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Brasil :: 04/01/2010

MST: Balance y desafíos para un nuevo año

MST Informa
Nuestro papel prioritario es seguir organizando a los trabajadores para el asentamiento de las familias y la implementación de una Reforma Agraria popular

El final de año es buen momento para hacer balance de las actividades del periodo transcurrido, evaluar los avances y las dificultades encontradas y planificar el año que viene llegando.

el 2009 va a quedar marcado en la historia como el año de la gran crisis capitalista que asoló los mercados financieros de todo el mundo. Crisis que se inició en los EUA, pero afectó a varios países, ricos y pobres, quebrando bolsas, bancos, empresas y, sobretodo, desmoronó la hegemonía ideológica de las certezas de los grandes capitalistas en su dios Mercado, el llamado neoliberalismo.

Tuvimos la triste noticia de que, según la ONU, el número de hambrientos ya pasa de 1.000 millones de personas, o sea, de cada seis personas una pasa hambre en alguna parte del mundo. Hubo un aumento aun mayor de la concentración de la riqueza y de la renta, en todo el planeta, globalizado por el hecho capitalista .

La destrucción de los Bosques por el agronegocio y la gran cantidad de automóviles producidos en el último periodo para salvar la crisis ha agravado aun más los problemas ambientales, obligando al mundo a debatir el calentamiento global y sus consecuencias para la humanidad.

Aparte de eso la ganadería intensiva y el modelo productivo del agronegocio - que se basa en el uso abusivo de máquinas y venenos agrícolas - aumentaron el desequilibrio ambiental en el medio rural.

Todos esperábamos que los jefes de Estado comprendiesen la gravedad de la situación y que en Copenhague asumieran un compromiso de recuperación de la Tierra. Triste engaño. Los gobiernos d elos países responsables de los mayores desequilibrios continúan igual, cada vez mas insensatos e irresponsables. Al final no quieren cambiar su patrón de consumo, ni sus privilegios, que son pagados por toda la humanidad. Como bien avalaron la Vía Campesina internacional y los movimientos ambientalistas: solo la movilización popular puede ahora salvar la vida en el planeta.

En Brasil, el año estuvo marcado por debates importantes, como la cuestión de las reservas de petróleo en la plataforma continental, que puede cambiar el rumbo de la economía y de los problemas sociales; la actualización de los índices de productividad, promesa asumida por el gobierno Lula desde mayo de 2005, que podría acelerar la Reforma Agraria; y la reducción de la jornada de trabajo a 40 horas, pauta antigua de los trabajadores, ahora asumida por todas las centrales sindicales.

También tuvimos un año marcado por la criminalización de la pobreza y de los movimientos sociales. Hemos tenido que ver en diversos gobiernos de los estados , que el Estado continua con posiciones reaccionarias, judicializando los problemas sociales y criminalizando a los movimientos que organizan las luchas y batallas de resistencia en las comunidades pobres de las grandes ciudades y del campo. El MST pagó caro, perdimos al compañero Elton Brum, asesinado por la Brigada Militar gaúcha. Y tuvimos varias órdenes de prisión contra nuestros líderes.

En la lucha política, la derecha brasilera amplió su presencia en los espacios en los que detenta hegemonía, como el Poder Judicial, transformando al presidente del Tribunal Supremo Federal en mero porta-voz de sus intereses. En el Congreso Nacional, además de los innumerables casos de corrupción, la derecha aumentó su ofensiva con los proyectos de ley que caminan a contramano de la historia, como tentativas de apropiación de la Amazonía, cambios en el Código Florestal y la intención de liberar completamente el uso y comercialización de venenos agrícolas y simientes transgênicas.

En la Reforma Agraria

Hicimos grandes jornadas de luchas exigiendo el cumplimiento de la Reforma Agraria, en abril y agosto, pero una vez más cerramos el año con pocos avances en la Reforma Agraria. Se estima que fueron asentadas menos de 20 mil familias, o sea, apenas el 20% de la meta propuesta por el propio Incra, de 100 mil familias por año. Mas de 96 mil familias continúan acampadas, en su mayoría llevan más de tres años debajo de un plástico negro.

Tuvimos algunas mejoras en los asentamientos, como la expansión de la energia eléctrica, agua , vivienda e infra-estructura. Pero en cambio no hubo avances en una cuestión central para el desarrollo de los asentamientos: la creación de agroindustrias cooperativizadas, la universalización de los recursos públicos de asistencia técnica y una política de crédito rural adecuada a los asentados. El Pronaf se ha mostrado como insuficiente para resolver los problemas de los asentados, incluso aumentando su volumen de crédito. Esa situación dificulta el aumento de la renta de las familias.

Ante este balance nuestro papel prioritario es seguir organizando a los trabajadores para garantizar el asentamiento de las familias acampadas y mejorar las condiciones de vida de las familias yá asentadas, avanzando en el debate y la implementación de una Reforma Agraria popular.

Desafíos para 2010

2010 nos exige enfrentar muchos desafíos, desde la lucha general por cambios en la política hasta la lucha por la Reforma Agraria.

Precisamos consolidar alianzas con sectores del movimiento social y sindical del medio urbano, ya que los desafíos son grandes, y exigen la movilización de toda la clase. Los temas agrarios también se resuelven con la movilización de toda la clase, para alterar la actual correlación de fuerzas políticas. Precisamos contribuir en la organización, junto con las pastorales sociales, Asamblea Popular y Coordinación de Movimientos Sociales, para la realización de un plebiscito para limitar la extensión de la propiedad de la tierra en Brasil. Buscaremos también fortalecer la lucha por la reducción de la jornada de trabajo y seguir respondiendo, denunciando y enfrentando la criminalización de los movimientos sociales, además de luchar para garantizar que el petróleo le pertenezca de hecho al pueblo y sus recursos sean destinados para el combate a la pobreza e inversión en la educación y la salud de la población brasilera.

El próximo año tendrá el desafío de las elecciones y, por ello, conociendo las limitaciones de la democracia representativa burguesa, entendemos que es importante aprovechar ese momento, en que la población se implica en el pleito, para hacer un gran debate. Es momento oportuno para discutir los problemas sociales y estructurales del país y pautar la necesidad de la construcción de un proyecto popular para Brasil. Precisamos votar a los candidatos socialistas y progresistas, comprometidos con la Reforma Agraria, y no dejar que candidaturas de derecha se elijan con votos de los trabajadores.

Brasil precisa mostrar al mundo en el próximo período que, más que ser el país de las Olimpíadas o de la Copa, precisa ser un país de justicia social, para todos sus ciudadanos y ciudadanas. Un país sin analfabetos y símbolo de la producción agroecológica. Un país donde no haya más concentración de la tierra, ni de la renta. Y ese es el país que deseamos a todas e todos en 2010.

 

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