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Colombia, Venezuela :: 01/12/2022

Mitos sobre la relación de Nicolás Maduro con el ELN

Danna Urdaneta
«El ELN es una guerrilla binacional» fue la última frase marketinera para preparar una opinión pública favorable a una intervención militar en Venezuela

La afirmación reduce el conflicto a la responsabilidad de dos Estados, omite las razones del alzamiento armado en la región y despoja a EEUU e Israel como copartícipes del origen del conflicto, su responsabilidad en la creación y fortalecimiento del paramilitarismo y el escalamiento de la guerra.

Esta afirmación encubre la militarización vigente de fuerzas mixtas en la frontera con Venezuela: el Comando Sur, las Brigadas de Asistencia a las Fuerzas de Seguridad (SFAB), el Comando contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales (Conat) del Ejército colombiano, el Grupo Antiterrorista (Grate) de la Policía colombiana, los paramilitares de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), los grupos paramilitares que se disfrazan de «disidencias»(Décimo Frente, Frente 28 y Frente 45), mercenarios gringos y colombianos, entre otros.

El 6 de julio de 2017 el Censo socioeconómicode la Universidad Nacional de Colombia arrojó 54 excombatientes de Venezuela en las filas de las antiguas FARC-EP, sin contar deserciones o caídas en combate en medio siglo. ¿Esto también hizo de las FARC-EP una guerrilla binacional?

Si sumamos la participación de la holandesa Tanja Nijmeijer o Alexandra Nariño y la francesa Audrey Millot o Natalie Mistral, ecuatorianos, panameños, más el conocimiento que tuve en Colombia de guerrilleros comunistas brasileños y chilenos que murieron en combate, ¿se podría afirmar que esta guerrilla fue un ejército internacional?

Cooperación e internacionalismo

La clase dominante despoja sin fronteras. La política internacional contrainsurgente estrena un ciclo en Colombia durante 1964, teniendo como resultado inherente las resistencias. ¿Alguien recuerda que el cura español Manuel Pérez fue primer comandante del ELN? Nadie dijo que el ELN era una guerrilla binacional colombo-española. La guerra mediática y simbólica es contra Venezuela.

Al Venezuela ser garante del proceso de paz entre el Estado colombiano y el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez con el ELN este mito de una guerrilla binacional se vuelve tendencia. Ecuador y Perú cooperan con el Estado colombiano en la lucha contrainsurgente mientras el internacionalismo popular se estigmatiza. La participación de países fronterizos con Colombia en la guerra va más allá de la soberanía y de «contener el conflicto», es una política antipopular para aniquilar el alzamiento armado.

El antiguo imperio binacional de Los Rastrojos

Este año Wilfredo Cañizares, presidente de la Fundación Progresar en Norte de Santander, denunció que Wilfrido de Jesús Torres Gómez o Necoclí, actual jefe de las AGC en el departamento, tuvo un imperio paramilitar binacional (sí, de paramilitares colombianos y venezolanos) con Casas de Pique (sí, descuartizamientos) en ambos lados de la frontera, cuando comandó a Los Rastrojos y eran aliados de Juan Guaidó.

¿Cuáles medios y especialistas denunciaron a Necoclí como jefe de un grupo paramilitar binacional? Al respecto recomiendo leer «Relaciones diplomáticas con Colombia y el posicionamiento paramilitar»donde expongo una tesis sobre la estrategia imperial que ejecutan las AGC para tomar el control de los recursos naturales en Venezuela.

La expansión silenciosa de los paramilitares de las AGC no existe a los ojos de los profesores Andrés Antillano y Andrés Cañizález; Brahm Ebus de Crisis Group Latinoamérica; Jeremy McDermott de Insight Crime; Socorro Ramírez de la delegación de paz de Juan Manuel Santos; María Victoria Llorente de la Fundación Ideas para la Paz; Ronal Rodríguez del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario; así como en algunas voces en El Espectador, Revista Semana, Caracol, RCN, El Colombiano y otros medios, ya que sobre esta realidad del conflicto no hay estudios, informes ni denuncias como sí los hay contra el ELN, a pesar de que las AGC se tomó 12 departamentos en Colombia durante el paro armado de la primera semana de mayo de 2022.

Venezuela como «paso obligatorio»del ELN hacia Cuba

Desde Carlos Andrés Pérez hasta hoy Venezuela ha sido territorio neutral para los procesos de paz en Colombia. El Acuerdo de Cravo Norte, los Diálogos de Caracas y Tlaxcala con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar son muestra de ello. Nicolás Maduro o Hugo Chávez no se inventaron que las guerrillas pueden reunirse en Venezuela para hacer la paz con justicia social.

El 7 de marzo de 2008, durante la XX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río, Hugo Chávez afirmó que comandó tropas en territorio colombianocazando guerrilleros y guerrilleras porque los gobiernos de la Cuarta República asumieron acuerdos secretos en la guerra como un conflicto común. Por esta razón, afirmó Chávez, las guerrillas atacaban al Ejército venezolano, ya que el Ejército venezolano hacía parte del conflicto. Cualquier parecido con el conflicto transfronterizo actual es pura coincidencia.

¿Los argumentos expuestos niegan la realidad de que por convicción y/o extrema pobreza adolescentes, hombres y mujeres nacidos en Venezuela, sean combatientes del ELN, las FARC-EP Segunda Marquetalia, grupos paramilitares como las AGC, el Décimo Frente, el Frente 28 y el Frente 45 o que acepten trabajar con inteligencia colombiana y gringa? No, pero aportan una dimensión justa al debate.

Muy bien afirmó el presidente Gustavo Petro en la carta de solicitud a Nicolás Maduro para que Venezuela fuera garante del proceso de paz: «El Gobierno y el pueblo de Venezuela siempre han trabajado de manera eficaz en los procesos de paz de Colombia»

¿Venezuela es garante o parte?

Ser garante significa que Venezuela participará en la mesa de diálogos trasladando al ELN desde Colombia o la frontera venezolana hacia Cuba y las ciudades del mundo que se definan como sedes en cada ciclo. También implica que será intermediaria en la discusión para que se cumplan los protocolos del proceso de paz y las partes respeten los protocolos. Según César Pável Rondón, exembajador de Venezuela en Colombia, no es la primera vez que Venezuela cumple este rol, aunque en el pasado fue de manera extraoficial.

Recientemente medios y especialistas mencionados afirman que Venezuela más que garante es parte indispensable del proceso de paz para generar confianza y garantizar la desmovilización del ELN en ambos países. Esta visión es reduccionista pero favorable a la comprensión del conflicto, que tiene su origen más violento en Colombia, como una guerra de carácter regional y no como un conflicto nacional. Solo que esta afirmación libera de responsabilidades a Ecuador, Perú, Brasil y Panamá.

El peligro de analizar solo a Venezuela como parte del conflicto radica en que la responsabiliza del éxito o fracaso del proceso de paz con el ELN se le otorga a Venezuela, no solamente por su alta responsabilidad política como garante del proceso de paz, sino por el borrón intencional que se hace de la identidad y autonomía del ELN, borrón que es funcional a la estigmatización de Venezuela como un país patrocinador del «terrorismo».

Es decir, posicionar a Venezuela y al ELN como centro del debate sobre la guerra y la paz es despojar la responsabilidad de EEUU en la guerra, legitimar el Acuerdo OTAN y las bases militares gringas en territorio colombiano, como si la injerencia, el carácter genocida y paramilitar de la oligarquía colombiana no fueran punto de partida de la guerra. Estas voces buscan, en definitiva, el fin del ELN, no el fin del conflicto ni un Acuerdo de Paz.

Resumen Latinoamericano

 

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