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Argentina :: 23/10/2006

Papeleras: Gualeguaychú ante su futuro

lavaca.org
La Asamblea Ciudadana tiene nuevo coordinador, y vive un clima que los vecinos definen como "muy caliente" mientras el gobierno opta por las intimidaciones y el Banco Mundial -parte del negocio- impulsa créditos a las empresas pasteras. ¿Contra qué pelea Gualeguaychú, además de la contaminación? La lógica de lo que sucede, la idea de la muralla, las incertidumbres, y el regreso a las acciones directas

El nuevo coordinador de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, Gustavo Rivollier, está perplejo. No es ecologista mediático, militante de partido político, ni activista flamígero, sino vecino de la ciudad, técnico en computación, y hombre que no pierde la capacidad de asombro.

Y dice a lavaca: "Nos tocó una difícil. Estamos luchando contra un orden económico internacional, con empresas que sólo buscan ganar plata sin importarles que la gente se muera sin que nadie sepa por qué. Nos tocó pelear contra el orden económico mundial".

No habla buscando una frase efectista, sino con el tono del que va descubriendo en la conversación los alcances del reclamo de Gualeguaychú contra la instalación en Fray Bentos, Uruguay, de las dos primeras fábricas de pasta de celulosa previstas para la cuenca del río Uruguay.

Y dice, después del corte de último fin de semana en la ruta 136, y por lo tanto en la frontera argentino-uruguaya:

-Yo creo que acá en las próximas semanas se juega a todo o nada. Empieza la batalla final.

-¿Cuál sería esa batalla?

-Si les dan el crédito del Banco Mundial a las pasteras, todo va a ser my difícil, y sólo quedaría para hacer cosas demasiado pesadas. Pero si logramos quebrar el crédito... el otro día me preguntaban: ¿ustedes creen que al Banco Mundial le importa lo que ustedes hagan? Y yo no sé. Pero por lo menos que quede claro que la paz social en la región está en juego por culpa de ellos.

Piedra libre atrás de los gendarmes

La Asamblea Ciudadana se reunió en El Teatro de Gualeguaychú este martes 17 de octubre, para evaluar el corte de ruta del fin de semana largo. La novedad: el concejal radical Osvaldo Moussou, primer coordinador hasta aquí de la Asamblea, anunció su retiro ya que volverá a presentarse como candidato. Algunos murmullos en El Teatro diagnosticaban la salida como parte de un recambio dentro de la Asamblea, en la que los "popes", o los "gordos" (esto es: los referentes más dóciles al gobierno, que suelen aparecer en los medios oficiales y en las empresas periodísticas) perdieron credibilidad y para colmo sólo estuvieron en el corte del fin de semana unos minutos, persiguiendo fines primordialmente fotográficos. La retirada de Moussou en todo caso cumple con el pacto de evitar la "partidización" de la Asamblea, en un período electoral. Llegó a la Asamblea ya como concejal, pero estar ahora en campaña lo inhabilita.

La coordinación consiste justamente en coordinar el desarrollo de las reuniones, y no implica un cargo "dirigente" en una asamblea que se define como horizontal. Explica el pizzero José Pepo Pouler: "Lo importante es que no hay cabezas, no hay dirigentes. Aquí, moción que avanza, la Asamblea la acompaña. No hay ganadores ni perdedores. Lo bueno es que volvió la palabra a la gente, se ve a todos opinando, participando. Los viejos referentes responden al gobierno pero perdieron la credibilidad. Ellos creían que tenían todo controlado, y sería eso lo que le decían al gobierno. Pero acá se estaba gestando otra cosa".

Otra cosa: la Asamblea decidió volver a la ruta el fin de semana largo de mediados de octubre, instaló nuevamente con tractores un gran acoplado cruzando la ruta, y cerró así nuevamente la frontera con el Uruguay. El gobierno se mostró sorprendido, empujó a la justicia a través de un fiscal que ordeno fotografiar y filmar a los asambleístas (inolvidable momento para la teoría de la separación de los poderes) y a través de las empresas periodísticas hizo hablar a sus "voceros" considerando que con el corte "pueden estar cometiendo un delito". A esto debe considerárselo criminalización de la protesta, y consiste en tratar como delincuente a toda persona que reclame sus derechos y ejerza la facultad de manifestarse.

En la ruta, empezaron a verse fotógrafos raros (señores de más edad, más afeitados, de pelo más corto y menos informales que los fotógrafos habituales). Se trata de policías disfrazados de civil, y/o agentes de eso que se ha dado en llamar "inteligencia", desde siempre dedicados a espiar a los ciudadanos, demostrando quién suele ser el enemigo para las fuerzas estatales.

María Elena Marchioli describe: "Había uno que se escondía atrás de los gendarmes. Los gendarmes se abrían un poco, y él nos sacaba la foto. Fue todo muy feo, cosas de las épocas de los militares".

El padrón, el madrón y el calzón

Las reacciones empezaron siendo de alerta, y terminaron con humor: "La gente les decía: che, sacame que no traje la máquina" cuenta María Elena. alguien spropuso mandarle a los fiscales el padrón de Gualeguaychú. "Y como es el día de la madre, les mandamos también el madrón" dijo el doctor Cerdá en un chiste malísimo, pero sumamente festejado. Otra propuesta fue hacer una lista con los DNI de cada asambleísta, y algunos pintaron su número de documento directamente en los parabrisas de los autos. El efecto gubernamental de inyectar miedo no pareció surtir efecto. Pouler: "Algunos de los 'popes' también quisieron meter miedo, diciendo que temían una represión. Una de las abogadas que está en la cancillería (se refiere a Ana Angiolini) salió con esas idioteces, hubo también amenazas del gobernador (Jorge Busti) pero la gente se tomó medio a risa todo eso. Está muy metido en la piel lo que queremos. Y lo que no queremos".

Rivollier: "La bronca es que todos sabíamos que nos filmaban, pero acá lo hicieron como apriete. Como provocación. La SIDE ya debe saber hasta qué calzón me puse esta mañana, pero en el corte todo eso se superó por la rotación, por el hecho de que todos íbamos siendo cubiertos por nuestros compañeros".

El corte finalizó exitosamente el domingo a las seis de la tarde, con miles de familias en la ruta tomando sus propias fotos.

La democracia inkreíble

El gobierno lanzó sus amenazas a través de funcionarios que aparecían sin mencionar su nombre, pero profusamente consultados por las empresas periodísticas, tildando a los asambleístas de delincuentes en potencia por hacer el corte en la ruta 136.

Conviene recordar que hace apenas dos meses el gobierno defendió los cortes ante los Tribunales del Mercosur planteando que se tratan de un modo de ejercer la libertad de expresión por parte de la sociedad. Para llegar a esta idea el gobierno consultó al constitucionalista Roberto Gargarella, autor del libro El derecho a la protesta, el primer derecho. Pero pocos días después el propio Gargarella denunció ante lavaca la falsedad de la actitud oficial, en la entrevista titulada La democracia inkreíble. Allí Gargarella reveló la manipulación oficial con respecto al caso Gualeguaychú y dijo entre muchas otras cosas:

"Yo no le creo nada al gobierno. Esto tiene que ver con la ausencia de una actitud principista del poder político. Uno a lo mejor es ingenuo si le pide principios a la clase política, pero no existe un compromiso real con ideales de verdad y justicia. Es, digámoslo, cualunquismo argumentativo: posiciones tomadas por intereses. Cualquier argumento puede ser utilizado en defensa de ciertos intereses".

Un detalle que muestra la fuerza de la Asamblea, consiste en observar las reacciones que despierta. Así como pudo organizar las dos marchas más grandes de la historia en defensa del medio ambiente (30 de abril de 2005 y 2006), sufrió una invasión kirchnerista a comienzos de mayo (presidente, ministros, esposas, gobernadores, intendentes, amantes, barras bravas K, peluqueros, asesores, jefes de prensa, secretarios/as de todos ellos, etc) con la obvia intención de desmovilizar toda la protesta.

Ahora, los cortes les generaron ataques del gobierno argentino, el uruguayo, y toda la llamada "oposición" argentina (se trataría de una oposición un tanto oficialista) compuesta por una cantidad de personas a las cuales por alguna razón incomprensible se las llama "dirigentes políticos". En todo caso pudo vislumbrarse claramente, otra vez, la brecha entre los "dirigentes" oficialistas y opositores, y la sociedad que intenta dirigir sus propios pasos.
Gualeguaychú a las brasas

La desconfianza sobre el final de la presentación ante la Corte de La Haya es absoluta. El gobierno argumenta que si se fue a La Haya no se justifican los cortes de ruta. "Una cosa no tiene nada que ver con la otra" discrimina Pepo Pouler. "En La Haya se discute la no aplicación del Estatuto del Río Uruguay por parte del Uruguay. Y los cortes son contra las pasteras".

En todo caso Pouler llega a la siguiente conclusión: "Todos en la Asamblea entendimos que si nos quedamos quietos, nos abrochan. Nos cocinan".

En esa línea razona Rivollier ante los avances del Banco Mundial y su Corporación Financiera Internacional para dar créditos a la pastera finlandesa Botnia: "Nos ponen en las brasas. El verdadero problema es que nos pusimos contra un sistema económico, del cual La Haya forma parte, y va a tomar todas las medidas en línea con lo que haga el Banco Mundial. Te pueden decir: hagamos más estudios, pero ¿quiénes son las consultoras? Las mismas que ellos ponen, las mismas de siempre, que van a decir lo mismo de siempre".

Rivollier denuncia: "Ninguno es independiente, todos son parte del negocio. A veces me asombra el gobierno. Porque nuestro problema con el Banco Mundial es idéntico a cuando Kirchner pateó al Fondo Monetario Internacional. El FMI representa un modelo económico que sabés que no anda, te hunde. Nosotros luchamos contra un orden económico internacional. ¿Cómo puede ser que el gobierno no nos entienda, si se supone que opina las mismas cosas?"

Gustavo se hace la pregunta, sin hacerse demasiadas ilusiones con respecto a las respuestas después de haber leído la entrevista a Gargarella. "Además, el Banco Mundial es el que viene financiando desde hace años la forestación con eucalipto, que es la materia prima para la pasta de celulosa. Ahí se ve cómo les cierra un negocio que vienen preparando desde hace mucho".

Diferencia entre gobierno y sociedad

Frente a eso, ¿qué hacer? ¿Resignarse?

Rivollier cree que es importante detener los créditos a las empresas. "Y si les dan los créditos, todo va a ser dificil, sólo quedaría para hacer cosas demasiado pesadas". Las conversaciones en Gualeguaychú mencionan con naturalidad estadías eternas en las rutas y hasta las cadenas que un grupo de mujeres pensó utilizar para encadenarse al asfalto, están siendo acondicionadas. María Elena habla de otra hipótesis: ir haciendo una muralla en la ruta, a razón de una hilera de piedras por cada día que pase mientras Botnia se sigue construyendo alrededor del falo de 130 metros de altura, chimenea que resultó la primera, más visible y provocadora de las construcciones de la multinacional.

En la Asamblea de este 17 de octubre hubo otra sorpresa, la visita de Jorge Daniel Taillant, marido de la secretaria de Medio Ambiente Romina Picolotti y presidente del Centro de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA), entidad que forjó la ascendente carrera de la señora y que apoyó en algunos aspectos a los asambleístas de Gualeguaychú. Por ejemplo, presentó las 40.000 firmas de vecinos ante la Corporación Financiera Internacional como aval al rechazo a las pasteras. Taillant llegó a Gualeguaychú para decir que la única aliada que tienen los asambleístas en el gobierno es su esposa. Pero a la vez, insistió con un argumento tradicional de su ONG con respecto a la importancia de la movilización social. Pepo traduce: "Dijo que a los organismos financieros hay que mandarles fotos, lindas fotos, donde se vea mucha gente movilizada y reclamando".

La práctica de las ONG y los organismos internacionales muchas veces tal vez se reduzca a eso: fotos. Taillant no habló de cortes. Pouler: "Lo que pasa es que lo de la movilización es muy lindo, muy bonito, pero lo que les duele a todos es el corte de ruta". En este punto, la señora Picolotti ya anticipó su oposición a los cortes, aunque tal vez el viaje de su marido muestre una intención de despegarse del gobierno que envía a espiar y criminalizar a los asambleístas. Taillant se fue aplaudido, tras informar que el trámite del gobierno en La Haya es una vía muerta, y que lo único que tendrá sentido es la movilización (y las fotografías) además de cadenas de mails, faxes y acciones que molesten a los funcionarios.

María Elena, en cambio, cree que el destino de todo esto es un corte puro y duro, hasta detener la construcción de Botnia. Pouler intuye que el verano será un momento de enormes asambleas en la ruta: "Perdimos el apoyo que el gobierno decía que nos daba. Pero de todo el país nos están llegando formas de apoyo de la gente, de la sociedad. Así que ya vamos a ver cómo se concreta".

Rivollier no tiene la menor idea de cómo será las cosas. "No sé si será bueno o malo poner todos los huevos en una sola canasta. Pero la gente está con una bronca enorme. Vamos a ver qué pasa en la próxima asamblea. Esto hay que entenderlo así: día a día".

Correspondencia de Prensa. germain5@chasque.net

 

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