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México :: 20/10/2007

?Nosotros no le estamos apostando a la toma del poder?

Lola Cubells y Sergio de Castro Sánchez
Entrevista: Miguel Cruz Moreno, Delegado por el Comité Indígena Popular de Oaxaca-Ricardo Flores Magón, miembro del Congreso Nacional Indígena y coordinador de la subsede sur-sureste del Primer Encuentro de Pueblo Indígenas de América

Entre los días 11 y 14 de octubre se celebró en Vicam, territorio de la Tribu Yaqui (Sonora/México) el Primer Encuentro de Pueblos Indígenas de América, en el que participaron 67 pueblos indígenas de de 12 países a través de los casi 600 delegados participantes en el evento. Hablamos con el coordinador de la subsede mexicana con mayor población indígena del país.

- ¿Cuales son los principales problemas territoriales que sufren los pueblos indígenas de la región sur-sureste de México?

Los estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas y Oaxaca se enfrentan al mismo problema: el despojo de las tierras y la entrada de empresas trasnacionales que saquean los recursos naturales. En todos los casos son las mismas instituciones del Gobierno las que avalan y propician los conflictos al interior de las comunidades y pueblos indígenas. El problema es más que un asunto electoral, es un asunto por la defensa de la madre tierra y el territorio. En Chiapas frente al despojo de las comunidades indígenas simpatizantes con el EZLN y de sus bases de apoyo, los pueblos indígenas tratan de mantener su comunidad bajo sus propias formas organizativas, políticas, sociales, culturales, económicas. En Oaxaca ocurre lo mismo: se trata de mantener la forma de vida comunitaria y la autonomía y la libre determinación de cada comunidad y cada pueblo indígena. Y lo mismo en los demás estados de la región: son luchas contra el despojo de la tierra. Y los actores también son los mismos: el Gobierno Federal, el Estatal y la creación de grupos paramilitares que se visibilizan más en Chiapas pero que existen en todos lados aunque disfrazados de distintas maneras.

- Efectivamente, al escuchar a los diferentes pueblos indígenas llegados a este encuentro uno se da cuenta de que las estructuras de imposición son muy similares en todos lados, ¿también los son las formas de resistencia teniendo en cuenta el diferente grado de población indígena?

Las resistencias son por lo mismo pero las formas de lucha son distintas dependiendo de las condiciones de cada comunidad y cada pueblo. Por ejemplo en el caso de Oaxaca están los Chimalapas y San Isidro Aloapam cuyo problema es casi igual: el que las instituciones son las que están madreando a las comunidades. Las formas de organización y de toma de decisiones de las comunidades son la misma: lo que decida la comunidad. La diferencia es que en la primera las invasiones vienen de parte de terratenientes y ganaderos del Estado de Chiapas y en el segundo es su municipio el que quiere hacerse con el territorio de la comunidad. Por tanto, la resistencia es la misma aunque algunos actores cambian pero con la misma intención.

El que por ejemplo en Oaxaca existan 16 pueblos indígenas permite un mayor grado de resistencia, una mayor unidad y un territorio más definido, ello permite una mayor movilidad para desarrollar sus luchas y su resistencia. Chiapas se diferencia de los demás porque ha dado una lucha muy férrea para recuperar sus tierras y mantener su comunidad y sus formas organizativas propias. Oaxaca es diferente. No está recuperando sus tierras, sino que la tierra la tiene pero le quieren hacer lo mismo que están haciendo en Chiapas, teniendo además otra forma de lucha. En Chiapas han de recuperar las tierras y conformar la comunidad y en Oaxaca ya está establecido el territorio y hay una forma organizativa propia de las comunidades pero que es diferente a las comunidades zapatistas, ya que Oaxaca está muy influenciado por el priismo, por los caciques y eso limita a la hora de crear un proceso autonómico como el que están creando los zapatistas.

El caso de Campeche, por ejemplo, en donde no hay tantos pueblos indígenas, están más urbanizados, más metidos en todo el asunto del consumismo y son sólo unas pocas comunidades las que están en la lucha. Todo ello cual limita el desarrollar un proceso organizativo.

- La lucha por la autonomía, los usos y costumbres, los municipios autónomos, que es muy claro en Chiapas y Oaxaca, ¿también está presente en el resto de estados de la región?

Se asemejan más Chiapas y Oaxaca, dado que en los demás estados están muy influenciados por los partidos políticos. Por ejemplo en Oaxaca hay 570 municipios y sólo 105 se rigen por partidos políticos y el resto por “usos y costumbres”, y esa es la diferencia con el resto de estados, lo que limita el poder construir un proceso autonómico en ellos.

- Parece por tanto que las propuestas de La Otra Campaña tendrían más cabida en Oaxaca y por supuesto en Chiapas, pero ¿como se ve en el resto de estados la propuesta política zapatista?

Creo que La Otra Campaña sí puede ser recogida por las comunidades indígenas de Oaxaca, pero teniendo en cuenta que las comunidades indígenas tienen un tiempo y La Otra Campaña por su diversidad tiene otro tiempo distinto: se trata de ver cómo los pueblos indígenas y no indígenas pueden caminar juntos. Así, una comunidad que se rija por los usos y costumbres se puede sentir identificada con La Otra Campaña, pero a la hora de caminar, proponer y construir es lo que hay que ver: cómo se hace para que uno no imponga al otro y que los pueblos indígenas vayan a la par de los otros sectores de La Otra Campaña.

En los otros estados, al no haber muchos pueblos indígenas, la mayor parte de La Otra Campaña son gente que vive en la ciudad y son pocos los indígenas que formen parte de ella.

Uno de los puntos fundamentales es la forma en que se toman las decisiones. En la ciudad hay colectivos, grupos organizados y a la hora de decidir no sé si deben pasar por una asamblea general como pasa por una comunidad indígena. Este mecanismo es el que debería seguir La Otra Campaña en esos estados.

- La participación de pueblos de Norteamérica y México en este encuentro ha sido muy alta pero, ¿como ves la de los pueblos indígenas de Centroamñerica, Sudamérica y El Caribe?

La única representación que ha venido de esas zonas ha sido a través de Vía Campesina. No sé si por la relación que se mantuvo con el EZLN a partir de la campaña internacional contra el despojo y el capitalismo. Pero hay una preocupación por el hecho de que no pudieron llegar otros pueblos indígenas. No hemos podido llegar como CNI y pueblos indígenas mexicanos a esas regiones. Pero además es que en Centro y Sudamérica, los pueblos indígenas le han apostado a la toma del poder, y los que estamos aquí y los adherentes a La Otra Campaña no le estamos apostando a la toma del poder, sino a construir algo distinto, una colectividad, una forma organizativa de vida distinta, y eso quizá pueda ser otro limitante. Además, el gobierno comenzó a tirar toda una campaña de desacreditación de este encuentro y de cerrar las fronteras. Esas pueden ser las limitantes, pero lo que si vemos es que todos sufren lo mismo. Pero en cualquier caso yo creo que el encuentro está siendo rico como primer acercamiento y con un gran impacto político.

- ¿Cual es la razón por la que el encuentro se decidió realizarse aquí y cual es su finalidad?

Creo que se trataba de visualizar las luchas de unos pueblos que ni siquiera nosotros conocíamos de su existencia. Por ejemplo no se sabía que los Yaquis fueron trasladados en el pasado a Yucatán y Oaxaca a los cultivos del tabaco y el henequén, que desde años atrás han sufrido situaciones de sufrimiento y de lucha.

Que los compañeros Yaquis conozcan a los otros pueblos indígenas les permite también fortalecerse como pueblo tanto a los yaquis como al resto de pueblos indígenas del norte. Y además, políticamente volvemos a poner al CNI como un espacio que fue creado en 1996 en el que los pueblos indígenas podemos platicar y construir nuestra autonomía. Como que le da un respiro al CNI para poder integrar en él a más pueblos indígenas. Hacia dentro tiene esa importancia, pero hacia fuera al estado le estamos demostrando que a pesar de que se viene una fuerte oleada represiva podemos reunirnos y podemos sacar algo no sólo en el papel sino también en la vía de los hechos.

Lo que pueda salir de este encuentro es como la discusión que se dará a partir de las participaciones. Terminando esto es cuando se va a dar la reflexión y la discusión de cada pueblo, individuo o delegado que vino, acerca de hasta qué grado podemos comprometernos desde el cóndor hasta el águila. No en el discurso bonito sino en la vía de los hechos. Yo creo que de aquí tendría que salir ese mínimo plan para fortalecer a La Otra Campaña y su relación con los pueblos indígenas, así como ese plan que se ha dicho le falta a esta segunda etapa de La Otra y la propia organización de los pueblos indígenas.

- Hablas de que se viene una nueva ola de represiva. ¿Cómo ves todo lo que está ocurriendo especialmente en Chiapas y Oaxaca?

La oleada represiva que se está viendo en Chiapas, en Oaxaca se ha vivido pero no ha tenido la misma visibilidad. Nosotros como pueblos indígenas de Oaxaca sabemos que el Gobierno se está preparando militarmente. Cuando el Gobierno cierre la pinza, si nosotros no preparamos nuestro plan de lucha de aquí al 2010, yo creo que no vamos a tener otra salida que otras acciones más fuertes. El Gobierno se está preparando y está haciendo su trabajo. Eso nos preocupa pero no nos pone a temblar, más bien nos preocupa el cómo debemos hacer para que esa pinza no se cierre y nos apachurre. Y para eso debemos unirnos todos los pueblos indígenas.

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