la contagiosidad del virus. Esta secuencia de acontecimientos es extremadamente improbable.

Parece que los coronavirus de murciélago que aparecen de manera natural en las cuevas de Yunnan pueden infectar a las personas directamente.

En abril de 2012, seis mineros que limpiaban guano de murciélago de la mina Mojiang contrajeron neumonía grave con síntomas semejantes a COVID 19 y tres murieron. Un virus aislado de la mina, llamado RaTG13, es el pariente más cercano conocido

del SARS-CoV- 2.

Otras observaciones también hacen que la teoría de la procedencia natural sea altamente inverosímil. Ni siquiera conocemos si el SARS-CoV-2 alguna vez infectó a un murciélago, pero sí sabemos que sólo tiene una afinidad débil por las células de los  murciélagos. 

¿Y por qué habría de estallar una epidemia natural en Wuhan y en ningún otro lugar? Ninguno de los murciélagos de esa región es portador de coronavirus que estén estrechamente vinculados con el SARS-CoV-2. Esta es una prueba circunstancial

abrumadora de que el virus fue creado por el hombre. 

El papel de Estados Unidos en la financiación del Instituto de Wuhan es vergonzoso 

Desde 2014 hasta 2019, la EcoHealth Alliance de Daszak recibió una subvención del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), para 

efectuar una investigación de ganancia de función con coronavirus en el Instituto de Wuhan16. 

Durante los primeros tres años, hubo una moratoria en la investigación de ganancia de función, pero con un vacío en una nota a pie de página. La agencia de financiación de Estados Unidos podría hacer una excepción si su director estableciera “que la investigación es urgentemente necesaria para proteger la salud pública o la seguridad nacional”.

Parece que el director del NIAID, el doctor Anthony Fauci, o el director del NIH, el doctor Francis Collins, o ambos, solicitaron la excepción para que el dinero fluya hacia la investigación de Shi. Nunca deberían haber permitido la investigación, ya que no se necesitaba con urgencia para proteger la salud pública o la seguridad nacional.

Prácticamente todos los coronavirus de origen natural son inofensivos, ya que solo causan síntomas de resfriado común.

Cuando terminó la moratoria en 2017, fue sustituida por un sistema de informes, que exhortaba a que las agencias reportaran para su revisión cualquier investigación peligrosa de ganancia de función que quisieran sufragar. Sin embargo, según el doctor Richard H. Ebright, biólogo molecular de la Universidad de Rutgers y destacado experto en bioseguridad, tanto Fauci como Collins se negaron a presentar propuestas para su revisión. Al pugnar con la moratoria y el sistema de informes, “frustraron sistemáticamente los esfuerzos de la Casa Blanca, el Congreso, los científicos y la especialistas en política científica” para regular la peligrosa investigación de ganancia de función.

Es una vergüenza eludir las regulaciones y brindar la investigación de alto riesgo a laboratorios extranjeros inseguros. Y si el virus SARS-CoV-2 fuera creado y liberado desde instituto, el NIH estaría en una espantosa situación de haber costeado experimentos

funestos que hasta ahora han provocado la muerte de más de 3 millones de personas, entre ellas más de medio millón de sus propios ciudadanos. 

¿Por qué la omnipresente omertá17?

Un principio sólido, especialmente en la investigación, es que si no hay nada que ocultar, entonces no escondas nada. Sólo puede ser beneficioso ser abierto y transparente, ya que aumentará tu confiabilidad. China hizo lo opuesto18. China hizo todo lo posible

por encubrir la naturaleza de la tragedia y la responsabilidad de China por ella. Las autoridades chinas eliminaron todos los registros en el Instituto Wuhan y cerraron su base de datos de genomas virales19. 

China prohibió a todos los científicos internacionales acercarse a las cuevas de Yunnan; bloqueó las carreteras; muestras confiscadas tomadas por un equipo de científicos en un viaje reciente a las cuevas; y todos los estudios de investigación

basados en evidencia de las cuevas tienen que ser enviados a un grupo de trabajo supervisado por el gobierno en Pekín “bajo órdenes directas del presidente Xi Jinping”.

Cuando Australia presionó a los líderes mundiales en abril de 2020 para una investigación sobre los orígenes de la pandemia COVID-19, China reaccionó con duras sanciones comerciales.

Los virólogos también tienen una gran responsabilidad por el desastre. Estaban al corriente mejor que nadie de los peligros de la investigación de ganancia de función, pero el poder de crear nuevos virus y la inversión en investigación que se podía

lograr al hacerlo fueron demasiado atractivos. 

Influyeron en contra de la moratoria impuesta a la financiación federal de EE UU para la investigación de la ganancia de función en 2014 y la consiguieron en 2017.

Su proceder ha alarmado durante mucho tiempo a otros biólogos. En 2014, un grupo de científicos alertó contra la creación de virus peligrosos, que podrían causar brotes que podrían ser imposibles de controlar. Pero incluso después de que el COVID-19

mató a millones, los virólogos se escudaron detrás de un muro de silencio chino o ridiculizaron la fuga del laboratorio como una teoría de la conspiración, a menudo de la forma más incoherente, como este artículo en Nature Medicine de enero de 2021

muestra21: “… todos los indicios sugieren que, como el SARSCoV y el MERS-CoV, este virus posiblemente evolucionó desde un huésped murciélago hasta que ocurrió un evento de salto inédito en humanos. 

Desgraciadamente, esto hizo poco para sofocar las teorías de conspiración a menudo contradictorias y, a veces, atrevidamente risibles que se propagan más rápido que el virus en sí: el SARS CoV-2 fue el resultado de un accidente de laboratorio o fue diseñado adrede, y esto se ocultó para ocultar una espectacular ineptitud o una compleja conspiración internacional que involucra a Bill Gates, el Partido Comunista Chino y la infraestructura de red inalámbrica 5G con el objetivo final de estampar el comienzo

de un nuevo orden mundial. La prueba presentada para confirmar estas teorías se cimentó en gran medida en pruebas  seleccionadas que iban desde prepublicaciones (preprints) retirados hasta cables diplomáticos secretos sobre información vaga de

seguridad de laboratorio y datos satelitales y de teléfonos móviles muy malinterpretados, todos los cuales no evidencian con exactitud nada sobre los orígenes del SARS-CoV-2”.

Otros científicos también mantuvieron silencio. Los fondos de investigación del gobierno se reparten con la evaluación de sus pares y cualquiera que se mueva al esbozar cuestiones políticas incómodas corre el riesgo de que su carrera investigadora concluya.

El gobierno de Estados Unidos comparte un extraño interés común con el gobierno chino. Uno puede conjeturar una conversación entre bastidores en la que los chinos dicen: “Si esta investigación fue tan peligrosa, ¿por qué la financió, y también en nuestro territorio?” A lo que la parte estadounidense podría responder: “Parece que fuiste tú quien lo dejó escapar ¿pero realmente necesitamos tener esta discusión en público? “

Ningún periódico o cadena de televisión importante ha proporcionado una historia en profundidad del escenario de fuga del laboratorio, a pesar de que cualquier origen plausible de un virus que ha matado a millones de personas merecería una investigación seria. La omertà de los virólogos es uno de las causas del silencio. A diferencia de los reporteros

políticos, la mayoría de periodistas científicos no son críticos con lo que les dicen sus fuentes. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que el virus se había escapado de un laboratorio de Wuhan, pero como hizo más de 20000 afirmaciones

falsas o engañosas durante su presidencia22, no es sorprendente que los editores se unieran a los virólogos llamándolo teoría de la conspiración. No tuvieron ningún problema en refutar la posición de los servicios de inteligencia de que no se podía descartar

la fuga del laboratorio. Cuando Avril Haines, directora de Inteligencia Nacional del presidente Biden, dijo lo mismo, ella también fue ignorada en gran medida.

La grotesca gira de la OMS en Wuhan

En enero de 2021, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que estaba “muy decepcionado” de que China, después de muchos meses de retraso, aún no hubiera finalizado los permisos para que el equipo de expertos de la

OMS viajase al país para investigar los orígenes del COVID-19 en Wuhan. Seguramente, a medida que pasa el tiempo, la evidencia desaparece. 

Las autoridades chinas fiscalizan en gran medida la composición de la comisión y el acceso a los datos. Sus miembros, que incluían al omnipresente Daszak, seguían aseverando antes, durante y después de su visita que el escape del laboratorio era extremadamente improbable23.

Pero lo que quedó claro fue que los chinos no tenían pruebas que ofrecer a la comisión en apoyo de la teoría del origen natural.

Esto fue sorprendente porque tanto el SARS como el virus MERS (síndrome respiratorio de Oriente Medio) habían dejado abundantes rastros en el medio ambiente. La especie huésped intermediaria del SARS se identificó dentro de los cuatro meses posteriores al brote de la epidemia, y la huesped del MERS dentro de los nueve meses. Sin embargo, unos 15 meses después de que empezara la pandemia de COVID-19, los investigadores chinos no habían podido localizar una población de murciélagos como

fuente de SARS-CoV-2, o un huésped intermedio al que podría haber saltado el SARS-CoV-2 a pesar de una intensiva búsqueda que incluyó pruebas sobre 80000 animales, o evidencia serológica de que cualquier población china, incluida la de Wuhan, alguna

vez había estado expuesta al virus antes de diciembre de 2019.

Cuando finalmente llegó el equipo de la OMS, la inspección fue una farsa. Fue fuertemente criticado el 14 de mayo de 2021 en una carta en Science por algunos de los principales investigadores de virus del mundo, incluido el investigador de virus corona

más importante del mundo, Ralph Baric24.

Escribieron que la información, los datos y las muestras para el estudio fueron recogidos y extractados por la mitad china del equipo, y el resto del equipo se fundamentó en este análisis. Aunque no se encontraron hallazgos clarificadores en apoyo a

cualquiera de las teorías, el equipo valoró un desbordamiento zoonótico de un huésped intermedio como “muy probable” y un incidente de laboratorio como “extremadamente improbable”. Sin embargo, las dos teorías no recibieron la misma atención.

Solo 4 de las 313 páginas del informe y sus anexos consideraban la posibilidad de un accidente de laboratorio.

En particular, el director general de la OMS explicó que la atención del informe a las pruebas que amparan un accidente de laboratorio era insuficiente y ofreció facilitar recursos adicionales para evaluar plenamente la posibilidad. Estos científicos convinieron con el director general de la OMS, los Estados Unidos y otros 13 países, y la Unión Europea, en que una mayor transparencia sobre los orígenes de la pandemia es necesaria y viable de conseguir: “Conocer cómo surgió el COVID-19

es primordial para informar las estrategias globales para paliar el riesgo de brotes futuros… x Una investigación adecuada ha de ser transparente, objetiva, fundada en datos, que contenga una amplia experiencia, sujeta a supervisión independiente y

gestionada de manera responsable para reducir el impacto de los conflictos de intereses. Tanto las agencias de salud pública como los laboratorios de investigación tienen que abrir sus registros al público. 

Los investigadores tienen que documentar la autenticidad y la procedencia de los datos a partir de los cuales se realizan los análisis y se extraen las conclusiones, de modo que los análisis sean reproducibles por expertos independientes”.

La reacción a la carta de Shi del Instituto Wuhan fue reveladora25. Dijo que las sospechas de la carta estaban fuera de lugar y dañarían la capacidad del mundo para responder a las pandemias. “Definitivamente no es aceptable “, dijo Shi sobre

la llamada del grupo para ver los registros de su laboratorio. “¿Quién puede proporcionar una prueba

que no existe?”

Shi además escribió: “Es realmente triste leer esta ‘Carta’ escrita por estos 18 científicos destacados ... Este tipo de afirmación definitivamente dañará la reputación y el entusiasmo de los científicos que se dedican a trabajar en los nuevos virus animales

que tienen un riesgo potencial de transmisión a las poblaciones humanas y seguramente debilitarán la capacidad de los humanos para prevenir la próxima pandemia “.

Esto es completamente falso. Primero, los científicos no hicieron ninguna afirmación; simplemente pidieron la posibilidad de investigar el origen del virus, que es de lo que se trata la ciencia y el control de la pandemia. En segundo lugar, la investigación

no debilitará la capacidad de los seres humanos para prevenir la próxima pandemia; la fortalecerá. El contralmirante Kenneth Bernard, epidemiólogo e investigador de enfermedades que ejerció como experto en biodefensa bajo dos presidentes

de Estados Unidos, dijo que la carta “es equilibrada, está bien escrita y muestra exactamente la opinión 

de todos los epidemiólogos y científicos inteligentes que conozco”26. Sacar al gato de la bolsa El surgimiento natural fue la historia preferida de los medios hasta la fracasada comisión de la OMS en China. Por fin, el discurso público está cambiando.

Robert Redfield, ex director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), le dijo a CNN el 26 de marzo de 2021 que la causa “más probable” de la epidemia era “de un laboratorio”, porque dudaba que un virus de murciélago pudiera

convertirse en un extremo patógeno humano durante la noche, sin tiempo para evolucionar27. El doctor Marc Lipsitch, un epidemiólogo de la Universidad de Harvard y coautor de la carta en Science28, dijo que no había expresado una opinión

sobre el origen del virus hasta hace poco, en parte porque el debate sobre la teoría del laboratorio se había vuelto tan controvertido, pero “cuando la OMS publica un informe que hace una afirmación engañosa sobre un tema importante ... vale la pena hablar“29.

Lipsitch ha advertido que la proliferación en todo el mundo de laboratorios que fabrican virus peligrosos es una gran inquietud y ha pedido un mayor escrutinio público de dicho tipo de investigación: “No se trata sólo de si un accidente de laboratorio causó

esta pandemia en particular. Me gustaría que la atención se centrara en la regulación de peligrosos experimentos, porque hemos visto lo que una pandemia puede hacernos a todos, y tenemos que estar extremadamente seguros antes de hacer algo que

aumente esa contingencia, aunque sea un poco”. 

Conclusiones

China es responsable de más de 3 millones de muertes hasta ahora y Estados Unidos es cómplice. Independientemente de lo que uno piense sobre el origen del SARS-CoV-2, está claro que si el Instituto de Virología de Wuhan no hubiera realizado una

investigación de ganancia de función y, por lo tanto, no hubiera recogido más de mil muestras de coronavirus de las cuevas de murciélagos, no hubiera habido una pandemia.

Como han sugerido otros, está claro que este tipo de investigación nunca debería haber sido financiada y nunca debería haberse realizado. La OMS y las Naciones Unidas deberían hacer un llamamiento para que se detenga de forma permanente toda investigación de ganancia de función30. 

Todos los gobiernos deberían ilegalizar la investigación fundamentada en la ganancia de función, con severas sanciones por infringir la ley. Esta investigación es una gran amenaza para la humanidad. Se ha de detener.

1 Wade N. Origin of Covid - following the clues: Did people or nature open Pandora’s box at Wuhan? 3 May 2021.

2 Calisher C, Carroll D, Colwell R, Corley RB, Daszak P, Drosten C, Enjuanes L, Farrar J, Field H, Golding J, Gorbalenya A, Haagmans B, Hughes JM, Karesh WB, Keusch GT, Lam SK, Lubroth J, Mackenzie JS, Madoff L, Mazet J, Palese P, Perlman S, Poon L, Roizman B, Saif L, Subbarao K, Turner M. Statement in support of the scientists, public health professionals, and medical professionals of China combatting COVID-19. Lancet 2020;395:e42-3.

3 Wade, op.cit.

4 Gøtzsche PC. Vaccines: truth, lies, and controversy. New York: Skyhorse; 2021.

5 Segreto R, Deigin Y. The genetic structure of SARS-CoV-2 does not rule out a laboratory origin: SARS-COV2 chimeric structure and furin cleavage site might be the result of genetic manipulation. Bioessays 2021;43:e2000240.

6 Ibidem.

Peter C Gøtzsche, Institute for Scientific Freedom, Copenhagen.

7 Wade, op.cit.

8 Andersen KG, Rambaut A, Lipkin WI, Holmes EC, Garry RF. The proximal

origin of SARS-CoV-2. Nat Med 2020;26:450-2.

9 Wade, op.cit.; Segreto R, Deigin Y. op.cit.

10 Jacobsen R. Top researchers are calling for a real investigation into

the origin of covid-19. MIT Technology Review 2021 May 13.

11 Wade, op.cit.

12 Ibidem.

“MADE IN CHINA”: el coronavirus que mató a millones de personas

13 Ibidem

14 Ibidem.

Peter C Gøtzsche, Institute for Scientific Freedom, Copenhagen.

15 Wade, op.cit.; Segreto R, Deigin Y. op.cit.

16 Wade, op.cit.

17 N. del trad. Del italiano Omertá o ley del silencio y fidelidad propia de

las organizaciones mafiosas.

“MADE IN CHINA”: el coronavirus que mató a millones de personas

18 Wade, op.cit.

19 Segreto R, Deigin Y., op.cit.

20 Wade, op.cit.

21 Rasmussen AL. On the origins of SARS-CoV-2. Nat Med 2021;27:9.

Peter C Gøtzsche, Institute for Scientific Freedom, Copenhagen

22 Gøtzsche, op.cit.

23 Wade, op.cit.

24 Bloom JD, Chan YA, Baric RS, Bjorkman PJ, Cobey S, Deverman

BE, Fisman DN, Gupta R, Iwasaki A, Lipsitch M, Medzhitov R, Neher

RA, Nielsen R, Patterson N, Stearns T, van Nimwegen E, Worobey M,

Relman DA. Investigate the origins of COVID-19. Science 2021;372:694

25 Jacobsen R. Top researchers are calling for a real investigation into

the origin of covid-19. MIT Technology Review 2021 May 13.

26 Ibidem.

27 Wade, op.cit.

28 Bloom JD, Chan YA, Baric RS, Bjorkman PJ, Cobey S, Deverman

BE, Fisman DN, Gupta R, Iwasaki A, Lipsitch M, Medzhitov R, Neher

RA, Nielsen R, Patterson N, Stearns T, van Nimwegen E, Worobey M,

Relman DA. Investigate the origins of COVID-19. Science 2021;372:694

29 Ibidem.

Peter C Gøtzsche, Institute for Scientific Freedom, Copenhagen.

Referencias:

1 Wade N. Origin of Covid - following the clues: Did people

or nature open Pandora’s box at Wuhan? 3 May 2021.

30 Ibidem.

2 Calisher C, Carroll D, Colwell R, Corley RB, Daszak P, Drosten

C, Enjuanes L, Farrar J, Field H, Golding J, Gorbalenya A,

Haagmans B, Hughes JM, Karesh WB, Keusch GT, Lam

SK, Lubroth J, Mackenzie JS, Madoff L, Mazet J, Palese P,

Perlman S, Poon L, Roizman B, Saif L, Subbarao K, Turner

M. Statement in support of the scientists, public health

professionals, and medical professionals of China combatting

COVID-19. Lancet 2020;395:e42-3.

3 Gøtzsche PC. Vaccines: truth, lies, and controversy. New

York: Skyhorse; 2021.

4 Segreto R, Deigin Y. The genetic structure of SARS-CoV-2

does not rule out a laboratory origin: SARS-COV2 chimeric

structure and furin cleavage site might be the result of

genetic manipulation. Bioessays 2021;43:e2000240.

5 Andersen KG, Rambaut A, Lipkin WI, Holmes EC, Garry

RF. The proximal origin of SARS-CoV-2. Nat Med

2020;26:450-2.

6 Jacobsen R. Top researchers are calling for a real investigation

into the origin of covid-19. MIT Technology Review

2021 May 13.

7 Rasmussen AL. On the origins of SARS-CoV-2. Nat Med

2021;27:9.

8 Bloom JD, Chan YA, Baric RS, Bjorkman PJ, Cobey S,

Deverman BE, Fisman DN, Gupta R, Iwasaki A, Lipsitch M,

Medzhitov R, Neher RA, Nielsen R, Patterson N, Stearns T,

van Nimwegen E, Worobey M, Relman DA. Investigate the

origins of COVID-19. Science 2021;372:694

 

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